OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- El truco es muy viejo. Se ha utilizado en infinidad de guerras en las que un bando quiere ocupar una fortaleza defendida por otro. Una de las muchas estratagemas es tratar de dividir al enemigo ofreciendo a parte de 茅l la posibilidad de cambiar de bando, de recibirla en el propio. Con ello se obtiene una ventaja moral consistente en mostrar a quien la hace en posesi贸n de la iniciativa, de la fuerza y el ataque, e introducir en el otro campo la duda y la desconfianza. Si, adem谩s, alguien cambia de bando f铆sicamente, mejor. Pero esa no es la finalidad m谩s importante; la m谩s importante es la moral, la propagandistica.
En esto, los de Podemos son consumados maestros. Lo hicieron cuando fagocitaron IU (la oferta era a aquell@s que estuvieran dispuest@s a pasarse a t铆tulo individual) y les sali贸 muy bien. Tod@s l@s que antes estaban en IU a mamporro limpio pasan a colaborar en amor y compa帽a porque Podemos tiene m谩s espacio que IU.
La invitaci贸n/provocaci贸n se hace ahora al PSOE con el evidente objeto de dividirlo, de vaciarlo de sus sectores sensatos. En s铆 misma, la estratagema es irreprochable. La pol铆tica es la guerra por otros medios y en la guerra, como en la guerra. En Podemos alienta el sue帽o del sorpasso anguitiano al PSOE. Cree que esta vez puede conseguirlo porque recurre a procedimientos y discursos nuevos, frente a los que aquel no tiene defensa. Si la tiene o no, es cosa suya. Carece de sentido reprochar a Podemos la intenci贸n de sobrepasar al otro, como si aspirar a ganar estuviera feo. Si el PSOE quiere evitar el sorpasso, que lo impida, que se lo curre, que contraataque. Que vea si tiene defensa y la ponga en juego.
Podemos hace muy bien en luchar por la hegemonia de la izquierda, por la "centralidad pol铆tica". No le ha salido en las elecciones del 20D, pero le asiste el derecho a intentarlo de nuevo y el PSOE, que espabile. Lo que llama la atenci贸n de la ladina oferta de Podemos es el t茅rmino sensatos. La sem谩ntica aqu铆 es una mina. Podemos tiene la mano extendida (¡qu茅 expresi贸n tan de la vieja pol铆tica!) no a los m谩s de izquierdas, a los revolucionarios, sino a los sensatos. Por supuesto, los que queden dentro del viejo partido del otro Pablo Iglesias, deber谩n considerarse como insensatos. Pero en efecto, el PSOE sabr谩 como defenderse.
Sensato suena al sentido com煤n de Rajoy. Tiene una connotaci贸n conservadora muy parecida. Gente de orden. Una prueba m谩s de ese proceso por el que Podemos ha pasado de ser un sedicente albacea del 25M a instalarse en el huerto de la socialdemocracia. Un proceso de derechizaci贸n que Alberto Garz贸n ha denunciado en repetidas ocasiones durante las 煤ltimas elecciones y con los magros resultados que ha cosechado. S铆, efectivamente, Podemos, al configurarse socialdem贸crata, quiere ponerse en los zapatos del PSOE. Por supuesto, para conseguirlo, lo primero es quit谩rselos, desplazar al due帽o a las tinieblas exteriores, identific谩ndolo con el PP pero rescatando a aquellos que sean sensatos. Esto no es exactamente sorpasso sino, simple y llanamente, qu铆tate t煤 para que me ponga yo.
No estoy muy seguro de que el PSOE consiga mantenerse como el segundo partido din谩stico, a veces el primero. Da la impresi贸n de estar gobernado por unos dirigentes de escas铆sima capacidad. El caso de Pedro S谩nchez es paradigm谩tico: mucha sonrisa y camisa blanca y grandes retratos tama帽o fachada, pero de una vacuidad pasmosa. Repite lo que le dicen; no se le ocurre una idea y a los que se las dicen, tampoco, as铆 que llevamos una temporada escuchando cosas insulsas. De los barones es mejor no hablar. Cuando vienen en grupo a Madrid es como si hubiera un c贸nclave de caciques o s谩trapas, cada uno de ellos mirando por su tierra y con tanta idea del conjunto de Espa帽a como del archipi茅lago filipino. Sobre este glorioso nombre, Espa帽a, pens贸 S谩nchez montar su campa帽a, cuyo ritornello era "¡M谩s Espa帽a!" J煤zguese.
Sobre el sacrosanto nombre de la patria est谩 montada la operaci贸n que pretende catapultar a Susana D铆az a la c煤pula del PSOE y, de ah铆, a la presidencia del Consejo de Ministros. Que este cuento de la lechera haya de pasar por la defenestraci贸n de Pedro S谩nchez en el pr贸ximo congreso del partido tiene una importancia relativa. Muy grande para el PSOE, relativamente modesta en comparaci贸n con las ambiciones de la presidenta de Andaluc铆a.
Adem谩s de atender a esta trifulca interna, S谩nchez tiene que ocuparse de otras reclamaciones. Rajoy vuelve a llamarlo para hacer alguna oferta de gran coalici贸n, los dem谩s partidos parecen dispuestos a repartirse los despojos del PSOE como los soldados romanos las vestimentas de Cristo. Es poco probable que encuentre forma de contraatacar frente a lo de la sensatez. Los gritos de Susana D铆az a favor de ls unidad de Espa帽a y su acusaci贸n a Iglesias de querer romperla todav铆a sit煤an m谩s al PSOE en el terreno del PP pero seguramente tendr谩n m谩s 茅xito que toda la pedagog铆a sobre el car谩cter plurinacional de Espa帽a.
