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Montserrat Roig o la memoria feminista insumisa

OPINI脫N de Pepe Guti茅rrez-脕lvarez.- La escritora y periodista Montserrat Roig i Fransitorra (Barcelona, 1946-1991), una de los figuras m谩s emblem谩ticas de la izquierda insumisa durante los a帽os setenta, est谩 siendo objeto de una rememoraci贸n en la que participan instituciones y entidades feministas y que incluye importantes debates y numerosas evocaciones biogr谩ficas.
Montserrat Roig se encontraba en su plenitud cuando falleci贸 a los 45 a帽os, hace ahora 25. Su muerte, que se produjo en su plenitud creativa, provoc贸 una gran conmoci贸n en la comunidad cultural y literaria catalana, en la que la escritora fallecida era una personalidad un谩nimemente querida y respetada, especialmente entre las mujeres insumisas. Fue, hasta el 煤ltimo momento, una escritora infatigable, y ayer mismo un diario barcelon茅s publicaba un art铆culo suyo. Novelista, ensayista, periodista y constante defensora de causas feministas y progresistas, Montserrat Roig consideraba que: "No hay nada que te compense tanto como escribir".

Menos conocida de lo que debiera fuera de Catalu帽a, Montserrat escribi贸 sin parar, hasta convertirse en uno de los valores m谩s emblem谩ticos de su generaci贸n. Nacida en el Eixample barcelon茅s (13/06/1946), Montserrat era hija del tambi茅n escritor Tom谩s Roig i Llop, a quien recordaba encerrado siempre en su despacho, rodeado de libros. Fue la sexta de siete hermanos. Manifest贸 as铆 una vez la raz贸n por la que empez贸 a escribir: "Para que se fijaran en m铆, para que los dem谩s supieran que yo exist铆a". Despu茅s pas贸 como era prescriptivo por el colegio de monjas. Intent贸 hacer teatro -lleg贸 a matricularse en el Adri谩 Gual- y curs贸 la carrera de Filosof铆a y Letras, secci贸n de Rom谩nicas, en la Universidad de Barcelona. Paco Candel la describe cuando a sus 18 a帽os, iba a dar clases a los ni帽os de las chabolas de Montjuic. En sus a帽os universitarios se intensific贸 su militancia antifranquista y se despert贸 su conciencia feminista. la Roig, como era conocida, public贸 varias novelas, gan贸 premios literarios, ejerci贸 el periodismo -como entrevistadora, como columnista y como reportera- y no renunci贸 nunca a su militancia contra las dictaduras y a favor del feminismo.

Como estudiante particip贸, en 1966, en la famosa caputxinada, como se conoci贸 a la asamblea constituyente del Sindicato Democr谩tico de Estudiantes de la Universidad de Barcelona, en el convento de los Capuchinos de Sarri谩. De ah铆 que en un momento clave en su vida declarara: "Yo no soy hija del Mayo del 68", dijo, "porque soy hija de la caputxinada y de los ideales de la Rep煤blica". Una opci贸n que defendi贸 junto con su compa帽ero Joaquim Sempere, que fue director de la reputada revista te贸rica del PSUC Nous Horizonts y uno de los “sacristanistas” m谩s modestos y s贸lidos de una generaci贸n que todav铆a sigue dando guerra.

Licenciada en Filosof铆a y Letras en 1968, complet贸 sus estudios con unos cursos de doctorado en la Universidad Aut贸noma, junto a uno de sus maestros, el catedr谩tico y reputado cr铆tico literario Joaquim Molas. Sus primeros trabajos –en la Gran Enciclop茅dia Catalana (1968-1971)- estuvieron vinculados al catal谩n. Trabaj贸 como redactora del Diccionari de Literatura Catalana (1971), y ejerci贸 como profesora de Lengua Catalana para la Diputaci贸n de Barcelona en una 茅poca en que estas cosas no eran nada f谩ciles. Recordemos que la primera pel铆cula en “dialecto” catal谩n no llegar谩 hasta 1961. Becada (1969) para ampliar estudios en la universidad italiana de Perusa, publica su primer libro de narraciones -Molta roba i poc sab贸 (Edicions 62, 1971)- con el que gan贸 el premio V铆ctor Catal谩. En esta obra describe, con una t茅cnica realista y psicol贸gica, la generaci贸n universitaria nacida en la posguerra, el mismo ambiente que reflej贸 en su primera novela: Ramona, ad茅u (Edicions 62, 1972), que public贸 un a帽o despu茅s. En 1976 consigui贸 el Premio Sant Jordi de novela con El temps de les cireres (Edicions 62), obra de enorme divulgaci贸n en su momento, que con el tempo se ha convertido en lo que se dice “un cl谩sico”.

