OPINI脫N de Jos茅 Mar铆a G贸mez Vallejo.- Inmaculada ten铆a decido que quer铆a que la desconectaran del respirador que la manten铆a con vida. Llevaba veinte a帽os postrada en la cama a causa de una distrofia muscular que la dej贸 tetrapl茅jica. Tuvo que cambiar de hospital, ya que en el que estaba ingresada le negaban su voluntad. Tras meses de trabas e impedimentos, pudo cumplir su deseo y puso fin a su sufrimiento. Gracias a la lucha de personas como Inmaculada, la asamblea de Madrid ha aprobado un proyecto de ley que garantiza a los pacientes una serie de derechos que les permiten morir con dignidad.
La capital se suma a otras provincias como Galicia, Pa铆s Vasco y Andaluc铆a, pionera en aprobar una ley similar en Espa帽a. El texto reconoce que el paciente puede negarse a continuar con tratamientos que alarguen su vida; y obliga al profesional sanitario a cumplir con su intenci贸n, ya que no puede alegar objeci贸n de conciencia. Adem谩s, una vez tomada la decisi贸n, los pacientes pueden elegir quedarse en el hospital o trasladarse a su hogar para que puedan despedirse con los suyos, adem谩s del apoyo y la ayuda de psic贸logos y trabajadores sociales.
El mayor obst谩culo se encuentra en la religi贸n. Desde un punto de vista laico de la moral, la decisi贸n de acabar o continuar con la propia vida es voluntad de cada persona, no de ning煤n Dios. Desde el plano jur铆dico hay que tutelar la vida en todas las circunstancias en las que se vea desprotegida, pero siempre y cuando sea libremente deseada. No es un ejercicio obligatorio de sus titulares. Tanto la libertad como la dignidad son valores tan importantes como la vida. “No es una elecci贸n entre morir o vivir, sino morir de una forma o de otra. La decisi贸n no depende de una situaci贸n de enfermedad, sino de libertad”, cuenta Fernando Mar铆n, presidente de la asociaci贸n Derecho a Morir Dignamente.
En ocasiones los cambios normativos no avanzan tan r谩pido como debieran, pero eso no quita que sean igual de importantes. Esta medida supone un gran paso para los derechos de todos, ya que es tan fundamental preservar la vida, como poder decidir sobre ella. “Una muerte digna es una muerte libre, uno decide c贸mo pasar esa etapa final de sus vidas” afirma Fernando.
Jos茅 Mar铆a G贸mez Vallejo
Periodista
Twitter: @JmGomezVallejo
La capital se suma a otras provincias como Galicia, Pa铆s Vasco y Andaluc铆a, pionera en aprobar una ley similar en Espa帽a. El texto reconoce que el paciente puede negarse a continuar con tratamientos que alarguen su vida; y obliga al profesional sanitario a cumplir con su intenci贸n, ya que no puede alegar objeci贸n de conciencia. Adem谩s, una vez tomada la decisi贸n, los pacientes pueden elegir quedarse en el hospital o trasladarse a su hogar para que puedan despedirse con los suyos, adem谩s del apoyo y la ayuda de psic贸logos y trabajadores sociales.
El mayor obst谩culo se encuentra en la religi贸n. Desde un punto de vista laico de la moral, la decisi贸n de acabar o continuar con la propia vida es voluntad de cada persona, no de ning煤n Dios. Desde el plano jur铆dico hay que tutelar la vida en todas las circunstancias en las que se vea desprotegida, pero siempre y cuando sea libremente deseada. No es un ejercicio obligatorio de sus titulares. Tanto la libertad como la dignidad son valores tan importantes como la vida. “No es una elecci贸n entre morir o vivir, sino morir de una forma o de otra. La decisi贸n no depende de una situaci贸n de enfermedad, sino de libertad”, cuenta Fernando Mar铆n, presidente de la asociaci贸n Derecho a Morir Dignamente.
En ocasiones los cambios normativos no avanzan tan r谩pido como debieran, pero eso no quita que sean igual de importantes. Esta medida supone un gran paso para los derechos de todos, ya que es tan fundamental preservar la vida, como poder decidir sobre ella. “Una muerte digna es una muerte libre, uno decide c贸mo pasar esa etapa final de sus vidas” afirma Fernando.
Jos茅 Mar铆a G贸mez Vallejo
Periodista
Twitter: @JmGomezVallejo