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Dilma y el tsunami de la derecha

OPINI脫N de Cannabrava Filho, Brasil.- El d铆a 7 de abril, en Brasil se conmemora el D铆a del Periodista. Cientos de periodistas colmaron el auditorio del sindicato de los periodistas de S茫o Paulo, en un acto pol铆tico de mucha fuerza para juntarse al clamor nacional de que no habr谩 golpe, habr谩 si lucha. En ese sentido aprobaron un manifiesto que ha sido enviado a la presidenta Dilma Rousseff.

Hubo consenso de que el pa铆s est谩 sumergido en profunda crisis pol铆tica, que los conglomerados de comunicaci贸n act煤an como partidos pol铆ticos y promotores del golpe para derrumbar el gobierno; que es preciso resistir a la escalada golpista, defender la legalidad, defender el respeto al voto popular que eligi贸 el actual gobierno.

Presente al acto, los discursos me llevaron a la siguiente reflexi贸n.

S铆, vamos resistir, va haber lucha. ¿C贸mo?

¿No ser谩 un poco tarde para denunciar un golpe que ha sido perpetrado ya hace alg煤n tiempo? Los octogenarios all铆 presentes se acordar谩n de que de 1954 hasta los d铆as de hoy la historia de ese pa铆s es una sucesi贸n de golpes de Estado. Y que hay harta bibliograf铆a disecando los mecanismos de esos golpes.

Yo, personalmente, adem谩s de haber sido testigo de golpes y contragolpes en Brasil, como periodista estuve presente tambi茅n en incontables golpes perpetrados contra gobiernos democr谩ticos de nuestros vecinos y otros pa铆ses de Nuestra Am茅rica irredenta. A tal punto que el periodista Newton Carlos, que publicaba columna sobre pol铆tica internacional en varios peri贸dicos y editaba un suplemento sobre Am茅rica Latina en el diario Correio da Manh茫, y me utilizaba como fuente, dec铆a que yo era de la “izquierda demoledora” pues adonde yo estaba hab铆a golpes de Estado. Existe harta literatura sobre todos esos golpes.

Lo que me indigna es que, pese a todo eso, parece que no se ha aprendido nada. ¿C贸mo es posible que un gobierno se deje acorralar sin nada hacer para frenar la escalada golpista? ¿D贸nde est谩n los servicios de inteligencia de ese gobierno? ¿No han visto la marea de dinero despejado por la Federaci贸n de los Industriales de S茫o Paulo (Fiesp) y otras instituciones nacionales y extranjeras para financiar a los golpistas e inclusive a las manifestaciones en las calles?

La Fiesp, todos sabemos, lejos de representar una burgues铆a nacional representa hoy un estamento gerencial a servicio del capital transnacional. Toda industria din谩mica del pa铆s est谩 hoy en manos extranjeras. Perdimos el control sobre los centros de decisi贸n sobre pol铆tica monetaria y fiscal, sobre los rumbos de la econom铆a y del desarrollo. Es necesario y urgente recuperar el control sobre los centros de decisi贸n.

¿C贸mo es posible que no se vea respuesta a todo eso? ¿D贸nde est谩n los medios de comunicaci贸n institucionales, que son muchos, que tiene el gobierno? ¿Por qu茅 no utiliza las grandes redes de televisi贸n en cadena nacional? Es cierto que todas son concesiones del Estado, basta con requisarlas y colocarlas en cadena para defender el gobierno y movilizar a las gentes.

Inexplicablemente paralizado y en la defensiva todo el tiempo, ahora el gobierno est谩 en un callej贸n sin salida. Y peor, logr贸 aislarse casi completamente. ¿Cu谩ntos somos los que estamos dispuestos realmente a resistir, ir a la lucha?

El primer paso es asumir el poder y ejercer el poder.

Solamente un hecho nuevo podr铆a revertir tal situaci贸n. Una acci贸n capaz de arrebatar a las masas populares. Pero parece que no hay voluntad pol铆tica para cambiar cosa alguna. Solo mantenerse en el poder.

La gravedad de la situaci贸n me asusta. No es el gobierno de Dilma o del PT que est谩 en riesgo. M谩s que la democracia y la legalidad lo que est谩 verdaderamente en riesgo es la soberan铆a del pa铆s; es el Estado de Derecho; es el futuro: ¿qu茅 pa铆s vamos a dejar para nuestros nietos? Pa铆s ninguno si no se puede reverter las expectativas y lograr el apoyo de las masas para un Proyecto Nacional.

Un poco de historia

Ya octogenario, con 60 a帽os de periodismo y pol铆tica, de 1954 hasta hoy la historia del pa铆s ha sido, realmente, una sucesi贸n de golpes de Estado, eterna conspiraci贸n para mantener el pa铆s en el atraso bajo la hegemon铆a de una oligarqu铆a mohosa y servil, principalmente servil, sin ninguno esp铆ritu de patria.

