CARTA de Alberto Garz贸n
"No nos esper谩bamos este resultado... Probablemente en nuestra sociedad, y m谩s a煤n en la izquierda, se han dado fuerzas sociales que no hemos sabido detectar. Yo el primero, que no supe ver con precisi贸n qu茅 estaba sucediendo en el electorado de izquierdas"
"...tenemos una organizaci贸n que est谩 sabiendo construir un incipiente bloque social y pol铆tico alternativo para gobernar y transformar nuestro pa铆s. Y tenemos una organizaci贸n comprometida con un proyecto pol铆tico llamado socialismo. Y tenemos, sobre todo, una militancia de oro que defiende estas causas en los mejores y en los peores momentos..."

"No nos esper谩bamos este resultado... Probablemente en nuestra sociedad, y m谩s a煤n en la izquierda, se han dado fuerzas sociales que no hemos sabido detectar. Yo el primero, que no supe ver con precisi贸n qu茅 estaba sucediendo en el electorado de izquierdas"
"...tenemos una organizaci贸n que est谩 sabiendo construir un incipiente bloque social y pol铆tico alternativo para gobernar y transformar nuestro pa铆s. Y tenemos una organizaci贸n comprometida con un proyecto pol铆tico llamado socialismo. Y tenemos, sobre todo, una militancia de oro que defiende estas causas en los mejores y en los peores momentos..."

Estimados/as compa帽eros/as,
En primer lugar, quisiera agradeceros a todos los militantes y simpatizantes el esfuerzo herc煤leo que hab茅is empleado en esta campa帽a electoral. Ha sido una campa帽a hermosa, con los actos m谩s multitudinarios de la 茅poca reciente en Espa帽a y con nuestra gente dedic谩ndose en cuerpo y alma, como siempre, a la tarea pol铆tica del momento. Hab茅is llevado nuestro programa y nuestro proyecto pol铆tico a cada rinc贸n de este pa铆s. Y adem谩s gracias a ese esfuerzo hemos avanzado mucho en la construcci贸n de un espacio pol铆tico unitario, algo tan necesario en estos momentos. Sin vosotros esto no hubiera sido posible. Gracias.
No obstante, los resultados de las pasadas elecciones no han sido los que nos esper谩bamos. No hemos cumplido los objetivos para los que pusimos en marcha la coalici贸n entre Podemos e Izquierda Unida. El Partido Popular ha salido reforzado, con m谩s de setecientos mil votos adicionales, mientras que la coalici贸n hemos perdido m谩s de un mill贸n de votos respecto de la suma de votos de ambas organizaciones el pasado veinte de diciembre. No hemos logrado derrotar al PP ni tampoco crear las condiciones parlamentarias para que nuestro pa铆s tenga un gobierno de izquierdas.
La reflexi贸n sosegada y rigurosa se torna necesaria. Tendremos que analizar todos los datos e informaciones que tengamos a nuestro alcance en los pr贸ximos meses para averiguar qu茅 ha pasado. No nos esper谩bamos este resultado, as铆 como tampoco lo hac铆a ning煤n otro partido pol铆tico ni empresa encuestadora. Probablemente en nuestra sociedad, y m谩s a煤n en la izquierda, se han dado fuerzas sociales que no hemos sabido detectar. Yo el primero, que no supe ver con precisi贸n qu茅 estaba sucediendo en el electorado de izquierdas.
Lo que parece evidente, sin perjuicio de posteriores an谩lisis, es que no hemos logrado seducir ni convencer a un electorado de izquierdas que s铆 conf铆o en IU y en Podemos en las pasadas elecciones. La abstenci贸n nueva, los que se quedaron sin votar en esta ocasi贸n pero s铆 lo hicieron en diciembre, pr谩cticamente coincide con los votantes perdidos por la coalici贸n. No est谩 claro si este electorado se perdi贸 ya antes de la coalici贸n, por la frustraci贸n respecto a las negociaciones en la investidura, o si ha sido un fen贸meno posterior. Pero s铆 parece claro que no hemos logrado convencer a todos nuestros votantes del momento hist贸rico por el que atraviesa nuestro pa铆s. Tendremos que profundizar con calma en las causas de este hecho y en las soluciones que se requieren.
