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Pablo M. Caminero: Salto al vacío

Contrabajista singular y excepcional, el músico vasco cuenta con el magisterio de los mejores flamencos y jazzeros.






Intérpretes

Pablo M. Caminero, contrabajo

Ariel Brínguez, saxo tenor y saxo soprano

Toni Belenguer, trombón

Moisés Sánchez, piano

Borja Barrueta, batería

Pablo Martín Caminero es un contrabajista de acusada singularidad. Se puede invocar en su trabajo el magisterio de los grandes del flamenco, pero también el de Mingus u Oscar Pettiford en el jazz. Entonces queda el contrabajista excepcional, máxime cuando se incorporan iniciativas con la música barroca -los desarrollados con Hipocampus-, o proyectos de ópera, de la mano de José Manuel Zapata.

Pablo creció en Vitoria, dispuesto a convertirse en revelación de su instrumento, y su primer álbum, de 1995, Doméstica, ya demostraba que lo consiguió. Desde entonces, su prodigiosa técnica ha transitado por proyectos propios como los de Ultra High Flamenco, varios grupos que llevan su nombre y un puñado de colaboraciones realizadas para Jorge Pardo, Gerardo Núñez, Niño Josele o Chano Domínguez, entre otros.

De forma paralela a la publicación de los discos Doméstica (1995), El caminero (2011), O.F.N.I. (2014) y Salto al vacío (2016), Pablo Martín Caminero ha compuesto también música para varios proyectos audiovisuales. En este sentido, merecen mención especial las partituras escritas para algunas de las películas clave del director cinematográfico Antonio Hernández.


1! de noviembre de 2016
Auditorio
Jazzmadrid

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