OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- Hace ya mucho tiempo, largos a帽os, que la izquierda no pasa por su mejor momento y l谩nguida como una novicia m铆stica, arrastra su desconcierto y perplejidad de problema en problema. Aproximadamente desde la ca铆da del muro de Berl铆n, cuando el neoliberalismo triunfante se hizo con la hegemon铆a del pensamiento pol铆tico y social en nuestro tiempo, el panorama se ha vuelto confuso. En lugar de los viejos y rotundos dogmas de las dos vertientes de la izquierda, la econom铆a planificada del modelo comunista y la econom铆a social de mercado de la socialdemocracia, aparecen ahora titubeos, ambig眉edades, mezcolanzas ideol贸gicas que, como las "terceras v铆as" inglesas, los "nuevos centros" alemanes y el "republicanismo c铆vico" espa帽ol, carecen de toda proyecci贸n te贸rica y no son m谩s que consignas electorales ayunas de toda reflexi贸n. Por no hablar del "socialismo del siglo XXI" o el "empoderamiento de los de abajo". Pura palabrer铆a huera.
As铆 las cosas era fatal que, ante el frustrante resultado de las elecciones del 20 de diciembre, las distintas fuerzas de la izquierda espa帽ola se llamaran a s铆 mismas a cap铆tulo para entender en qu茅 hab铆an fallado y c贸mo poner remedio. Y as铆 ha sido. Con la llegada de la primavera en que los cristianos celebran la muerte y resurrecci贸n de su dios en un lejano eco del mito de Osiris y los paganos festejamos con los misterios eleusinos, cuando Pers茅fone es devuelta a su madre, D茅meter, para traer de nuevo la vida a la tierra, las tres principales fuerzas de la izquierda estatal se han embarcado en sendos proyectos de refundaci贸n.
En primer lugar, el joven e incansable Garz贸n quiere que IU supere a IU, algo que la federaci贸n hace una o dos veces al a帽o, cada vez que se embarca en alguna de sus interminables peloteras que acaba siempre como el rosario de la aurora. No hay expulsi贸n, escisi贸n, purga o extra帽amiento que no se haya hecho en nombre de la unidad y con el fin de convertir a IU verdaderamente en el alma y la voz de esas mayor铆as sociales que dice representar con la misma autoridad con que Palinuro podr铆a representar un cuerpo de la guardia civil. Sin duda, sobre el papel, la propuesta de Garz贸n es plausible y muy oportuna: un reformismo radical, cierto prudente anticapitalismo, un keynesianismo inconfeso, el ecologismo y el feminismo. Cualquier dem贸crata de izquierda firmar铆a eso. Incluso Palinuro si se le a帽ade la reivindicaci贸n de la Rep煤blica y la necesidad de poner a los curas en su sitio.
Pero, por desgracia para Garz贸n, IU no es solamente una federaci贸n de partidos, grupos y gentes m谩s o menos razonable. Tambi茅n es, sobre todo, una pantalla del Partido Comunista de Espa帽a (PCE) que no se atreve a presentarse a las elecciones con su propio nombre porque teme, con raz贸n, que no lo vote nadie. Y si superar o trascender a IU que es un ente magm谩tico parece tarea f谩cil, la cosa se pone chunga cuando se trata de que el PCE pierda relevancia ante las nuevas realidades. Los viejos comunistas que vigilan de cerca el flirteo con IU no est谩n dispuestos a abandonar sus dogm谩ticas creencias que dan sentido a sus vidas. Hace unos d铆as, el camarada Centella, secretario general del PCE publicaba una carta en la prensa dirigida a la militancia, un texto que ven铆a del fr铆o de Siberia y de la apelmazada mentalidad estalinista. Por fortuna para IU es de suponer que este escrito carezca de todo efecto porque, de tener alguno, acabar谩 consiguiendo que a IU no la voten ya ni sus dirigentes.
A su vez, Podemos, igualmente afligido por sus magros resultados en las elecciones del 20 de diciembre, quiere recuperar la iniciativa y reafirmar su propuesta con una ambiciosa campa帽a de refundaci贸n que podr铆a llamarse Vista Alegre Revival. A diferencia de lo que sucede con IU, el problema de Podemos es la inexistencia de una columna vertebradora org谩nica o de pensamiento y el riesgo de que la organizaci贸n se diluya en una impreciso r茅gimen de confluencias, articulaciones y asambleas. Una vez que la organizaci贸n morada se haya librado de los elementos que ha ido plagiando de aqu铆 y alla, empezando por el nombre del partido y terminando por las opciones de unidad popular, copiadas de la CUP catalana, parce bastante claro que no le quedar谩 gran cosa. La lucha entre partidarios de la estructura jer谩rquica y los de la asamblearia no lleva a ning煤n sitio porque es ficticia. A Podemos no le queda otro remedio que terminar de integrarse en el sistema qe ven铆a a combatir como un partido m谩s y esos llamamientos a los c铆rculos inevitablemente traen a la memoria los c铆rculos viciosos.