Como periodista, se encarg贸 de la secci贸n de cr铆tica y literatura catalana en el diario TeleExpr茅s (1970-1973), del que pas贸 a ser despu茅s colaboradora habitual. Su firma aparece pr谩cticamente en toda la prensa en lengua catalana: Serra d’Or, Oriflama, El Pont, Pres猫ncia, L’Aven莽, Els Marges, El M贸n, Cavall Fort, El Temps y en el diario Avui. En castellana escribi贸 en Destino, Mundo, Cuadernos para el Di谩logo, La Calle y Jano, Mundo Diario (1974-77), El Pa铆s (1979-89). y form贸 parte de la redacci贸n de las revistas Arreu, Triunfo y Vindicaci贸n Feminista.

Premio Serra d’Or de la cr铆tica en 1978 a su reportaje hist贸rico Els catalans als camps nazis (Edicions 62), traducida al castellano como Noche y niebla. Los catalanes en los campos de concentraci贸n nazi, obra dantesca, reveladora, que “descubre” una p谩gina casi desconocida (obviamente ocultada) sobre los 8 000 a 10 000 espa帽oles que murieron en los campos de exterminio nazis. La Roig cuenta la g茅nesis de este amplio reportaje, en el que ha recogido el testimonio de cincuenta ex deportados, supervivientes de distintos campos de concentraci贸n nazis. En una entrevista detalla: “En 1972 le铆 las Cartas desde los campos de concentraci贸n, de Pere Vives. Aquella fue mi primera noticia de que hubiera espa帽oles muertos en aquella cat谩strofe. Pere Vives, un personaje muy parecido a nosotros, que gustaba del arte y la literatura, que incluso en los campos hab铆a organizado seminarios de discusi贸n para la supervivencia, hab铆a muerto a los veintis茅is a帽os, despu茅s de que le inyectaran gasolina en el coraz贸n. Se le practic贸 la eutanasia porque hab铆a empezado a enloquecer: el universo de los campos le resultaba incomprensible, y su raz贸n no pudo con ellos. Despu茅s le铆 K L Reich, de Joaqu铆n Amat Piniella, al que mi libro est谩 dedicado, y la suya es, seguramente, una de las grandes novelas sobre los campos. Y empec茅 a trabajar sobre el tema”. En otro momento dir谩: “Conocer a los sobrevivientes ha sido para m铆 una experiencia terrible. Ellos son la prueba del horror, y por eso resulta tan grotesca la pol茅mica sobre si hubo o no c谩maras de gas en determinados campos nazis en Francia, y tan espantosa la campa帽a de olvido de los cr铆menes del nazismo. He comprobado que los supervivientes de los campos sufren su experiencia hasta el punto de serles casi imposible hablar de ella; he visto hombres con sesenta a帽os y curtidos llorar como cr铆os, y conozco una mujer que me confes贸 revivir aquello en forma de pesadilla cada noche... El s铆ndrome de los campos -la secuela psicol贸gica- existe, como la 煤ltima consecuencia del nazismo.”

Tambi茅n fue autora de la biograf铆a Rafael Vidiella, L´ aventura de la revoluci贸n (Laia, 1976), en realidad una larga entrevista en la que deja hablar al personaje- l铆der del PSOE catal谩n integrado en el PSUC, que sustituy贸 a Andreu Nin en justicia- sin entrar en “preguntas capciosas”, lo que a algunos antiestalinistas nos result贸 decepcionante. Hizo programas para TV2 como Personatges, Los padres de nuestros padres y B煤scate la vida, que pueden considerarse como ejemplos de “periodismo de investigaci贸n” en un medio que todav铆a lo permit铆a; para TV3 realizar铆a un programa de entrevistas, Liders.

Sus novelas L’hora violeta (Edicions 62, 1980) y L’贸pera quotidiana (Planeta, 1982) siguen su t贸nica de reflejar en el t铆tulo conceptos temporales y musicales… La primera en particular se convierte en un fen贸meno de ventas, se la ve por todas partes. Inagotable, su 煤ltimo libro, publicado el mismo a帽o de su muerte, Digues que m’estimes, encara que sigui mentida (Edicions 62), tiene inequ铆vocas resonancias de Johnny Guitar. Esuna 煤ltima reflexi贸n sobre el hecho de escribir y una mirada a sus conflictos internos redactados a “tumba abierta”. Ese fue el punto final en lo que a libros se refiere, aunque no dejar铆a de enviar hasta el final su columna al diario catalanista Avui.

Despu茅s de su muerte, su figura cay贸 en cierto olvido, como ocurri贸 con otras y otros –citemos por ejemplo a Salvador Espriu- bajo el imperio de los dioses socialconvergentes que trataron de vender la imagen del “oasis catal谩n” y de unos valores democr谩ticos dignos de cotizar en la Bolsa No ha sido hasta los 煤ltimos tiempos que la Roig ha vuelto a ser recordada como parte de una memoria feminista, republicana y socialista que fue mucho m谩s all谩 de un tiempo de canallas, eso s铆, bendecidos por los votos. Hasta que empezaron a perderlos.

Pepe Guti茅rrez-脕lvarez. Escritor y miembro del Consejo Asesor de Viento Sur
http://vientosur.info/

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