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La lucha sin tregua de Angela Davis

OPINI脫N de Hanane Karimi.- ¿As铆 pues, esta lucha es sin tregua? Dir铆a que nuestras luchas maduran, que producen nuevas ideas, plantean nuevas cuestiones, y abren nuevas v铆as en nuestra b煤squeda de libertad. Como Nelson Mandela, es necesario estar preparada para aceptar el largo camino hacia la libertad.

Une lutte sans tr锚ve se inscribe en la continuaci贸n de las obras publicadas por Angela Davis. Aproxim谩ndose a la recopilaci贸n de intervenciones Les goulags de la d茅mocratie [publicado en 2006], afina y articula con m谩s precisi贸n las implicaciones pr谩cticas de un capitalismo proteico.

Igual que Mujeres, raza y clase interpela el feminismo desde el punto de vista de la liberaci贸n y emancipaci贸n de las negras y negros, Un lutte sans tr锚ve, analiza las luchas antirracistas en sus diferentes implicaciones desde el encarcelamiento masivo de la poblaci贸n no blanca en Estados Unidos a la solidaridad internacional con el pueblo palestino. El inter茅s de esta obra reside en la centralidad de la cr铆tica radical del capitalismo. Precisa su dimensi贸n sist茅mica y la manera en la que las pol铆ticas p煤blicas contribuyen a la opresi贸n que estructura la sociedad capitalista. Esta obra nos permite situar este desaf铆o en la gesti贸n de las crisis pol铆tica, de seguridad, econ贸mica y migratoria.

Une lutte sans tr锚ve se compone de nueve cap铆tulos, se abre con dos entrevistas con Frank Barat seguido de siete conferencias dadas por Angela Davis generalmente con motivo de aniversarios, en los que se abordan cuestiones de cr铆menes policiales, del complejo industrial-carcelario y de la abolici贸n de las prisiones, del feminismo, de la liberaci贸n negra as铆 como de la solidaridad internacional.

En una de las entrevistas hechas por Frank Barat que figura en la obra, Angela Davis detalla los retos de las luchas progresistas que ella defiende desde 1960 como intelectual y militante. Adem谩s de la filiaci贸n hist贸rica entre las luchas de ayer y de hoy, insiste en la necesidad de una cr铆tica fundamental no solo del racismo sino tambi茅n del capitalismo -especialmente, en su configuraci贸n neoliberal y globalizada- as铆 como del imperialismo.

En sus conferencias, Angela Davis vuelve sobre su historia militante, que contextualiza y describe de forma retrospectiva. Despu茅s de haberse unido al Partido Comunista en 1968, se hizo miembro del Black Panther Party (BPP) que tuvo que abandonar despu茅s de que los dirigentes decidieran que no pod铆an estar afiliados a otra organizaci贸n pol铆tica. Entonces eligi贸 permanecer en el Partido Comunista; sin embargo, continuar谩 colaborando en la secci贸n de Los Angeles en la educaci贸n pol铆tica. A pesar de este distanciamiento, el BPP tendr谩 un papel importante en su liberaci贸n cuando fue encarcelada (1970). Ser谩 absuelta el 4 de junio de 1972. Tambi茅n vuelve sobre su encarcelamiento que hizo de ella una “presa privilegiada de la violencia institucional (…) acusada falsamente de asesinato, de secuestro y de conspiraci贸n”:

“Se buscaba a trav茅s de m铆 mandar el mensaje a muchas personas creyendo que eso les disuadir铆a de implicarse en las luchas de liberaci贸n”

Muestra hasta qu茅 punto acusaciones similares fueron hechas contra otras figuras centrales de las luchas de liberaci贸n como el caso de Assata Shakur. La actualidad francesa con la condena de los hermanos Adama Traor茅, Baguy y Youssouf, el 15 de diciembre de 2016, es una tr谩gica reproducci贸n. Adama, un hombre negro de 24 a帽os, muri贸 asfixiado por los gendarmes durante un interrogatorio el 19 de julio de 2016. Su familia lucha desde entonces de forma tenaz y valiente para que se hagan verdad y justicia a pesar de la criminalizaci贸n de su lucha con los poderes p煤blicos.

