Estados Unidos a煤n retacea levantar el bloqueo a la isla
OPINI脫N de Emilio Mar铆n.- La revoluci贸n cubana no comenz贸 estrictamente con el asalto al Moncada. Pero lo considera un hito fundamental de dicha revoluci贸n. Hoy, con la conmemoraci贸n n° 63, ese pueblo festeja y junta fuerzas para seguir reclamando contra el bloqueo de EEUU.Con un sistema rotativo y que tiene en cuenta la emulaci贸n socialista y los resultados econ贸micos y sociales obtenidos, el gobierno cubano fija cada a帽o cu谩l es la provincia que ser谩 sede de la conmemoraci贸n del asalto al cuartel Moncada, hecho ocurrido el 26 de julio de 1953.
Hoy se cumplen 63 a帽os de ese hecho hist贸rico y la designada es la ciudad y provincia de Sancti Sp铆ritus, ubicada en el centro del pa铆s. Los espirituanos, como se llama a los habitantes del lugar, est谩n fascinados porque desde 1986 no eran la sede del festejo.
Y lo bueno para los lugare帽os no es s贸lo el orgullo pol铆tico de tal distinci贸n sino tambi茅n que con ese motivo reciben un plus de atenci贸n de autoridades nacionales y provinciales. Y algunos fondos extras de ese origen para pavimentar calles, arreglar plazas y mejorar otras cosas de la ciudad. La prensa cubana habl贸 que 10.000 toneladas de alquitr谩n hab铆an ca铆do sobre calles de la provincia y 3.000 acciones se hab铆an emprendido para mejorar los establecimientos de salud de la provincia. Y eso que esos medios se precian de que “Sancti Sp铆ritus actualmente exhibe indicadores de salud de primer mundo”.
El segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, Jos茅 R. Machado Ventura, ser谩 el orador principal, secundado por algunos otros provinciales. El funcionario estuvo de gira por la provincia y sosteniendo reuniones con diversas organizaciones. Lo mismo hizo el vicepresidente del consejo de Ministros y del consejo de Estado, Miguel D铆az Canel, al que muchos consideran como “pino nuevo” o dirigente m谩s joven que tomar谩 la posta del gobierno en 2018. El presidente Ra煤l Castro propuso como un l铆mite de dos mandatos para los m谩ximos cargos y ese a帽o terminar铆a sus dos per铆odos.
Si fuera por el acto en s铆, con un p煤blico invitado y 8.000 sillas en la plaza Plaza de la Revoluci贸n Mayor General Seraf铆n S谩nchez Valdivia, el evento no ser铆a tan extraordinario. Pero trat谩ndose del 26 de julio, D铆a de la Rebeld铆a Nacional, s铆 que lo ser谩 en la provincia y en todo el pa铆s. Incluso ser谩 motivo de celebraciones por la comunidad cubana que vive en el exterior. Es que esa fecha expresa la tercera etapa de la revoluci贸n cubana: las dos anteriores, de Carlos M. de C茅spedes-Antonio Maceo, y Jos茅 Mart铆, respectivamente. El Moncada es inseparable de Fidel Castro, el que perdi贸 militarmente en aquella madrugada de 1953 pero termin贸 victorioso cinco a帽os, cinco meses y cinco d铆as despu茅s. Un pueblo que no fuera rebelde, que no tuviera dirigentes de excelencia, sin una organizaci贸n s贸lida, etc, se habr铆a ca铆do como un castillo de naipes tras el dur铆simo saldo del fracaso militar del copamiento.
“La victoria tiene muchos padres pero la derrota es hu茅rfana”. Sin aquellas cualidades, Cuba no habr铆a aguantado todo lo que vino despu茅s de 1959, porque no fue f谩cil ser el primer territorio libre de Am茅rica, con el mal vecino a s贸lo 90 millas de distancia.
Gente de palabra
Los 165 j贸venes que capitaneados por Fidel Castro emprendieron la toma del cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, y del Carlos M. de C茅spedes, en Bayamo, no entraron all铆 tocando timbre ni publicando de antemano sus objetivos. Eran acciones revolucionarias a las que no ten铆an m谩s remedio que acudir, tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 (hab铆a elecciones previstas para junio de ese a帽o).
Con la recuperaci贸n del cuartel por parte de la tiran铆a, 茅sta tom贸 75 prisioneros, que fueron secuestrados, torturados y fusilados simulando “enfrentamientos”. Los 6 del M-26 que murieron en los tiroteos de la jornada fueron una 铆nfima minor铆a: la mayor铆a fue asesinada, como lo puso de resalto su jefe durante el juicio en septiembre de 1953.
De ese alegato de Fidel suele destacarse la frase del final: “condenadme, no importa, la historia me absolver谩”. Y fue un cierre dign铆simo de su defensa, ejercida en condiciones de aislamiento total, sin poder leer el expediente ni consultar c贸digos. Lo hizo de memoria, sin leer. Luego del triunfo de la revoluci贸n, en actos en el pa铆s y giras internacionales, llamaron la atenci贸n sus largos discursos, bien hilados y sin papeles. “Alejandro” -tal su nombre de guerra- ven铆a entrenado desde tiempos del Moncada y de mucho antes; de la escuela de jesuitas, las lecturas, la militancia pol铆tica, la universidad, etc.