No obstante, es positivo que nos preguntemos si la confluencia ha sido una buena idea. Yo pienso que s铆. La confluencia ha sido, en primer lugar, una estrategia racional que nos ha permitido mantener los esca帽os a pesar de perder en n煤mero de votos. Y en segundo lugar ha sido una buena idea en t茅rminos pol铆ticos, dado que es nuestra apuesta aprobada por la asamblea y es lo que nos permite empezar a construir un espacio pol铆tico con enorme potencial de transformaci贸n.
Ahora bien, tambi茅n debemos poner encima de la mesa el resultado pol铆tico global. Desde el a帽o 2011 hasta ahora el ciclo pol铆tico de movilizaci贸n y protestas ha producido un cambio radical en el sistema de partidos pero tambi茅n en el espacio pol铆tico de la izquierda. Mientras en 2011 煤nicamente ten铆amos once diputados en ese espacio, hoy hay setenta y uno. Se trata de un avance considerable, si bien insuficiente. Pero cabe recordar que la ilusi贸n generada por las encuestas es solamente eso, una ilusi贸n, y que nuestro espacio pol铆tico nunca ha tenido tanta fuerza en el parlamento espa帽ol como la tiene ahora.
Y a煤n as铆, el an谩lisis no puede circunscribirse 煤nicamente al hecho electoral. Nuestro pa铆s sigue atravesando una dura crisis econ贸mica y pol铆tica que afecta a los fundamentos mismos de nuestra sociedad. La actual fase hist贸rica del capitalismo est谩 siendo gestionada por gobiernos neoliberales cuya gesti贸n provoca un empeoramiento en las condiciones de vida de la mayor铆a social. Estas pol铆ticas son las responsables del crecimiento de la frustraci贸n y rabia de las clases populares, lo que ha alimentado el crecimiento de la extrema derecha en toda Europa y amenaza con hacer implosionar el proyecto de la Uni贸n Europea, como acabamos de ver en el Reino Unido.
En nuestro pa铆s, sin embargo, en gran parte hemos logrado explicar la crisis desde las coordenadas ideol贸gicas de la izquierda. Y el r茅gimen a煤n sigue en crisis, incapaz de resolver la cuesti贸n econ贸mica sin recurrir a duros recortes que afectan a su base social e incapaz tambi茅n de alcanzar un escenario de gobernabilidad. Los pr贸ximos meses y a帽os ser谩n de enormes retos para las clases populares y para la izquierda social y pol铆tica. Y para afrontar esa tarea nos encontramos m谩s fuertes que nunca.
En nuestra XI Asamblea hemos aprobado la hoja de ruta que insta a construir confluencia y unidad popular desde la movilizaci贸n social y el plano cultural. Sin duda toda confluencia electoral es insuficiente e incapaz sin esos otros dos elementos: la capacidad de construir una concepci贸n del mundo diferente a la de la oligarqu铆a y sin un movimiento popular protagonista. Estoy convencido de que ese es el camino correcto, y debemos aprovechar que tenemos una organizaci贸n fuerte y unida. Nuestra mejora en representaci贸n pol铆tica, con ocho diputados y dos senadores, estar谩 igualmente al servicio de dicha hoja de ruta.
La hegemon铆a no es un concepto que se refiera a la capacidad de vender un producto en el mercado electoral, sino m谩s correctamente a la capacidad de extender una alternativa concepci贸n del mundo, cultural y social y por eso anclada en la vida cotidiana de las clases populares. Ese trabajo s贸lo se puede lograr con organizaci贸n y con ideolog铆a, es decir, con compromiso colectivo y con proyecto pol铆tico. Nuestra organizaci贸n es la mejor preparada para esa funci贸n, y no vamos a fallar.
No hemos alcanzado nuestros objetivos electorales, es cierto. Pero tenemos una organizaci贸n que est谩 sabiendo construir un incipiente bloque social y pol铆tico alternativo para gobernar y transformar nuestro pa铆s. Y tenemos una organizaci贸n comprometida con un proyecto pol铆tico llamado socialismo. Y tenemos, sobre todo, una militancia de oro que defiende estas causas en los mejores y en los peores momentos, y un mont贸n de compa帽eros y compa帽eras que se suman en cada batalla, que comparten su tiempo y energ铆a apoyando nuestro proyecto. Y ahora, pese a los ataques medi谩ticos, nos encontramos ante una fase hist贸rica que abre un importante abanico de oportunidades. Aprovech茅moslo.
Salud y Rep煤blica.
Alberto Garz贸n