Si los dos anteriores, IU y Podemos presentan s铆ntomas de agotamiento, del PSOE puede decirse que est谩 en la UVI. Los debates de las otras dos fuerzas pueden ser m谩s o menos pertinentes y razonables, pero son. En el PSOE no hay debates sobre teor铆as, formulaciones estrategias sino exclusivamente sobre asuntos de poder e influencia, sobre maniobras org谩nicas para controlar tal comit茅 o tal otra comisi贸n, sobre la influencia de un bar贸n o la de otro, sobre acuerdos de las dirigentes entre bambalinas de los que el pueblo se entera a toro pasado, como dicen los amantes de las corridas. Aqu铆 solo se habla de intereses, enchufes, baron铆as y ambiciones personales. Esta se帽ora D铆az que, al parecer, quiere re帽ir el puesto a S谩nchez, una cagacirios, amante de las corridas de toros y nada competente y eficaz en la lucha contra la corrupci贸n, revela hasta qu茅 punto el PSOE se encuentra en una deriva hacia la derecha, que solo se podr谩 atajar si el conjunto de la oposici贸n, formando un bloque, expulsa al gobierno corrupto mediante una moci贸n de censura que podr铆a dar lugar a un r茅gimen "transitorio"cuya 煤nica finalidad ser铆a convocar nuevas elecciones.
Porque, en definitiva, as铆 parece que ser谩: habr谩 elecciones nuevas. Al menos, todos los partidos se preparan para ellas ya sin ning煤n recato. Podemos insiste en vetar a C's y C's avisa de que un pacto con Podemos que incluya el refer茅ndum de autodeterminacion de Catalu帽a, no ser谩 aceptable. Si ninguno de los dos cede, no habr谩 acuerdo y ser谩 preciso ir a elecciones en junio. Hasta qu茅 punto puede llevar este fracaso a la degeneraci贸n de cualquier ideal de izquierda lo da la reciente reaparici贸n del reaccionario Rubalcaba, aut茅ntico submarino del PP en el PSOE, postulando la gran coalici贸n. Su falaz argumento es que, si el PP vuelve a ser el partido m谩s votado, los espa帽oles lo habr谩n amnistiado y eso justificar谩 una gran coalici贸n en la que el PSOE apoye al PP e incluso se admita a Ciudadanos. Desde luego que los electores de la derecha votar谩n al PP pero no para amnistiarlo sino porque les parece de perlas votar a un partido de ladrones y corruptos. Quienes amnistiar铆an al PP en ese caso ser铆an el propio Rubalcaba y los electores socialistas quienes, creyendo votar a la izquierda se encontrar铆an votando a un partido franquista gracias a las habilidades dial茅cticas del carcunda del exsecretario general.
As铆 las cosas era fatal que, ante el frustrante resultado de las elecciones del 20 de diciembre, las distintas fuerzas de la izquierda espa帽ola se llamaran a s铆 mismas a cap铆tulo para entender en qu茅 hab铆an fallado y c贸mo poner remedio. Y as铆 ha sido. Con la llegada de la primavera en que los cristianos celebran la muerte y resurrecci贸n de su dios en un lejano eco del mito de Osiris y los paganos festejamos con los misterios eleusinos, cuando Pers茅fone es devuelta a su madre, D茅meter, para traer de nuevo la vida a la tierra, las tres principales fuerzas de la izquierda estatal se han embarcado en sendos proyectos de refundaci贸n.
En primer lugar, el joven e incansable Garz贸n quiere que IU supere a IU, algo que la federaci贸n hace una o dos veces al a帽o, cada vez que se embarca en alguna de sus interminables peloteras que acaba siempre como el rosario de la aurora. No hay expulsi贸n, escisi贸n, purga o extra帽amiento que no se haya hecho en nombre de la unidad y con el fin de convertir a IU verdaderamente en el alma y la voz de esas mayor铆as sociales que dice representar con la misma autoridad con que Palinuro podr铆a representar un cuerpo de la guardia civil. Sin duda, sobre el papel, la propuesta de Garz贸n es plausible y muy oportuna: un reformismo radical, cierto prudente anticapitalismo, un keynesianismo inconfeso, el ecologismo y el feminismo. Cualquier dem贸crata de izquierda firmar铆a eso. Incluso Palinuro si se le a帽ade la reivindicaci贸n de la Rep煤blica y la necesidad de poner a los curas en su sitio.