Si se relee el alegato fidelista se podr谩 apreciar que las cinco leyes fundamentales que all铆 expuso como motivo de la rebeli贸n se fueron cumpliendo en el primer a帽o de revoluci贸n: recuperaci贸n de la Constituci贸n Nacional de 1940, dar tierra para los peque帽os campesinos que ocuparan menos de 5 caballer铆s, derecho de los trabajadores a participar del 30 por ciento de las utilidades de las empresas, percepci贸n por los colonos del 55 por ciento del rendimiento de la ca帽a de az煤car y confiscaci贸n de los bienes de los gobernantes corruptos.
El cambio en la isla era real. El nuevo gobierno, que ven铆a impulsado por los combates del Moncada, no promet铆a en vano. Y se pusieron en marcha esas cinco leyes de la etapa nacional, democr谩tica y popular de la Patria de Jos茅 Mart铆. Luego, con las agresiones de EE UU, comenzando por el presidente Dwight Eisenhower y siguiendo por los otros diez que le continuaron en la Casa Blanca -once contando a Barack Obama-, la revoluci贸n cubana tom贸 un rumbo socialista martiano, con fuertes ra铆ces en su historia y cultura.
Una peque帽a prueba de esas ra铆ces. Castro no se arrepinti贸 nunca del asalto al Cuartel, pero s铆 dijo -con el diario del lunes, como se dice en Argentina- que con la experiencia adquirida no deber铆a haber comenzado por el Moncada sino por la guerrilla en Sierra Maestra.
El comandante en jefe era martiano hasta la m茅dula. Mart铆 hab铆a inspirado las cinco leyes fundamentales del Moncada, pero tambi茅n era suya la estrategia de levantarse en el Oriente de la isla y desde all铆 invadir el Occidente y finalmente tomar La Habana.
Buena salud
De las exposiciones que hoy hagan sus dirigentes en Sancti Sp铆ritus surgir谩 que la revoluci贸n cubana sigue gozando de buena salud. En esa provincia la tasa de mortalidad infantil en 2016 fue del 4,2 por mil ligeramente mejor que la tasa nacional del 4,3 por mil, excepcionalmente buena. En Argentina, por las informaciones publicadas en marzo de este a帽o, alcanza al 10,6 por mil nacidos vivos, que no es un mal registro, aunque habr谩 que observar qu茅 pasa en esto con la gesti贸n Macri, que no se distingue por su sensibilidad social con los menos pudientes.
Fidel Castro va a cumplir 90 a帽os el pr贸ximo 13 de agosto y lo fundamental de ese registro tiene que ver con su fortaleza y cosas que trae desde la cuna, aunque en alguna medida tambi茅n puede ser visto como un m茅rito de la medicina cubana. Es que a lo largo de su vida ha tenido enfermedades, accidentes y problemas, algunos graves, al punto de dejar su puesto dirigente en 2006, pero siempre fue bien tratado por los galenos y hospitales cubanos.
Lo caracteristico de esa revoluci贸n heredera del Moncada es que no se limita a gozar de sus conquistas en forma egoista sino que las comparte con el mundo. La salud es un ejemplo. Michele Santana Iglesias, jefa del Departamento de Cooperaci贸n Internacional de la Unidad Central de Cooperaci贸n M茅dica, perteneciente al Ministerio de Salud P煤blica (MINSAP), declar贸 a ACP el 18 de julio pasado: “unos 48 mil profesionales est谩n presentes en 67 Estados, donde hasta en los lugares m谩s intrincados contribuyen a elevar notablemente los indicadores sanitarios”.
Vacuna ideol贸gica
Aquellos logros en salud, donde hay que incluir las 16 promociones de m茅dicos recibidos en la Escuela Latinoamericana de Medicina, entre ellos m谩s de 600 argentinos, fueron acompa帽ados por los de educaci贸n. Los alfabetizados a nivel mundial con el programa cubano “Yo s铆 puedo” superaron los 10 millones, seg煤n inform贸 Telesur el 27 de octubre pasado.
Esos beneficios de cubanos, latinoamericanos y pueblos del resto del mundo, podr铆an haber sido a煤n mayores de no ser por el bloqueo norteamericano.
Seguramente sobre este tema girar谩 parte de la intervenci贸n de Machado Ventura. Es que desde el 20 de julio de 2015, con la reanudaci贸n de relaciones diplom谩ticas entre Cuba y EE UU, mejoraron los v铆nculos pero no se normalizaron. Y la gran espina clavada en la garganta de los cubanos sigue siendo la del bloqueo.
Josefina Vidal, negociadora del Min-Rex, puntualiz贸: “Siguen teniendo efectos intimidatorios las 49 multas que se han impuesto por el gobierno de Obama a entidades estadounidenses y extranjeras por relacionarse leg铆timamente con Cuba, por un valor acumulado de 14. 397 millones de d贸lares, cifra sin precedentes en la historia de la aplicaci贸n del bloqueo”.
El bloqueo yanqui quiere ahogarla. Y la isla junta energ铆as y ox铆geno con cada celebraci贸n del Moncada, para seguir en su lugar digno. Para que el viejo Cuartel Moncada de la tiran铆a siga siendo la “Ciudad Escolar 26 de julio” en que se convirti贸 el 28 de enero de 1960.
Para los latinoamericanos, en este tiempo aciago de restauraci贸n conservadora, el Moncada y la revoluci贸n cubana siguen siendo una vacuna ideol贸gica contra el derrotismo.