Tres años de conflicto y los desplazamientos que está provocando en la República Centroafricana (RCA), siguen afectando a la agricultura y restringen gravemente el acceso a los alimentos de la población, que se enfrenta a las consecuencias de múltiples malas cosechas, mercados interrumpidos y la subida de precios de muchos alimentos básicos, según advirtieron hoy dos organismos de las Naciones Unidas.
1 de marzo de 2016, Roma – Tres años de conflicto y los desplazamientos que está provocando en la República Centroafricana (RCA), siguen afectando a la agricultura y restringen gravemente el acceso a los alimentos de la población, que se enfrenta a las consecuencias de múltiples malas cosechas, mercados interrumpidos y la subida de precios de muchos alimentos básicos, según advirtieron hoy dos organismos de las Naciones Unidas.
La producción agrícola total en 2015 se mantuvo un 54 por ciento por debajo del promedio anterior a la crisis, a pesar del aumento de un 10 por ciento registrado desde 2014, debido sobre todo a la mayor producción de yuca, según revela la última Misión conjunta de evaluación de los cultivos y la seguridad alimentaria(MECSA) llevada a cabao por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA),
Las cosechas de cereales continuaron disminuyendo el año pasado, con una producción un 70 por ciento inferior a la media anterior a la crisis. El volumen total de la producción agrícola en 2015 fue de 838 671 toneladas, alrededor de 1 millón de toneladas menos que la media de antes de la crisis.
"Las últimas cifras son motivo de preocupación, no sólo porque la gente se salte comidas y reduzca las porciones, sino también porque optan a alimentos menos nutritivos que les aportan muchas menos proteínas y vitaminas de las que necesitan", aseguró el Representante de la FAO en la RCA, Jean-Alexandre Scaglia. "Un 75 por ciento de la población en la RCA -añadió- depende de la agricultura, y con la temporada de siembra que se inicia en menos de dos meses, impulsar ahora la agricultura es crucial para revitalizar la economía y para la estabilidad en el país".
"La situación es grave. La mitad de la población se enfrenta al hambre", indicó por su parte Bienvenu Djossa, Director nacional del PMA en la RCA. "Es crucial que continuemos asistiendo a los más vulnerables, que necesitan ayuda alimentaria de emergencia para sobrevivir. El PMA y la FAO están también trabajando juntos para suministrar semillas para plantar y alimentos durante el período de siembra. Este es el momento en que las personas necesitan la máxima ayuda posible, pues coincide con la temporada de carestía, cuando la gente pugna por tener suficientes alimentos antes de la próxima cosecha", explicó Djossa.
Consecuencias de la inseguridad
Las conclusiones del informe describen con más detalle cómo tres años de inseguridad -que han llevado a casi 1 millón de personas a abandonar sus hogares- siguen suponiendo una pesada carga para la población de la República Centroafricana:
Las muertes y saqueos han reducido el número de cabezas de ganado a casi la mitad en comparación con los niveles anteriores a la crisis, y el número de cabras y ovejas ha disminuído hasta en un 57 por ciento.
Los daños en las infraestructuras y la inseguridad han limitado la actividad pesquera, resultando en un 40 por ciento menos de capturas en 2015 en relación a 2012.
La interrupción de los mercados y la última escalada de la violencia en septiembre de 2015 ha hecho dispararse los precios de los alimentos. Los precios de la harina de cacahuete –rica en proteínas- y de trigo fueron un 74 y 28 por ciento más altos – respectivamente- que sus niveles anteriores a la crisis,. Los precios de la carne de vacuno en octubre eran casi del doble, y el pescado estaba, en promedio, un 70 por ciento más caro que antes de la crisis.
La población ha visto reducirse su poder adquisitivo en aproximadamente un tercio en 2015, en comparación a 2012, y el 67 por ciento de las personas encuestadas informaron que disponen de menos alimentos en relación al año anterior.
Respuesta a la crisis
La FAO, el PMA y sus socios trabajan juntos desde el comienzo del conflicto para mitigar los impactos negativos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria.
