OPINI脫N de Claudia Brihuega Ortiz.- El s铆ndrome de alcoholismo fetal puede causar problemas funcionales f铆sicos o sensoriales, de crecimiento y provocar trastornos del aprendizaje o del comportamiento. Puede estar presente en beb茅s cuya apariencia y crecimiento no est茅 afectado. Ha sido reconocido como problema de salud p煤blica por la Organizaci贸n Mundial de la Salud (OMS).
La Provincia Occidental del Cabo, en Sud谩frica, registra la tasa m谩s alta de casos. El s铆ndrome de alcoholismo fetal es de dif铆cil curaci贸n. Los tratamientos m茅dicos y psicopedag贸gicos intentan mejorar la calidad de vida de los ni帽os a trav茅s del desarrollo del aprendizaje y del lenguaje, resolver problemas de conducta, de memoria y el d茅ficit de atenci贸n. “Cuando estaba embarazada beb铆a mucho. Mi tercer hijo tiene problemas” dice Marion Williams, empez贸 a beber cuando era adolescente, ahora tiene 45 a帽os.
NoFAS es una organizaci贸n creada en 2003 en Reino Unido. Una red de prevenci贸n y actuaci贸n, presente en muchos pa铆ses, formada por un equipo interdisciplinar que trabaja para la difusi贸n de informaci贸n a las futuras madres y de los recursos necesarios para el tratamiento.
El alcohol forma parte de la cultura de muchas sociedades. La publicidad de bebidas alcoh贸licas sugiere un mundo de diversi贸n y aventuras. Es un reclamo para las adolescentes, adem谩s de la desinhibici贸n que les proporciona, es un producto accesible y asequible. La falta de informaci贸n y de medidas de prevenci贸n crean los falsos mitos de “yo controlo”. En algunos casos, el inicio temprano en el consumo de alcohol conlleva a la dependencia y el abuso en edades m谩s tard铆as.
Hay personas que recurren a 茅l como v铆a de escape o por repetici贸n de la conducta aprendida durante la infancia. Las mujeres en situaci贸n de riesgo de exclusi贸n social que consumen no suelen acudir a las revisiones m茅dicas, supondr铆a reconocer la adicci贸n y hablar sobre los conflictos personales. No hay un porcentaje de alcohol apropiado para las mujeres embarazadas, es una sustancia t贸xica que perjudica el desarrollo del beb茅 desde el primer momento. El diagn贸stico y la atenci贸n temprana en estos casos son vitales.
Irene tiene seis a帽os, con siete meses ingres贸 en un Centro de Acogida tras recibir el alta en el hospital donde hab铆a estado ingresada desde que naci贸. Sufre secuelas f铆sicas, pero tambi茅n emocionales.
Hasta hace unos d铆as no ha preguntado por sus padres a los educadores del Centro en el que vive. “Es preferible perder aquello que se tuvo a no saber que se siente al tenerlo” cuenta una de sus educadoras.
La intervenci贸n con las madres lucha contra el estigma social no s贸lo por su adicci贸n sino tambi茅n por el error cometido. No es cuesti贸n de ser o no ser una buena madre, no se trata de buscar culpables. El estigma social est谩 presente en la forma de actuar y en el lenguaje que se utiliza, es positivo trasladar la carga del mensaje. La educaci贸n es la llave para el cambio, debe ser global e implicar a todos los actores de la sociedad.
Claudia Brihuega Ortiz
Periodista
La Provincia Occidental del Cabo, en Sud谩frica, registra la tasa m谩s alta de casos. El s铆ndrome de alcoholismo fetal es de dif铆cil curaci贸n. Los tratamientos m茅dicos y psicopedag贸gicos intentan mejorar la calidad de vida de los ni帽os a trav茅s del desarrollo del aprendizaje y del lenguaje, resolver problemas de conducta, de memoria y el d茅ficit de atenci贸n. “Cuando estaba embarazada beb铆a mucho. Mi tercer hijo tiene problemas” dice Marion Williams, empez贸 a beber cuando era adolescente, ahora tiene 45 a帽os.
NoFAS es una organizaci贸n creada en 2003 en Reino Unido. Una red de prevenci贸n y actuaci贸n, presente en muchos pa铆ses, formada por un equipo interdisciplinar que trabaja para la difusi贸n de informaci贸n a las futuras madres y de los recursos necesarios para el tratamiento.
El alcohol forma parte de la cultura de muchas sociedades. La publicidad de bebidas alcoh贸licas sugiere un mundo de diversi贸n y aventuras. Es un reclamo para las adolescentes, adem谩s de la desinhibici贸n que les proporciona, es un producto accesible y asequible. La falta de informaci贸n y de medidas de prevenci贸n crean los falsos mitos de “yo controlo”. En algunos casos, el inicio temprano en el consumo de alcohol conlleva a la dependencia y el abuso en edades m谩s tard铆as.
Hay personas que recurren a 茅l como v铆a de escape o por repetici贸n de la conducta aprendida durante la infancia. Las mujeres en situaci贸n de riesgo de exclusi贸n social que consumen no suelen acudir a las revisiones m茅dicas, supondr铆a reconocer la adicci贸n y hablar sobre los conflictos personales. No hay un porcentaje de alcohol apropiado para las mujeres embarazadas, es una sustancia t贸xica que perjudica el desarrollo del beb茅 desde el primer momento. El diagn贸stico y la atenci贸n temprana en estos casos son vitales.
Irene tiene seis a帽os, con siete meses ingres贸 en un Centro de Acogida tras recibir el alta en el hospital donde hab铆a estado ingresada desde que naci贸. Sufre secuelas f铆sicas, pero tambi茅n emocionales.
Hasta hace unos d铆as no ha preguntado por sus padres a los educadores del Centro en el que vive. “Es preferible perder aquello que se tuvo a no saber que se siente al tenerlo” cuenta una de sus educadoras.
La intervenci贸n con las madres lucha contra el estigma social no s贸lo por su adicci贸n sino tambi茅n por el error cometido. No es cuesti贸n de ser o no ser una buena madre, no se trata de buscar culpables. El estigma social est谩 presente en la forma de actuar y en el lenguaje que se utiliza, es positivo trasladar la carga del mensaje. La educaci贸n es la llave para el cambio, debe ser global e implicar a todos los actores de la sociedad.
Claudia Brihuega Ortiz
Periodista