La historia de las luchas que presenta Angela Davis se hace eco ampliamente de las que se llevan en las sociedades capitalistas contempor谩neas. En ese sentido, pone cuidado en recordar el ejemplo del programa de diez puntos que el Black Panther Party hab铆a presentado el 15 de octubre de 1966 del cual precisa que aquellas reivindicaciones “siguen siendo pertinentes hoy, si no son a煤n m谩s que en la d茅cada de los 60 del siglo XX”. Vale la pena citar aqu铆 el programa 铆ntegramente:

1. Queremos la libertad. Queremos el poder de determinar el destino de nuestra comunidad negra.

Creemos que los negros no ser谩n libres hasta que no puedan decidir su propio destino.

2. Queremos el pleno empleo para nuestro pueblo.

Creemos que es responsabilidad del gobierno federal procurar un empleo a cada uno o una renta garantizada. Creemos que si los empresarios estadounidenses no quieren garantizarnos el pleno empleo, entonces se les debe quitar los medios de producci贸n y ponerlos en manos de la comunidad; as铆 la gente de la comunidad podr谩 organizarse y emplear a todos sus miembros d谩ndoles una forma de vida de alta gama.

3. Queremos que no haya m谩s saqueo de los blancos a la comunidad negra.

Creemos que este gobierno racista nos ha robado y hoy exigimos el reembolso de los atrasos de la deuda impagada de dos mulas y cuarenta acres que fueron prometidos hace un siglo en compensaci贸n a la esclavitud y el asesinato masivo de los negros. Aceptaremos el pago en especie que ser谩 distribuido en todas nuestras comunidades. Los alemanes ayudan hoy a los jud铆os en Israel a t铆tulo de reparaci贸n por el genocidio de su pueblo. Los nazis mataron a 6 millones de jud铆os. Los racistas americanos participaron en la masacre de m谩s de 50 millones de negros; por eso consideramos que nuestra demanda es muy modesta.

4. Queremos viviendas decentes aptas para abrigar a seres humanos.

Consideramos que si los propietarios blancos no suministran viviendas decentes a la comunidad negra, entonces la vivienda y la tierra deber谩n transformarse en cooperativas de forma que con la ayuda del gobierno, podremos construir viviendas decentes para la gente.

5. Queremos educaci贸n para nuestro pueblo que exponga la verdadera naturaleza decadente de la sociedad estadounidense. Queremos una educaci贸n que nos ense帽e nuestra verdadera historia y nuestro papel en la sociedad actual.

Creemos en un sistema educativo que dar谩 al pueblo el conocimiento de s铆 mismo. Si una persona no conoce su posici贸n en la sociedad y en el mundo, tiene pocas posibilidades en interesarse por nada.

6. Queremos que todos los hombres negros est谩n exentos del servicio militar.

Creemos que los negros no deber铆an estar obligados a luchar en el servicio militar para defender un gobierno racista que no nos protege. No combatiremos ni mataremos a otras personas de color en el mundo que, al igual que los negros, son perseguidos por el gobierno racista blanco estadounidense. Nos protegeremos nosotros mismos contra la brutalidad y la violencia ejercida por la polic铆a y los militares racistas por todos los medios necesarios.

7. Queremos el fin inmediato de los asesinatos y de la brutalidad de la polic铆a.

Creemos que es nuestro deber poner fin a la brutalidad policial contra nuestras comunidades negras organiz谩ndonos en grupos de autodefensa negros destinados a defender a la comunidad negra de la brutalidad y la opresi贸n de la polic铆a racista. La segunda enmienda a la Constituci贸n de Estados Unidos de Am茅rica da el derecho a portar armas. Pensamos que los negros deber铆an armarse a s铆 mismo para la autodefensa.

