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Cuando se quiere hacer historia

OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- El fastuoso guirigay montado en los dos partidos de la izquierda (el din谩stico y el antisistema, para entendernos), en realidad se reduce a cuatro nombres: Susana D铆az, Pedro S谩nchez, Pablo Iglesias e 脥帽igo Errej贸n. Cuatro nombres en lucha por el poder en sus respectivas militancias. Ninguno de ellos, excepto Errej贸n, es conocido por elaboraci贸n te贸rica o ideol贸gica digna de menci贸n. Su plataforma solo es personal. Es eso que se llama la americanizaci贸n de la pol铆tica pero que, en el fondo, tambi茅n aqu铆 ha sido casi siempre as铆. En la izquierda, la costumbre generalmente fue dejar a los partidos la tarea de elaboraci贸n te贸rica e ideol贸gica, sobre todo a trav茅s de los congresos, y fabricar de este modo la plataforma para el candidato personal. Tambi茅n la derecha acostumbra a hacerse presente en los congresos pero en ellos pr谩cticamente no hay intercambio te贸rico ya que su actitud suele ser pragm谩ticamente conservadora.



Pero la crisis de la izquierda es m谩s profunda de lo que parece porque afecta a los mismos partidos. Podemos todav铆a no lo es y est谩 por verse qu茅 estructura, que tipo de organizaci贸n, con qu茅 pr谩ctica saldr谩 del congreso pr贸ximo. La intensa conciencia de los primeros tiempos de estar haciendo historia en el pa铆s (pues todo cuanto emprend铆an era "hist贸rico") se ha convertido en la asustada comprobaci贸n de haber sido engullidos por un presente al que es muy dif铆cil engatusar con promesas por mucho que uno se autoatribuya una veracidad nacida, quiz谩, de la biso帽ez.

El PSOE est谩 fracturado en un enfrentamiento interno que nada tiene que envidiar al que se vive en Podemos. En la confrontaci贸n hay elementos interesantes. Los autores del golpe de mano del 1潞 de octubre van a quedarse roncos pidiendo el reinado de la paz, el compa帽erismo, los buenos modos y otras pamplinas. Su golpe de mano fue el mayor de los atropellos y nada ni nadie podr谩 dotar de autoridad la palabra de quien ha jugado sucio para defenestrar al SG e imponer su criterio en un asunto de importancia may煤scula como era la continuidad del gobierno del PP. Por supuesto, de considerar el contexto, se entiende que el PSOE haya quedado en la sombra mientras se decide el pr贸ximo duelo entre D铆az y S谩nchez. Un duelo de personas acerca de cuyas intenciones nadie puede tener las ideas claras porque o no las explicitan o, si lo hacen, es solo para confundir m谩s. En este momento la decisi贸n entre D铆az y S谩nchez est谩 movida b谩sicamente por intereses (los seguidores de D铆az) y sentimientos (los seguidores de S谩nchez). Si el debate no se lleva a la confrontaci贸n de programas, el voto de primarias vendr谩 dado por las campa帽as de comunicaci贸n e imagen de los candidatos Y ah铆 S谩nchez lleva alguna ventaja a D铆az. Ventaja que aumenta proclamando su socialismo "de izquierda" que, despu茅s del triunfo de Hamon en Francia y el acceso de Martin Schulz al SPD, parece presentar buenos augurios.

M谩s o menos lo mismo sucede en Podemos. Los dirigentes siguen sin admitir la realidad de los hechos, siguen neg谩ndolos y atribuyendo su comunicaci贸n a campa帽as diab贸licas para apagar el faro, la luz que ilumina en las tinieblas. Es m谩s que una mera disonancia cognitiva. Es un cierre dogm谩tico en banda: esto no puede estar pas谩ndonos a nosotros. "Esto" es el conflicto, inevitable en toda asociaci贸n, sobre todo en la que pretende alcanzar el Poder de forma que la acci贸n de este se hace sentir en el partido. "Nosotros" somos eso, nosotros, los mejores, m谩s cr铆ticos e incorruptibles. Al propio tiempo, los modelos "hist贸ricos", rechazables por ser del pasado, son sin embargo muy atractivos porque forman parte del universo mental de la izquierda de Podemos. El partido bolchevique sali贸 de un congreso de confrontaci贸n. Esa imagen es poderosa y act煤a en el Super Yo de los dirigentes. Cuando todav铆a negaban que hubiera conflicto en la organizaci贸n, corr铆a el chiste de que en Podemos hab铆a bolcheviques, mencheviques y echeniques. Ven铆a a ser un recordatorio de que, en el mosaico de Podemos (en donde tambi茅n habita IU y, con ella, el PCE) act煤a el grupo de Anticapitalistas. El chiste est谩 desactivado porque Echenique obviamente se ha hecho bolchevique, si bien Anticapitalistas subsiste, quiz谩 como lo m谩s coherente de Podemos. Pero aqu铆 arrasa el duelo singular de las dos figuras medi谩ticas y -no se olvide- su presencia en las redes.

La historia se hace sola.















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