OPINI脫N de Martine Orange.- Una vez m谩s, Grecia se va de Bruselas con las manos vac铆as. Al t茅rmino de una reuni贸n de ocho horas de duraci贸n, los miembros del Eurogrupo se han separado, en la noche del 22 al 23 de mayo, constatando su desacuerdo, con la 煤nica promesa de volver a reunirse el 15 de junio. “Todav铆a hab铆a un abismo entre lo que se pod铆a hacer y lo que algunos de nosotros pens谩bamos que hab铆a que hacer”, ha explicado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. “Necesitamos m谩s tiempo para ponernos de acuerdo sobre la manera de encontrar m谩s visibilidad sobre las medidas relativas a la deuda. No deber铆a estar fuera del alcance de la sabidur铆a humana llegar a un compromiso”, ha comentado el ministro de finanzas griego, Euclides Tsakalotos, en un intento de relativizar el fracaso.
Atenas sigue por tanto en suspenso, al albedr铆o de sus acreedores. El gobierno griego sigue esperando el desbloqueo de una l铆nea de cr茅dito de 7 500 millones de euros, prevista en el marco del tercer plan de rescate de 86 000 millones de euros, firmado en julio de 2015. Sin este dinero no podr谩 afrontar el pago de 7 000 millones que vence en julio para atender a sus acreedores, entre los que destacan el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Tampoco puede refinanciarse directamente en los mercados: sin un acuerdo, las deudas de Grecia no son v谩lidas a los ojos del BCE y por tanto no gozan de ninguna garant铆a.
Hace ya cerca de dos a帽os que los europeos andan buscando la “santa trinidad”, como dice el ministro griego de finanzas. Alemania, apoyada por los pa铆ses de Europa del norte, condiciona su participaci贸n financiera en el plan de salvamento a la presencia del FMI. Sin embargo, la instituci贸n internacional, que lamenta amargamente haberse implicado en la crisis del euro, exige como paso previo a su participaci贸n en el nuevo plan una reestructuraci贸n de la deuda griega, que considera insostenible: ya asciende al 179 % del PIB. Berl铆n se opone a esta reestructuraci贸n, considerada un regalo a los griegos.
A medida que pasa el tiempo, el ministro alem谩n de finanzas, Wolfgang Sch盲uble, que dio su brazo a torcer en julio de 2015 –entonces abogaba por la salida de Grecia de la zona del euro–, parece endurecer su posici贸n. Las circunstancias no le empujan precisamente a buscar un compromiso. En Alemania tendr谩n lugar las elecciones legislativas en septiembre, y el ministro de finanzas, y con 茅l toda la direcci贸n del principal partido gobernante, la CDU, no tiene ninguna intenci贸n de hacer la m铆nima concesi贸n en el tema griego, convertido en un espantajo para la opini贸n p煤blica alemana. M谩xime cuando los liberales alemanes tambi茅n blanden el tema de Europa de cara a la campa帽a de las legislativas. Compiten por ver qui茅n carga m谩s las tintas a la hora de denunciar a los gandules de Europa del sur, ese “Club Med” que cuesta cada vez m谩s caro a los “virtuosos” alemanes, seg煤n ellos.
Antes incluso de comenzar la reuni贸n del Eurogrupo, el ministro alem谩n, por cierto, ya anunci贸 el resultado: no cab铆a esperar gran cosa, por no decir nada. Seg煤n 茅l, no es posible cerrar un acuerdo hasta que no se sepan las conclusiones de un informe que permitan comprobar si el gobierno griego ha llevado a cabo todas las reformas que hab铆a aceptado. El presidente del Eurogrupo, Dijsselbloem, enton贸 la misma cantinela: “Hemos dicho siempre que la decisi贸n concreta final sobre las medidas suplementarias para aligerar la deuda griega se adoptar铆a al final del programa. Es decir, el a帽o que viene.” En otras palabras, en las calendas griegas.
Recibido con expectaci贸n en esta su primera reuni贸n del Eurogrupo, el nuevo ministro franc茅s de econom铆a, Bruno Le Maire, apoyado por la Comisi贸n Europea, no ha logrado influir en el curso de los acontecimientos. Antes de la reuni贸n, sin embargo, el El铆seo hab铆a jugado fuerte, haciendo saber que Emmanuel Macron hab铆a reafirmado el lunes su apoyo al primer ministro griego Alexis Tsipras con ocasi贸n de una entrevista telef贸nica. El presidente de la Rep煤blica le hab铆a asegurado que deseaba “llegar a un acuerdo pr贸ximamente para aligerar duraderamente el peso de la deuda griega”.