1954 ha ocurrido el golpe que llev贸 el presidente Vargas al suicidio; su muerte frustr贸 los golpistas pero no logr贸 estabilizar el pa铆s. En 1955 intentaron impedir la toma de posesi贸n del presidente Juscelino Kubitschek pero no lograron y durante su gobierno hubo dos intentos m谩s de golpe. En 1960 tuvimos la farsa electoral que llev贸 Janio Quadros al poder.

En 1961, otro intento de golpe, disfrazado de renuncia del presidente, en ese entonces frustrada por la reacci贸n del gobernador Leonel Brizola, que consigui贸 arrebatar la naci贸n por la defensa de la legalidad. Jo茫o Goulart, trabalhista hist贸rico que era vice del presidente depuesto, ha tomado posesi贸n mediatizado por un Parlamentarismo que luego ha sido derrumbado por la voluntad popular manifestada en plebiscito.

La derecha no ha dado un minuto de paz para Goulart hasta que con la ayuda de Washington lograron derrumbar el gobierno democr谩tico y popular e implantar una dictadura que, conducida por militares, dur贸 m谩s de dos d茅cadas.

Hay harta bibliograf铆a de investigadores que hicieron la biopsia detallada de lo que ha sido la preparaci贸n, la conducci贸n y la ejecuci贸n del golpe contra el gobierno de Goulart. M谩s que un golpe, como constat贸 el investigador Ren茅 Dreiffuz, ha sido la captura del Estado por el capital transnacional. Y Moniz Bandera no dej贸 duda en sus libros sobre los intereses y participaci贸n de Estados Unidos en el golpe. Hoy hay hasta pel铆culas con la voz de Kennedy dando se帽al verde a la CIA para derrumbar a Goulart.

El proceso de redemocratizaci贸n iniciado con la d茅cada de 1980, que tuvo su auge con multitudes manifestando en las callas a favor de Elecciones Directas y luego por la Constituyente, no logr贸 consolidarse. Es la realidad. No consigui贸 avanzar en las cuestiones esenciales como la reforma pol铆tica, reforma del judicial, reforma tributaria, para no hablar de las cuestiones sociales, como reforma agraria y reforma urbana con saneamiento b谩sico, la atenci贸n a la educaci贸n y a la salud.

No ha alcanzado algo esencial y fundamental que es la captura del Estado como centro de decisi贸n y poder hegem贸nico para ejecutar un proyecto de naci贸n y una estrategia de desarrollo.

Era necesario en ese momento desencadenar una acci贸n cultural para atacar el moho del totalitarismo impreso en el alma del brasilero. Era preciso tener un proyecto nacional y el 煤nico que lo ten铆a era Leonel Brizola y el n煤cleo de trabalhistas, nacionalistas y socialistas que lo acompa帽aba. Por eso la dictadura y los medios hicieron de todo para demonizar la figura del l铆der nacionalista.

Frustrada la campa帽a por la elecci贸n directa, tuvimos que aguantar el gobierno del oligarca ultraconservador Jos茅 Sarney hasta que la Constituyente de 1988 devolvi贸 el poder del voto al pueblo. Y entonces tuvimos otra farsa electoral que en 1989 condujo Fernando Collor de Mello al poder. El “cazador de maraj谩s”, que iba a acabar con la corrupci贸n y salvar el pa铆s del comunismo. En realidad se trataba de salvar el pellejo de las oligarqu铆as amenazadas por la candidatura trabalhista nacionalista de Leonel Brizola.

Ocurri贸 que junto a Collor, subi贸 el poder de la mafia del narcotr谩fico asociada a su principal asesor y coordinador de campa帽a, Paulo Cesar Faria. Collor cumpli贸 su papel, hizo el Plan Collor de estabilizaci贸n de la moneda y abri贸 el mercado brasilero a las transnacionales. Pero, siempre hay un pero. La criatura ya no serv铆a m谩s a los criadores. Entonces armaron el golpe.

Brizola ha sido el primero que denunci贸, en diciembre de 1992, que la derrumbada del presidente era un golpe. Golpe conducido por los medios de comunicaci贸n, un parlamento d贸cil y mayoritariamente pro oligarca, y las manifestaciones populares integradas principalmente por la clase media, inducida por los medios de comunicaci贸n, siempre sensible a las denuncias de que es preciso combatir a la corrupci贸n y al desgobierno.

Itamar Franco, en su gobierno de transici贸n, no tuvo tiempo ni fuerza pol铆tica para llevar adelante un plan de gobierno. Qued贸 con la intenci贸n, pero logr贸 realmente algo inusitado y sorprendente que fue la aprobaci贸n del Plan Real de estabilizaci贸n de la moneda.

El gobierno entreguista

Robando las glorias que cabr铆a a Itamar por el Plan Real, con el apoyo total de los medios de comunicaci贸n y de las grandes corporaciones transnacionales, es decir, con todo el dinero del mundo, ha sido elegido Fernando Henrique Cardoso. Y lo que m谩s impresiona, con el apoyo de amplios sectores de acad茅micos e intelectuales. En ese sentido la elecci贸n de FHC ha sido otra farsa electoral.

