El escritor francés contemporáneo más leído y traducido en el mundo presenta una exposición en París bajo el título “Rester vivant” (Manternerse vivo) donde se desvelan su universo y obsesiones más íntimas.
María Carolina Piña. RFI.- El escritor francés contemporáneo más leído y traducido en el mundo presenta una exposición bajo el título “Rester vivant” (Manternerse vivo) donde se desvelan su universo y obsesiones más íntimas. Lo “houellebecquiano” se ha analizado de infinitas maneras, suscitando por lo general acaloradas discusiones. Pero lo que propone el Premio Goncourt 2010 se ubica en el terreno de los plástico. El célebre y polémico autor de “las partículas elementales” o “La posibilidad de una isla” presenta una exposición en el Palais de Tokyo de París. Este gran museo dedicado al arte moderno ha puesto 18 de sus salas a disposición de Michel Houellebecq para exponer una obra tan diversa como íntima que reúne fotografías, cine, artes plásticas, performance y música.
El circuito bajo el título "Rester vivant" (Mantenerse vivo) pone de relieve la fertilidad creativa de Houellebecq pero también su mirada lúgubre sobre nuestro tiempo. La exposición comienza con una imagen y una consigna: "Es tiempo de hacer sus apuestas", tras lo cual se penetra en diversos espacios oscuros, como los mundos de un juego de video.
“Michel Houellebecq es un artista total. En el pasado ha mostrado sus talentos diversos como cantante, actor, cineasta. Es alguien que tiene una visión global del arte. Y creo que se debe a un amor profundo por la poesía. Las fotografías de Houellebecq presentadas en esta exposición muestran esa poesía contenida en su arte y que es lo que le da una coherencia a todo su trabajo” explicó a RFI el responsable de esta exposición Jean de Loisy.
Los personajes y situaciones romanescas de Houellebecq están presentes en cada pieza o instalación, como si se tratara de islas temáticas. La exposición reproduce su oficina de trabajo, un espacio desordenado, sucio y cerrado donde el autor ha compuesto novelas y poemarios. En una sala, otra de las obsesiones de Houellebecq: el deseo y poder erótico de las mujeres. Otra parte de sus fotografías está dedicada a los estragos del turismo de masa.
Con "Rester vivant", Michel Houellebecq deja claro que su talento supera el territorio de lo literario para desbordar hacia otras disciplinas.
“Michel Houellebecq nos muestra un mundo de sufrimiento. Pero ese sufrimiento es presentado con mucho humor; hay una foto por ejemplo de un mar muy bello pero rodeado de avisos de prohibición, de cables; todo lo que el hombre crea para prohibirse disfrutar de lo que el mundo le ofrece”, agregó de Loisy.
"Manternerse vivo" de Michel Houellbecq termina con una sala dedicada a su perro Clément, fallecido en 2011. Un acto de puro amor con el que Houellebecq se muestra en su lado más emotivo y familiar.