El jefe del Estado franc茅s defiende esta posici贸n desde hace tiempo. La reiter贸 en su entrevista con M茅diapart. “Es inevitable reestructurar la deuda. ¿Por qu茅? Porque el sistema hoy es insostenible. Hay que poner los cerrojos, las garant铆as, cerrar un acuerdo colectivo, pero todos sabemos, en todo caso, que habr谩 que llegar all铆”, explic贸 el 5 de mayo. “Esta es la hoja de ruta del ministro de econom铆a Bruno Le Maire”, hab铆a insistido el entorno del jefe del Estado el lunes por la ma帽ana. A la salida de la reuni贸n de los ministros europeos, el ministro franc茅s, pese a todo, se mostr贸 optimista. Seg煤n 茅l, es posible llegar a un acuerdo en junio.
Por mucho que se esfuerce por minimizar el fracaso de este Eurogrupo, se帽alando que solo se trata de un mero informe, el gobierno de Syriza se halla todav铆a m谩s endeble. Para obtener la ayuda de los europeos y del FMI, Tspiras, despu茅s de resistirse durante algunas semanas, acept贸 finalmente, en marzo, el nuevo programa de austeridad que le exig铆an los acreedores de Grecia. En el debate sobre las nuevas medidas, adoptadas por el parlamento el 18 de mayo, el primer ministro griego jur贸 que ser铆an las 煤ltimas. Como compensaci贸n por estos nuevos esfuerzos exigidos, prometi贸 obtener una reestructuraci贸n de la deuda griega, que Atenas reclama desde hace m谩s de tres a帽os.
As铆, despu茅s del tercer plan, que concluir谩 en 2018, se pondr谩 en marcha un nuevo plan. Este prev茅 4 900 millones de euros de ahorro suplementarios de aqu铆 a 2021. Las pensiones (por decimotercera vez desde 2010), los salarios y los servicios sociales sufrir谩n nuevos recortes. Se han previsto medidas autom谩ticas de rigor si Atenas no cumple sus compromisos, empezando por el de un super谩vit presupuestario (antes del pago de la deuda) del 3,5 % del PIB cada a帽o hasta por lo menos 2022.
Objetivos econ贸micos y financieros irrealistas
Para muchos economistas, esta exigencia de un super谩vit presupuestario del 3,5 % durante varios a帽os es lisa y llanamente imposible. Incluso el FMI se opone a la medida, considerando que alcanzar semejante excedente presupuestario amenaza con anular duraderamente cualquier perspectiva de recuperaci贸n econ贸mica, sobre todo en un pa铆s que sufre un desempleo r茅cord. Conseguir un super谩vit presupuestario del 1 al 1,5 % durante varios a帽os ya ser铆a, seg煤n el FMI, todo un logro. Sin embargo, los europeos no sueltan prenda: el 3,5 % de super谩vit presupuestario es un m铆nimo, seg煤n ellos, para asegurarse del buen comportamiento financiero de Atenas y permitir su permanencia en la zona del euro. El objetivo, adem谩s, no es irrealista, sostienen, como demuestra el hecho de que el gobierno ha conseguido un excedente presupuestario del 3,9 % en 2016.
¿A qu茅 precio? Para alcanzar este resultado, el gobierno griego ha aplicado los m茅todos propios de un saneamiento de empresa: ha recortado en todos los gastos, tanto de funcionamiento corriente como de inversi贸n. Las pensiones de vejez han disminuido un 40 %. Se han ahorrado 5 600 millones de euros de gasto p煤blico. Hospitales, escuelas, transportes, ya medio desmantelados tras ocho a帽os de crisis, han sido nuevamente objeto de importantes recortes. Al mismo tiempo, todos los impuestos directos e indirectos han aumentado. El IVA ha subido al 24 %, el impuesto sobre bienes inmuebles ha subido. Se han creado nuevos impuestos sobre los autom贸viles, las telecomunicaciones, las televisiones, la gasolina, el tabaco, el caf茅 y la cerveza.