8. Queremos la libertad para todos los negros detenidos en las prisiones y penitenciarias federales, del Estado, de los condados y de los municipios.

Creemos que todos los negros deber铆an ser liberados de las innumerables prisiones porque no han sido juzgados con justicia e imparcialidad.

9.Queremos que todos los negros cuando comparecen delante de un tribunal sean juzgados por un jurado compuesto de sus pares o de gentes salidas de las comunidades negras como lo estipula la Constituci贸n de Estados Unidos.

Creemos que los tribunales deber铆an atenerse a la Constituci贸n de Estados Unidos para que los negros sean juzgados equitativamente. La 14 Enmienda a la Constituci贸n de EE UU da a toda persona el derecho a ser juzgada por sus pares. Un par es una persona de un medio econ贸mico, social, religioso, geogr谩fico, hist贸rico id茅ntico y del mismo origen racial. Para juzgarlo, la Corte deber谩 estar obligado a seleccionar un jurado en la comunidad negra de donde proviene el acusado negro. Hemos sido y seguimos siendo siempre juzgados por jurados compuestos 煤nicamente de blancos que no tienen ninguna comprensi贸n de la mentalidad del negro medio en la comunidad.

10. Queremos tierra, pan, viviendas, ense帽anza, de qu茅 vestirnos, justicia y paz y como objetivo principal: un plebiscito supervisado de Naciones Unidas que se desarrolle en la “colonia” negra y en el que solo puedan participar sujetos negros “colonizados” para determinar la voluntad del pueblo negro en relaci贸n a su destino nacional.

Repolitizar las luchas pasadas y presentes

De esta forma, las luchas de emancipaci贸n se inscriben en una continuidad y en una historia: contra la esclavitud, en el siglo XIX, en la lucha contra el sistema carcelario en el siglo XXI, pasando por los combates por los derechos civiles en el siglo XX. Como destaca Angela Davis, estas diferentes movilizaciones est谩n vinculadas de manera muy estrecha. Todas apuntan al racismo estructural, tan anclado en la sociedad estadounidense y en la sociedad francesa: “El racismo est谩 integrado en la estructura misma de las instituciones”.

A este respecto, la forma en la que se celebran hoy estas luchas pasadas deber铆a interpelarnos. Asistimos a una personificaci贸n a ultranza de las luchas de emancipaci贸n, generalmente reducidas a figuras morales desembarazadas de su perfil pol铆tico y contestatario. De Martin Luther King a Nelson Mandela, la heroificaci贸n supone una falsificaci贸n de la historia que tiene como consecuencia invisibilizar la fuerza pol铆tica de las acciones colectivas y la intervenci贸n de millones de personas an贸nimas sin las que ninguna resistencia a la opresi贸n -y a fortiori, ninguna victoria- habr铆a sido posible.

Recordemos simplemente que personas como Angela Davis, Assata Shakur pero tambi茅n Nelson Mandela, hoy glorificadas, han estado clasificadas, o todav铆a lo est谩n - como la segunda-, como terroristas en Estados Unidos

A煤n m谩s problem谩tica, la misma celebraci贸n puede contribuir a despolitizar la memoria de las luchas pasadas. As铆 sucedi贸 en los homenajes que se hicieron a la “Marcha por la igualdad y contra el racismo” en 1983 en Francia, rebautizada adem谩s, a menudo, como “Marcha de los mestizos” donde generalmente se contenta con saludar la conmemoraci贸n vaci谩ndola de las reivindicaciones pol铆ticas que est谩n en su origen y perduran a煤n en 2016, tales como la denuncia del racismo de Estado y de los cr铆menes policiales.

