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Guatemala. Vestigios de una Revoluci贸n

OPINI脫N de Ilka Oliva Corado.- La expresi贸n “una olla de cangrejos” aplica perfectamente a Guatemala, en todo. De la Revoluci贸n de Octubre de 1944 solo queda la nostalgia ra铆da en historias que cuentan los abuelos, de boca en boca, en ensue帽os de jornaleros y campesinos en tarde de domingo. O en tertulias de intelectuales y revolucionarios, al comp谩s de las copas de vino, whisky o de cusha en salones de embajadas o en sala de casa particular.
Una que otra conferencia que se dicta por ah铆, para apacharle el ojo al macho y mesas redondas organizadas por alumnos entusiastas que cuando se grad煤an de la universidad pasan a formar parte de los que utilizan los t铆tulos para apu帽alar por la espalda a los de pies descalzos. Es la idololog铆a y la conciencia social pues, una modorra de tres d铆as de la que no se quieren volver a recordar nunca. Y qu茅 decir de la irresponsabilidad de docentes universitarios que se encargan de seguir creando generaciones desmemoriadas.
No es tan dif铆cil descifrar qu茅 sucedi贸 con la Revoluci贸n, si sabemos muy bien de qu茅 estamos hechos los guatemaltecos. Como reflejo est谩 la Firma de la Paz y c贸mo est谩 Guatemala 20 a帽os despu茅s. Solo con eso nos alcanza para el an谩lisis que da para unas cuantas tesis. Digo, para aquellos a los que les fascinan los an谩lisis acad茅micos.

Una narraci贸n v铆vida es lo que sucedi贸 con la bulla de las manifestaciones por corrupci贸n, en el 2015. Hemos visto que as铆 como fue gente con conciencia social y con ganas de cambiar Guatemala, tambi茅n asistieron multitudes de hip贸critas y arribistas y para desgracia del pa铆s fueron los que cambiaron la sangre por el chilate. 

Eran bocanadas, se les inflaba el pecho, se llenaban la boca pronunciando el nombre de Jacobo 脕rbenz. ¡Habr谩se visto! Lo cargaban en panfletos, en cartulinas, en mantas y hasta en canciones que rasgu帽aban la a帽oranza de d茅cadas pasadas. Otros besaban las fotograf铆as de don Alfonzo Bauer Paiz y se tiraban al suelo, en trance, pataleando y revolc谩ndose. Recitaban poes铆a de Otto Ren茅 Castillo y gritaban con el pecho reventado en gloria y honor: ¡se metieron con la generaci贸n equivocada! ¡Somos la generaci贸n del cambio! Con esto menospreciando a todas luces, la entrega de tantas personas que en tiempos de Genocidio, sufrieron el horror de la transgresi贸n.

De aquel carnaval de s谩bados de ir a broncearse, qued贸 la burla, las fotograf铆as para el recuerdo y el af谩n para fanfarronear de que, ¡yo estuve ah铆!

Muchos universitarios gritaron, ¡somos pueblo! De ah铆 han salido afirmaciones que dicen que el nuevo rostro de la pol铆tica en Guatemala son estudiantes universitarios, ladinos y capitalinos. ¿En d贸nde est谩 el aporte de los Pueblos Ind铆genas que llevan luchando siglos? ¿ O sea, los iletrados, los analfabetas, los campesinos y jornaleros de a pie, no cuentan? He ah铆. Por eso la Guatemala excluyente no va hacia ning煤n lugar, porque puede m谩s su racismo y su clasismo que el deseo de unidad e inclusi贸n.

Como resultado de aquella bulla que fue llamarada de tuza, est谩 el voto a Jimmy Morales. Muchos de esos mismos que gritaron el nombre de Jacobo 脕rbenz votaron por la continuidad de un gobierno neoliberal en el pa铆s. No tenemos moral para hablar de la Revoluci贸n de Octubre de 1944, mientras no nos hagamos una limpia con siete montes y chilca, para quitarnos esa mente colonizada que nos hace tanto da帽o como pa铆s. Lastimosamente las agallas no vienen con una fumada de puro a Maxim贸n y una visita el Se帽or de Esquipulas, y mucho menos con una revolcada de una cuadra en manifestaci贸n de s谩bado de ir a broncearse.

No, Guatemala necesita mucho m谩s que egos. Guatemala necesita que sus hijos la amen con la vida, con su sangre, con su conciencia social. Con identidad y sentido de pertenencia. Con criterio y e ideolog铆a propios. Con respeto y con dignidad. Guatemala necesita que la Revoluci贸n se haga d铆a a d铆a, en nuestras casas, comunidades, en las calles. En las escuelas y universidades, en cada rinc贸n del pa铆s. En las pe帽as y los caminos reales. En las faldas de los volcanes, en los centros de salud, en los mercados. Necesita principalmente de nuestra humildad y visi贸n de inclusi贸n.

No hemos entendido nada todav铆a, por m谩s t铆tulos que tengamos. Por m谩s fotograf铆as en las redes sociales y etiquetas. Por m谩s seminarios o conferencias a los que asistamos.

Nos hacen falta a帽os luz para llegar a un Revoluci贸n como la de Octubre de 1944. Se puede realizar, claro que s铆, pero el d铆a en que nos despojemos de egos y nos veamos humanos, tan mortales como cualquiera. El d铆a que nuestra Patria no sea vivir de apariencias, sino el llanto de una cr铆a reci茅n nacida en pobreza extrema y la agon铆a de los abuelos en exclusi贸n.

El d铆a que tengamos el deseo y las agallas de deshacernos de esa olla de cangrejos que somos, para vernos tan cual y entonces s铆, levantar la voz y actuar desde nuestra esencia incorruptible e inquebrantable. Qu茅 va…


Audio: https://soundcloud.com/ilka-oliva-corado/vestigios-de-una-revolucion
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/10/20/vestigios-de-una-revolucion/
Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com
20 de octubre de 2016, Estados Unidos.




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