Jorge Zavaleta Alegre.- Los documentos originales de los m谩s famosos escritores y pintores, junto con piezas arqueol贸gicas, ocupan uno de los rubros de mayor valor economico que va pasando a emergentes consorcios transacionales. Esta tendencia tiene su explicacion en la anomia de los gobiernos locales y nacionales, al haberse alejado de su objetivos fundamentales: la promocion y el respaldo al desarrollo del turismo cultural.
"Nadie es una isla, en si mismo. Cada persona es un pedazo del continente, una parte de la tierra si el mar se lleva una porci贸n de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por qui茅n doblan las campanas; ¡doblan por ti!."
Esta prosa de Ernest Hemmingway en "Por qui茅n doblan las campanas", resume la experiencia de un dinamitero extranjero en la Guerra Civil Espa帽ola, iniciada en el marco hist贸rico del r茅gimen fascista, luego de finalizar la Primera Guerra Mundial.
Hablar de Hemmingway es hablar tambi茅n de Cabo Blanco, hermosa caleta del disitrito El Alto, en Piura, en el meridiano ecuatorial, donde fue filmada El Viejo y el Mar, que sesenta a帽os despu茅s, ese lugar donde llegaron miles de turistas del mundo entero, ahora es un lugar peligroso, destruido por el tiempo y la desidia.

En efecto, el abundante petr贸leo del mar y del desierto del Norte del Per煤 es una historia del pasado reciente, que debe ser estudiado y recordado en un Centro Cultural en Cabo Blanco, en el cual este presente la obra literaria y musical de sus grandes creadores y luchadores sociales como Sinforoso Benites Algalobos (1891-1953), un ejemplo heroico del pasado para una reflexi贸n cr铆tica del presente, como explican A. Humberto Valverde y Armando Arteaga.

De cuando en cuando embarcaciones artesanales con sus respectivos tripulantes no pueden encallar en el desembarcadero de Cabo Blanco debido al fuerte oleaje anunciado por la Direcci贸n de Hidrograf铆a y Navegaci贸n de la Marina de Guerra del Per煤. Una turista, que gusta de las playas reflexiona: “Pens茅 que Cabo Blanco ser铆a como esas fantas铆as que so帽aba siempre de los pueblos pegados al mar... pero, me desencant茅 cuando llegu茅, es un pueblo descuidado con un mar invadido de todas esas viejas torres petroleras... que rompe el paisaje. A pesar de ello el viejo lugar donde Hemingway viv铆a, aun no se termin贸 de derruir, y sigue en pie como una sombra de ese pasado... por nostalgia siempre volver茅. Las aguas de Cabo Blanco tienen una temporada de pesca de 12 meses. El Merl铆n Negro, el Pez Espada y el At煤n Ojo Grande han sido capturados en todos los meses del a帽o.
En la d茅cada de los cincuenta y comienzos de los sesenta, Cabo Blanco fue reconocido como un atractivo para la pesca deportiva. Las condiciones que le dieron fama se mantienen inalterables, pues la fabulosa pesca existente en Cabo Blanco es el resultado de la confluencia de dos grandes corrientes marinas frente a sus costas. Surgiendo del sur, la fr铆a Corriente de Humboldt, una masa de agua de 150 millas de ancho, que fluye hacia el noroeste encontr谩ndose con la Corriente Ecuatorial o Corriente del Ni帽o.

La prensa de esa 茅poca, en cr贸nicas de Manuel Jes煤s Orbegozo, periodista y poeta errante, recuera las visitas de Ernest Hemingway, en el a帽o 1956. El Premio Nobel se qued贸 m谩s de un mes en el "Cabo Blanco Fishing Club". Adem谩s, recuerda a Mike Lerner, Bob Hope, Lord Mounbatten, Bill Hatch, la bi贸loga Francesca LaMonte, Maisy, James Stewart, Gregory Peck, John Wayne, Cantinflas, Henry Ford, Ray Flanagan, Van Heflin, Doris Day, Paul Newman, Spencer Tracy, Marilyn Monroe, Luis Miguel Domingu铆n, Luc铆a Bos茅, Gary Cooper, Ted Williams, Nelson Rockefeller y el Pr铆ncipe Felipe de Edimburgo, entre otros ricos y famosos.
Ernest Hemingway arrib贸 a Cabo Blanco para pescar al m铆tico merl铆n negro de su novela El viejo y el mar. A prop贸sito de este suceso el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar convoc贸 al foro ‘El mar de Hemingway’. El viejo y el mar, lo escribi贸 en 80 d铆as y lo pens贸 en 13 a帽os. Sus condiciones f铆sicas le permitieron cazar cuatro merlines, uno de ellos de m谩s de 300 kilos. Un quinto, de m谩s de 900 kilos, pic贸 su anzuelo, pero su cuerpo no lo soport贸. “El animal da vueltas alrededor de la embarcaci贸n con tanta fuerza, que el pescador debe ir atado a un arn茅s para literalmente luchar contra la bestia, acci贸n que puede extenderse una hora. Hemingway no habr铆a aguantado el arrastre del pez y habr铆a entregado su ca帽a a Eliseo Arg眉elles, un pescador conocido en Cuba”, asegura.
La desidia p煤blica en Cabo Blanco, contrasta con la acci贸n de otros pueblos como los cubanos. Hemingway, en La Habana, tuvo la Finca Vig铆a ahora llamada Casa de Hemingway, fundada en julio de 1962, en la via San Francisco de Paula. Convertida en museo el 21 de julio de 1962, es una instituci贸n para divulgar la vida y la obra del Premio Nobel de Literatura 1954.
En Finca Vig铆a, Hemingway vivi贸 hasta 1960, a帽o en que viaj贸 a Espa帽a para asistir a las corridas de toros. Sinti茅ndose muy enfermo sigui贸 hacia a los Estados Unidos donde fue hospitalizado. El 2 de julio de 1961 se suicid贸 en Ketchum, Idaho.
Hemingway pas贸 en Finca Vig铆a casi la mitad de sus a帽os 煤tiles como escritor y fue donde escribi贸 sus obras mayores: concluy贸 Por qui茅n doblan las campanas y escribi贸 A trav茅s del r铆o y entre los 谩rboles, El viejo y el mar, Par铆s era una fiesta e Islas en el Golfo, adem谩s de muchos art铆culos de prensa. Residiendo en Cuba le fue entregado el Premio Nobel de Literatura en 1954, que 茅l dedic贸 y entreg贸 al pueblo cubano. En junio de 2011 la Biblioteca Presidencial y Museo John F. Kennedy puso a disposici贸n de Cuba su amplia colecci贸n de papeles, fotos, libros y otros objetos del escritor Ernest Hemingway. La instituci贸n cultural norteamericana declar贸 su intenci贸n de: "(...) en colaborar con el museo (Finca Vig铆a) y entregarle todas las fotos y documentos (copias digitales) que le interesen para su investigaci贸n."
La Casa Museo Ernest Hemigway recibi贸 el Premio Nacional de Restauraci贸n en el 2007 con el siguiente criterio: ¨Por lograr un resultado de alta calidad en la intervenci贸n de restauraci贸n de un destacado exponente arquitect贸nico ejecutado a partir de una investigaci贸n cient铆fico-t茅cnica, y que forma parte de un programa integral de rescate de un conjunto de gran significado hist贸rico y cultural para la comunidad, en el que se establecen estrechas relaciones de sus componentes con el entorno en el cual se encuentra insertado¨, Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
EL VIEJO Y EL MAR es un reflexion sobre la determinaci贸n de las personas a lograr sus objetivos, sin importar el esfuerzo que se tenga que hacer para conseguir lo que uno se propone. En este caso, el pescador no se rindi贸 hasta ver realizado su prop贸sito de pescar el gran pez. Para Hemingway, uno de los m谩s agudos periodistas del siglo pasado, estaba muy claro que la labor period铆stica entra帽a una atenci贸n y ocupa un espacio mental tan avasallante en el creador que su cultivo sistem谩tico puede llegar a convertirse en un handicap para la creaci贸n puramente literaria. "(…)El periodismo, despu茅s que se llega a cierto punto, puede llegar a ser una autodestrucci贸n cotidiana para un escritor creador serio", dijo.
"Nadie es una isla, en si mismo. Cada persona es un pedazo del continente, una parte de la tierra si el mar se lleva una porci贸n de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente, nunca hagas preguntar por qui茅n doblan las campanas; ¡doblan por ti!."
Esta prosa de Ernest Hemmingway en "Por qui茅n doblan las campanas", resume la experiencia de un dinamitero extranjero en la Guerra Civil Espa帽ola, iniciada en el marco hist贸rico del r茅gimen fascista, luego de finalizar la Primera Guerra Mundial.
Hablar de Hemmingway es hablar tambi茅n de Cabo Blanco, hermosa caleta del disitrito El Alto, en Piura, en el meridiano ecuatorial, donde fue filmada El Viejo y el Mar, que sesenta a帽os despu茅s, ese lugar donde llegaron miles de turistas del mundo entero, ahora es un lugar peligroso, destruido por el tiempo y la desidia.
En efecto, el abundante petr贸leo del mar y del desierto del Norte del Per煤 es una historia del pasado reciente, que debe ser estudiado y recordado en un Centro Cultural en Cabo Blanco, en el cual este presente la obra literaria y musical de sus grandes creadores y luchadores sociales como Sinforoso Benites Algalobos (1891-1953), un ejemplo heroico del pasado para una reflexi贸n cr铆tica del presente, como explican A. Humberto Valverde y Armando Arteaga.

De cuando en cuando embarcaciones artesanales con sus respectivos tripulantes no pueden encallar en el desembarcadero de Cabo Blanco debido al fuerte oleaje anunciado por la Direcci贸n de Hidrograf铆a y Navegaci贸n de la Marina de Guerra del Per煤. Una turista, que gusta de las playas reflexiona: “Pens茅 que Cabo Blanco ser铆a como esas fantas铆as que so帽aba siempre de los pueblos pegados al mar... pero, me desencant茅 cuando llegu茅, es un pueblo descuidado con un mar invadido de todas esas viejas torres petroleras... que rompe el paisaje. A pesar de ello el viejo lugar donde Hemingway viv铆a, aun no se termin贸 de derruir, y sigue en pie como una sombra de ese pasado... por nostalgia siempre volver茅. Las aguas de Cabo Blanco tienen una temporada de pesca de 12 meses. El Merl铆n Negro, el Pez Espada y el At煤n Ojo Grande han sido capturados en todos los meses del a帽o.
En la d茅cada de los cincuenta y comienzos de los sesenta, Cabo Blanco fue reconocido como un atractivo para la pesca deportiva. Las condiciones que le dieron fama se mantienen inalterables, pues la fabulosa pesca existente en Cabo Blanco es el resultado de la confluencia de dos grandes corrientes marinas frente a sus costas. Surgiendo del sur, la fr铆a Corriente de Humboldt, una masa de agua de 150 millas de ancho, que fluye hacia el noroeste encontr谩ndose con la Corriente Ecuatorial o Corriente del Ni帽o.

La prensa de esa 茅poca, en cr贸nicas de Manuel Jes煤s Orbegozo, periodista y poeta errante, recuera las visitas de Ernest Hemingway, en el a帽o 1956. El Premio Nobel se qued贸 m谩s de un mes en el "Cabo Blanco Fishing Club". Adem谩s, recuerda a Mike Lerner, Bob Hope, Lord Mounbatten, Bill Hatch, la bi贸loga Francesca LaMonte, Maisy, James Stewart, Gregory Peck, John Wayne, Cantinflas, Henry Ford, Ray Flanagan, Van Heflin, Doris Day, Paul Newman, Spencer Tracy, Marilyn Monroe, Luis Miguel Domingu铆n, Luc铆a Bos茅, Gary Cooper, Ted Williams, Nelson Rockefeller y el Pr铆ncipe Felipe de Edimburgo, entre otros ricos y famosos.