Seg煤n Angela Davis, la b煤squeda de la emancipaci贸n supone una visi贸n global de lo que el racismo y el capitalismo implican para la vida de los no-blancos y de los pobres; especialmente, en t茅rminos econ贸micos, educativos o represivos. La defensa de las luchas colectivas progresistas -contra el racismo y el sexismo, la represi贸n policial y el encarcelamiento, las desigualdades sociales y la explotaci贸n capitalista- necesariamente se articulan con una cr铆tica al individualismo capitalista.

La problem谩tica central de la condici贸n capitalista parece un sobreentendido en algunos movimientos pol铆ticos aut贸nomos del antirracismo en Francia. Los detalles de las implicaciones e intereses capitalistas directos en el 谩mbito de la seguridad posterior a los atentados o en la pol铆tica migratoria de los estados occidentales perpet煤an los sistemas de opresi贸n. Al ver estos estrechos lazos destacados por Angela Davis, las implicaciones capitalistas de los sistemas de opresi贸n merecer铆an ser importantes en las luchas antirracistas. Ella recuerda con insistencia que los derechos fundamentales deben estar asegurados y respetados en todos los campos sociales en los que el racismo persiste y se expresa a trav茅s de la segregaci贸n social, econ贸mica, educativa, securitaria que adem谩s, alimenta la l贸gica securitaria y llena las c谩rceles.

Acabar con el “complejo industrial-carcelario”

El movimiento por la abolici贸n de las c谩rceles en el que se inspira Davis, es heredero del an谩lisis del gran intelectual afroamericano W.E.B. Du Bois. Seg煤n 茅l, este movimiento era la prolongaci贸n natural de la lucha por la abolici贸n de la esclavitud poniendo en evidencia la dimensi贸n estructural e institucional de la violencia racial contra la poblaci贸n negra.

Recientemente Michelle Alexander, en The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness /1, establece un paralelismo entre la segregaci贸n racial y el sistema carcelario. Responsable de la justicia racial en la American Civil Liberties Union, se interroga sobre la nueva forma de segregaci贸n que castiga duramente a trav茅s de la lucha contra el tr谩fico de drogas y demuestra que esta es la forma moderna de Jim Crow- s铆mbolo de la ideolog铆a racista y de la segregaci贸n racial post-esclavitud-, que permite el encarcelamiento en masa de personas no blancas en Estados Unidos que cuenta con un 60 % de detenidos negros o hispanos. Hace la siguiente constataci贸n:

“Hoy hay muchos m谩s afroamericanos en en prisi贸n o en libertad condicional que esclavos hab铆a en 1960”

As铆 presenta Davis la filigrana racista de las pol铆ticas securitarias. Pero m谩s all谩 del mantenimiento de la dominaci贸n blanca, los intereses que se derivan son financieros. El concepto de “complejo industrial-carcelario”, desarrollado por Mike Davis en el marco de un estudio sobre la econom铆a penitenciaria, permite repensar las funci贸n central de las prisiones: al mismo tiempo, econ贸mica, ideol贸gica y pol铆tica. El complejo industrial-carcelario constituye “una forma de esclavitud moderna” rentable y en expansi贸n. Los intereses capitalistas que lo sostienen, pero tambi茅n la funci贸n de sometimiento que cumple, lo convierten en un campo determinante de las luchas de emancipaci贸n.

Tambi茅n la lucha contra el sistema carcelario implica atacar las pr谩cticas institucionales y la ideolog铆a que alimenta el complejo industrial-carcelario. El encarcelamiento masivo, en realidad, est谩 ampliamente basado sobre criterios de raza y clase que influyen en las pr谩cticas ordinarias de las instituciones del Estado y sus aparatos represivos. El anclaje de la l贸gica racial en las instituciones explica la gran proporci贸n de no blancos en prisi贸n en Estados Unidos, abor铆genes en Australia y negros y 谩rabes en Francia. Refiri茅ndose a Foucault, Angela Davis describe la prisi贸n como un aparato ideol贸gico y ps铆quico que responde a la l贸gica de “cr铆menes y castigos” pero tambi茅n a un espacio material y objetivo que se apoya en la l贸gica citada anteriormente.

