
Hospital de Al-Quds en Alepo (Siria) despu茅s de un ataque a茅reo en abril de 2016. © Reuters/A. Ismail
Bombardeo de hospitales y de zonas urbanas densamente pobladas, trabajadores de salud muertos. ¿Qu茅 se puede hacer para velar por el respeto de las normas de la guerra?
Una situaci贸n que se repite:
Abril de 2015: Dos hermanos que trabajaban para la secci贸n local de la Media Luna Roja de Yemen fueron muertos a tiros en la ciudad portuaria de Ad茅n, mientras trasladaban a los heridos a una ambulancia. Ambos llevaban el emblema de la media luna roja. El mismo d铆a, dos voluntarios de la Media Luna Roja 脕rabe Siria resultaron muertos en el desempe帽o de sus tareas humanitarias.
Por cada persona muerta, una estela de devastaci贸n. Familiares y colegas conmocionados y tristes. Heridos y enfermos abandonados a su suerte. Los dirigentes de la Federaci贸n Internacional, del CICR y de la Sociedad Nacional en declaraciones conjuntas condenan los ataques e instan a todas las partes a que respeten el derecho internacional humanitario (DIH) y permitan a los trabajadores humanitarios tener un acceso seguro y sin obst谩culos a las personas necesitadas.
Y nuevamente:
Septiembre de 2015: dos voluntarios de la Media Luna Roja de Yemen resultaron muertos junto con otros civiles durante un ataque a茅reo en la zona de Al-Swaida de Taiz, elevando a ocho el n煤mero de empleados y voluntarios muertos de esta Sociedad Nacional en el ejercicio de sus funciones, entre marzo y septiembre de 2015.
Noviembre de 2015: dos voluntarios de la Media Luna Roja 脕rabe Siria perdieron la vida cuando un proyectil de mortero estall贸 en una zona civil de Homs mientras transportaban suministros en el marco de un proyecto de ayuda a los ni帽os traumatizados por elconflicto.
La lista sigue
Desde el inicio del conflicto en Siria, m谩s de 52 socorristas de la Media Luna Roja 脕rabe Siria y 8 de la Media Luna Roja Palestina han perdido la vida mientras desempe帽aban su labor humanitaria. No es que trate de muertes aisladas, sino que ocurren en un contexto en el que las normas que protegen a los civiles en los conflictos son sistem谩ticamente pasadas por alto y en el que el uso de explosivos de alto impacto en zonas urbanas densamente pobladas es moneda corriente. El mismo d铆a de septiembre en que los dos voluntarios yemen铆es perdieron la vida, por ejemplo, un ataque a茅reo mat贸 a m谩s de 130 personas que asist铆an a una boda en Yemen.
Esto no quiere decir que el DIH no se respete nunca. En muchas zonas de guerra hay personas que toman parte a diario en operaciones en las que los trabajadores humanitarios obtienen de los combatientes garant铆as, basadas en el derecho y los principios humanitarios, de que no se har谩 fuego contra ellos ni se los hostigar谩 de ninguna otra forma.
Este tipo de situaciones no suele salir en las noticias ni se viraliza en las redes sociales, pero tiene un efecto concreto. El CICR asegura, por ejemplo, que las normas de la guerra permiten el acceso humanitario que se necesita en Siria para suministrar agua potable a 20 millones de personas. Gracias a la Convenci贸n de Ottawa que proh铆be el uso y la producci贸n de las minas terrestres, el n煤mero de muertes y lesiones por a帽o se ha reducido de 20.000 a 3.000.
Sin embargo, en los 煤ltimos a帽os, estos signos de progreso se han visto eclipsados por el constante torrente de malas noticias para el derecho humanitario.
En Alepo (Siria), a principios de este a帽o, en un solo d铆a cuatro centros m茅dicos situados a ambos lados de la l铆nea del frente fueron alcanzados por cientos de granadas, bombas y morteros que cayeron sobre la ciudad, matando a m谩s civiles.
“No puede haber ninguna justificaci贸n para estos horrendos actos de violencia dirigidos deliberadamente contra hospitales y cl铆nicas, que est谩n prohibidos por el derecho internacional humanitario. Numerosas personas mueren en esos ataques. Ya no hay ning煤n lugar seguro en Alepo. Ni siquiera los hospitales, declar贸 Marianne Gasser, jefa de la delegaci贸n del CICR en Siria.
