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Las autoridades iraníes detienen a la escritora y defensora de DDHH Golrokh Ebrahimi Iraee

"La defensora iraní de los derechos humanos y escritora Golrokh Ebrahimi Iraee, condenada a seis años de prisión por escribir una historia sobre la cruel práctica de la lapidación, fue detenida de nuevo el domingo y la revisión judicial de su condena está bloqueada ilegalmente, ha advertido hoy Amnistía Internacional.



Golrokh Ebrahimi Iraee fue devuelta a la prisión de Evin tras ser aprehendida por funcionarios de la Guardia Revolucionaria cuando se dirigía a visitar a su esposo, el defensor de los derechos humanos Arash Sadeghi, que se encuentra gravemente enfermo en el hospital. Estaba en libertad merced a un permiso temporal desde el 3 de enero, en espera de una revisión judicial por el Tribunal Supremo de Irán de su condena a seis años de prisión por escribir una historia de ficción inédita. La Guardia Revolucionaria está bloqueando deliberadamente la revisión judicial.

“Esta nueva detención de Golrokh Ebrahimi Iraee y la injerencia de la Guardia Revolucionaria en las actuaciones judiciales es la novedad más reciente y alarmante en el trato arbitrario e injusto que dispensan las autoridades a esta pareja de activistas”, declaró Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y el Norte de África en Amnistía Internacional.

“Las autoridades iraníes deben poner fin a todos los intentos de penalizar las actividades pacíficas de Golrokh Ebrahimi Iraee y Arash Sadeghi en defensa de los derechos humanos, ponerlos en libertad de forma inmediata e incondicional, y garantizar la anulación sin más demora de sus condenas injustas.”

Antes de su detención, Golrokh Ebrahimi Iraee había manifestado a Amnistía Internacional que su condena y la pena de 15 años impuesta a su esposo por su trabajo pacífico por los derechos humanos habían sido asignadas para ser revisadas a la Sala 33 del Tribunal Supremo, pero que la Guardia Revolucionaria había obstruido el proceso impidiendo el traslado de los expedientes judiciales desde el Tribunal Revolucionario de Teherán.

Golrokh Ebrahimi Iraee dijo también a Amnistía Internacional que el fiscal asociado de la prisión de Evin había admitido que se habían cometido actos ilegales en sus casos y había prometido que se volverían a abordar.

Además de la obstrucción a la justicia, a Amnistía Internacional le preocupa que la Guardia Revolucionaria siga infligiendo un dolor y sufrimiento calculados a Arash Sadeghi al bloquear su acceso a atención médica urgente. Arash Sadeghi mantuvo una huelga de hambre de 72 días entre octubre de 2016 y enero de 2017 como protesta por el encarcelamiento de su esposa. Tras la indignación mundial suscitada, finalizó la huelga el 3 de enero, después de que las autoridades excarcelasen a Golrokh Ebrahimi Iraee en virtud de un permiso temporal que prometieron ampliar hasta que su causa fuera objeto de revisión judicial, promesa que ahora han roto.

En las últimas semanas lo están trasladando al consultorio médico de la prisión casi todos los días debido a que sufre hemorragia interna, dificultades respiratorias y tos intensa. Los médicos han afirmado que padece una infección pulmonar grave, problemas gastrointestinales y disfunción renal, y que necesita un largo periodo de hospitalización para recibir atención médica adecuada.

Pese a estas advertencias, las autoridades se niegan a trasladarlo a un hospital. Antes de su detención ayer, las autoridades de la Fiscalía habían comunicado a Golrokh Ebrahimi Iraee que la Guardia Revolucionaria bloquearía el traslado de Arash Sadeghi al hospital hasta que ella volviera a prisión.

“Las autoridades están secuestrando de hecho la salud de Arash Sadeghi. La decisión de negarle el acceso a la atención médica que necesita con tanta urgencia y de condicionarla al retorno a prisión de su esposa es evidentemente un castigo cruel por su huelga de hambre y constituye tortura por parte de las autoridades iraníes”, ha declarado Philip Luther.

“Su estado es grave y debe recibir el tratamiento necesario o su salud seguirá empeorando, lo que pondría su vida en peligro.”

Arash Sadeghi lleva desde junio de 2016 cumpliendo una condena de 15 años de cárcel en la prisión de Evin por sus actividades pacíficas de derechos humanos. Su esposa, Golrokh Ebrahimi Iraee, fue detenida el domingo para seguir cumpliendo una pena de seis años de prisión impuesta por cargos entre los que figura “insultar a santidades islámicas”. Su petición conjunta de revisión judicial está pendiente ante el Tribunal Supremo de Irán. Amnistía Internacional considera a ambos presos de conciencia.

En un informe titulado Health taken hostage: Cruel denial of medical care in Iran’s prisons y publicado en julio de 2016, Amnistía Internacional documentó una constante por parte de las autoridades —especialmente de la Fiscalía, las administraciones penitenciarias y agentes del servicio de inteligencia— de impedir deliberadamente el acceso a atención médica adecuada, en muchos casos como acto deliberado de crueldad para intimidar y castigar a presos y presas políticos o para obtener de ellos “confesiones” o declaraciones de “arrepentimiento”.




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