Este disfraz contable no puede durar m谩s que un tiempo. A partir del cuarto trimestre de 2016, la econom铆a griega, que se hab铆a recuperado un poco a comienzos de a帽o, ha vuelto a hundirse. Los n煤meros del primer trimestre confirman el retroceso: Grecia se halla de nuevo en recesi贸n. Esto no impide que la Comisi贸n Europea siga apostando por un crecimiento del 1,6 % para este a帽o. ¿C贸mo? Es un misterio. Mientras que las empresas supervivientes luchan por mantenerse a flote, los cr茅ditos impagados y los morosos vuelven a aumentar en los balances de los bancos griegos, que de por s铆 se hallan en estado lamentable. Las tensiones son tan grandes que los griegos, inquietos y avisados por la experiencia de 2015, han vuelto a retirar dinero de los bancos. Los dep贸sitos bancarios han descendido a 111 000 millones de euros en marzo, por debajo del nivel alcanzado en el momento m谩s agudo de la crisis bancaria de la primavera de 2015. En cuanto a los ingresos del Estado, por mucho que aumente la presi贸n fiscal, corren el riesgo de disminuir, no en vano dependen del estado general del pa铆s.
Un hundimiento hist贸rico
Los responsables europeos se guardan mucho de comentar estos resultados, que, sin embargo, son la consecuencia de las err贸neas pol铆ticas ciegas de austeridad que se aplican sin soluci贸n de continuidad desde 2010. El PIB del pa铆s ha ca铆do un 30 % en siete a帽os, una cifra que no tiene parang贸n en los anales econ贸micos. Hasta la ca铆da de la econom铆a estadounidense en el periodo de la Gran Depresi贸n de la d茅cada de 1930 fue menor. La tasa de pobreza es superior al 30 % de la poblaci贸n. M谩s de un mill贸n de jubilados viven con menos de 500 euros al mes. La tasa de natalidad ha descendido por debajo de 1,2 ni帽os por mujer. “An谩lisis de la experiencia griega: la operaci贸n ha sido un 茅xito, el paciente ha muerto”, bromea la web griega keeptalkinggreece.
Grecia se encuentra atrapada en una trampa de la que no puede salir. Porque todo cuadra. El hundimiento de la demanda se traduce en un descenso del PIB y una degradaci贸n de las cuentas p煤blicas, lo que comporta un agravamiento real y matem谩tico (al descender el PIB) de la deuda. La tasa de endeudamiento ha pasado del 120 % al 179 % del PIB actual. Un porcentaje que muchos consideran insostenible, empezando por el FMI. Los dirigentes de la UE discrepan. Los arreglos concedidos a Grecia, la redefinici贸n de los vencimientos de determinadas deudas y la rebaja de tipos, subrayan, hacen que Grecia tenga importantes ventajas de precio con respecto a los dem谩s pa铆ses de la zona del euro. En promedio, los intereses de la deuda representan el 3,2 % del PIB frente al 3,9 % en Italia y al 4,2 % en Portugal. Por tanto, no procede ning煤n reajuste.
De acuerdo con las previsiones elaboradas por los servicios del ministerio de finanzas alem谩n, reveladas por la agencia Bloomberg, si Grecia logra un crecimiento del 1,3 % a largo plazo y genera un excedente primario del 2,6 % del PIB en promedio, la tasa de endeudamiento del pa铆s descender谩 por debajo del 60 % en 2060. Claro que existe otra previsi贸n bastante m谩s sombr铆a. Si el crecimiento de Grecia a largo plazo es del 1 % y si el excedente primario es en promedio del 1,5 % anual, la tasa de endeudamiento de Grecia ascender谩 al 226 % del PIB en 2060. En el primer caso, Grecia no precisar谩 ninguna anulaci贸n de la deuda, mientras que en el segundo habr谩 que conceder, por el contrario, una quita sustancial a Atenas.
Ni que decir tiene que los responsables europeos prefieren m谩s bien la primera hip贸tesis. Para ellos, hay que seguir imponiendo a Atenas una gesti贸n rigurosa para que el pa铆s no se salga del camino recto, aunque tenga que esperar 40 a帽os para reponerse. Sin embargo, todos los factores se conjugan para que sea m谩s bien la segunda hip贸tesis la que acabe verific谩ndose. Las restricciones presupuestarias, la ausencia de inversi贸n p煤blica y privada y la renuncia a toda modernizaci贸n del aparato productivo amenazan con condenar a la econom铆a a un estancamiento secular, impidiendo toda recuperaci贸n.
Desde hace siete a帽os vienen multiplic谩ndose las advertencias frente a estas opciones destructivas. Sin embargo, nada parece incitar a los responsables europeos a desviarse de la l铆nea trazada. El 15 de junio, reanudar谩n sus eternas conversaciones. La situaci贸n, no obstante, puede escap谩rseles de las manos. Porque Grecia no podr谩 seguir estando condenada por mucho tiempo a semejante suplicio.
https://www.mediapart.fr/journal/international/230517/les-europeens-continuent-de-mettre-la-grece-au-supplice
Traducci贸n: viento sur
Atenas sigue por tanto en suspenso, al albedr铆o de sus acreedores. El gobierno griego sigue esperando el desbloqueo de una l铆nea de cr茅dito de 7 500 millones de euros, prevista en el marco del tercer plan de rescate de 86 000 millones de euros, firmado en julio de 2015. Sin este dinero no podr谩 afrontar el pago de 7 000 millones que vence en julio para atender a sus acreedores, entre los que destacan el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Tampoco puede refinanciarse directamente en los mercados: sin un acuerdo, las deudas de Grecia no son v谩lidas a los ojos del BCE y por tanto no gozan de ninguna garant铆a.
Hace ya cerca de dos a帽os que los europeos andan buscando la “santa trinidad”, como dice el ministro griego de finanzas. Alemania, apoyada por los pa铆ses de Europa del norte, condiciona su participaci贸n financiera en el plan de salvamento a la presencia del FMI. Sin embargo, la instituci贸n internacional, que lamenta amargamente haberse implicado en la crisis del euro, exige como paso previo a su participaci贸n en el nuevo plan una reestructuraci贸n de la deuda griega, que considera insostenible: ya asciende al 179 % del PIB. Berl铆n se opone a esta reestructuraci贸n, considerada un regalo a los griegos.
A medida que pasa el tiempo, el ministro alem谩n de finanzas, Wolfgang Sch盲uble, que dio su brazo a torcer en julio de 2015 –entonces abogaba por la salida de Grecia de la zona del euro–, parece endurecer su posici贸n. Las circunstancias no le empujan precisamente a buscar un compromiso. En Alemania tendr谩n lugar las elecciones legislativas en septiembre, y el ministro de finanzas, y con 茅l toda la direcci贸n del principal partido gobernante, la CDU, no tiene ninguna intenci贸n de hacer la m铆nima concesi贸n en el tema griego, convertido en un espantajo para la opini贸n p煤blica alemana. M谩xime cuando los liberales alemanes tambi茅n blanden el tema de Europa de cara a la campa帽a de las legislativas. Compiten por ver qui茅n carga m谩s las tintas a la hora de denunciar a los gandules de Europa del sur, ese “Club Med” que cuesta cada vez m谩s caro a los “virtuosos” alemanes, seg煤n ellos.
Antes incluso de comenzar la reuni贸n del Eurogrupo, el ministro alem谩n, por cierto, ya anunci贸 el resultado: no cab铆a esperar gran cosa, por no decir nada. Seg煤n 茅l, no es posible cerrar un acuerdo hasta que no se sepan las conclusiones de un informe que permitan comprobar si el gobierno griego ha llevado a cabo todas las reformas que hab铆a aceptado. El presidente del Eurogrupo, Dijsselbloem, enton贸 la misma cantinela: “Hemos dicho siempre que la decisi贸n concreta final sobre las medidas suplementarias para aligerar la deuda griega se adoptar铆a al final del programa. Es decir, el a帽o que viene.” En otras palabras, en las calendas griegas.
Recibido con expectaci贸n en esta su primera reuni贸n del Eurogrupo, el nuevo ministro franc茅s de econom铆a, Bruno Le Maire, apoyado por la Comisi贸n Europea, no ha logrado influir en el curso de los acontecimientos. Antes de la reuni贸n, sin embargo, el El铆seo hab铆a jugado fuerte, haciendo saber que Emmanuel Macron hab铆a reafirmado el lunes su apoyo al primer ministro griego Alexis Tsipras con ocasi贸n de una entrevista telef贸nica. El presidente de la Rep煤blica le hab铆a asegurado que deseaba “llegar a un acuerdo pr贸ximamente para aligerar duraderamente el peso de la deuda griega”.
