OPINI脫N de Xavier Ca帽o Tamayo.- Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, ha comunicado urbi et orbe que retira a su pa铆s del Acuerdo de Par铆s contra el cambio clim谩tico. Ese Acuerdo es un pacto de 195 Estados, en el marco de Naciones Unidas, con medidas para reducir la emisi贸n de gases de efecto invernadero y frenar al calentamiento global. El objetivo es que, para fin del siglo XXI, la temperatura global de la Tierra no supere los 2潞 C respecto a la de la 茅poca preindustrial.
Aunque ese Acuerdo no es el mejor, ni siquiera bastante bueno, abandonarlo es peor. Sobre todo si lo abandona el segundo pa铆s m谩s contaminante del mundo. Porque Estados Unidos es responsable del 15% de emisi贸n de gases de efecto invernadero, aunque su poblaci贸n solo sea un 4% del total.
¿Por qu茅 el de Par铆s no es buen Acuerdo? Es muy general, con muchos agujeros. Y propone medidas que tienen demasiado en cuenta a las grandes empresas. Propuestas similares se aplicaron tras la conferencia del clima de R铆o en 1992 y sabemos que nada resolvieron. Kevin Anderson, especialista del clima de la Universidad de Manchester, nos ha explicado que “tras veinte a帽os de enga帽os en la lucha contra el cambio clim谩tico, no rebasar los 2°C de aumento de temperatura global exige una actuaci贸n pol铆tica decidida y clara”. Que no es el caso. A煤n.
Si la seguridad de la gente y la protecci贸n del planeta no son prioritarios, el cambio clim谩tico no se frenar谩. Mientras las ganancias de empresas y corporaciones pasen por delante de evitar cat谩strofes, inundaciones y sequ铆as inacabables, ese acuerdo sirve poco. Pero abandonar el acuerdo, como hace Trump, es peor. Aunque ese abandono no sorprenda cuando Trump ha osado nombrar director de la Agencia de Protecci贸n del Medio Ambiente de Estados Unidos a Scott Pruitt, un pol铆tico ultraconservador ignorante en esas cuestiones que tiene la desfachatez de decir que los cient铆ficos no se han puesto de acuerdo sobre el cambio clim谩tico. Absolutamente falso. Desde los ochenta, la inmensa mayor铆a de meteor贸logos, climat贸logos, f铆sicos y otros estudiosos del calentamiento global est谩n de acuerdo en el diagn贸stico y gravedad del ya innegable cambio clim谩tico.
Mortandad, m谩s problemas de salud, desaparici贸n de medios de sustento en zonas costeras y en peque帽os Estados insulares por tempestades, inundaciones y subida del nivel del mar. Sequ铆as severas e incendios muy dif铆ciles de apagar, desbordamientos de r铆os e inundaciones. Adem谩s, los expertos de la ONU advierten que aumentar谩 el riesgo de muerte y enfermedad en los cada vez m谩s abundantes per铆odos de calor extremo. Lo sabemos; en verano de 2003, una ola de calor caus贸 en Europa la muerte de veinte mil personas m谩s de las normales en verano. Y los fen贸menos meteorol贸gicos extremos destruir谩n infraestructuras vitales de suministro de agua y electricidad. Otro riesgo grave es la voluminosa reducci贸n de la producci贸n de alimentos. M谩s la dificultad progresiva de disponer de agua potable y de riego, lo que supondr谩 menor producci贸n agraria y m谩s campesinos pobres. Todo eso es lo que nos amenaza.
Frenar el cambio clim谩tico significa reducir en serio la emisi贸n de gases de efecto invernadero. Los que producen la gasolina, di茅sel, carb贸n, gas… Ardua tarea, cierto, pero imprescindible. Y posible.
Los expertos en cambio clim谩tico de Naciones Unidas han publicado desde 1988 cinco informes sobre el calentamiento global y como afrontarlo. Los informes demuestran la gravedad del problema. No ser谩 como una pel铆cula de desastres de Hollywood, en la que de repente desaparece una isla en medio de grandes efectos especiales. Los efectos nocivos del aumento de temperatura global ser谩n m谩s lentos, pero no menos implacables. En realidad, muchas islas del Pac铆fico ya han perdido terreno por elevaci贸n del nivel del mar.
Reducir de verdad las emisiones de gases de efecto invernadero exige una actuaci贸n pol铆tica decidida y valiente. No hay otra. Y conseguir una conciencia colectiva de que nos va la vida de no frenar el calentamiento. Con medidas donde no prime el beneficio ni el crecimiento sin l铆mite como motores. Donde lo que interese sea la gente, las personas, su vida, salud y bienestar. Y proteger el planeta. Porque no tenemos otro. Eso o la cat谩strofe est谩 asegurada. La barbarie. La alternativa es el acuerdo global que en verdad fren茅 el calentamiento. Y, para empezar, convencer al pueblo de EEUU que se incorpore a la batalla. O no lo contamos.
