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AT&T, Time Warner y el fin de la privacidad

OPINI脫N de Amy Goodman y Denis Moynihan.- Han transcurrido 140 a帽os desde que Alexander Graham Bell utiliz贸 por primera vez su tel茅fono experimental para comunicarse a distancia. En aquella ocasi贸n, utiliz贸 el dispositivo para decirle a su asistente de laboratorio: “Se帽or Watson, venga, quiero verlo”. Su invenci贸n transformar铆a la comunicaci贸n humana y el mundo. La empresa creada por Bell creci贸 hasta transformarse en un inmenso monopolio: AT&T. El Gobierno federal consider贸 luego que era demasiado poderosa y dispuso la desintegraci贸n de la gigante de las telecomunicaciones en 1982. Ahora bien, AT&T ha regresado, y hay quienes dicen que para crecer y ser a煤n m谩s poderosa que en el pasado, ya que ha anunciado que planea adquirir Time Warner, una de las principales compa帽铆as de medios de comunicaci贸n a nivel mundial, para conformar as铆 uno de los m谩s grandes conglomerados del entretenimiento y las comunicaciones del planeta. M谩s all谩 de representar una amenaza a la competencia, la fusi贸n propuesta, que a煤n debe ser sometida a estudio por las autoridades, representa una significativa amenaza a la privacidad y a la libertad b谩sica de comunicarse.

Actualmente, AT&T ocupa el puesto n煤mero diez en la lista de la revista Forbes de las 500 compa帽铆as m谩s grandes de Estados Unidos. Si se le permitiera adquirir Time Warner, que ocupa el lugar 99 de esa lista, se crear铆a una enorme compa帽铆a “integrada verticalmente” que controlar铆a una amplia cantidad de contenidos audiovisuales, as铆 como la forma en que la poblaci贸n accede a esos contenidos.

Free Press, una organizaci贸n que lucha por pol铆ticas nacionales que regulen los medios de comunicaci贸n y amparen el derecho al acceso a la informaci贸n, est谩 movilizando a la poblaci贸n para que manifieste su oposici贸n a la fusi贸n. Candace Clement, de Free Press, escribi贸: “Esta fusi贸n generar铆a un imperio medi谩tico nunca antes visto. AT&T controlar铆a el acceso a Internet m贸vil y por cableado, canales de televisi贸n por cable, franquicias de pel铆culas, un estudio de cine y televisi贸n y otras empresas de la industria. Eso significa que AT&T controlar铆a el acceso a Internet de cientos de millones de personas, as铆 como el contenido que miran, lo que le permitir铆a dar prioridad a su propia oferta y hacer uso de recursos enga帽osos que socavar铆an la neutralidad de la red”.

La neutralidad de la red es esa cualidad esencial de Internet que la hace tan poderosa. El t茅rmino “neutralidad de la red” fue acu帽ado por el docente de derecho de la Universidad de Columbia Tim Wu. El a帽o pasado, luego de que la Comisi贸n Federal de Comunicaciones (FCC) aprobara una estricta normativa tendiente a regular la neutralidad de la red, Wu dijo en el programa de “Democracy Now!”: “Es necesario que haya normas b谩sicas que regulen el tr谩fico en Internet. No podemos confiar en que las compa帽铆as de cable y telefon铆a vayan a respetar la libertad de expresi贸n o a los nuevos innovadores, debido a sus malos antecedentes al respecto”.

Millones de ciudadanos hicieron llegar a la FCC comentarios p煤blicos en apoyo a la neutralidad de la red, al igual que lo hicieron organizaciones como Free Press y The Electronic Frontier Foundation. A ellos se unieron gigantes de Internet como Google, Amazon y Microsoft. A esta coalici贸n se enfrentaron las compa帽铆as de cable y telecomunicaciones, el oligopolio de proveedores de servicios de Internet que comercializan el acceso a la red a cientos de millones de estadounidenses. Est谩 por verse si, en la pr谩ctica, AT&T violar谩 la normativa que regula la neutralidad de la red creando una v铆a r谩pida para acceder a sus contenidos y enlenteciendo el acceso al contenido de sus competidores, entre ellos, el sector no comercial.

Otro problema que presenta AT&T, y que se ver铆a exacerbado con la fusi贸n, es la posibilidad de invadir la privacidad de sus millones de clientes. En 2006, el denunciante de AT&T Mark Klein revel贸 que la compa帽铆a compart铆a en forma secreta los metadatos de todos sus clientes con la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA, por sus siglas en ingl茅s). Klein, que fue quien instal贸 el dispositivo de divisi贸n de fibra 贸ptica que permiti贸 el espionaje en una sala secreta de la planta principal de AT&T ubicada en San Francisco, vio confirmadas sus acusaciones como denunciante varios a帽os despu茅s con las filtraciones de Edward Snowden sobre la NSA. Aunque ese programa de vigilancia se cerr贸 supuestamente en 2011, sigue existiendo un programa de vigilancia similar. Se llama “Project Hemisphere” o Proyecto Hemisferio. El mismo fue expuesto por el peri贸dico The New York Times en 2013 y el sitio web de noticias The Daily Beast revel贸 esta semana documentos que lo prueban.

En el marco del Proyecto Hemisferio, AT&T vende metadatos a organismos policiales usando como escudo la guerra contra las drogas. Un organismo policial env铆a una solicitud de toda la informaci贸n relacionada con una persona en particular o un n煤mero telef贸nico y, a cambio de abultados honorarios pero sin necesidad de que medie una orden judicial, AT&T le entrega un sofisticado conjunto de datos, que permite, seg煤n The Daily Beast, “determinar la ubicaci贸n del objetivo, con qui茅n habla y probablemente sobre qu茅”.

Los lugares a los que vamos, lo que miramos, los mensajes de texto que enviamos y lo que compartimos, con qui茅n hablamos, todas las b煤squedas que realizamos por Internet y nuestras preferencias, toda esa informaci贸n junta e "integrada verticalmente" es vendida a la polic铆a y quiz谩s, en el futuro, a cierta cantidad de clientes empresariales de AT&T. Imposible saber si al inventar el tel茅fono Alexander Graham Bell vislumbr贸 este “mundo feliz” de la nueva era digital. Sin embargo, as铆 es el futuro que se aproxima r谩pidamente, a menos que la poblaci贸n se oponga y detenga esta fusi贸n.

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