El jefe del Estado franc茅s defiende esta posici贸n desde hace tiempo. La reiter贸 en su entrevista con M茅diapart. “Es inevitable reestructurar la deuda. ¿Por qu茅? Porque el sistema hoy es insostenible. Hay que poner los cerrojos, las garant铆as, cerrar un acuerdo colectivo, pero todos sabemos, en todo caso, que habr谩 que llegar all铆”, explic贸 el 5 de mayo. “Esta es la hoja de ruta del ministro de econom铆a Bruno Le Maire”, hab铆a insistido el entorno del jefe del Estado el lunes por la ma帽ana. A la salida de la reuni贸n de los ministros europeos, el ministro franc茅s, pese a todo, se mostr贸 optimista. Seg煤n 茅l, es posible llegar a un acuerdo en junio.
Por mucho que se esfuerce por minimizar el fracaso de este Eurogrupo, se帽alando que solo se trata de un mero informe, el gobierno de Syriza se halla todav铆a m谩s endeble. Para obtener la ayuda de los europeos y del FMI, Tspiras, despu茅s de resistirse durante algunas semanas, acept贸 finalmente, en marzo, el nuevo programa de austeridad que le exig铆an los acreedores de Grecia. En el debate sobre las nuevas medidas, adoptadas por el parlamento el 18 de mayo, el primer ministro griego jur贸 que ser铆an las 煤ltimas. Como compensaci贸n por estos nuevos esfuerzos exigidos, prometi贸 obtener una reestructuraci贸n de la deuda griega, que Atenas reclama desde hace m谩s de tres a帽os.
As铆, despu茅s del tercer plan, que concluir谩 en 2018, se pondr谩 en marcha un nuevo plan. Este prev茅 4 900 millones de euros de ahorro suplementarios de aqu铆 a 2021. Las pensiones (por decimotercera vez desde 2010), los salarios y los servicios sociales sufrir谩n nuevos recortes. Se han previsto medidas autom谩ticas de rigor si Atenas no cumple sus compromisos, empezando por el de un super谩vit presupuestario (antes del pago de la deuda) del 3,5 % del PIB cada a帽o hasta por lo menos 2022.
Objetivos econ贸micos y financieros irrealistas
Para muchos economistas, esta exigencia de un super谩vit presupuestario del 3,5 % durante varios a帽os es lisa y llanamente imposible. Incluso el FMI se opone a la medida, considerando que alcanzar semejante excedente presupuestario amenaza con anular duraderamente cualquier perspectiva de recuperaci贸n econ贸mica, sobre todo en un pa铆s que sufre un desempleo r茅cord. Conseguir un super谩vit presupuestario del 1 al 1,5 % durante varios a帽os ya ser铆a, seg煤n el FMI, todo un logro. Sin embargo, los europeos no sueltan prenda: el 3,5 % de super谩vit presupuestario es un m铆nimo, seg煤n ellos, para asegurarse del buen comportamiento financiero de Atenas y permitir su permanencia en la zona del euro. El objetivo, adem谩s, no es irrealista, sostienen, como demuestra el hecho de que el gobierno ha conseguido un excedente presupuestario del 3,9 % en 2016.
¿A qu茅 precio? Para alcanzar este resultado, el gobierno griego ha aplicado los m茅todos propios de un saneamiento de empresa: ha recortado en todos los gastos, tanto de funcionamiento corriente como de inversi贸n. Las pensiones de vejez han disminuido un 40 %. Se han ahorrado 5 600 millones de euros de gasto p煤blico. Hospitales, escuelas, transportes, ya medio desmantelados tras ocho a帽os de crisis, han sido nuevamente objeto de importantes recortes. Al mismo tiempo, todos los impuestos directos e indirectos han aumentado. El IVA ha subido al 24 %, el impuesto sobre bienes inmuebles ha subido. Se han creado nuevos impuestos sobre los autom贸viles, las telecomunicaciones, las televisiones, la gasolina, el tabaco, el caf茅 y la cerveza.
Este disfraz contable no puede durar m谩s que un tiempo. A partir del cuarto trimestre de 2016, la econom铆a griega, que se hab铆a recuperado un poco a comienzos de a帽o, ha vuelto a hundirse. Los n煤meros del primer trimestre confirman el retroceso: Grecia se halla de nuevo en recesi贸n. Esto no impide que la Comisi贸n Europea siga apostando por un crecimiento del 1,6 % para este a帽o. ¿C贸mo? Es un misterio. Mientras que las empresas supervivientes luchan por mantenerse a flote, los cr茅ditos impagados y los morosos vuelven a aumentar en los balances de los bancos griegos, que de por s铆 se hallan en estado lamentable. Las tensiones son tan grandes que los griegos, inquietos y avisados por la experiencia de 2015, han vuelto a retirar dinero de los bancos. Los dep贸sitos bancarios han descendido a 111 000 millones de euros en marzo, por debajo del nivel alcanzado en el momento m谩s agudo de la crisis bancaria de la primavera de 2015. En cuanto a los ingresos del Estado, por mucho que aumente la presi贸n fiscal, corren el riesgo de disminuir, no en vano dependen del estado general del pa铆s.
