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Siria y la voz de la libertad

OPINI脫N de Elias Khoury.- No s茅 c贸mo leer las se帽ales que vienen de Siria. Leamos; es decir, nos call茅monos, escuchemos, y dejemos de dar lecciones.
Venid a ver c贸mo las calles recuperan su voz poco a poco, desde detr谩s del velo de la muerte para as铆 entender que la cuesti贸n es mucho m谩s compleja de lo que suponen el r茅gimen, Daesh, o las fuerzas regionales e internacionales, que creen que el dolor, la tristeza y la destrucci贸n han transformado la idea de libertad en escombros, y han sacado al pueblo sirio de la ecuaci贸n.

Bastaba con un alto el fuego parcial para que la voz siria volviera a las calles, anunciando una sencilla y clara verdad, de que al pueblo sirio no se le humillar谩. Parece un milagro, pues en apenas un segundo que nos ha sorprendido a todos, la voz de Ibrahim Qashush ha vuelto a elevarse por encima de los escombros de las ciudades y municipios, y con 茅l, ha vuelto a elevarse la voz de la lucha por la libertad por encima de la represi贸n, la traici贸n y falta de lealtad.

No quiero exagerar las cosas, pues tras la migraci贸n forzosa y la destrucci贸n, volver a la inocencia del principio es casi imposible. El levantamiento popular sirio se ha enfrentado a lo que no pod铆a enfrentarse por s铆 solo: al salvajismo y bestialidad del r茅gimen, se han unido la indiferencia internacional y un “apoyo” regional que han convertido a Siria en un campo de batalla, y han tratado de abortar la revoluci贸n de su pueblo, y destruir el sue帽o democr谩tico con modelos dictatoriales alternativos.

Las modestas manifestaciones que han tenido lugar tienen una simple y clara implicaci贸n, que no es otra que el hecho de que lo que ha sucedido en el Levante 谩rabe desde los inicios de la “primavera 谩rabe” no puede ignorarse o pasarse por alto. Hay un peque帽o 茅xito en el hecho de que la gente se ha rebelado y ha aprendido el significado de expresarse y de que su voz sea escuchada. Por tanto, nadie podr谩 devolverla a la mansi贸n de la obediencia.

La contrarrevoluci贸n ha tomado m煤ltiples formas, desde el golpe en Egipto, a la destrucci贸n de Siria, pasando por la locura de la petrocracia cruenta y fundamentalista, el proyecto expansionista iran铆, la obsesi贸n otomana y la vileza israel铆 y estadounidense. As铆 vive el pueblo sirio su larga noche. Los carniceros de las autoridades baazistas y los est煤pidos de la “jurisprudencia de la sangre” se han turnado para someter a Siria a la humillaci贸n, han obligado a la gente a desplazarse, y han destruido las ciudades y pueblos. La noche solo la iluminan los barriles explosivos, los aviones de la muerte y las lanchas de los refugiados que huyen hacia el vientre de la ballena.

Tal vez la primavera 谩rabe sea un invierno cruento, como algunos han escrito, pero su car谩cter sanguinario ha sido contra las personas, para derrotarlos y destruir la voluntad de vivir que hay en ellos. Los sirios han sido abandonados a su destino en manos de las bestias que campan a sus anchas por el pa铆s. Cada bestia se ha cre铆do con derecho a la exclusividad de la v铆ctima, y las bestias de esta convulsa etapa 谩rabe se han unido al baile colectivo de la muerte, que terminar谩 acabando con ellos.

Ha bastado con que las balas y los proyectiles se callaran para que se levantara de nuevo el grito de “El pueblo quiere derrocar al r茅gimen”, y para que las pancartas de Kafranbel volvieran a ocupar su lugar en el mapa de la resistencia al dolor con paciencia, perseverancia e iron铆a.

Los rusos han llegado con sus aviones para apoyar a un r茅gimen que se tambalea, creyendo que al ser ellos la 煤ltima oleada de invasores en el Bilad al-Sham, son capaces de domesticar a un pueblo al que la muerte ha agotado. Sin embargo, al iniciarse el alto el fuego parcial, han descubierto que nada puede proteger a un r茅gimen que ya no es m谩s que una sombra de lo que fue. No s茅 qu茅 concluir谩n los carniceros del r茅gimen y los asesinos de las organizaciones de la “jurisprudencia de la sangre” de esta media tregua. Est谩 claro que esto les ha dejado at贸nitos, porque esperaban un pueblo de fantasmas y bloques humanos a la deriva pidiendo ayuda. ¿Concluir谩n que la guerra en s铆 misma es su 煤nica forma de mantenerse? ¿No fueron acaso las d茅cadas de dictadura de Hafez al-Asad guerras interminables contra todos los sectores del pueblo sirio?

El 煤nico foco de poder del r茅gimen era el hecho de que hab铆a tra铆do la “estabilidad” a Siria, y de pronto se descubre que esa pretendida estabilidad no era m谩s que una cortina para tapar una guerra cruenta y feroz en las calles, casas y c谩rceles, que destrozaban los huesos de la misma forma que intentaban destrozar las voluntades. El levantamiento popular sirio ha sido entre otras cosas un intento de detener la guerra de exterminio contra el pueblo y acabar con el autoritarismo de la mafia y el pillaje, y la respuesta no ha sido otra que una guerra global contra la gente que se ha extendido r谩pidamente, convirtiendo a Siria en un territorio de destrucci贸n.

Las manifestaciones que nos han devuelto algo de esperanza no son el final del camino, por desgracia. Si hubiera un final, el ej茅rcito sirio se habr铆a cuidado de matar al pueblo, como hace todo ej茅rcito en el mundo, salvo en caso de que la l贸gica de la milicia se haya apoderado de la l贸gica del Estado. La situaci贸n discurre por un camino terrible que no sabemos cu谩ndo ni c贸mo se va a estabilizar, pero el precio que paga la gente es insoportable, y el horizonte sigue cerrado.

No obstante, lo que Siria nos ha dicho en los 煤ltimos d铆as es que la gente no ser谩 humillada aunque la humillaci贸n la asedie por todos lados, y que los que est谩n interesados en los asuntos p煤blicos deben dejar de malgastar palabras y dar lecciones. Ponerse de parte de los manifestantes, trabajar en los campos de refugiados y ayudar a los desplazados e identificarse con las l谩grimas de un ni帽o sirio, es m谩s honroso que todo lo que se dice pretendiendo saber, cuando realmente no se sabe nada. Siria ha dicho desde detr谩s del velo de la tristeza que su libertad no morir谩, y yo la creo.

*Texto original: Al-Quds al-Arabi. Traducci贸n por Siria

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