Varios de los ataques m谩s mort铆feros afectaron a los hospitales apoyados por M茅dicos sin Fronteras (MSF). En uno de estos incidentes ocurrido en mayo de 2016, 14 personas perdieron la vida, entre ellas dos m茅dicos. “[El ataque] mat贸 a uno de los 煤ltimos pediatras que quedaban en la ciudad”, precis贸 m谩s tarde al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas Joanne Liu, presidenta internacional del grupo.
Pero este tipo de incidentes no solo ocurren en el conflicto sirio. En octubre de 2015, un avi贸n de guerra estadounidense bombarde贸 un hospital administrado por MSF en Kunduz (Afganist谩n). Cuarenta y dos personas resultaron muertas, entre ellas 24 pacientes, 14 trabajadores de salud y cuatro cuidadores. Una investigaci贸n realizada por funcionarios estadounidenses determin贸 que el ataque se debi贸 a una serie de errores de pilotaje y en la cadena de mando, y no era la intenci贸n del piloto tomar por blanco el hospital.
Ya se trate de errores tr谩gicos o de estrategias intencionales, los incidentes de esta naturaleza se han vuelto demasiado frecuentes. Seg煤n la Coalici贸n para Preservar la Salud en los Conflictos, un consorcio de importantes instituciones m茅dicas internacionales creado recientemente, los hospitales de cinco pa铆ses —Afganist谩n, Irak, Libia, Siria y Yemen— han sido objeto de bombardeos a茅reos y ataques con explosivos lanzados desde el suelo.
La creciente frecuencia de estos ataques explica que a principios de mayo de 2016, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas haya aprobado por unanimidad una resoluci贸n para reforzar la protecci贸n de los trabajadores de salud, los enfermos y heridos, los hospitales y dispensarios en las zonas de guerra. “Cuando los llamados ataques quir煤rgicos terminan golpeando a hospitales es que algo est谩 funcionando muy mal”, dijo entonces el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
“No puede haber ninguna justificaci贸n para estos horrendos actos de violencia dirigidos deliberadamente contra hospitales y cl铆nicas. Numerosas personas mueren en esos ataques. Ya no hay ning煤n lugar seguro en Alepo. Ni siquiera los hospitales”.
Marianne Gasser, jefa de la delegaci贸n del CICR en Siria
Llamamiento a la acci贸n
Por estas razones, muchos esperaban que la Cumbre Humanitaria Mundial , reunida en Estambul el pasado mes de mayo con el objetivo de abordar reformas importantes en la asistencia humanitaria, tambi茅n fuera una oportunidad para mejorar la protecci贸n de los civiles en los conflictos. Un mes antes de la Cumbre, el secretario general de Naciones Unidas dio a conocer un informe en el que precisamente expon铆a el siguiente argumento: en caso de conflicto armado, adherirse al DIH es la mejor forma de mitigar el sufrimiento humano.
Pero la estructura de la Cumbre, un evento multilateral que puso a las organizaciones no gubernamentales (ONG) en pie de igualdad con los Estados, no fue pensada para contraer compromisos vinculantes entre los Estados; tendi贸, m谩s bien, a centrarse en los acuerdos entre donantes y grupos humanitarios, y en las reformas dentro del sistema humanitario.
Para algunas organizaciones, como MSF, este foco de atenci贸n perjudic贸 los esfuerzos pol铆ticos de alto nivel dirigidos a proteger a los civiles y los trabajadores de salud. Tres semanas antes de la reuni贸n, MSF anunci贸 que no participar铆a en se帽al de protesta. “La Cumbre se ha convertido en una declaraci贸n de buenas intenciones, permitiendo que estas violaciones sistem谩ticas, cometidas principalmente por los Estados, sean pasadas por alto”, explic贸 en una declaraci贸n MSF.
El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja adopt贸 una postura diferente. Aunque asistieron a la Cumbre solo 55 jefes de Estado, la reuni贸n ofreci贸 una importante ocasi贸n para impulsar la acci贸n en apoyo de las protecciones b谩sicas del DIH.
