OPINI脫N de Ana Cuevas Pascual.- En este nuevo orden mundial que nos est谩n imponiendo (donde tanto tienes, tanto vales), millones de personas est谩n abocadas a una miseria absoluta. Como los doscientos activistas de distintos movimientos populares que se reunieron en Italia recientemente. Ellos representan a los genuinos parias de la tierra. Son cartoneros, recicladores de basura, vendedores ambulantes, campesinos sin tierra, ind铆genas, desempleados, chaboleros, vecinos de asentamientos populares... Para el sistema son menos que nada. Una purga terap茅utica, un da帽o colateral cuyo derecho a una vida digna se ningunea por un pu帽ado de royalties.

Uno de los asistentes, en realidad el anfitri贸n, expuso su visi贸n de este modelo cada vez m谩s excluyente y defini贸 un proyecto de vida que rechace el consumismo y practique la solidaridad. Dirigi贸 las siguientes palabras a los pobres: ¡Rebelaos contra la tiran铆a del dinero!- y explic贸 que existe un terrorismo b谩sico que emana del control del dinero sobre la tierra y atenta contra toda la humanidad. Un terrorismo de Estado del que fluyen otro tipo de terrorismos conocidos que, en realidad, solo enmascaran la tiran铆a que ejerce el dinero sobre la humanidad. Tambi茅n les pidi贸 ser solidarios y revitalizar la democracia, all谩 donde la hubiera, instando a los movimientos sociales a ser una alternativa para la vieja pol铆tica. A no permanecer en el papel de actores secundarios y tomar las riendas de sus propios destinos.
No se si a estas alturas habr谩n adivinado qui茅n era este orador al que solo le falt贸 cantar: ¡En pie fam茅lica legi贸n!... Pues mira por donde no era miembro de Unidos Podemos. Este discurso radical, de corte bolivariano que dir铆an muchos, lo dio el Papa, o ciudadano Francisco, que dir铆an otros.
Al bueno de Francisco ya le andan colgando el sambenito de perro-flauta amigo de populistas. Es lo que tiene intentar guardar un m铆nimo de coherencia con lo que predicaba el hijo de su jefe. Eso de militar junto a los m谩s pobres y desamparados incomoda a la corte farisea. Por decir mucho menos han crucificado a alguno. Y es que los poderosos han utilizado las religiones para amedrentar a las masas explotadas. No para redimirlas de sus lamentables circunstancias. Un miedo que han usado con maestr铆a y que, el propio Francisco, dice que debemos conjurar para poder explorar una sociedad m谩s libre y feliz.
A m铆 me cae bien este argentino. Aunque a veces te salga con alguna jaimitada, a rasgos generales me parece un buen tipo. Es verdad que soy atea hasta la m茅dula. Pero es posible que 茅l tambi茅n lo sea. Puede que, en alg煤n momento de plena consciencia, se haya dado cuenta que no existe dios que pueda permitir tanto sufrimiento, tanta inhumana injusticia. Puede que, asumiendo la responsabilidad de su cargo, deba fingir que existe una explicaci贸n divina, una interpretaci贸n v谩lida a esos renglones torcidos que no sea la m谩s obvia: que su autor, de existir, tiene una mente s谩dica y desequilibrada. Tiene que ser dif铆cil confiar en que haya una justicia sobrenatural para quienes padecen la injusticia humana. Mucho m谩s predicar a los pobres que se resignen y esperen una compensaci贸n en el cielo.
Debatieron sobre las tres "T": "Trabajo, Techo y Tierra" pero tambi茅n sobre otras cuestiones fundamentales como "pueblo y democracia", "degradaci贸n medioambiental" o "refugiados". Hubo muchos participantes y algunos invitados ilustres como el ex-presidente de Uruguay Pepe M煤jica o la fil贸sofa, ecologista y premio nobel Vandana Shiva.
Uno de los asistentes, en realidad el anfitri贸n, expuso su visi贸n de este modelo cada vez m谩s excluyente y defini贸 un proyecto de vida que rechace el consumismo y practique la solidaridad. Dirigi贸 las siguientes palabras a los pobres: ¡Rebelaos contra la tiran铆a del dinero!- y explic贸 que existe un terrorismo b谩sico que emana del control del dinero sobre la tierra y atenta contra toda la humanidad. Un terrorismo de Estado del que fluyen otro tipo de terrorismos conocidos que, en realidad, solo enmascaran la tiran铆a que ejerce el dinero sobre la humanidad. Tambi茅n les pidi贸 ser solidarios y revitalizar la democracia, all谩 donde la hubiera, instando a los movimientos sociales a ser una alternativa para la vieja pol铆tica. A no permanecer en el papel de actores secundarios y tomar las riendas de sus propios destinos.
No se si a estas alturas habr谩n adivinado qui茅n era este orador al que solo le falt贸 cantar: ¡En pie fam茅lica legi贸n!... Pues mira por donde no era miembro de Unidos Podemos. Este discurso radical, de corte bolivariano que dir铆an muchos, lo dio el Papa, o ciudadano Francisco, que dir铆an otros.
Al bueno de Francisco ya le andan colgando el sambenito de perro-flauta amigo de populistas. Es lo que tiene intentar guardar un m铆nimo de coherencia con lo que predicaba el hijo de su jefe. Eso de militar junto a los m谩s pobres y desamparados incomoda a la corte farisea. Por decir mucho menos han crucificado a alguno. Y es que los poderosos han utilizado las religiones para amedrentar a las masas explotadas. No para redimirlas de sus lamentables circunstancias. Un miedo que han usado con maestr铆a y que, el propio Francisco, dice que debemos conjurar para poder explorar una sociedad m谩s libre y feliz.
A m铆 me cae bien este argentino. Aunque a veces te salga con alguna jaimitada, a rasgos generales me parece un buen tipo. Es verdad que soy atea hasta la m茅dula. Pero es posible que 茅l tambi茅n lo sea. Puede que, en alg煤n momento de plena consciencia, se haya dado cuenta que no existe dios que pueda permitir tanto sufrimiento, tanta inhumana injusticia. Puede que, asumiendo la responsabilidad de su cargo, deba fingir que existe una explicaci贸n divina, una interpretaci贸n v谩lida a esos renglones torcidos que no sea la m谩s obvia: que su autor, de existir, tiene una mente s谩dica y desequilibrada. Tiene que ser dif铆cil confiar en que haya una justicia sobrenatural para quienes padecen la injusticia humana. Mucho m谩s predicar a los pobres que se resignen y esperen una compensaci贸n en el cielo.
¡Rebelaos contra la tiran铆a del dinero!- dice Francisco.-¡Organizaos pol铆ticamente para cambiar el presente y el futuro! ¡Venced el miedo! Nunca imagin茅 que un Papa y servidora pudi茅ramos estar en tanta sinton铆a. Pero, a煤n y con eso, no me resisto a meter una 煤ltima estrofa: "Ni en dioses reyes ni tribunos, est谩 el supremo salvador. Realicemos nosotros mismos el esfuerzo redentor.".