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Nines Maestro: Si consiguen formar gobierno, será el ejecutivo más débil de las últimas décadas


Los cambios decisivos en la correlación de fuerzas no serán electorales 
El resultado de la indignación y de la movilización social es demoledor. Se resquebraja la monarquía, las instituciones políticas, las judiciales, las burocracias sindicales, ..en definitiva los pilares de la Transición

Podemos ha ido perdiendo credibilidad y apoyos a medida que pasaba el tiempo y mostraba que para su cúpula dirigente todo era prescindible ante el objetivo de ganar votos. Han traspasado todos los límites, atentando a la dignidad y a la inteligencia de muchas gente que en un principio les creyó
Excluir de su programa el cuestionamiento de la UE y el pago de la Deuda es llamar estúpida a la gente. Y la omisión de la República en su programa y , sobre todo, haber tenido la poca vergüenza de prohibir las banderas republicanas en sus mítines. Eso no se veía desde Carrillo. Quizás a eso se referían con la “2ª Transición”




RED ROJA. Usando los resultados electorales como excusa para detenerse a reflexionar sobre la situación política-electoral, ¿qué paisaje nos dejan?

Ángeles Maestro.- La apariencia, casi nunca coincide con la realidad.

El debate de los medios acerca de las diferentes posibilidades de gobierno, oculta que el factor más destacado que resulta tras las elecciones es la debilidad de las clases dominantes y la gran inestabilidad política. En otras palabras, tienen más difícil cumplir su programa que, ineludiblemente, pasa por asestar nuevos golpes a las clase obrera y sectores populares.

El resultado de la indignación y de la movilización social es demoledor. Se resquebraja la monarquía, las instituciones políticas, las judiciales, las burocracias sindicales, ..en definitiva los pilares de la Transición.

Si consiguen formar gobierno, será el ejecutivo más débil de las últimas décadas. Es decir, el que encontrará mayor resistencia popular para llevar a cabo las medidas de ajuste que impondrá la Troika y que – como ha ocurrido en Grecia – dejarán pálidas a las anteriores.

También la UE está mucho más débil que nunca y menos legitimada tras el referéndum de Gran Bretaña. El Brexit- que también ha negado todas las encuestas – surge con fuerza y con rabia desde las zonas obreras más golpeadas. Es una patada en la boca a los políticos de la City que tiene como la miseria - que decía Quevedo – cara de hereje. Y si han sido partidos racistas y xenófobos los que se apuntan el éxito es por la subordinación de la izquierda integrada en el sistema a las políticas del capital, que demonizan el cuestionamiento de la UE. Y, sobre todo, por la ausencia, todavía, de alternativas de clase revolucionarias que cumplan con la tarea histórica de destruir el orden impuesto por la Troika, que cada vez más sectores de la clase obrera perciben como responsable de su desesperación.

Y esa debilidad de las oligarquías europeas, es la que al desestabilizarles – como ha ocurridos en todas las grandes crisis de la historia - abre más posibilidades a los procesos revolucionarios. Siempre que la ira popular tenga un referente político capaz de construir el camino de la toma del poder...



y más pormenorizadamente en el caso de IU y Podemos...




Para eso precisamente es para lo que se ha mostrado incapaz Unidos Podemos.

No ha aprendido la lección de Syriza que mostraba dramáticamente que el tiempo de los reformismos se agota. Del millón largo de personas que dejó de votarles, unos entendieron que se parecía tanto al PSOE (como tantas veces le pasó a IU) que prefirieron votar al original y, otra vio ahora lo que no había percibido antes.

Podemos ha ido perdiendo credibilidad y apoyos a medida que pasaba el tiempo y mostraba que para su cúpula dirigente todo era prescindible ante el objetivo de ganar votos. Han traspasado todos los límites, atentando a la dignidad y a la inteligencia de muchas gente que en un principio les creyó. Pongo sólo dos ejemplos.

Excluir de su programa el cuestionamiento de la UE y el pago de la Deuda, cuando el fiasco de Syriza está tan próximo, arguyendo como hicieron Varoufakis y Errejón que (da hasta vergüenza decirlo) “aquí no pasaría lo mismo porque España es demasiado grande”, es llamar estúpida a la gente. Y la gente ha aprendido mucho en los últimos años, sobre todo construyendo unas Marchas de la Dignidad que colocaban como lema central no pagar la Deuda y echar a la Troika.

El otro ha sido la omisión de la República en su programa y , sobre todo, haber tenido la poca vergüenza de prohibir las banderas republicanas en sus mítines. Eso no se veía desde Carrillo. Quizás a eso se referían con la “2ª Transición”.

Lo que importa ahora es acompañar la decepción de tanta gente que creyó que con Unidos Podemos se podía. Es preciso volver a explicar que en el plano electoral quien represente los intereses de la clase obrera siempre jugará en terreno enemigo. Y que por lo tanto los resultados son siempre ilegítimos. Baste recordar la ley electoral (los territorios despoblados tienen mucha mayor representación que las zonas urbanas), el control de los medios de comunicación, el dinero de las grandes empresas, las cloacas del Estado,...

Por eso, a diferencia de Unidos Podemos, aun cuando la izquierda coherente opte - cuando lo considere útil - por presentarse a las elecciones, será siempre como una herramienta secundaria de la lucha; sabiendo que los cambios decisivos en la correlación de fuerzas no serán electorales.



Pese a la crisis que golpea con tanta dureza a millones de personas, ¿por qué fue imposible que surgiera una candidatura revolucionaria?

