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Ecuador. Los jóvenes como actores estratégicos del cambio

OPINIÓN de María Florencia Pagliarone.- El pasado mes de agosto se celebró en Ecuador el “mes de la juventud”. De acuerdo al Censo 2010, el Ecuador cuenta con 1.713.782 jóvenes entre los 18 y 23 años; y 1.543.659 jóvenes entre los 24 a 29 años. Según un análisis del Fondo de Población de Naciones Unidas, el segmento comprendido entre 18 y 29 años continuará siendo el más amplio durante los próximos 25 años. Esto significa que estamos en presencia de la “mayor generación joven de toda la historia demográfica del país” ya que dos tercios de la población tienen menos de 30 años.





I
La Constitución del Ecuador en su artículo 39, establece que “el Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios del poder público. El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre, libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción de sus habilidades de emprendimiento”.

En función de ello, el gobierno de la Revolución Ciudadana en nueve años de gobierno ha diseñado un conjunto de políticas públicas destinadas a este sector, vinculadas, sobre todo, al acceso a la educación superior y programas de empleo juvenil. Solo si se tiene en cuenta la tasa neta ajustada de asistencia a Bachillerato se observa un crecimiento de 53. 38 % en 2007 a 68, 93 % en 2015. Además, en comparación con el 2006, hay 140.000 más estudiantes en la universidad. En estudios de educación superior, más de 500 jóvenes del Grupo de Alto Rendimiento se encuentran estudiando en el exterior. Hasta el mes de diciembre de 2015, se habían adjudicado un total de 11.501 becas para estudios de grado y posgrado en el exterior.

En lo que respecta a programas de empleo juvenil, el Ministerio del Trabajo implementó el programa “Mi Primer Empleo”, en donde 914 pasantes realizaron sus pasantías en instituciones públicas: 264 en Ministerios Coordinadores y Ejecutores, 227 en empresas públicas, 221 en instituciones varias, 98 en Secretarias, 78 en Gobiernos Autónomos Descentralizados y 26 en gobernaciones. De estos 914 pasantes, 96 fueron contratados, es decir, finalizaron sus pasantías y fueron incorporados a la institución.

II

A cinco meses de las elecciones generales del 19 de febrero de 2017, el segmento juvenil ocupa un importante lugar. La información proporcionada por el Consejo Nacional Electoral indica que el padrón electoral se ha incrementado en un 39, 66 % en los últimos 10 años[1]: de 9. 165.125 electores en 2006 a 12.800.000 aproximadamente para las próximas elecciones en febrero de 2017[2]. Si se tiene en cuenta el padrón electoral de las elecciones generales de febrero de 2013, el grupo de adolescentes de 16 a 18 años, con voto facultativo era de 554.888 adolescentes lo que representaba el 4, 75 % del padrón electoral nacional. Sin embargo, en esta última elección el ausentismo de este grupo fue del 31, 1 %. Mientras que los jóvenes de 18 a 29 años sumaban 3.472.162, equivalente al 30 % del padrón electoral. Tendencias que se mantendrán en ascenso en la conformación del próximo padrón electoral.

Sobre estos porcentajes, cabría repensar las formas mediante las cuales es posible interpelar el voto juvenil considerando que ya no se trata de “disputar el Estado originario” sobre el cual emergieron los gobiernos progresistas de la región, marcados por una situación inicial de atrofia institucional, resquebrajamiento de lo social y crisis económica. A cinco meses de las elecciones presidenciales, el desafío consiste en poder construir un programa de gobierno capaz de interpelar a una clase media que en los últimos años se ha duplicado, pasando del 14 % al 27 % en la última década[3].

En este sentido, a finales de marzo, en una carta dirigida por el ex vicepresidente Lenin Moreno al Movimiento Alianza PAIS señalaba, “debemos organizar un gran acuerdo nacional por la educación que involucre a los sectores de la economía nacional donde los jóvenes se formen también trabajando, en modelos duales de formación – estudio- empleo y que harán a la sociedad corresponsable del desarrollo del talento humano en el país. Finalmente, debemos aprovechar la potencia creativa de los jóvenes con un gran plan nacional de empleo juvenil”.

III

En términos de incidencia política, si se tienen en cuenta los últimos procesos electorales, los jóvenes parecen tener una especie de “techo de vidrio”. Por ejemplo, en las elecciones seccionales de 2009[4], de los 33.631 candidatos en todo el país, solo 7526 eran jóvenes menores de 29 años, es decir, solo el 22 %. De estos 7526 solo 830 fueron electos. Es decir que de las 5795 autoridades que se elegían solo el 14 % de las electas fueron jóvenes menores de 29 años.

Para las elecciones seccionales de 2014[5] esta situación empeoró: De los 28.180 candidatos en todo el país, solo 5976 eran jóvenes menores de 29 años, es decir, el 21, 20 %. De estos 5976 solo 752 fueron electos. Es decir que de las 5628 autoridades que se elegían solo el 12 % de las electas fueron jóvenes menores de 29 años, un 2 % menos que en las elecciones seccionales de 2009. Mientras que si se tiene en cuenta el ámbito nacional, en el caso de las elecciones generales de 2013[6], de los 1434 candidatos en todo el país, solo 254 eran jóvenes menores de 29 años, es decir solo el 17, 7 %. De estos 254 solo 8 fueron electos.

Lo anterior pone de manifiesto dos fenómenos concomitantes: la poca participación de los jóvenes en política si se tiene en cuenta que menos del 25 % de los candidatos en todo el país eran jóvenes y, sumado a ello, el lugar relegado que ocupan los jóvenes en la conformación de las listas para los cargos de elección popular en los espacios locales, lo cual disminuye sus posibilidades de resultar electos.

El proceso electoral de febrero de 2017 constituye un desafío para no solo ampliar los espacios de participación de la juventud sino también para recomponer las formas de reconocimiento e interlocución con este sector de la sociedad. En esto último, serán decisivas las innovaciones que presente el plan de gobierno sumado al discurso de la campaña presidencial.

Notas


[1] El número definitivo de electores se conocerá el próximo 2 de octubre.
[2] http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/politiko-2017/1/en-el-2017-el-padron-electoral-tendra-39-66-mas-votantes-que-en-2006
[3] http://www.elciudadano.gob.ec/la-clase-media-ecuatoriana-aumento-casi-el-doble-en-10-anos/
[4] Se eligieron 23 Prefectos y Viceprefectos, 221 Alcaldes municipales, 1039 Concejales Urbanos, 542 Concejales Rurales y 3970 miembros de Juntas Parroquiales
[5] Se eligieron 23 prefectos y Viceprefectos, 221 alcaldes municipales, 1305 concejales y 4079 miembros de juntas parroquiales.
[6] Se eligió presidente, vicepresidente y 137 asambleístas.






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