Xavier Ca帽o Tamayo
Periodista, ATTAC
Twitter: @xcanotamayo
Aunque ese Acuerdo no es el mejor, ni siquiera bastante bueno, abandonarlo es peor. Sobre todo si lo abandona el segundo pa铆s m谩s contaminante del mundo. Porque Estados Unidos es responsable del 15% de emisi贸n de gases de efecto invernadero, aunque su poblaci贸n solo sea un 4% del total.
¿Por qu茅 el de Par铆s no es buen Acuerdo? Es muy general, con muchos agujeros. Y propone medidas que tienen demasiado en cuenta a las grandes empresas. Propuestas similares se aplicaron tras la conferencia del clima de R铆o en 1992 y sabemos que nada resolvieron. Kevin Anderson, especialista del clima de la Universidad de Manchester, nos ha explicado que “tras veinte a帽os de enga帽os en la lucha contra el cambio clim谩tico, no rebasar los 2°C de aumento de temperatura global exige una actuaci贸n pol铆tica decidida y clara”. Que no es el caso. A煤n.
Si la seguridad de la gente y la protecci贸n del planeta no son prioritarios, el cambio clim谩tico no se frenar谩. Mientras las ganancias de empresas y corporaciones pasen por delante de evitar cat谩strofes, inundaciones y sequ铆as inacabables, ese acuerdo sirve poco. Pero abandonar el acuerdo, como hace Trump, es peor. Aunque ese abandono no sorprenda cuando Trump ha osado nombrar director de la Agencia de Protecci贸n del Medio Ambiente de Estados Unidos a Scott Pruitt, un pol铆tico ultraconservador ignorante en esas cuestiones que tiene la desfachatez de decir que los cient铆ficos no se han puesto de acuerdo sobre el cambio clim谩tico. Absolutamente falso. Desde los ochenta, la inmensa mayor铆a de meteor贸logos, climat贸logos, f铆sicos y otros estudiosos del calentamiento global est谩n de acuerdo en el diagn贸stico y gravedad del ya innegable cambio clim谩tico.
Mortandad, m谩s problemas de salud, desaparici贸n de medios de sustento en zonas costeras y en peque帽os Estados insulares por tempestades, inundaciones y subida del nivel del mar. Sequ铆as severas e incendios muy dif铆ciles de apagar, desbordamientos de r铆os e inundaciones. Adem谩s, los expertos de la ONU advierten que aumentar谩 el riesgo de muerte y enfermedad en los cada vez m谩s abundantes per铆odos de calor extremo. Lo sabemos; en verano de 2003, una ola de calor caus贸 en Europa la muerte de veinte mil personas m谩s de las normales en verano. Y los fen贸menos meteorol贸gicos extremos destruir谩n infraestructuras vitales de suministro de agua y electricidad. Otro riesgo grave es la voluminosa reducci贸n de la producci贸n de alimentos. M谩s la dificultad progresiva de disponer de agua potable y de riego, lo que supondr谩 menor producci贸n agraria y m谩s campesinos pobres. Todo eso es lo que nos amenaza.
Frenar el cambio clim谩tico significa reducir en serio la emisi贸n de gases de efecto invernadero. Los que producen la gasolina, di茅sel, carb贸n, gas… Ardua tarea, cierto, pero imprescindible. Y posible.
Los expertos en cambio clim谩tico de Naciones Unidas han publicado desde 1988 cinco informes sobre el calentamiento global y como afrontarlo. Los informes demuestran la gravedad del problema. No ser谩 como una pel铆cula de desastres de Hollywood, en la que de repente desaparece una isla en medio de grandes efectos especiales. Los efectos nocivos del aumento de temperatura global ser谩n m谩s lentos, pero no menos implacables. En realidad, muchas islas del Pac铆fico ya han perdido terreno por elevaci贸n del nivel del mar.
Reducir de verdad las emisiones de gases de efecto invernadero exige una actuaci贸n pol铆tica decidida y valiente. No hay otra. Y conseguir una conciencia colectiva de que nos va la vida de no frenar el calentamiento. Con medidas donde no prime el beneficio ni el crecimiento sin l铆mite como motores. Donde lo que interese sea la gente, las personas, su vida, salud y bienestar. Y proteger el planeta. Porque no tenemos otro. Eso o la cat谩strofe est谩 asegurada. La barbarie. La alternativa es el acuerdo global que en verdad fren茅 el calentamiento. Y, para empezar, convencer al pueblo de EEUU que se incorpore a la batalla. O no lo contamos.
Xavier Ca帽o Tamayo
Periodista, ATTAC
Twitter: @xcanotamayo