Las condiciones aún no se daban. Los procesos tiene que recorrer su camino y ha sido preciso que mucha gente se ilusionó con Podemos compruebe por sí misma su falta de consistencia y lo irracional de las apuestas institucionales.

El abandono de cualquier posición rupturista por parte de Unidos Podemos – que se ha llevado por delante a IU- deja un gran espacio político vacío que es imprescindible construir desde posiciones de clase firmes y sobre pilares, no ideológicos, sino políticos. Y la columna vertebral será, inevitablemente, no pagar la Deuda y salir de la UE y del Euro. El objetivo fundamental no será electoral, sino la construcción desde abajo de organizaciones de poder popular forjadas al calor de la lucha obrera y popular.

Para eso hay que prepararse porque van a venir golpes muy serios y la respuesta popular debe ser superior en organización y en objetivos políticos a la del periodo anterior.

El nuevo recorte que exige la Troika para los próximos meses, ¿qué consecuencias tendrá en los trabajadores?

Este otoño va a ser duro. El FMI, la UE y el BCE no ocultan su impaciencia por aplicar los recortes exigidos y que se calculan en más de 20.000 millones de euros. Para valorar su envergadura baste decir que es casi la mitad del gasto público anual en sanidad y que tendrá que aplicarse en menos de seis meses.

Y no serán sólo recortes en el gasto público, sino nuevas reformas laborales, más privatizaciones, reducciones en las pensiones.. Por desgracia, el sufrimiento del pueblo griego muestra el camino que seguiremos si no lo remediamos.

No es descartable que, si consiguen formar gobierno, tomen las medidas más agresivas aprovechando el verano, como hizo el ahora “progresista” Zapatero con la reforma del articulo 135 de la Constitución. Por ello hay que acelerar el reforzamiento organizativo de todas las estructuras organizativas obreras y populares, como las Marchas de la Dignidad u otras, y abrir los debates en torno a la construcción del referente político.



De todos modos estamos viendo que es muy difícil la organización de la resistencia. La presencia de dos sindicatos como CCOO y UGT no ayudan precisamente al proceso...

No es fácil. El grado de destrucción de las organizaciones de clase creadas con tanto esfuerzo durante la lucha contra la Dictadura es atroz. Baste comparar el papel de la CGT francesa en la reciente lucha contra la reforma laboral o cuando el referéndum de la Constitución europea, y el de CC.OO. y UGT, que parecen doblegarse cada vez más a los intereses del gran capital a medida que se profundiza la crisis. Es suficiente recordar las palabras de Toxo hace unos meses pidiendo un gobierno “fuerte”.

Y no es que el capital no se emplee a fondo en sobornar dirigentes en otros lugares. De hecho, en 2005, la dirección de la CGT acordó en un principio que la clase obrera francesa era “neutral” ante el referéndum de la Constitución Europea. Pero hubo una revuelta de las bases que obligó a que el mayor sindicato de Francia hiciera campaña por el No, hecho que fue decisivo para su rechazo. Aquí – con el apoyo de los sindicatos – el SI ganó por un 77%, eso si, con una abstención monumental.

En el Estado español el mito de la Unión Europea “social” ha sido un pilar clave del “relato” - como dicen ahora los de Podemos – de la Transición. Mientras se destruía la industria pesada, los astilleros, la minería, la agricultura y la ganadería – y con ello cientos de miles de puestos de trabajo – la supuesta izquierda política y sindical, fragmentaba y debilitaba la respuesta obrera, mientras aceptaba y reproducía el discurso de que ése era el peaje a pagar para entrar en la Europa de los derechos y las libertades. Y en ese peaje a pagar iba incluida la entrada en la OTAN...

Mucho más tarde, en 2012 y en el momento álgido de la movilización social contra la crisis, se creó la Cumbre Social, auspiciada por CC.OO. UGT, PSOE e IU. Mientras las políticas más duras de ajuste se imponían por la UE, la “Cumbre” abogaba por la “vuelta al Estado del Bienestar”, reivindicaba la “Europa social” e incluso “los aspectos sociales de la Constitución española”. El mismo “cuarteto” en 2015, en un patético intento de devaluar el contenido político de las Marchas de la Dignidad, auspiciaban las “Euromarchas” con el el lema de “Otra Europa es posible”.

Es muy importante destacar la complicidad de estas organizaciones, a las que se suma ahora el silencio clamoroso de “Unidos Podemos”, en la construcción de tinglados con el objetivo de devaluar y vaciar de contenido la respuesta social, para encauzarla hacia objetivos que nunca cuestionen el mito europeo.

Afortunadamente, por ahora, sus intentos han fracasado.

El viaje de Pablo Iglesias al Reino Unido para pedir el SI a la permanencia en la UE, debe añadirse a la lista de contribuciones para optar a la categoría de buen “socialdemócrata”.


Las visita de Obama, las maniobras de la OTAN, ¿por qué es tan necesario que se retome la lucha contra el imperialismo?


El imperialismo es la concentración del poder de clase del capitalismo contra la clase obrera y los pueblos. Es el lugar donde se expresan con mayor virulencia las contradicciones entre la voluntad de soberanía de los pueblos y la necesidad de dominación de las potencias centrales de un capitalismo en profunda crisis.

Desde los pueblos de los Estados centrales es también desde donde se puede atacar los puntos más vulnerables del poder. La solidaridad internacionalista y el apoyo a la resistencia de los pueblos, desde el vientre de la bestia imperialista tienen una gran trascendencia.

redroja















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