La lucha para acabar con el “complejo industrial-carcelario” que se acompa帽a de la reivindicaci贸n y la abolici贸n de la pena de muerte en Estados Unidos, constituye un reto central para los movimientos progresistas de Estados Unidos pues los encarcelamientos se inscriben en una estrategia de rodeo de los problemas sociales profundos. El encarcelamiento masivo es rentable y puede ser considerado como una de las “derivas destructivas del capitalismo globalizado” con m谩s de dos millones y medio de personas encarceladas en Estados Unidos (que se caracterizan por tener la tasa m谩s alta de encarcelamiento del mundo de forma que de cuatro personas detenidas en el mundo, una lo sea en Estados Unidos. Es esta dimensi贸n global y estructural lo que puede enriquecer nuestro an谩lisis de las luchas contempor谩neas.

En efecto, pese a la forma del libro (un conjunto de conferencias pronunciadas en distintos momentos y sobre temas diversos), el mismo est谩 marcado por la constante preocupaci贸n de Angela Davis de hacer ver los lazos posibles y necesarios entre el antirracismo pol铆tico, el anticapitalismo y antiimperialismo a partir de ejemplos concretos.

La lucha contra el sistema carcelario se acompa帽a necesariamente de la lucha contra los cr铆menes policiales que, en Estados Unidos, igual que en Francia, desmienten el rol c铆vico que el Estado pretende confiar a la polic铆a para “proteger” y “servir” a la poblaci贸n. La militarizaci贸n de las pr谩cticas policiales y su equipamiento suponen una amenaza para la poblaci贸n, especialmente, la no blanca. Los sucesos del 14 de julio de 2016 en la Plaza de la Rep煤blica en Par铆s organizado por “Urgencia, nuestra polic铆a asesina”, colectivo de familias v铆ctimas de cr铆menes policiales, y la presencia del movimiento Black Lives Matter, sirve para ilustrar la dimensi贸n internacional de las problem谩ticas de violencia institucional y de la resonancia de esta problem谩tica en Francia.

El monopolio de la violencia que disfruta el Estado implica la criminalizaci贸n de los individuos o los grupos que la usan con un requerimiento firme a la no violencia permitiendo as铆 ocultar los retos de las luchas anti-sistema: “Poner la cuesti贸n de la violencia en primer plano permite disimular los desaf铆os que est谩n en el coraz贸n de las luchas emancipadoras”. Frente a este hecho, corresponde a los oprimidos y oprimidas autodeterminarse y definir la forma de resistir en relaci贸n a sus objetivos de emancipaci贸n sin juicio moral en cuanto a los medios de luchar que adopten.

En su esfuerzo por elaborar una perspectiva internacional, Angela Davis explica c贸mo el “complejo industrial-carcelario” alimenta no solo la segregaci贸n en el territorio estadounidense sino que participa en el apartheid israel铆. Recuerda que el apoyo de Estados Unidos a Israel se cifra en alrededor de 8,5 millones de euros al d铆a.

Durante una conferencia en Londres para apoyar el boicot a la sociedad privada multinacional G4S, Angela Davis expuso c贸mo la privatizaci贸n de la seguridad interior permite obtener beneficios con el racismo, las pol铆ticas antimigratorias y las tecnolog铆as de la represi贸n en Israel que se exportan a otros lugares bajo la cobertura de “lucha contra el terrorismo” de la cual Israel es precursor. G4S es la tercera mayor compa帽铆a privada del mundo en materia de seguridad. Responsable de la encarcelaci贸n en masa de palestinos, de la organizaci贸n carcelaria de algunas escuelas en Estados Unidos o en establecimientos penitenciarios para menores, del muro de separaci贸n estadounidense- mexicano, de los centros de detenci贸n para emigrantes (que a consecuencia de las guerras, representa uno de los sectores m谩s rentables actualmente), G4S se inmiscuye en la vida de las personas en Estados Unidos, en Gran Breta帽a, en Palestina y en otros lugares.

