Ir al contenido principal

Solicitantes de asilo LGBT sufren abusos en Ceuta

Migrantes en la cima de la cerca doble  que rodea a Ceuta, el enclave espa帽ol en  脕frica del Norte.
Migrantes en la cima de la cerca doble que rodea a Ceuta, el enclave espa帽ol en 脕frica del Norte. ©2016 Antonio Sempere

Mil谩n.- Las personas solicitantes de asilo que pertenecen a la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y personas transg茅nero (LGBT) en Ceuta, el enclave espa帽ol en el norte de 脕frica, est谩n expuestas a hostigamiento y abusos, se帽al贸 Human Rights Watch. "Las autoridades espa帽olas deber铆an trasladar a estas personas inmediatamente al territorio continental y cesar la pol铆tica de facto por la cual se bloquean la mayor铆a de los traslados de solicitantes de asilo hacia Espa帽a peninsular".




Migrantes inscritos en el centro de recepci贸n de Ceuta tras su llegada al enclave espa帽ol, febrero 2017.© 2017 Antonio Sempere

“Los solicitantes de asilo LGBT que huyeron de contextos de intimidaci贸n y hostigamiento homof贸bico en su pa铆s de origen enfrentan abusos similares en Ceuta, tanto en el centro de inmigraci贸n como en las calles”, expres贸 Judith Sunderland, directora asociada para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “Espa帽a deber铆a trasladar a estas personas a centros de acogida en la pen铆nsula, donde pueden obtener los servicios y la asistencia que por derecho les corresponden”.

Todos los inmigrantes que ingresan en Ceuta en forma irregular son alojados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que depende del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. El establecimiento, que fue dise帽ado para estad铆as breves y tiene capacidad para 512 personas, a menudo est谩 saturado. A pesar de los esfuerzos del personal, los solicitantes de asilo no pueden recibir la atenci贸n y los servicios que el derecho espa帽ol les reconoce.





Tiendas instaladas en el centro de acogida en Ceuta para alojar a las personas ante la sobrepoblaci贸n que experimenta el sitio, marzo 2017© 2017 Privado

Cuando Human Rights Watch visit贸 el centro el 28 y 29 de marzo, hab铆a 943 residentes, muchos de los cuales viv铆an en grandes tiendas instaladas en lo que anteriormente hab铆a sido una cancha de baloncesto dentro del predio, mientras otros dorm铆an en salas que deber铆an usarse para clases o actividades grupales. Si bien el centro es abierto, y los inmigrantes pueden entrar y salir, no se les permite salir de Ceuta, un enclave de apenas 18,5 kil贸metros cuadrados.





Interior de una carpa que alberga a 24 hombres en el centro de acogida de migrantes en Ceuta, marzo de 2017.©2017 Privado

Seg煤n personal del centro, actualmente hay entre 70 y 80 solicitantes de asilo en el centro de Ceuta, de los cuales al menos 10 han pedido asilo alegando discriminaci贸n por su orientaci贸n sexual o identidad de g茅nero.

Human Rights Watch habl贸 con tres hombres gais alojados en el centro, dos procedentes de Marruecos y uno de Argelia, que hab铆an pedido asilo por persecuci贸n debido a su orientaci贸n sexual. Describieron haber vivido situaciones de abuso extremo, incluida la violencia f铆sica ejercida por familiares, rechazo reiterado y generalizado por parte de la sociedad y agresiones f铆sicas en las calles de sus pa铆ses de origen. Un hombre de Marruecos dijo que hab铆a sido encarcelado, en parte, por su orientaci贸n sexual. Tanto Marruecos como Argelia criminalizan la actividad sexual con consentimiento entre personas del mismo sexo, y prev茅n para esto una pena de hasta tres a帽os de prisi贸n y multas.

Los tres hombres se refirieron a las dificultades que enfrentaban en el centro y en Ceuta debido a su orientaci贸n sexual.