Pero, por desgracia para Garz贸n, IU no es solamente una federaci贸n de partidos, grupos y gentes m谩s o menos razonable. Tambi茅n es, sobre todo, una pantalla del Partido Comunista de Espa帽a (PCE) que no se atreve a presentarse a las elecciones con su propio nombre porque teme, con raz贸n, que no lo vote nadie. Y si superar o trascender a IU que es un ente magm谩tico parece tarea f谩cil, la cosa se pone chunga cuando se trata de que el PCE pierda relevancia ante las nuevas realidades. Los viejos comunistas que vigilan de cerca el flirteo con IU no est谩n dispuestos a abandonar sus dogm谩ticas creencias que dan sentido a sus vidas. Hace unos d铆as, el camarada Centella, secretario general del PCE publicaba una carta en la prensa dirigida a la militancia, un texto que ven铆a del fr铆o de Siberia y de la apelmazada mentalidad estalinista. Por fortuna para IU es de suponer que este escrito carezca de todo efecto porque, de tener alguno, acabar谩 consiguiendo que a IU no la voten ya ni sus dirigentes.
A su vez, Podemos, igualmente afligido por sus magros resultados en las elecciones del 20 de diciembre, quiere recuperar la iniciativa y reafirmar su propuesta con una ambiciosa campa帽a de refundaci贸n que podr铆a llamarse Vista Alegre Revival. A diferencia de lo que sucede con IU, el problema de Podemos es la inexistencia de una columna vertebradora org谩nica o de pensamiento y el riesgo de que la organizaci贸n se diluya en una impreciso r茅gimen de confluencias, articulaciones y asambleas. Una vez que la organizaci贸n morada se haya librado de los elementos que ha ido plagiando de aqu铆 y alla, empezando por el nombre del partido y terminando por las opciones de unidad popular, copiadas de la CUP catalana, parce bastante claro que no le quedar谩 gran cosa. La lucha entre partidarios de la estructura jer谩rquica y los de la asamblearia no lleva a ning煤n sitio porque es ficticia. A Podemos no le queda otro remedio que terminar de integrarse en el sistema qe ven铆a a combatir como un partido m谩s y esos llamamientos a los c铆rculos inevitablemente traen a la memoria los c铆rculos viciosos.
Si los dos anteriores, IU y Podemos presentan s铆ntomas de agotamiento, del PSOE puede decirse que est谩 en la UVI. Los debates de las otras dos fuerzas pueden ser m谩s o menos pertinentes y razonables, pero son. En el PSOE no hay debates sobre teor铆as, formulaciones estrategias sino exclusivamente sobre asuntos de poder e influencia, sobre maniobras org谩nicas para controlar tal comit茅 o tal otra comisi贸n, sobre la influencia de un bar贸n o la de otro, sobre acuerdos de las dirigentes entre bambalinas de los que el pueblo se entera a toro pasado, como dicen los amantes de las corridas. Aqu铆 solo se habla de intereses, enchufes, baron铆as y ambiciones personales. Esta se帽ora D铆az que, al parecer, quiere re帽ir el puesto a S谩nchez, una cagacirios, amante de las corridas de toros y nada competente y eficaz en la lucha contra la corrupci贸n, revela hasta qu茅 punto el PSOE se encuentra en una deriva hacia la derecha, que solo se podr谩 atajar si el conjunto de la oposici贸n, formando un bloque, expulsa al gobierno corrupto mediante una moci贸n de censura que podr铆a dar lugar a un r茅gimen "transitorio"cuya 煤nica finalidad ser铆a convocar nuevas elecciones.
Porque, en definitiva, as铆 parece que ser谩: habr谩 elecciones nuevas. Al menos, todos los partidos se preparan para ellas ya sin ning煤n recato. Podemos insiste en vetar a C's y C's avisa de que un pacto con Podemos que incluya el refer茅ndum de autodeterminacion de Catalu帽a, no ser谩 aceptable. Si ninguno de los dos cede, no habr谩 acuerdo y ser谩 preciso ir a elecciones en junio. Hasta qu茅 punto puede llevar este fracaso a la degeneraci贸n de cualquier ideal de izquierda lo da la reciente reaparici贸n del reaccionario Rubalcaba, aut茅ntico submarino del PP en el PSOE, postulando la gran coalici贸n. Su falaz argumento es que, si el PP vuelve a ser el partido m谩s votado, los espa帽oles lo habr谩n amnistiado y eso justificar谩 una gran coalici贸n en la que el PSOE apoye al PP e incluso se admita a Ciudadanos. Desde luego que los electores de la derecha votar谩n al PP pero no para amnistiarlo sino porque les parece de perlas votar a un partido de ladrones y corruptos. Quienes amnistiar铆an al PP en ese caso ser铆an el propio Rubalcaba y los electores socialistas quienes, creyendo votar a la izquierda se encontrar铆an votando a un partido franquista gracias a las habilidades dial茅cticas del carcunda del exsecretario general.