Ir al contenido principal

Heredero del franquismo

OPINI脫N de Xavier Ca帽o Tamayo.- Alianza Popular (AP), partido previo al Partido Popular de Aznar y Rajoy, fue fundado por ex jerarcas franquistas. El programa de AP era la unidad de la patria, el orden p煤blico, la familia, la monarqu铆a, la libre empresa (as铆 llaman al capitalismo desaforado), la educaci贸n en manos de la Iglesia cat贸lica y la moral sexual reprimida. Como en las elecciones AP no consegu铆a votos ni para pipas, Fraga Iribarne, uno de sus fundadores y ministro de Informaci贸n con Franco, impuls贸 un intenso maquillaje de la franquista AP. Y as铆, en un congreso de refundaci贸n en 1989, Alianza Popular pas贸 a llamarse Partido Popular. Mismos perros con diferentes collares. Pero antes, en octubre de 1976, el acto fundacional de Alianza Popular finaliz贸 con todos los asistentes (cargos luego del PP) coreando en pi茅 Franco, Franco, Franco. Esclarecedor.


Seg煤n la legalidad internacional que emana de la ONU, el franquismo fue ilegal por alzarse en armas contra el gobierno leg铆timo de la Rep煤blica. La Resoluci贸n 39 (I) de Naciones Unidas de 9 de febrero de 1946, aprobada por unanimidad por la Asamblea General, afirma que el r茅gimen de Franco fue impuesto por la fuerza al pueblo espa帽ol. Seg煤n la ONU, el franquismo cometi贸 cr铆menes contra la paz, cr铆menes de guerra y contra la humanidad. Y, seg煤n la Resoluci贸n de la ONU de 2 de octubre de 1997, el franquismo viol贸 sistem谩ticamente el derecho de las v铆ctimas de la represi贸n y de sus familiares. Y a煤n despu茅s, el 17 de marzo de 2006, la Comisi贸n Permanente del Consejo de Europa aprob贸 un谩nime la condena de la dictadura franquista por “m煤ltiples y graves violaciones” de derechos humanos perpetradas en Espa帽a por la dictadura de 1939 a 1975. La condena afirma que “hay pruebas suficientes de graves y numerosas violaciones de Derechos Humanos, cometidas por el r茅gimen franquista, y asumir el pasado no es solo retirar s铆mbolos de la dictadura de lugares p煤blicos. Ha de haber un juicio del r茅gimen franquista que desemboque en una condena sin ambig眉edad”.

Las atrocidades del franquismo fueron perpetradas hasta los a帽os cincuenta por el ej茅rcito golpista y Falange, y justificadas por la Iglesia Cat贸lica. Fue en verdad una estrategia de tierra quemada, un genocidio, y, a medida que en la guerra el ej茅rcito franquista conquistaba pueblos y ciudades, deten铆a a los republicanos y casi siempre los fusilaba. Es significativo que uno de los colectivos m谩s perseguidos y asesinados por los franquistas fueran los maestros de escuela, impulsores de la lealtad a la Rep煤blica.

Alberto Garz贸n nos record贸 que en este pa铆s hubo campos de concentraci贸n, miles de juicios sumar铆simos y durante a帽os fusilamientos diarios de quienes defend铆an la democracia. Y hoy hay unos 150.000 desaparecidos cuyos restos el gobierno del Partido popular se niega a buscar y dificulta la b煤squeda por sus familiares. Espa帽a es el segundo pa铆s del mundo en desaparecidos forzados, solo superado por Camboya. Eso marca tambi茅n al Partido Popular como heredero directo del franquismo.

El franquismo fue un sistema totalitario que devino autoritario y continu贸 siendo criminal en el 煤ltimo tramo de su nefasta existencia. En nuestros d铆as, Amnist铆a Internacional, Human Rights Watch y la ONU exigen investigar los cr铆menes franquistas. Amnist铆a y la ONU exigen tambi茅n derogar la ley de amnist铆a de 1977 que exculp贸 a los franquistas criminales de guerra y de lesa humanidad, algunos hoy o hasta hace un tiempo cargos p煤blicos, catedr谩ticos, empresarios…

“El franquismo no fue una dictadura que acabara con la muerte del dictador”, escribi贸 el investigador Alfredo Grimaldos, “sino una estructura de poder que se integr贸 en la monarqu铆a” y por eso no hubo cambios del aparato pol铆tico y administrativo de la dictadura. Pol铆ticos franquistas dirigieron tambi茅n la transici贸n. Dirigentes franquistas de la polic铆a, judicatura y ej茅rcito continuaron en sus puestos o ascendieron en el escalaf贸n y los jueces del fascista Tribunal de Orden P煤blico pasaron a ser magistrados de instituciones judiciales de la democracia. Incluso los torturadores de la Brigada Pol铆tico-Social continuaron en sus cargos de la polic铆a.

Y, si a煤n hay quien dude de lo que afirma el t铆tulo, recuerde que la llamada Ley Mordaza y la reforma el C贸digo Penal, ambas perpetradas por el Partido Popular, convierten al disidente pol铆tico y a quien protesta en delincuentes. Caracter铆sticas definitorias de los reg铆menes de Mussolini y Hitler, por ejemplo.

Los pueblos de Espa帽a tienen una asignatura pendiente: borrar hasta el 煤ltimo resto de franquismo.



Xavier Ca帽o Tamayo

Periodista, miembro de ATTAC

Twitter: @xcanotamayo




ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible