OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave, México.- El sueño dorado de todo dictador, de todo sátrapa, de todo tirano, de todo autócrata, de todo déspota, de todo opresor, de todo absolutista, de todo totalitario, ya lo hemos dicho, es tener una prensa a modo o de plano suprimir todo medio informativo, de análisis y de crítica, sólo aceptan el entretenimiento imbécil.
Es una verdad que muchos de estos energúmenos creen a pies juntillas, que con darles pan y circo a los pueblos que sojuzgan tienen abierto el camino de sus potestades. Desde luego no entienden y ni asimilan las lecciones de la historia.
En México, se aconseja a los bisoños funcionarios públicos, que cuando se asume un puesto público no basta serlo sino parecerlo. Esto lo decimos con respecto al huésped de Casa Blanca, Donald Trump.
Los calificativos del principio, nos dirán algunos, son abuso si se los endosamos, o colgamos al presidente de la más poderosa potencia del mundo, pero es el caso, que todo eso parece.
En su pleito contra la prensa de su país no da tregua, está empeñado en tenerla sujeta y a su modo. Aquello medios, cuyos reporteros se salgan de guión en las conferencia de prensa o en las entrevistas, los que le señalen errores o lo critiquen en su actuación como presidente de la gran potencia del mundo, reciben el calificativo que ha pergeñado y repite constantemente: “son medios y ese periodistas enemigos del pueblo estadounidense”.
Se informa, que luego de que el presidente estadounidense volviera a atacar a los grandes medios de comunicación de su país, llamándolos “deshonestos”, “enemigos del pueblo” y divulgadores de “noticias falsas”, vetó a nuevo de ellos a las conferencias en la Casa Blanca, entre otros a CNN, The New York Times, Politico.
Los medios conservadores afines como el Washington Times, la web Breitbart, y los moderados ABC, CBS, The Wall Street Journal, Bloomberg y Fox News, tuvieron puerta abierta.
Lo importante es la respuesta de solidaridad de los periodistas, ante tan burdas ordenes que son verdaderos atentados a las libertades de prensa y expresión, los reporteros de la revista Time y la agencia Associated Press, AP, se negaron a acudir a la conferencia presidencial en la Casa Blanca, como protesta ante tal oprobio.
“Nada de esto ha sucedido nunca en la Casa Blanca en nuestra larga historia de cubrir a múltiples Gobiernos de diferentes partidos”, recordó y enfatizo el director ejecutivo de The New York Times, Dean Baquet, en un comunicado; y la CNN organizó un mitin de protesta en Nueva York.
La política oscurantista del tal Donald, no lo dudemos, pueden tener ominosas repercusiones mundiales. De ahí que no nos queda otro camino: Periodistas del mundo uníos contra el enemigo de las libertades primarias.
Es una verdad que muchos de estos energúmenos creen a pies juntillas, que con darles pan y circo a los pueblos que sojuzgan tienen abierto el camino de sus potestades. Desde luego no entienden y ni asimilan las lecciones de la historia.
En México, se aconseja a los bisoños funcionarios públicos, que cuando se asume un puesto público no basta serlo sino parecerlo. Esto lo decimos con respecto al huésped de Casa Blanca, Donald Trump.
Los calificativos del principio, nos dirán algunos, son abuso si se los endosamos, o colgamos al presidente de la más poderosa potencia del mundo, pero es el caso, que todo eso parece.
En su pleito contra la prensa de su país no da tregua, está empeñado en tenerla sujeta y a su modo. Aquello medios, cuyos reporteros se salgan de guión en las conferencia de prensa o en las entrevistas, los que le señalen errores o lo critiquen en su actuación como presidente de la gran potencia del mundo, reciben el calificativo que ha pergeñado y repite constantemente: “son medios y ese periodistas enemigos del pueblo estadounidense”.
Se informa, que luego de que el presidente estadounidense volviera a atacar a los grandes medios de comunicación de su país, llamándolos “deshonestos”, “enemigos del pueblo” y divulgadores de “noticias falsas”, vetó a nuevo de ellos a las conferencias en la Casa Blanca, entre otros a CNN, The New York Times, Politico.
Los medios conservadores afines como el Washington Times, la web Breitbart, y los moderados ABC, CBS, The Wall Street Journal, Bloomberg y Fox News, tuvieron puerta abierta.
Lo importante es la respuesta de solidaridad de los periodistas, ante tan burdas ordenes que son verdaderos atentados a las libertades de prensa y expresión, los reporteros de la revista Time y la agencia Associated Press, AP, se negaron a acudir a la conferencia presidencial en la Casa Blanca, como protesta ante tal oprobio.
“Nada de esto ha sucedido nunca en la Casa Blanca en nuestra larga historia de cubrir a múltiples Gobiernos de diferentes partidos”, recordó y enfatizo el director ejecutivo de The New York Times, Dean Baquet, en un comunicado; y la CNN organizó un mitin de protesta en Nueva York.
La política oscurantista del tal Donald, no lo dudemos, pueden tener ominosas repercusiones mundiales. De ahí que no nos queda otro camino: Periodistas del mundo uníos contra el enemigo de las libertades primarias.