Tras la aprobación en el Consejo de Ministros celebrado hoy del real decreto de reforma de la estiba, La Unión General de Trabajadores manifiesta lo siguiente:
1.– La imposición, vía decreto, de la reforma del sector de la estiba viene a confirmar la nula voluntad de consenso manifestada por la Administración durante estos días y su desprecio a los principios democráticos más elementales. Censuramos, por tanto, que no haya tomado en consideración ninguna de las alternativas planteadas por los sindicatos ni respondido a nuestras numerosas dudas y preguntas.
2.– El contenido del real decreto, que no ha cambiado ni una coma con respecto al borrador, excede con mucho los límites y condiciones establecidos por la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de diciembre de 2014. Dicha sentencia, a cuyo cumplimiento jamás nos hemos opuesto, ha sido utilizada torticeramente por el Ministerio de Fomento para poner en marcha una desregulación salvaje que acarreará altos índices de precariedad e inseguridad, y cuyos máximos beneficiarios serán las empresas multiservicio y de trabajo temporal.
3.– La intransigencia del Gobierno –al decretar “a las bravas” y sin consenso la reforma– y los cambios de criterio de la patronal Anesco –que se desdice ahora de lo acordado con anterioridad– condicionan y comprometen gravemente las negociaciones abiertas en el marco de la negociación colectiva. En este nuevo escenario, y aun en contra de nuestra voluntad inicial, la posibilidad de que ejerzamos responsable y conscientemente nuestro legítimo derecho a la huelga aumenta por momentos.
La Unión General de Trabajadores, consecuente con sus principios, tratará de agotar la vía del diálogo, pero advierte, a tenor de los acontecimientos, que esta es cada vez más estrecha. Fomento ha puesto mucho de su parte para que así sea, pues con su actitud y sus decisiones no ha propiciado nunca “el imprescindible clima de normalidad favorable al diálogo y la negociación” al que se refería en su nota de prensa del pasado 15 de febrero.
4.– Confiamos, al margen de lo antedicho, en que los grupos parlamentarios de la oposición piensen en el bien común y enmienden durante su tramitación parlamentaria los puntos más controvertidos del real decreto recién aprobado.
5.– Recordamos, finalmente, que los estibadores y estibadoras son un colectivo altamente cualificado y productivo, cuyo desempeño es básico para el crecimiento económico y bienestar social de nuestro país. El problema no es que gocen de unas condiciones laborales dignas –tal y como se ha propalado interesadamente en algunos medios–, sino que estas no se hagan extensivas a otros colectivos profesionales.
Web de la FeSMC-UGT
1.– La imposición, vía decreto, de la reforma del sector de la estiba viene a confirmar la nula voluntad de consenso manifestada por la Administración durante estos días y su desprecio a los principios democráticos más elementales. Censuramos, por tanto, que no haya tomado en consideración ninguna de las alternativas planteadas por los sindicatos ni respondido a nuestras numerosas dudas y preguntas.
2.– El contenido del real decreto, que no ha cambiado ni una coma con respecto al borrador, excede con mucho los límites y condiciones establecidos por la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de diciembre de 2014. Dicha sentencia, a cuyo cumplimiento jamás nos hemos opuesto, ha sido utilizada torticeramente por el Ministerio de Fomento para poner en marcha una desregulación salvaje que acarreará altos índices de precariedad e inseguridad, y cuyos máximos beneficiarios serán las empresas multiservicio y de trabajo temporal.
3.– La intransigencia del Gobierno –al decretar “a las bravas” y sin consenso la reforma– y los cambios de criterio de la patronal Anesco –que se desdice ahora de lo acordado con anterioridad– condicionan y comprometen gravemente las negociaciones abiertas en el marco de la negociación colectiva. En este nuevo escenario, y aun en contra de nuestra voluntad inicial, la posibilidad de que ejerzamos responsable y conscientemente nuestro legítimo derecho a la huelga aumenta por momentos.
La Unión General de Trabajadores, consecuente con sus principios, tratará de agotar la vía del diálogo, pero advierte, a tenor de los acontecimientos, que esta es cada vez más estrecha. Fomento ha puesto mucho de su parte para que así sea, pues con su actitud y sus decisiones no ha propiciado nunca “el imprescindible clima de normalidad favorable al diálogo y la negociación” al que se refería en su nota de prensa del pasado 15 de febrero.
4.– Confiamos, al margen de lo antedicho, en que los grupos parlamentarios de la oposición piensen en el bien común y enmienden durante su tramitación parlamentaria los puntos más controvertidos del real decreto recién aprobado.
5.– Recordamos, finalmente, que los estibadores y estibadoras son un colectivo altamente cualificado y productivo, cuyo desempeño es básico para el crecimiento económico y bienestar social de nuestro país. El problema no es que gocen de unas condiciones laborales dignas –tal y como se ha propalado interesadamente en algunos medios–, sino que estas no se hagan extensivas a otros colectivos profesionales.
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