Alzado al poder, el soci贸logo cumpli贸 cabalmente lo que hab铆a teorizado en libros, o sea, la teor铆a de que un pa铆s en desarrollo solo tiene chance de desarrollarse abriendo las piernas al capital transnacional. Y eran tiempos del Consenso de Washington y los medios de comunicaci贸n rendidos al pensamiento 煤nico. En la cumbre de su silla en el moribundo Ministerio da Cultura, Francisco Wefort, uno de los ide贸logos del PT ahora convertido, proclama la muerte de Marx.

Han sido 12 a帽os de “fernandato” (1990-2002 – con Fernando Collor y Fernando Henrique) que arruinaron al pa铆s. Se impuso hegem贸nicamente la dictadura del capital financiero y la consolidaci贸n de la media como vocero del pensamiento 煤nico. Jorge Soros a trav茅s de Arm铆nio Fraga gobernando el pa铆s. Proceso acelerado de privatizaci贸n, alienaci贸n de las riquezas naturales y destrucci贸n del parque industrial y tecnol贸gico.

Y ah铆 llegamos a las elecciones de 2002. Durante la campa帽a electoral, en las dos vueltas, lo que se vio ha sido una farsa psicosocial. Ha sido una representaci贸n induciendo al logro, con raras excepciones, as铆 mismo en el 谩mbito de los candidatos sin chance. Las agencias de publicidad transformaron las elecciones en una disputa de marketing mercadol贸gico. Se vendi贸 la ilusi贸n, ning煤n programa fundado en un proyecto nacional.

Pese a eso, salud茅 en la 茅poca: La victoria de las oposiciones y el ascenso de Lula, un obrero al poder, despu茅s de 13 a帽os de dictadura del capital financiero, ofrece condiciones para que se abra un nuevo ciclo en la historia de Brasil, caso se mantenga la cohesi贸n de las fuerzas que garantizaron la victoria en octubre. La situaci贸n de Brasil no es insoluble caso se cambien los rumbos de la pol铆tica econ贸mica. Pero, no hay que alimentarse de ilusiones. Periodos dif铆ciles tendr谩n que ser soportados por el pueblo brasile帽o.

Ganaron la elecci贸n, ocuparon el palacio de gobierno pero no asumieron el poder real. Y hab铆a condiciones para eso, amplio apoyo de amplios sectores de la poblaci贸n cansada de tanto desgobierno de la era del fernandato. La poblaci贸n quer铆a cambios.

Sin embargo, lo que se ha visto es que no hubo cambio alguno de rumbo, tan solo cambio de m茅todo. En la esencia lo que segu铆a en vigor era el pensamiento 煤nico, la dictadura del capital financiero, la presencia hegem贸nica de la media corporativa.

Era una oportunidad de dar al pa铆s un Proyecto Nacional; nacionalizar el pensamiento en los organismos de seguridad del Estado. No se lo hizo. Los servicios de inteligencia de la dictadura as铆 como la Polic铆a Federal y dem谩s 贸rganos de represi贸n, desarrollados, entrenados y equipados por Estados Unidos permanecieron intactos. El pueblo segu铆a siendo el enemigo a combatir por las fuerzas de seguridad del Estado.

Pasados ocho a帽os, la nueva campa帽a para la sucesi贸n condujo a otra farsa electoral. Los “marqueteros” lograron ganar la elecci贸n con Dilma Rousseff pero no conquistaron el poder. De nuevo hab铆a condiciones para cambios que era lo que el pueblo quer铆a. Pero no hab铆a siquiera voluntad para cambios. La ingobernabilidad era evidente debido a la composici贸n del Congreso Nacional.

Y todo eso se repetir铆a despu茅s de cuatro a帽os. Y as铆 llegamos a la situaci贸n en que estamos: el gobierno en un callej贸n sin salida. Un gobierno que a nada gobierna, solamente a la defensiva. No tiene a su favor ni el mismo gobierno, es decir, los servicios de inteligencia, los organismos de defensa y seguridad, un centro de pensamiento y formulaci贸n de estrategias. Tiene un sistema de comunicaci贸n y no lo utiliza. Tiene el poder de convocar cadenas nacionales de radio y televisi贸n y no lo hace.

La derecha y el capital transnacional con los servicios de inteligencia de varios pa铆ses, en una gigantesca marea ofensiva. Desencadenaron un verdadero tsunami que ni ellos mismos tienen condiciones de detener.

Solo una marea popular de mayor dimensi贸n podr铆a detenerlos. Pero es trabajo para muchos a帽os y es necesario una reversi贸n de expectativas de amplio espectro, que recupera un sentimiento de patria, que ponga la universidad a pensar el pa铆s y los l铆deres a formular un proyecto nacional e una estrategia de desarrollo junto con un plan de gobierno con vistas a viabilizar ese proyecto.


*Cannabrava Filho es periodista y editor de Di谩logos del Sur

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