“¿Qu茅 recordar谩n los historiadores futuros acerca de los tiempos actuales? –pregunt贸 Peter Maurer, presidente del CICR, a los asistentes a una de las reuniones de la Cumbre. ¿Que millones de personas fueron atacadas intencionalmente o por descuido, que se destruyeron sus viviendas, hospitales y escuelas, que ciudades enteras fueron reducidas a escombros por las bombas, que millones de hombres, mujeres y ni帽os se vieron obligados a desplazarse? Todav铆a tenemos la posibilidad de construir una historia distinta”.
Al concluir la Cumbre, los 48 Estados miembros de Naciones Unidas participantes aprobaron una declaraci贸n en la que afirman la importancia del DIH y la adhesi贸n a sus normas. Pero est谩 por verse si esa promesa (suscrita por varios Estados involucrados en conflictos actuales) y la resoluci贸n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas cambiar谩n la forma en que se libra la guerra.
Uno de los principales problemas es que las organizaciones humanitarias, los especialistas en derecho y los Estados no han logrado un consenso sobre la
forma de velar por el cumplimiento de las normas de la guerra. En virtud de lo dispuesto en los Convenios de Ginebra y el Protocolo adicional I, un Estado parte en un conflicto armado internacional puede utilizar tres mecanismos para abordar casos de infracci贸n: designaci贸n de un Estado neutral que represente el inter茅s de los civiles y los detenidos, investigaci贸n por una comisi贸n internacional y enjuiciamiento de los autores de violaciones graves.
Los dos primeros mecanismos raras veces se han puesto en pr谩ctica, en parte porque es necesario el com煤n acuerdo de las partes para establecerlos. Hoy, su uso es todav铆a menos probable, dado que la mayor铆a de los conflictos armados implican a Estados y uno o m谩s grupos armados no
estatales. Sin embargo, se ha procedido al enjuiciamiento de autores de violaciones ante cortes y tribunales nacionales e internacionales, sobre todo desde la d茅cada de 1990.
El origen del respeto
En ausencia de un mecanismo de aplicaci贸n claro y eficaz, prosiguen los esfuerzos tendentes a mejorar el cumplimiento por otros medios. El CICR, por ejemplo, sigue instando a los Estados, las fuerzas armadas y los grupos armados no estatales a que incorporen a las leyes y usos los principios previstos en los Convenios de Ginebra. Los esfuerzos van desde sesiones de formaci贸n con los soldados y los mandos superiores hasta hacer presi贸n sobre los legisladores para que promulguen leyes que codifiquen el DIH en el derecho nacional.
En los conflictos actuales cada vez m谩s complejos, en los que interviene una multitud de grupos armados no estatales con filosof铆as pol铆ticas y estructuras de mando no jer谩rquicas muy diversas, esa tarea se ha vuelto muy dif铆cil.
La formaci贸n tradicional en materia de DIH y su difusi贸n son posibles cuando las fuerzas tienen una “estructura vertical” y cadenas de mando claras, lo que no es tan evidente en muchos conflictos armados actuales.
“Tomemos el ejemplo de Libia, donde solo en Misrata hab铆a 246 grupos armados registrados”, se帽ala Fiona Terry, investigadora del CICR que ha escrito mucho sobre la acci贸n humanitaria en los conflictos. Dicho esto, Terry advierte que algunos observadores tienden a insinuar que los grupos armados son los principales infractores del DIH. “Los Estados tambi茅n han violado el derecho internacional humanitario y cometido atrocidades”, afirma.
Dada la 铆ndole cambiante de los conflictos, el CICR, interesado en saber qu茅 induce a la gente a respetar o no las normas de la guerra, sea cual sea el tipo de organizaci贸n a la que pertenezca, encarg贸 a Terry y otros investigadores que actualizaran un estudio de 2004 llamado El origen del comportamiento en la guerra. La actualizaci贸n aborda las repercusiones que ha tenido la integraci贸n de la formaci贸n en DIH en las fuerzas armadas, la raz贸n de que se produzcan violaciones y el motivo por el que la gente se abstiene de conculcar las normas de la guerra. Esta investigaci贸n podr铆a servir para documentar nuevos enfoques que se adapten mejor a los conflictos contempor谩neos.
