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Argentina. Queriendo a mi enemigo

OPINI脫N de Mariana Fern谩ndez.- En la construcci贸n de los enemigos pol铆ticos vale todo. Es un club de la pelea discursivo en el que no hay l铆mite marcado. La regla n煤mero uno parece ser: caracteriza a tu enemigo como representante de lo inaceptable. Y lo inaceptable va variando en funci贸n de la coyuntura.





Durante el debate pre-electoral, el macrismo encontr贸 eco en la situaci贸n econ贸mica: critic贸 la inflaci贸n y asegur贸 que ser铆a el problema m谩s f谩cil de resolver. Fail. Hoy Prat Gay admiti贸 que venimos contando un 42% anual. Lejos de la promesa del 25%.

Entonces, fue necesario construir otro inaceptable: la cr铆tica a la “pesada herencia”, a la “fiesta kirchnerista” del empleado medio y a las tarifas accesibles en los servicios b谩sicos abrieron camino eficazmente al viejo y conocido “ajuste inevitable”. Esa tarea est谩 en curso (Michetti advirti贸 que los tarifazos en los servicios reci茅n comienzan) y goza de legitimidad porque tambi茅n es inaceptable la corrupci贸n asociada a la obra p煤blica. B谩ez, L贸pez, De Vido son tapa hace varios meses.

Pero el macrismo tambi茅n sabe que apelar a la corrupci贸n como lo inaceptable es un arma de doble filo: el conflicto de intereses por las acciones que el Ministro de Energ铆a posee en la firma Shell; el ocultamiento medi谩tico que invisibiliz贸 el caso de Panam谩 Papers que involucra a Macri y a buena parte de su gabinete, entre otros aspectos no-tan-transparentes, fue evidente. Mejor no hablar de ciertas cosas. Por otro lado, el gobierno avis贸 que la promesa de un segundo semestre de resultados est谩 cada vez m谩s lejos. Y como, al parecer, la corrupci贸n no saca el hambre, hace falta un enemigo m谩s potente, m谩s subido de tono. Incuestionable.

Se movilizan recursos simb贸licos que permiten caracterizar al kirchnerismo como una oposici贸n viva. Se retira por ahora la idea de “la muerte del kirchnerismo”, porque todav铆a es necesario mantenerlo vivo, aunque golpeado y desgranado, para que funcione como oponente. De otro modo, la realidad social tomar铆a relevancia en la agenda mass media. Y as铆 es como las voces oficiales y los medi谩ticos oficialistas van construyendo paralelamente una nueva y m谩s oscura idea de lo inaceptable. Va tomando protagonismo en los discursos la construcci贸n de un “cristinismo violento”, desestabilizante, que ficciona, inventa o manipula realidades y alienta a sectores vulnerables a movilizarse. “Un foquismo desde las villas del conurbano bonaerense”, dice Morales Sol谩. Ese enemigo es muy potente. Anticipa que cualquier iniciativa de transformaci贸n del kirchnerismo ser谩, a priori, un intento por desestabilizar. Por otra parte, deja el camino allanado para legitimar la represi贸n de la protesta social como si 茅sta se tratara de una escena montada. Se desplaza el relato de lo inaceptable: las consecuencias de las decisiones pol铆ticas del gobierno actual pasan a ser maniobras rencorosas del kirchnerismo.

El kirchnerismo tiene entonces el desaf铆o de seducir y reconquistar para seguir siendo. Conservar y aumentar el poder en este ring es un desaf铆o que requiere una cintura pol铆tica superior para poder esquivar los golpes y no morir en el intento. Prudencia. Pero no silencio. Es necesario que la palabra autorizada se ponga en juego en el club de la pelea.


*Mariana Fern谩ndez/CELAG

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