El PSOE lo tiene muy dif铆cil si hay elecciones nuevas y ha de concurrir a ellas en medio de una batalla interna.
En esto, los de Podemos son consumados maestros. Lo hicieron cuando fagocitaron IU (la oferta era a aquell@s que estuvieran dispuest@s a pasarse a t铆tulo individual) y les sali贸 muy bien. Tod@s l@s que antes estaban en IU a mamporro limpio pasan a colaborar en amor y compa帽a porque Podemos tiene m谩s espacio que IU.
La invitaci贸n/provocaci贸n se hace ahora al PSOE con el evidente objeto de dividirlo, de vaciarlo de sus sectores sensatos. En s铆 misma, la estratagema es irreprochable. La pol铆tica es la guerra por otros medios y en la guerra, como en la guerra. En Podemos alienta el sue帽o del sorpasso anguitiano al PSOE. Cree que esta vez puede conseguirlo porque recurre a procedimientos y discursos nuevos, frente a los que aquel no tiene defensa. Si la tiene o no, es cosa suya. Carece de sentido reprochar a Podemos la intenci贸n de sobrepasar al otro, como si aspirar a ganar estuviera feo. Si el PSOE quiere evitar el sorpasso, que lo impida, que se lo curre, que contraataque. Que vea si tiene defensa y la ponga en juego.
Podemos hace muy bien en luchar por la hegemonia de la izquierda, por la "centralidad pol铆tica". No le ha salido en las elecciones del 20D, pero le asiste el derecho a intentarlo de nuevo y el PSOE, que espabile. Lo que llama la atenci贸n de la ladina oferta de Podemos es el t茅rmino sensatos. La sem谩ntica aqu铆 es una mina. Podemos tiene la mano extendida (¡qu茅 expresi贸n tan de la vieja pol铆tica!) no a los m谩s de izquierdas, a los revolucionarios, sino a los sensatos. Por supuesto, los que queden dentro del viejo partido del otro Pablo Iglesias, deber谩n considerarse como insensatos. Pero en efecto, el PSOE sabr谩 como defenderse.
Sensato suena al sentido com煤n de Rajoy. Tiene una connotaci贸n conservadora muy parecida. Gente de orden. Una prueba m谩s de ese proceso por el que Podemos ha pasado de ser un sedicente albacea del 25M a instalarse en el huerto de la socialdemocracia. Un proceso de derechizaci贸n que Alberto Garz贸n ha denunciado en repetidas ocasiones durante las 煤ltimas elecciones y con los magros resultados que ha cosechado. S铆, efectivamente, Podemos, al configurarse socialdem贸crata, quiere ponerse en los zapatos del PSOE. Por supuesto, para conseguirlo, lo primero es quit谩rselos, desplazar al due帽o a las tinieblas exteriores, identific谩ndolo con el PP pero rescatando a aquellos que sean sensatos. Esto no es exactamente sorpasso sino, simple y llanamente, qu铆tate t煤 para que me ponga yo.
No estoy muy seguro de que el PSOE consiga mantenerse como el segundo partido din谩stico, a veces el primero. Da la impresi贸n de estar gobernado por unos dirigentes de escas铆sima capacidad. El caso de Pedro S谩nchez es paradigm谩tico: mucha sonrisa y camisa blanca y grandes retratos tama帽o fachada, pero de una vacuidad pasmosa. Repite lo que le dicen; no se le ocurre una idea y a los que se las dicen, tampoco, as铆 que llevamos una temporada escuchando cosas insulsas. De los barones es mejor no hablar. Cuando vienen en grupo a Madrid es como si hubiera un c贸nclave de caciques o s谩trapas, cada uno de ellos mirando por su tierra y con tanta idea del conjunto de Espa帽a como del archipi茅lago filipino. Sobre este glorioso nombre, Espa帽a, pens贸 S谩nchez montar su campa帽a, cuyo ritornello era "¡M谩s Espa帽a!" J煤zguese.
Sobre el sacrosanto nombre de la patria est谩 montada la operaci贸n que pretende catapultar a Susana D铆az a la c煤pula del PSOE y, de ah铆, a la presidencia del Consejo de Ministros. Que este cuento de la lechera haya de pasar por la defenestraci贸n de Pedro S谩nchez en el pr贸ximo congreso del partido tiene una importancia relativa. Muy grande para el PSOE, relativamente modesta en comparaci贸n con las ambiciones de la presidenta de Andaluc铆a.
Adem谩s de atender a esta trifulca interna, S谩nchez tiene que ocuparse de otras reclamaciones. Rajoy vuelve a llamarlo para hacer alguna oferta de gran coalici贸n, los dem谩s partidos parecen dispuestos a repartirse los despojos del PSOE como los soldados romanos las vestimentas de Cristo. Es poco probable que encuentre forma de contraatacar frente a lo de la sensatez. Los gritos de Susana D铆az a favor de ls unidad de Espa帽a y su acusaci贸n a Iglesias de querer romperla todav铆a sit煤an m谩s al PSOE en el terreno del PP pero seguramente tendr谩n m谩s 茅xito que toda la pedagog铆a sobre el car谩cter plurinacional de Espa帽a.
El PSOE lo tiene muy dif铆cil si hay elecciones nuevas y ha de concurrir a ellas en medio de una batalla interna.