Ahmed (seud贸nimo), de 29 a帽os, y oriundo de Marruecos, dijo que huy贸 de su pa铆s porque sufr铆a amenazas de su familia y de la polic铆a, pero que est谩 recibiendo el mismo trato por parte de otras personas que se alojan en el CETI. “Ellos [otros residentes del CETI] me dicen que si me ven afuera [del centro] me van a pegar”, seg煤n cont贸. “Me atacan, y yo escapo. Una vez, en noviembre o diciembre, uno me peg贸”.

Los solicitantes de asilo LGBT est谩n atrapados en Ceuta por causa de una pol铆tica que, seg煤n cree Human Rights Watch, est谩 dise帽ada para disuadir los pedidos de todos los solicitantes de asilo, salvo los sirios, que consiguen llegar al enclave. Los migrantes que no piden asilo reciben 贸rdenes de expulsi贸n y son trasladados a Espa帽a peninsular a un promedio que las autoridades procuran que sea de 80 por semana, y all铆 son asignados a centros de detenci贸n mientras se encuentra pendiente su deportaci贸n o a refugios gestionados por organizaciones no gubernamentales. Sin embargo, a los solicitantes de asilo en general no se les permite trasladarse.

“Negar a los solicitantes de asilo su libertad de circulaci贸n para disuadir las solicitudes no solo ser铆a cruel y errado, sino que adem谩s supondr铆a un uso indebido de poder”, apunt贸 Sunderland. “Sin embargo, la evidencia sugiere que las autoridades ofrecen una dura alternativa a las personas que necesitan protecci贸n, al exigirles que manifiesten su necesidad y permanezcan meses o a帽os en una situaci贸n indefinida en Ceuta, o que corran el riesgo y pidan asilo reci茅n despu茅s de haber sido trasladadas al territorio continental, cuando ya tienen una orden de expulsi贸n en mano”.

Si bien algunos migrantes permanecen en el centro en Ceuta cuatro o cinco meses, los que piden asilo por lo general se quedan all铆 mucho m谩s tiempo, a veces durante la totalidad del procedimiento en el que se eval煤a su solicitud de protecci贸n, un proceso que puede demorar bastante m谩s de un a帽o. La polic铆a en Ceuta realiza controles fronterizos e intercepta a solicitantes de asilo que intentan dejar el enclave para ir a la Espa帽a peninsular.

En 2010, el Ministerio del Interior de Espa帽a indic贸 que los solicitantes de asilo en los enclaves reciben documentos que les permiten vivir tanto en Ceuta como en Melilla, el otro enclave espa帽ol en el norte de 脕frica. Sin embargo, el ministerio se帽al贸 que en ning煤n caso estos documentos los habilitan a viajar al territorio continental de Espa帽a. Si bien las autoridades espa帽olas trasladan regularmente a solicitantes de asilo sirios desde los enclaves, el ministerio no parece haber cambiado su pol铆tica respecto de otras nacionalidades, a pesar de una serie de sentencias judiciales y de recomendaciones formuladas por el Defensor del Pueblo y organizaciones de derechos de refugiados. Las sentencias judiciales tambi茅n han dispuesto que los solicitantes de asilo deber铆an tener libertad de circulaci贸n dentro de Espa帽a.

“La situaci贸n de los enclaves, que son las fronteras de la UE en la costa sur del Mediterr谩neo, es sin dudas diferente de la de otros pa铆ses de la UE, pero esto no justifica castigar a quienes ingresan a Ceuta en busca de asilo”, se帽al贸 Sunderland. “Espa帽a tiene los medios para tratar dignamente a los solicitantes de asilo, incluidas las personas LGBT que buscan un pa铆s tolerante donde puedan vivir sin temor a sufrir discriminaci贸n o violencia”.

Relatos de solicitantes de asilo

Ahmed, un joven marroqu铆 de 29 a帽os, cont贸 a Human Rights Watch que en su pa铆s de origen “no encontraba nadie que me protegiera, ni mi familia ni la polic铆a”. Hab铆a sido condenado a seis meses de prisi贸n despu茅s de haber corrido hacia la polic铆a cuando, tarde una noche, intent贸 escapar de dos hombres que le dieron una golpiza en la calle por ser gay. Pero la vida en el centro de Ceuta, donde se aloja desde mediados de octubre de 2016, es dif铆cil. “Aqu铆 tambi茅n me insultan, me dicen maric贸n. Me dicen que cuando me ven fuera me van a pegar. Y me atacan, yo escapo. Una vez, en noviembre o diciembre, uno me peg贸. Era un argelino. Me dec铆a maric贸n, te voy a matar. Anteayer estaba con un amigo, vino un argelino y me ech贸 de la habitaci贸n dici茅ndome ‘eh maric贸n, sal de aqu铆’”.

Ahmed habl贸 de su esperanza de tener una nueva vida: “Quiero sobrevivir, quiero un futuro. No quiero pensar siempre en que me van a pegar…No puedo en Marruecos, tampoco aqu铆 porque Ceuta es como Marruecos”.

Francisco (seud贸nimo), un ciudadano marroqu铆 de 30 a帽os, vive en el centro hace 14 meses. Cont贸 que su familia lo ech贸 cuando ten铆a 12 a帽os debido a su sexualidad. Hab铆a sido violado por dos hombres en un basural cuando todav铆a era adolescente, y golpeado y detenido por la polic铆a. Lleg贸 a un punto l铆mite cuando un primo, con quien Francisco hab铆a vivido despu茅s de que aquel regresara tras vivir algunos a帽os en el extranjero, se puso en su contra tras enterarse de que era gay:

Me vine a Ceuta. No me quedaba m谩s remedio que pedir asilo. Pero aqu铆 est谩 muy mal. Estoy desesperado. Ceuta me parece igual como en Marruecos. Una vez estaba en la playa, un t铆o un poco mayor me ofreci贸 un purrito. Dije que no. 脡l quer铆a abusar de m铆, pero no quer铆a, y me tir贸 una piedra y me peg贸 un pu帽o. Fui a la polic铆a. Al inicio no quisieron tomar la denuncia. No hicieron nada, lo veo siempre ah铆….En el CETI no hablo con nadie, evito los problemas. Si no, reviento. Sabes, echado de casa a los 12 a帽os, todos los problemas.

Said (seud贸nimo), un ciudadano argelino de 32 a帽os, llevaba casi 10 meses en el CETI cuando Human Rights Watch lo entrevist贸: “Quiero tener una nueva vida”, dijo. “Necesito olvidarme de mis problemas. No ten铆a mucha idea de ad贸nde ir, solo quer铆a un lugar donde pudiera vivir sin violencia. Aqu铆 las cosas son dif铆ciles. Solo puedes dormir y comer, dormir y comer. Aqu铆 evito a todos para no tener problemas”.

Un miembro del personal cont贸 a Human Rights Watch que otros residentes suelen “burlarse, hostigar y atacar” a las personas LGBT que solicitan asilo. “Muchos no aceptan compartir una habitaci贸n con un homosexual. O los hostigan aqu铆 o pelean fuera del centro”.

Pol铆tica de la UE

La Directiva de Acogida de la Uni贸n Europea, que es vinculante para Espa帽a, exige que los pa铆ses de la UE tengan en cuenta la situaci贸n de las personas vulnerables al brindarles alojamiento, y que tomen medidas para prevenir la agresi贸n y el acoso sexuales en los centros de acogida. Si bien las personas LGBT que solicitan asilo no est谩n enumeradas en la directiva como personas consideradas vulnerables, Human Rights Watch coincide con la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE y la Asociaci贸n Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA-Europa) en que muchas personas LGBT que buscan asilo re煤nen los requisitos debido al tipo de persecuci贸n que viven en sus pa铆ses de origen. En un informe de 2015, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, observ贸 que “las personas de inter茅s LGBTI enfrentan una gran variedad de riesgos de protecci贸n en los pa铆ses de asilo, incluidas nuevas persecuciones por parte de las autoridades, las comunidades de acogida, los miembros de la familia, y otros solicitantes de asilo y refugiados”.

Las mejores pr谩cticas para la acogida de personas identificadas como solicitantes de asilo LGBT por dichas organizaciones incluyen alojamiento en habitaciones individuales, traslados a centros m谩s peque帽os, capacitaci贸n espec铆fica para el personal y facilitaci贸n del acceso a organizaciones LGBT y redes de apoyo.

