Las dos caras perversas de la tauromaquia
OPINI脫N de Julio Ortega.- Lo segundo que m谩s asombra de la corrupci贸n conductual y moral que significa la tauromaquia es su desfachatez. El que viola se oculta para violar. El que roba se esconde para robar. El que mata procura hacerlo sin testigos. Aqu铆 se obliga a un herb铆voro pac铆fico a entrar en un ruedo del que no tiene posibilidad de huir, se le causa un destrozo f铆sico para menoscabar su fuerza y movilidad, se le tortura, despacito, y al final se le mata cuando hay “suerte” de un golpe de mano, que las m谩s necesita repeticiones y carnicer铆a a帽adida para acabar con su vida. Luego a menudo se le mutila, y se sabe que no pocas veces cuando todav铆a no est谩 muerto.Aqu铆, y sigo con lo segundo que m谩s estremece, es que los ni帽os son llevados -s铆, llevados, una ni帽a de cinco a帽os o un ni帽o de ocho van donde sus padres quieren que lo haga-, a ser espectadores de lo descrito en el p谩rrafo anterior. Y cuando se hace eso se est谩n pasando por la montera de la patria potestad el dictamen del Comit茅 de Derechos del Ni帽o de la ONU indicando que la tauromaquia es violencia infantil, as铆 como todas las leyes y declaraciones de intenciones europeas, nacionales, comunitarias o municipales jurando que la protecci贸n del menor es algo prioritario, sagrado y en modo alguno inviolable, y que cualquier conducta que atente contra esos principios ser谩 prohibida y castigada su ejecuci贸n.
Lo primero, lo que m谩s espanta, lo que produce escalofr铆os en el alma, en la piel, en la cordura y en la sensibilidad es que ese acto donde se abrazan la violencia con animales, su maltrato lento, intenso, sin atisbo de compasi贸n, y la violencia educacional para la infancia, haci茅ndoles presenciar c贸mo se hiere una y otra vez a un toro, haci茅ndoles beber sus hemorragias por los ojos y estampando su sufrimiento en la mente de seres humanos en pleno proceso de formaci贸n de sus valores, es que la tauromaquia todav铆a sea algo legal en nuestro Pa铆s.
¿Hay necesidad de explicarlo?, ¿es que no lo estamos viendo en cada corrida, en cada toro embolado o enmaromado, en cada toro al agua, del aguardiente o de encierro de campo perseguido por coches y tractores? Mueren desangrados, atropellados, ahogados, de golpes contra talanqueras, de infartos, mueren por miles, sufren y mueren en cada rinc贸n de Espa帽a con la misma dosis de terror y padecimiento en su cuerpo, con la misma carga de depravaci贸n en el mensaje que se le transmite a los ni帽os y ante los mismos aplausos y sonrisas de quienes encuentran en semejante aberraci贸n un motivo de diversi贸n.
No, es que encima esta modalidad de corrupci贸n no se esconde y no es necesario tener que explicar los motivos como no los ser铆a si alguien es observado forzando a una mujer o metiendo la mano en el bolso de una anciana, y ya est谩 bien de ponerla en la estanter铆a del comportamiento decente porque nos la encontremos en el caj贸n de lo legal. Tantas cosas que lo han sido ya no lo son porque evolucionamos, porque es sabido que la ley suele ir por detr谩s del esp铆ritu de los ciudadanos y del progreso hasta que llega un d铆a en que el hedor de esa basura se hace tan insoportable que, por muy vistosa que sea la bolsa que la contiene, se lanza al vertedero donde debe estar: el de lo inadmisible por repugnante y nocivo.
Y las palabras Tradici贸n, Libertad o Ra铆ces no sirven de nada, s贸lo son podredumbre en su interior por real que sea su forma. Una tradici贸n violenta, la libertad que se usa para torturar o matar o las ra铆ces de las que nace un fruto da帽ino son perversiones que encuentran su disfraz en el diccionario. La realidad es que esto es maltrato de animales y que esto es lesivo para los m谩s peque帽os y ante eso s贸lo caben dos posturas: confesar que no importan ni unos ni otros en aras de un placer y de un negocio malsanos, o abolirlo sin contemplaciones porque la violencia con un animal y con un ni帽o, cada una en su vertiente, no se van a consentir.
Julio Ortega Fraile
@JOrtegaFr