OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.-
Es lo que suele pasar. Justamente cuando todo parece estar claro acabar谩 siendo m谩s oscuro; cuando todo el mundo espera que algo suceda, deja de suceder y sucede lo contrario; cuando las apuestas van al un铆sono, suena la nota discordante. El comportamiento de los seres humanos es imprevisible y as铆 seguir谩 siendo hasta el fin de los tiempos por m谩s que queramos convencernos de que, mediando las correspondientes tecnolog铆as, conseguiremos profetizarlo. Todo el mundo sostiene que los resultados de las pr贸ximas elecciones del 26 de junio ser谩n un calco de los del pasado 20 de diciembre, que dejaron una situaci贸n de impasse y desconcierto en los partidos que nos ha tra铆do hasta aqu铆. Si eso es lo que la gente dice en respuesta a las preguntas con que despu茅s se hacen los sondeos y encuestas, as铆 pudiera ser. Pero solo pudiera. De hecho hay una continua contradicci贸n entre el discurso de la igualdad de resultados y la seguridad de que la combina IU/Podemos finalmente conseguir谩 el sorpasso al PSOE. Este c谩lculo est谩 basado en sumar el voto a IU y el voto a Podemos. Pero se trata de una pretensi贸n con muy d茅bil fundamento. Suponer que los votantes de IU van a votar la confluencia o que lo hagan los de Podemos es razonable, pero no es una conclusi贸n avalada por prueba alguna. Tambi茅n puede pasar lo contrario, esto es, que la confluencia haga perder votos.
De hecho, el PSOE, que ya resisti贸 bastante bien la avalancha de Podemos en las elecciones del 20 de diciembre, plantea una campa帽a electoral de centralidad pol铆tica, moderaci贸n, recuperaci贸n del voto perdido que, si no se le tuercen las cosas, puede darle buen resultado desde el momento en que sus dos principales rivales, PP y Podemos se han dejado identificar con aspectos negativos desde el punto de vista de la opini贸n p煤blica mayoritaria en nuestra sociedad que, es moderada y tiene horror a los extremos. La prueba m谩s clara es que los dos l铆deres pol铆ticos peor valorados, casi al un铆sono, son Mariano Rajoy y Pablo Iglesias, lo cual no deja de ser extraordinario dado que son los que tienen un tratamiento m谩s continuadamente favorable en los medios, cada uno de ellos con prensa digital a su servicio y cadena de televisi贸n (Rajoy las p煤blicas e Iglesias, la Sexta) sin que, sin embargo, de ah铆 se siga mayor probabilidad de ser votado.
La imagen de Rajoy, acorralado por la corrupci贸n, indolente, declarado en rebeld铆a frente al Parlamento, mentiroso casi compulsivo e incapaz de reconocer sus errores, est谩 bajo m铆nimos. Igualmente la de Iglesias, caracterizado por una trivialidad y oportunismo de juicio que hacen abrigar la sospecha de que ni 茅l ni muchos de su equipo, se toman en serio el asunto de las elecciones. Rajoy no puede sacar la cara a la calle porque se la parten e Iglesias no sale de los plat贸s de televisi贸n, con una pol铆tica medi谩tica que hace mucho que ha pasado el l铆mite del hartazgo. Paracelso dec铆a que el veneno es cuesti贸n de cantidad y los griegos aconsejaban no tener demasiado de nada. La omnipresente corrupci贸n que rodea a Rajoy, como la ubicua presencia medi谩tica de Iglesias acabar谩n pasando factura en las elecciones digan lo que digan los sondeos al d铆a de hoy.
La esperanza del PSOE de recuperar los votos d铆scolos en las anteriores elecciones es leg铆tima pero, para conseguirlo, como sucede a los cristianos con la salvaci贸n que tanto les preocupa no basta con la gracia del Se帽or, se necesita fe y buenas obras, adem谩s. De estas, el PSOE tiene pocas; si acaso abundantes declaraciones de su dirigentes pero imprecisas y contradictorias. Y no se hable de la incapacidad de su candidato para decir algo nuevo, original o de inter茅s. Si por 茅l fuera, hasta ser铆a verdad esa trola que Errej贸n repite sin parar para convertirla en verdad de que el pr贸ximo 26 de junio, la gente va a desempatar, cuando no hubo empate.
Se pierde asimismo de vista en este asunto que las campa帽as en positivo no suelen atraer la atenci贸n de los electores. Para eso se precisan campa帽as en negativo que esto los pol铆ticos espa帽oles lo bordan. Y el flanco m谩s negativo que muestra Podemos es precisamente su confluencia con IU y la reaparici贸n del fantasma del que hablaba el Manifiesto del Partido Comunista. Los comunistas est谩n ya tocando a rebato afirmando, como hace Garz贸n y muchos otros, que la gente no tiene miedo al comunismo sino al hecho de si llega o no llega a fin de mes. Obviamente, no se dan cuenta de que al cuestionar el miedo que puedan suscitar los comunistas, est谩n aument谩ndolo. Por descontado que los comunistas ya no inspiran miedo pero todav铆a menos ganas de votarlos. Votar por alguien que esconde su filiaci贸n pol铆tica y, cuando la desvela lo hace pidiendo que no se le tenga miedo no es algo que quepa dar por descontado. Necesita explicaci贸n. La situaci贸n al d铆a de hoy es tan problem谩tica y su resultado tan incierto que hasta Rivera, el de Ciudadanos, ha tenido que ir a buscarse los votos al otro lado del charco, en los confines del imperio. Y aun as铆, no ha conseguido mantener la buena reputaci贸n que ten铆a entre el electorado y ha entrado en valoraci贸n negativa. Nadie sabe lo que pueda pasar el pr贸ximo 26 de junio.
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