Esta misma “guerra contra el terrorismo” est谩 en el origen de innumerables p茅rdidas humanas en el mundo, especialmente , en el mundo 谩rabe. As铆 mismo, es el vector -y un medio de legitimaci贸n- del ascenso de la islamofobia en Estados Unidos, en Europa o en Australia. Se traduce por una “israelizaci贸n”de las pr谩cticas securitarias y en un impacto directo sobre nuestras vidas y nuestras sociedades tanto si se trata de la suspensi贸n de las libertades fundamentales, del aumento del racismo o de la represi贸n cada vez m谩s violenta a cualquier contestaci贸n.

La cr铆tica defendida hoy por Angela Davis de la privatizaci贸n de la seguridad nacional bajo la cobertura de la “guerra contra el terrorismo” y de la militarizaci贸n de la polic铆a se acompa帽a de una comparaci贸n con la pol铆tica de seguridad israel铆. De Gaza a Ferguson y hasta Par铆s, la militarizaci贸n de la polic铆a es reveladora de una creciente deriva autoritaria que se expresa en la represi贸n de la poblaci贸n palestina por Israel, manifestaciones en Ferguson contra los cr铆menes policiales o incluso por la represi贸n de las manifestaciones de apoyo a Gaza en Par铆s en 2014 o en la primavera de 2016 en las manifestaciones contra la reforma laboral.

Estos ejemplos de la dimensi贸n estructural de la violencia de Estado, heredera de la violencia racial e hist贸rica de la esclavitud y de la colonizaci贸n, es central en la construcci贸n del sistema capitalista e imperialista globalizado. Angela Davis lo explica as铆:

La represi贸n nunca ha sido tan violenta como cuando las movilizaciones se oponen al capital o al imperialismo que es una de sus facetas.

Un feminismo interseccional

Antirracista, antiimperialista, anticapitalista, Angela Davis es tambi茅n feminista. Se inscribe en un enfoque interseccional /2 que responde a la exigencia recurrente hecha a las mujeres negras de posicionarse frente al movimiento negro y al movimiento feminista insistiendo en las imbricaciones entre diferentes opresiones. Como recuerda Angela Davis, el feminismo negro basa su enfoque en la toma en serio de las m煤ltiples opresiones que atraviesan el cuerpo de las mujeres negras as铆 como su experiencia vital individual. Por tanto, es el propio feminismo el que ha evolucionado -y debe seguir haci茅ndolo- especialmente, bas谩ndose en el trabajo fundamental de conceptualizaci贸n hecho por las feministas negras.

Davis recuerda la dificultad real para algunas mujeres de color de identificarse con el movimiento feminista:

Fuimos muchas las que consideramos en aquella 茅poca el movimiento feminista como un movimiento demasiado “blanco” y demasiado “clase media” como un movimiento “demasiado burgu茅s”. El combate por los derechos de las mujeres va m谩s all谩 de “excluir” a las mujeres no blancas de la categor铆a “mujeres” y de esta forma su feminismo ser谩 estudiado a trav茅s de lo que se llaman las “teor铆as y pr谩cticas feministas de las mujeres no blancas.

Hoy este dato sigue siendo operativo en Francia. Por ejemplo, para la categor铆a de mujeres musulmanas visibles quienes mayoritariamente no se reconocen en el calificativo de feministas aunque adopten pr谩cticas feministas. .

