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En defensa de la teta

OPINI脫N de Esther Vivas.- Hablar de lactancia materna no es f谩cil. No lo es porque cuando una mujer da de mamar, no da el pecho o interrumpe la lactancia al cabo de poco tiempo siempre lo hace pensando en lo mejor para ella, para el beb茅 y para ambos. Nadie deber铆a de juzgar, y menos desde cierta superioridad moral, una opci贸n u otra.

Siendo firme defensora de la lactancia materna, pienso que dar la teta, y m谩s en la sociedad actual, es extremadamente complicado. ¿Cu谩ntas mam谩s lo intentan y abandonan poco despu茅s de salir del hospital, con grietas en los pezones, sinti茅ndose culpables y con cero apoyo profesional? ¿Cu谩ntas lo dejan o ni siquiera lo intentan porque les han dicho que tienen los pezones invertidos y no podr谩n o que su madre no pudo y por lo tanto ella tampoco podr谩? ¿Cu谩ntas son las que pasadas las insuficientes 16 semanas de baja por maternidad tienen que volver s铆 o s铆 al trabajo y abandonan muy a su pesar la teta, o la disminuyen dr谩sticamente, ante la dificultad de conciliar vida profesional y personal?

Mientras sigamos en una sociedad donde se menosprecie sistem谩ticamente cualquier trabajo de cuidados (criar, cocinar, atender a personas dependientes… o amamantar), consider谩ndolos exentos de valor econ贸mico y social, dar la teta seguir谩 siendo en el mejor de los casos una pr谩ctica a contracorriente y en el peor un reto tit谩nico, y m谩s si se quiere continuar d谩ndola despu茅s del a帽o de edad. Tal vez, en lugar de afirmar que “con la teta hemos topado”, como dec铆a Emma Riverola d铆as atr谩s, ser铆a cuesti贸n de plantearnos con qu茅 tipo de sociedad hemos topado, que desde帽a y estigmatiza actividades imprescindibles para la reproducci贸n de la vida, realizadas mayoritariamente por mujeres, que sustentan desde la invisibilidad el sistema socioecon贸mico actual. Lactar es una de estas tareas.

No nos equivoquemos, la ideolog铆a hegem贸nica que ha imperado e impera a d铆a de hoy no es la “ideolog铆a de la teta” sino la “ideolog铆a del biber贸n”. Las cifras, del Instituto Nacional de Estad铆stica, lo dejan claro: a pesar de la promoci贸n de la lactancia materna, a las seis semanas de vida solo el 66% de los beb茅s toma el pecho en exclusiva, y a los seis meses, como recomienda la Organizaci贸n Mundial de la Salud, 煤nicamente lo hace un exiguo 28%.

El negocio del biber贸n

¿Qui茅n sale ganando? Mientras dar la teta es gratis, dar el biber贸n implica la compra de leche en polvo y utensilios varios. Todo un negocio. Las multinacionales del sector lo saben, y no han dudado en utilizar el marketing y la publicidad para vendernos las bondades de su leche, equiparando una lactancia con la otra, cuando ni de lejos son lo mismo. La leche artificial, en palabras de UNICEF, “es s贸lo un alimento, mientras que la leche materna es un complejo fluido nutricional vivo que contiene anticuerpos, enzimas, 谩cidos grasos de cadena larga y hormonas, muchos de los cuales simplemente no pueden incorporarse en la f贸rmula”.

De aqu铆 que cuando se pone en cuesti贸n la lactancia materna, es necesario salir, desde el respeto a todas las opciones, en defensa de la teta.




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