En 2015, la FAO prestó asistencia a unas 170 900 familias con semillas y aperos agrícolas, que han permitido obtener cerca de 40 000 toneladas de productos agrícolas, beneficiando directamente a 854 500 personas. Ello ayudó a reducir la dependencia de las familias de la ayuda humanitaria y estabilizó sus ingresos. El PMA apoyó la operación, proporcionando raciones alimentarias a más de 65 000 familias campesinas para evitar que usaran las semillas restantes para comer en lugar de sembrar, y proteger así su capacidad de producir en las próximas temporadas.
Además de su trabajo conjunto con la FAO, el PMA suministró alimentos a través de diversas actividades, como almuerzos escolares y ayuda alimentaria de emergencia a unas 900 000 personas.
Otras intervenciones de la FAO en 2015 incluyeron campañas de vacunación del ganado a gran escala y el apoyo a los esfuerzos del gobierno para reconstruir la capacidad del país para el suministro de semillas.
El Gobierno de la República Centroafricana ha iniciado un esfuerzo estratégico para reactivar el sector agrícola y facilitar la reintegración de las personas vulnerables, ayudando a los jóvenes y a las explotaciones familiares a mejorar su capacidad de producción.
En 2016, la FAO y el PMA -con la ayuda de sus socios- apoyarán estos esfuerzos a través de programas a largo plazo orientados a proteger y fortalecer los medios de vida y crear resiliencia. Como parte del programa conjunto de protección de semillas, la FAO tiene como objetivo distribuir semillas y aperos a 95 000 familias campesinas, mientras que el PMA prevé proporcionarles raciones alimentarias.
La FAO ha realizado un llamamiento para obtener 86 millones de dólares EEUU para ayudar a 1,55 millones de personas con insumos para la producción agrícola y poder mantener su ganado sano, y fortalecer los esfuerzos del gobierno para impulsar la seguridad alimentaria.
El PMA solicita por su parte 89 millones de dólares para responder a necesidades urgentes hasta finales de julio en la RCA y en los países vecinos que alojan a refugiados centroafricanos. Hasta la fecha, se han obtenido aproximadamente la mitad de los fondos solicitados.
1 de marzo de 2016, Roma – Tres años de conflicto y los desplazamientos que está provocando en la República Centroafricana (RCA), siguen afectando a la agricultura y restringen gravemente el acceso a los alimentos de la población, que se enfrenta a las consecuencias de múltiples malas cosechas, mercados interrumpidos y la subida de precios de muchos alimentos básicos, según advirtieron hoy dos organismos de las Naciones Unidas.
La producción agrícola total en 2015 se mantuvo un 54 por ciento por debajo del promedio anterior a la crisis, a pesar del aumento de un 10 por ciento registrado desde 2014, debido sobre todo a la mayor producción de yuca, según revela la última Misión conjunta de evaluación de los cultivos y la seguridad alimentaria(MECSA) llevada a cabao por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA),
Las cosechas de cereales continuaron disminuyendo el año pasado, con una producción un 70 por ciento inferior a la media anterior a la crisis. El volumen total de la producción agrícola en 2015 fue de 838 671 toneladas, alrededor de 1 millón de toneladas menos que la media de antes de la crisis.
"Las últimas cifras son motivo de preocupación, no sólo porque la gente se salte comidas y reduzca las porciones, sino también porque optan a alimentos menos nutritivos que les aportan muchas menos proteínas y vitaminas de las que necesitan", aseguró el Representante de la FAO en la RCA, Jean-Alexandre Scaglia. "Un 75 por ciento de la población en la RCA -añadió- depende de la agricultura, y con la temporada de siembra que se inicia en menos de dos meses, impulsar ahora la agricultura es crucial para revitalizar la economía y para la estabilidad en el país".