Ernest Hemingway arrib贸 a Cabo Blanco para pescar al m铆tico merl铆n negro de su novela El viejo y el mar. A prop贸sito de este suceso el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar convoc贸 al foro ‘El mar de Hemingway’. El viejo y el mar, lo escribi贸 en 80 d铆as y lo pens贸 en 13 a帽os. Sus condiciones f铆sicas le permitieron cazar cuatro merlines, uno de ellos de m谩s de 300 kilos. Un quinto, de m谩s de 900 kilos, pic贸 su anzuelo, pero su cuerpo no lo soport贸. “El animal da vueltas alrededor de la embarcaci贸n con tanta fuerza, que el pescador debe ir atado a un arn茅s para literalmente luchar contra la bestia, acci贸n que puede extenderse una hora. Hemingway no habr铆a aguantado el arrastre del pez y habr铆a entregado su ca帽a a Eliseo Arg眉elles, un pescador conocido en Cuba”, asegura.
La desidia p煤blica en Cabo Blanco, contrasta con la acci贸n de otros pueblos como los cubanos. Hemingway, en La Habana, tuvo la Finca Vig铆a ahora llamada Casa de Hemingway, fundada en julio de 1962, en la via San Francisco de Paula. Convertida en museo el 21 de julio de 1962, es una instituci贸n para divulgar la vida y la obra del Premio Nobel de Literatura 1954.
En Finca Vig铆a, Hemingway vivi贸 hasta 1960, a帽o en que viaj贸 a Espa帽a para asistir a las corridas de toros. Sinti茅ndose muy enfermo sigui贸 hacia a los Estados Unidos donde fue hospitalizado. El 2 de julio de 1961 se suicid贸 en Ketchum, Idaho.
Hemingway pas贸 en Finca Vig铆a casi la mitad de sus a帽os 煤tiles como escritor y fue donde escribi贸 sus obras mayores: concluy贸 Por qui茅n doblan las campanas y escribi贸 A trav茅s del r铆o y entre los 谩rboles, El viejo y el mar, Par铆s era una fiesta e Islas en el Golfo, adem谩s de muchos art铆culos de prensa. Residiendo en Cuba le fue entregado el Premio Nobel de Literatura en 1954, que 茅l dedic贸 y entreg贸 al pueblo cubano. En junio de 2011 la Biblioteca Presidencial y Museo John F. Kennedy puso a disposici贸n de Cuba su amplia colecci贸n de papeles, fotos, libros y otros objetos del escritor Ernest Hemingway. La instituci贸n cultural norteamericana declar贸 su intenci贸n de: "(...) en colaborar con el museo (Finca Vig铆a) y entregarle todas las fotos y documentos (copias digitales) que le interesen para su investigaci贸n."
La Casa Museo Ernest Hemigway recibi贸 el Premio Nacional de Restauraci贸n en el 2007 con el siguiente criterio: ¨Por lograr un resultado de alta calidad en la intervenci贸n de restauraci贸n de un destacado exponente arquitect贸nico ejecutado a partir de una investigaci贸n cient铆fico-t茅cnica, y que forma parte de un programa integral de rescate de un conjunto de gran significado hist贸rico y cultural para la comunidad, en el que se establecen estrechas relaciones de sus componentes con el entorno en el cual se encuentra insertado¨, Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
EL VIEJO Y EL MAR es un reflexion sobre la determinaci贸n de las personas a lograr sus objetivos, sin importar el esfuerzo que se tenga que hacer para conseguir lo que uno se propone. En este caso, el pescador no se rindi贸 hasta ver realizado su prop贸sito de pescar el gran pez. Para Hemingway, uno de los m谩s agudos periodistas del siglo pasado, estaba muy claro que la labor period铆stica entra帽a una atenci贸n y ocupa un espacio mental tan avasallante en el creador que su cultivo sistem谩tico puede llegar a convertirse en un handicap para la creaci贸n puramente literaria. "(…)El periodismo, despu茅s que se llega a cierto punto, puede llegar a ser una autodestrucci贸n cotidiana para un escritor creador serio", dijo.