Estas condiciones para las personas LGBT que solicitan asilo no se pueden cumplir en el centro de acogida ni en ning煤n otro lugar de Ceuta.

Diversas organizaciones no gubernamentales, el Defensor del Pueblo y ACNUR han destacado en reiteradas oportunidades que el centro de Ceuta, as铆 como el de Melilla, no son aptos como centros de acogida para solicitantes de asilo. En un informe publicado en junio de 2016, el Defensor del Pueblo concluy贸 que estos centros “[no pueden] ser considerados como recurso adecuado para alojar y atender a los solicitantes de asilo” y reiter贸 que el Defensor ha llamado la atenci贸n sobre “la falta de asistencia especializada al colectivo de solicitantes de asilo y, particularmente, a personas que presentan una especial vulnerabilidad”. La representante de ACNUR en Espa帽a, Francesca Friz-Prguda, dijo en diciembre que los centros “no cumplen los requisitos m铆nimos marcados en las directivas europeas [sobre asilo]” y “no son lugar para personas que llegan traumatizadas huyendo de la guerra, y la persecuci贸n”.

Los cruces fronterizos hacia Ceuta han disminuido en los 煤ltimos a帽os, a pesar de algunas llegadas recientes de grupos numerosos. En 2016, apenas algo m谩s de 2.000 personas —en su mayor铆a procedentes del 脕frica Subsahariana, y algunos argelinos— cruzaron la frontera por tierra de manera irregular. Menos de 16.000 personas presentaron nuevas solicitudes de asilo en Espa帽a en 2016, una cifra que representa bastante menos del dos por ciento del total de la UE.

La situaci贸n en Ceuta



Doble valla alrededor de Ceuta, el enclave espa帽ol en 脕frica del Norte, enero 2017.©2017 Antonio Sempere

Ceuta se encuentra justo frente al Estrecho de Gibraltar desde Algeciras, y est谩 completamente separada del resto del norte de 脕frica por un doble vallado que, en la parte superior, tiene alambre de cuchillas. El otro enclave de Espa帽a, Melilla, m谩s pr贸ximo a la frontera argelina, est谩 separado del territorio marroqu铆 por un triple vallado. La migraci贸n irregular a los enclaves adopta diversas formas, como grupos numerosos que intentan escalar al mismo tiempo los vallados, personas que cruzan ocultas en doble fondos de veh铆culos, la aproximaci贸n por v铆a mar铆tima y el uso de documentaci贸n de viaje falsificada.

Human Rights Watch estuvo en Melilla del 23 al 26 marzo y en Ceuta del 27 al 29 de marzo. No se permiti贸 que los investigadores tuvieran acceso al centro de acogida en Melilla. Al momento de la visita, aproximadamente 880 personas viv铆an en el centro de Melilla, que tiene capacidad para 480 personas. En ese centro hab铆a al menos 350 solicitantes de asilo, y por lo menos 50 de ellos hab铆an presentado la solicitud invocando persecuci贸n por su orientaci贸n sexual o identidad de g茅nero.

El gobierno de Marruecos coordina medidas de seguridad y manejo de fronteras con los Estados Miembros de la Uni贸n Europea (UE), en especial Espa帽a, desde los a帽os noventa, y el pa铆s es un importante aliado en las iniciativas de la UE para externalizar los controles fronterizos. Si bien las cantidades de migrantes y solicitantes de asilo que llegan a Espa帽a desde Marruecos parecen insignificantes en comparaci贸n con la afluencia en Italia y Grecia, la cooperaci贸n en materia de migraciones de la UE con Marruecos, impulsada por Espa帽a, ha servido de modelo para las pol铆ticas que fomentan la UE y los Estados Miembros desde 2015 con otros pa铆ses de tr谩nsito.

Los acuerdos bilaterales de readmisi贸n entre Espa帽a y Argelia, as铆 como tambi茅n entre Espa帽a y Marruecos, facilitan la posibilidad de que Espa帽a env铆e directamente de vuelta a ciudadanos de esos pa铆ses desde sus enclaves.

Marruecos adopt贸 una estrategia nacional en 2013 para reformar las pol铆ticas nacionales respecto de migrantes y solicitantes de asilo, incluso estableciendo algunos derechos b谩sicos. En 2016, el gobierno otorg贸 permisos de residencia por un a帽o, con car谩cter renovable, a miles de personas provenientes del 脕frica Subsahariana y a m谩s de 500 ciudadanos sirios reconocidos por ACNUR. Sin embargo, en entrevistas mantenidas en marzo con personas del 脕frica Subsahariana que estaban en Ceuta y Melilla, se indic贸 que sigue habiendo redadas policiales en campamentos informales de migrantes, destrucci贸n y robo de bienes, traslados involuntarios a otras partes de Marruecos, y violencia por parte de guardias fronterizos marroqu铆es. Todos estos hechos hab铆an sido previamente documentados por Human Rights Watch. Marruecos a煤n no cuenta con un sistema efectivo de asilo.

Espa帽a ha tomado medidas dr谩sticas de control fronterizo en sus enclaves, que incluyen devoluciones sumarias a Marruecos y uso desproporcionado de la fuerza por parte de guardias fronterizos. En abril de 2015, el gobierno espa帽ol reform贸 la legislaci贸n para formalizar la pr谩ctica ilegal de las devoluciones sumarias a Marruecos de cualquier persona que sea detenida intentando cruzar los vallados en grupo, una medida denunciada por numerosas organizaciones no gubernamentales, incluidos Human Rights Watch, el Defensor del Pueblo, las Naciones Unidas y el Consejo de Europa.

Actualmente se encuentra en tr谩mite ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos un recurso contra las devoluciones sumarias que tuvieron lugar en 2014. El 6 de febrero de 2014, al menos 15 migrantes murieron mientras intentaban cruzar a nado hasta Ceuta cuando miembros de la Guardia Civil espa帽ola dispararon perdigones y arrojaron gases lacrim贸genos al agua. Un tribunal superior reabri贸 en enero la investigaci贸n por responsabilidad penal de 16 miembros de la Guardia Civil, al revocar la decisi贸n de un juez de primera instancia, que en octubre de 2015 archiv贸 el caso.

Espa帽a inaugur贸 oficialmente oficinas de asilo fronterizas en ambos enclaves en 2015. Mientras que ciudadanos sirios y palestinos contin煤an accediendo a la oficina de asilo de Melilla, muchos al parecer con documentos marroqu铆es falsos y sobornando a funcionarios marroqu铆es para poder abandonar el lado marroqu铆, ning煤n ciudadano de otra nacionalidad se ha acercado a la oficina de Melilla. Desde que abri贸 en marzo de 2015, ninguna persona ha solicitado asilo en la oficina fronteriza de Ceuta. Los obst谩culos para salir de Marruecos por el cruce fronterizo oficial dejan a muchas personas, incluidas las que pretenden solicitar asilo, sin otra opci贸n m谩s que intentar ingresar en los enclaves en forma irregular. Una vez en Ceuta o Melilla, pueden solicitar asilo en una dependencia policial o en el CETI.

El 29 de marzo, Human Rights Watch visit贸 la oficina fronteriza de asilo de Ceuta que, aunque correctamente equipada, estaba cerrada y sin nadie adentro. El inspector jefe a cargo explic贸 que un funcionario capacitado, que tiene la llave, est谩 siempre de turno, en caso de que alguien llegue. Agreg贸, no obstante, que la oficina “no sirve para nada, solo est谩 para cumplir con la normativa europea”. Cuando se le pregunt贸 por qu茅 cre铆a que nadie hab铆a solicitado asilo en la oficina, explic贸 que los marroqu铆es “no deben de dejar pasar a las personas… hacen su filtro. No tiene sentido tener una oficina de este lado de la frontera si Marruecos puede otorgar asilo, no es un pa铆s en guerra”.