Un hundimiento hist贸rico
Los responsables europeos se guardan mucho de comentar estos resultados, que, sin embargo, son la consecuencia de las err贸neas pol铆ticas ciegas de austeridad que se aplican sin soluci贸n de continuidad desde 2010. El PIB del pa铆s ha ca铆do un 30 % en siete a帽os, una cifra que no tiene parang贸n en los anales econ贸micos. Hasta la ca铆da de la econom铆a estadounidense en el periodo de la Gran Depresi贸n de la d茅cada de 1930 fue menor. La tasa de pobreza es superior al 30 % de la poblaci贸n. M谩s de un mill贸n de jubilados viven con menos de 500 euros al mes. La tasa de natalidad ha descendido por debajo de 1,2 ni帽os por mujer. “An谩lisis de la experiencia griega: la operaci贸n ha sido un 茅xito, el paciente ha muerto”, bromea la web griega keeptalkinggreece.
Grecia se encuentra atrapada en una trampa de la que no puede salir. Porque todo cuadra. El hundimiento de la demanda se traduce en un descenso del PIB y una degradaci贸n de las cuentas p煤blicas, lo que comporta un agravamiento real y matem谩tico (al descender el PIB) de la deuda. La tasa de endeudamiento ha pasado del 120 % al 179 % del PIB actual. Un porcentaje que muchos consideran insostenible, empezando por el FMI. Los dirigentes de la UE discrepan. Los arreglos concedidos a Grecia, la redefinici贸n de los vencimientos de determinadas deudas y la rebaja de tipos, subrayan, hacen que Grecia tenga importantes ventajas de precio con respecto a los dem谩s pa铆ses de la zona del euro. En promedio, los intereses de la deuda representan el 3,2 % del PIB frente al 3,9 % en Italia y al 4,2 % en Portugal. Por tanto, no procede ning煤n reajuste.
De acuerdo con las previsiones elaboradas por los servicios del ministerio de finanzas alem谩n, reveladas por la agencia Bloomberg, si Grecia logra un crecimiento del 1,3 % a largo plazo y genera un excedente primario del 2,6 % del PIB en promedio, la tasa de endeudamiento del pa铆s descender谩 por debajo del 60 % en 2060. Claro que existe otra previsi贸n bastante m谩s sombr铆a. Si el crecimiento de Grecia a largo plazo es del 1 % y si el excedente primario es en promedio del 1,5 % anual, la tasa de endeudamiento de Grecia ascender谩 al 226 % del PIB en 2060. En el primer caso, Grecia no precisar谩 ninguna anulaci贸n de la deuda, mientras que en el segundo habr谩 que conceder, por el contrario, una quita sustancial a Atenas.
Ni que decir tiene que los responsables europeos prefieren m谩s bien la primera hip贸tesis. Para ellos, hay que seguir imponiendo a Atenas una gesti贸n rigurosa para que el pa铆s no se salga del camino recto, aunque tenga que esperar 40 a帽os para reponerse. Sin embargo, todos los factores se conjugan para que sea m谩s bien la segunda hip贸tesis la que acabe verific谩ndose. Las restricciones presupuestarias, la ausencia de inversi贸n p煤blica y privada y la renuncia a toda modernizaci贸n del aparato productivo amenazan con condenar a la econom铆a a un estancamiento secular, impidiendo toda recuperaci贸n.
Desde hace siete a帽os vienen multiplic谩ndose las advertencias frente a estas opciones destructivas. Sin embargo, nada parece incitar a los responsables europeos a desviarse de la l铆nea trazada. El 15 de junio, reanudar谩n sus eternas conversaciones. La situaci贸n, no obstante, puede escap谩rseles de las manos. Porque Grecia no podr谩 seguir estando condenada por mucho tiempo a semejante suplicio.
https://www.mediapart.fr/journal/international/230517/les-europeens-continuent-de-mettre-la-grece-au-supplice
Traducci贸n: viento sur