La emergencia del feminismo negro (Black feminism) permiti贸 volver a conectar estos dos movimientos sin jerarquizarlos. La interseccionalidad era “un medio de pensar nuestros desaf铆os” que atravesaban los cuerpos y las experiencias vitales individuales y que implicaba que no se pueden separar la cuestiones relativas a la raza de las cuestiones relativas a la clase social o al g茅nero. M谩s all谩 de esto, este enfoque interseccional permiti贸 unir la lucha por la justicia social m谩s all谩 de las fronteras nacionales: Insistir en las convergencias de las luchas contra el racismo en Estados Unidos y las luchas contra la represi贸n de los palestinos por parte de Israel constituye desde este punto de vista, un enfoque feminista.

Este feminismo se esfuerza en pensar en la articulaci贸n y en las intersecciones entre las diferentes relaciones de opresi贸n para sobrepasar las categor铆as construidas socialmente por y para la dominaci贸n.

Davis tambi茅n vuelve sobre la redefinici贸n de la categor铆a “mujer” y sus l铆mites, que ella presenta bajo la mirada de la realidad transexual distanci谩ndose del concepto de g茅nero que transmite, seg煤n ella, un inconsciente normativo. Muestra la pertinencia de la consigna “lo personal es pol铆tico” y la forma en la que la violencia dom茅stica y la institucional se hacen eco una a la otra. Adem谩s anima a los movimientos feministas contra la violencia racial a denunciar con la misma fuerza la violencia dom茅stica pues, para Davis, lo pol铆tica se reproduce a s铆 mismo a trav茅s de lo personal.

Muestra en el cap铆tulo sobre feminismo y lucha anticarcelaria, la aportaci贸n de las contribuciones de antiguas detenidas transexuales as铆 como trabajos universitarios elaborados bajo este punto de vista.

M谩s all谩 de la cuesti贸n sexual, las opresiones est谩n inextricablemente unidas se hable del racismo estructural de Estados Unidos o de la represi贸n del pueblo palestino por Israel, la alianza de las mujeres del tercer Mundo en la d茅cada de 19960-70 nos recuerda hasta qu茅 punto el racismo , sexismo e imperialismo est谩n estrechamente imbricados. Recuerda el papel fundamental de las mujeres en las luchas contra la opresi贸n: las mujeres siempre aseguraron las tareas de organizaci贸n del movimiento negro radical.

Conclusi贸n

En esta obra. Angela Davis nos acompa帽a en el camino que va de las luchas pasadas a las actuales mostrando c贸mo la b煤squeda de la liberaci贸n toma forma y se recompone en los m谩rgenes de la sociedad, en el seno de los grupos oprimidos. De esta forma, propone aprender c贸mo pensar, actuar y luchar contra lo que ideol贸gicamente es designado como “normal”.

Volviendo a las luchas de liberaci贸n post-esclavistas de la poblaci贸n negra estadounidense, abre la v铆a a un movimiento m谩s global y designa objetivos de transformaci贸n para una sociedad nueva. As铆 logra establecer lazos fecundos en un plano te贸rico y pr谩ctico entre lucha anticarcelaria, el feminismo negro e interseccional, el movimiento de solidaridad con Palestina, pero tambi茅n la necesidad de desinstitucionalizar los asilos y los establecimientos psiqui谩tricos.

A la hora de la crisis migratoria y de las pol铆ticas represivas que ejercen los gobiernos, las entrevistas y las conferencias que recoge Frank Barat son preciosos para la actualizaci贸n de una reflexi贸n sobre las luchas progresistas para la liberaci贸n , la igualdad y la justicia.


Notas

1. The New Press, 2010. El libre aparecer谩 pronto en franc茅s en ediciones Syllepe.
2/ Angela Davis, Femmes, race et classe, Paris, Editions des femmes, 2007.

[Aprovechando la publicaci贸n en franc茅s del libro de Angela Davis, Une lutte sans tr锚ve, Hanane Karimi, profesora en la Universidad de Estrasburgo y portavoz Femmes dans la mosqu茅e traza un perfil de su pensamiento.]http://www.contretemps.eu/angela-davis-feminisme-intersectionnel/

Traducci贸n: VIENTO SUR

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