Del 18 de octubre de 2016 al 22 de enero de 2017
El cineasta Jean Renoir escribió que su padre “miraba las flores, las mujeres, las nubes del cielo como otros hombres tocan y acarician”. Frente a la concepción habitual que reduce el impresionismo a la “pura visualidad”, la exposición que presenta el Museo en otoño de 2016 destaca el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en los lienzos de Pierre-Auguste Renoir, y que pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes.
Un recorrido por más de 70 obras del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, permitirá descubrir cómo se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas –social, amistosa, familiar o erótica–, y cómo ese imaginario vincula obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.
La muestra, comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, cuenta con el mecenazgo de Japan Tobacco International (JTI) y se exhibirá posteriormente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.
La exposición permanecerá en Madrid hasta el 22 de enero de 2017 y después se podrá visitar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.
Frente a la concepción habitual que reduce el impresionismo a la “pura visualidad”, la exposición destaca el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en los lienzos del pintor impresionista, y que pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes.
Renoir: intimidad presenta un recorrido por más de 70 pinturas del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, que permite descubrir cómo Renoir se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas -amistosa, familiar o erótica-, y cómo ese imaginario vincula obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.
El cineasta Jean Renoir escribió que su padre “miraba las flores, las mujeres, las nubes del cielo como otros hombres tocan y acarician”. Frente a la concepción habitual que reduce el impresionismo a la “pura visualidad”, la exposición que presenta el Museo en otoño de 2016 destaca el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en los lienzos de Pierre-Auguste Renoir, y que pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes.
Un recorrido por más de 70 obras del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, permitirá descubrir cómo se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas –social, amistosa, familiar o erótica–, y cómo ese imaginario vincula obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.
La muestra, comisariada por Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen, cuenta con el mecenazgo de Japan Tobacco International (JTI) y se exhibirá posteriormente en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.
La exposición permanecerá en Madrid hasta el 22 de enero de 2017 y después se podrá visitar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, entre el 7 de febrero y el 15 de mayo de 2017.
Frente a la concepción habitual que reduce el impresionismo a la “pura visualidad”, la exposición destaca el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en los lienzos del pintor impresionista, y que pueden percibirse en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes.
Renoir: intimidad presenta un recorrido por más de 70 pinturas del artista francés, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo, que permite descubrir cómo Renoir se servía de las sugerencias táctiles de volumen, materia o texturas como vehículo para plasmar la intimidad en sus diversas formas -amistosa, familiar o erótica-, y cómo ese imaginario vincula obra y espectador con la sensualidad de la pincelada y la superficie pictórica.