Mientras tanto, dice Helen Durham, directora de Derecho Internacional y Pol铆ticas Humanitarias del CICR, parte de la respuesta radica en mejorar la labor de comunicaci贸n no solo de las violaciones sino tambi茅n de los ejemplos de cuando el derecho est谩 surtiendo efecto y las consecuencias concretas que el respeto tiene en el terreno. “Demostrar el valor pr谩ctico de limitar el sufrimiento durante la guerra recuerda a todos la importancia del DIH”, dice Durham. “Si bien puede parecer muy dif铆cil habida cuenta del flujo de informaci贸n que se recibe todos los d铆as, nos interesa a todos seguir resaltando el hecho de que incluso la guerra tiene l铆mites”.
Si bien las violaciones de las normas de la guerra tienden a captar m谩s el inter茅s de los medios, todos los d铆as se dan casos, como este convoy de la Media Luna Roja 脕rabe Siria, en el que el derecho internacional humanitario permite salvar vidas en los conflictos. Este convoy se dirig铆a a al-Foua y Kefraya, dos localidades situadas en la gobernaci贸n de Idlib (Siria), en marzo de 2016. Fotograf铆a: REUTERS/Ammar Abdullah
Malcolm Lucard
Redactor jefe de Cruz Roja Media Luna Roja.
Hospital de M茅dicos Sin Fronteras en Kunduz (Afganist谩n) el 26 de abril de 2016, seis meses despu茅s de que el ataque a茅reo estadounidense matara a decenas de pacientes. Fotograf铆a: REUTERS/Josh Smith
¿La p茅rdida de respeto es total?
Todos los d铆as aparecen im谩genes en televisi贸n, internet y las redes sociales. Bombardeos de hospitales, ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones graves de las leyes de la guerra. No es extra帽o que algunos se pregunten si el sistema de normas que protegen a las personas en los conflictos est谩 perdiendo terreno. En un foro reciente titulado “¿Est谩 en crisis el derecho de la guerra?”, el experto en DIH Marco Sass貌li respondi贸 a esa pregunta con un “s铆” y un “no”.
“El derecho internacional en general est谩 en crisis”, declar贸 Sass貌li en la reuni贸n. “Por lo tanto, no es sorprendente que tambi茅n se considere que el DIH est谩 en crisis”.
Sin embargo, no se trata necesariamente de que las leyes tengan la culpa. “Los Convenios de Ginebra contienen respuestas correctas”, incluso para los conflictos contempor谩neos, dice. El problema es que esas leyes no se respetan. Pero Sass貌li afirma que a pesar de los titulares terribles, hay m谩s respeto del DIH de lo que parece a simple vista.
El auge de los medios sociales, los ciudadanos periodistas y las organizaciones de derechos humanos que utilizan tel茅fonos m贸viles para documentar los efectos de la guerra en las personas que viven en zonas b茅licas ha arrojado una luz muy necesaria sobre las violaciones del DIH. “Por otro lado, pareciera que el DIH solo se viola”, precisa Sass貌li. “Tambi茅n he visto que en algunos conflictos se ha respetado. Es comprensible que las ONG y los medios de comunicaci贸n solo informen sobre las violaciones de ese derecho”.
Por lo tanto, ¿en qu茅 medida se respetan los Convenios de Ginebra? Es dif铆cil responder a esta pregunta, pero en un reciente proyecto del CICR para actualizar los comentarios sobre los Convenios de Ginebra se muestra que para muchos Estados, el DIH es en gran medida un cuerpo normativo muy pertinente aplicable en las normas generales, los usos y los tribunales.
Incluso en zonas de guerra como Siria, las normas de la guerra desempe帽an un papel primordial, se帽ala Jean-Marie Henckaerts, jefe de la Unidad de Actualizaci贸n de los Comentarios, que forma parte de la Divisi贸n Jur铆dica del CICR.
“Cada vez que podemos tener acceso a las l铆neas de combate, suministrar agua potable y prestar asistencia m茅dica y socorro, se demuestra que estas normas pueden salvar vidas”, dice. “Hay que evitar caer en el c铆rculo vicioso en el que los Estados y los grupos armados argumentan que como no se respetan las normas, estas no sirven y, por lo tanto, se puede seguir viol谩ndolas”.