Migrantes buscan en la lista los nombres de las personas que se trasladar谩n de Ceuta a Espa帽a peninsular, marzo de 2017. ©2017 Privado

Human Rights Watch ha observado que es habitual que el Ministerio del Interior central decida no permitir que los solicitantes de asilo que no tienen nacionalidad siria sean trasladados al territorio continental, mientras que s铆 se transfiere a migrantes irregulares. Ricardo Esp铆ritu Navarro, director del centro de acogida de Ceuta, se帽al贸: “No es responsabilidad del Ministerio [de Empleo] establecer listas de traslados. El Ministerio del Interior toma sus propias decisiones. Suelen no trasladar a solicitantes de asilo. Los argelinos no los trasladan. No s茅 por qu茅, no es mi competencia”. El director cont贸 que hab铆a convencido a las autoridades para que trasladaran al territorio continental, a principios de marzo, a un grupo de mujeres argelinas que solicitaban asilo, incluidas algunas que pertenec铆an al colectivo LGBT, y que hab铆an protestado por el trato injusto y la duraci贸n de su estad铆a en el centro de Ceuta.

Human Rights Watch considera que la perspectiva de tener que permanecer en Ceuta en forma indefinida disuade a las personas que necesitan protecci贸n internacional de solicitar asilo. Human Rights Watch habl贸 con una persona de 22 a帽os de la Rep煤blica Centroafricana que, un mes despu茅s de llegar al centro de acogida, estaba debati茅ndose entre solicitar o no asilo: “Dicen que debes solicitarlo apenas llegas, pero si no hay lugar para m铆, ¿c贸mo voy a hacerlo? El procedimiento lleva mucho tiempo, no quiero quedarme aqu铆”. A trav茅s de distintas fuentes, Human Rights Watch se enter贸 de la situaci贸n de un hombre subsahariano que retir贸 su solicitud de asilo despu茅s de que la polic铆a le dijera expresamente que ser铆a trasladado al territorio continental si lo hac铆a; algunos d铆as despu茅s, fue trasladado.

La polic铆a por lo general rechaza las solicitudes de traslado que plantean solicitantes de asilo en Ceuta. Las 贸rdenes policiales a las que Human Rights Watch tuvo acceso citan los compromisos de Espa帽a en virtud del C贸digo de Fronteras Schengen de la UE de verificar los documentos de identidad y la documentaci贸n para viajar desde los enclaves de Ceuta y Melilla a otras partes de Espa帽a u otros pa铆ses del 谩rea Schengen, y estipulan que el solicitante no re煤ne ninguno de los requisitos para ingresar a Espa帽a y que tampoco “concurre ninguna raz贸n excepcional de 铆ndole humanitaria o inter茅s p煤blico” para permitir el ingreso de la persona. La Polic铆a Nacional de Ceuta, a trav茅s de su oficina de contacto con los medios de comunicaci贸n, rechaz贸 una solicitud de Human Rights Watch de reunirse con el jefe de la Brigada de Extranjer铆a y Fronteras.

Numerosas sentencias judiciales espa帽olas han ratificado el derecho de los solicitantes de asilo a la libertad de circulaci贸n dentro del territorio espa帽ol y determinaron que impedir que los solicitantes de asilo viajen desde los enclaves hacia el territorio continental constitu铆a una violaci贸n de ese derecho. Reiterando sus fallos en casos anteriores, el Tribunal Superior de Justicia de Sevilla determin贸 en febrero de 2015 que, en virtud de la ley de inmigraci贸n espa帽ola, los solicitantes de asilo tienen derecho a la libertad de circulaci贸n, independientemente de la manera en que hayan ingresado al pa铆s, y que “la especialidad de Ceuta lo ser谩 en lo que se refiere al control pero no en cuanto a una limitaci贸n no impuesta por Ley. El que la polic铆a pueda controlar [documentos] no significa que pueda impedir el goce del derecho”.

El tribunal superior determin贸 que la decisi贸n en primera instancia por la cual se validaba la denegaci贸n policial de la posibilidad de continuar viajando desde Ceuta “supondr铆a tanto como sancionar la entrada irregular en Espa帽a de quien posteriormente ha formalizado una solicitud de asilo, lo que choca con la legislaci贸n vigente”.

ARCHIVOS

Mostrar m谩s


OTRA INFORMACI脫N ES POSIBLE

Informaci贸n internacional, derechos humanos, cultura, minor铆as, mujer, infancia, ecolog铆a, ciencia y comunicaci贸n

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de Espa帽a bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra informaci贸n es posible