El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dictado varias órdenes ejecutivas relativas a la inmigración, que incluyen levantar un muro en la frontera con México, construir más centros de detención y privar de fondos federales a las ciudades santuario.
![]()
Niñas en un mitin en Albuquerque el 25 de enero de 2017 en el que activistas denuncian las políticas sobre migración que quiere poner en marcha Donald Trump. AP Photo/Russell Contreras
“Lucharemos con todas nuestras armas contra esta peligrosa decisión”, ha manifestado Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos. “Este muro dirá que hay que temer y rechazar a las personas de fuera de Estados Unidos, especialmente las de Latinoamérica, y eso, sencillamente, es erróneo.”
“Nuestros miembros y simpatizantes pedirán que el Congreso proteja a quienes piden asilo, incluidas las personas que huyen de la violencia en Latinoamérica. No permitiremos que el presidente Donald Trump cree a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México campos de refugiados como los que hemos visto en Grecia, Australia y otros países.”
No permitiremos que Donald Trump cree a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México campos de refugiados
Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos
“La política de ciudades santuario ayuda a proteger los derechos humanos de las personas, en parte garantizando que las autoridades pertinentes están facultadas para hacer su trabajo. Las fuerzas locales de cumplimiento de la ley deberían trabajar con las comunidades para proteger su seguridad, no actuar como agentes de inmigración.”
La campaña de Amnistía Internacional “Yo acojo” protege los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo al documentar abusos contra los derechos humanos y presionar a los gobiernos para que asuman la parte que les corresponde a la hora de abordar esta crisis humanitaria.
En Estados Unidos, Amnistía Internacional trabaja para proteger los programas de reasentamiento de las personas refugiadas y el acceso al asilo en la frontera sur de Estados Unidos, y en particular para poner fin a la dura práctica de detener automáticamente a los niños y niñas, y sus madres, que buscan asilo, y para eliminar otras prácticas que socavan un acceso significativo a la protección.
Además, según la información disponible, el presidente Trump planea firmar esta semana órdenes ejecutivas sobre las personas refugiadas, sobre la prohibición de viajar desde países de mayoría musulmana, y sobre cuestiones de seguridad nacional. Amnistía Internacional seguirá vigilando estas medidas y tendrá expertos disponibles.
Niñas en un mitin en Albuquerque el 25 de enero de 2017 en el que activistas denuncian las políticas sobre migración que quiere poner en marcha Donald Trump. AP Photo/Russell Contreras
“Lucharemos con todas nuestras armas contra esta peligrosa decisión”, ha manifestado Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos. “Este muro dirá que hay que temer y rechazar a las personas de fuera de Estados Unidos, especialmente las de Latinoamérica, y eso, sencillamente, es erróneo.”
“Nuestros miembros y simpatizantes pedirán que el Congreso proteja a quienes piden asilo, incluidas las personas que huyen de la violencia en Latinoamérica. No permitiremos que el presidente Donald Trump cree a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México campos de refugiados como los que hemos visto en Grecia, Australia y otros países.”
No permitiremos que Donald Trump cree a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México campos de refugiados
Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos
“La política de ciudades santuario ayuda a proteger los derechos humanos de las personas, en parte garantizando que las autoridades pertinentes están facultadas para hacer su trabajo. Las fuerzas locales de cumplimiento de la ley deberían trabajar con las comunidades para proteger su seguridad, no actuar como agentes de inmigración.”
La campaña de Amnistía Internacional “Yo acojo” protege los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo al documentar abusos contra los derechos humanos y presionar a los gobiernos para que asuman la parte que les corresponde a la hora de abordar esta crisis humanitaria.
En Estados Unidos, Amnistía Internacional trabaja para proteger los programas de reasentamiento de las personas refugiadas y el acceso al asilo en la frontera sur de Estados Unidos, y en particular para poner fin a la dura práctica de detener automáticamente a los niños y niñas, y sus madres, que buscan asilo, y para eliminar otras prácticas que socavan un acceso significativo a la protección.
Además, según la información disponible, el presidente Trump planea firmar esta semana órdenes ejecutivas sobre las personas refugiadas, sobre la prohibición de viajar desde países de mayoría musulmana, y sobre cuestiones de seguridad nacional. Amnistía Internacional seguirá vigilando estas medidas y tendrá expertos disponibles.