"La situación es grave. La mitad de la población se enfrenta al hambre", indicó por su parte Bienvenu Djossa, Director nacional del PMA en la RCA. "Es crucial que continuemos asistiendo a los más vulnerables, que necesitan ayuda alimentaria de emergencia para sobrevivir. El PMA y la FAO están también trabajando juntos para suministrar semillas para plantar y alimentos durante el período de siembra. Este es el momento en que las personas necesitan la máxima ayuda posible, pues coincide con la temporada de carestía, cuando la gente pugna por tener suficientes alimentos antes de la próxima cosecha", explicó Djossa.
Consecuencias de la inseguridad
Las conclusiones del informe describen con más detalle cómo tres años de inseguridad -que han llevado a casi 1 millón de personas a abandonar sus hogares- siguen suponiendo una pesada carga para la población de la República Centroafricana:
Las muertes y saqueos han reducido el número de cabezas de ganado a casi la mitad en comparación con los niveles anteriores a la crisis, y el número de cabras y ovejas ha disminuído hasta en un 57 por ciento.
Los daños en las infraestructuras y la inseguridad han limitado la actividad pesquera, resultando en un 40 por ciento menos de capturas en 2015 en relación a 2012.
La interrupción de los mercados y la última escalada de la violencia en septiembre de 2015 ha hecho dispararse los precios de los alimentos. Los precios de la harina de cacahuete –rica en proteínas- y de trigo fueron un 74 y 28 por ciento más altos – respectivamente- que sus niveles anteriores a la crisis,. Los precios de la carne de vacuno en octubre eran casi del doble, y el pescado estaba, en promedio, un 70 por ciento más caro que antes de la crisis.
La población ha visto reducirse su poder adquisitivo en aproximadamente un tercio en 2015, en comparación a 2012, y el 67 por ciento de las personas encuestadas informaron que disponen de menos alimentos en relación al año anterior.
Respuesta a la crisis
La FAO, el PMA y sus socios trabajan juntos desde el comienzo del conflicto para mitigar los impactos negativos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria.
En 2015, la FAO prestó asistencia a unas 170 900 familias con semillas y aperos agrícolas, que han permitido obtener cerca de 40 000 toneladas de productos agrícolas, beneficiando directamente a 854 500 personas. Ello ayudó a reducir la dependencia de las familias de la ayuda humanitaria y estabilizó sus ingresos. El PMA apoyó la operación, proporcionando raciones alimentarias a más de 65 000 familias campesinas para evitar que usaran las semillas restantes para comer en lugar de sembrar, y proteger así su capacidad de producir en las próximas temporadas.
Además de su trabajo conjunto con la FAO, el PMA suministró alimentos a través de diversas actividades, como almuerzos escolares y ayuda alimentaria de emergencia a unas 900 000 personas.
Otras intervenciones de la FAO en 2015 incluyeron campañas de vacunación del ganado a gran escala y el apoyo a los esfuerzos del gobierno para reconstruir la capacidad del país para el suministro de semillas.
El Gobierno de la República Centroafricana ha iniciado un esfuerzo estratégico para reactivar el sector agrícola y facilitar la reintegración de las personas vulnerables, ayudando a los jóvenes y a las explotaciones familiares a mejorar su capacidad de producción.
En 2016, la FAO y el PMA -con la ayuda de sus socios- apoyarán estos esfuerzos a través de programas a largo plazo orientados a proteger y fortalecer los medios de vida y crear resiliencia. Como parte del programa conjunto de protección de semillas, la FAO tiene como objetivo distribuir semillas y aperos a 95 000 familias campesinas, mientras que el PMA prevé proporcionarles raciones alimentarias.
La FAO ha realizado un llamamiento para obtener 86 millones de dólares EEUU para ayudar a 1,55 millones de personas con insumos para la producción agrícola y poder mantener su ganado sano, y fortalecer los esfuerzos del gobierno para impulsar la seguridad alimentaria.
El PMA solicita por su parte 89 millones de dólares para responder a necesidades urgentes hasta finales de julio en la RCA y en los países vecinos que alojan a refugiados centroafricanos. Hasta la fecha, se han obtenido aproximadamente la mitad de los fondos solicitados.