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La Parte Maldita

OPINI脫N de Mauricio Casta帽o H., Colombia.- La alarme se prende de nuevo, la corrupci贸n es un c谩ncer que pone a Colombia en cuidados intensivos. Capturas de altos funcionarios en ejercicio parecen rebosar la tasa, pero todo pasa y nada pasa. Lo grave en la democracia es cosa de un d铆a, la memoria est谩 soportada en los medios de comunicaci贸n que direccionan la consciencia colectiva, modelan el comportamiento de las gentes - ¿para d贸nde va Vicente? – Para d贸nde va la gente.: - Julito, no me cuelgue. Ruega vergonzosamente el radio oyente al periodista de alto rating que se dice determina la agenda del pa铆s, dice de qu茅 se habla seg煤n el tinglado de sus patrocinadores.

Entonces, dec铆amos de la corrupci贸n galopante, cada vez son m谩s los altos funcionarios involucrados que van de frente sin rubor alguno caso Odebrecht y Reficar, pero tan s贸lo dos ejemplos muy publicitados de recientes capturas: el Fiscal Anticorrupci贸n y el Secretario de Gobierno de Medell铆n son capturados por corrupci贸n y nexos con el mundo criminal. El primero, el se帽or Moreno joven y ambicioso, fue capturado por recibir un soborno de treinta mil d贸lares pero su prontuario es grande, casado con una mujer y la cual conoci贸 estando presa por narcotr谩fico y exonerada con la triqui帽uela de culpar a su abuela ya muerta. Por lo dem谩s a帽adimos que es al Fiscal Fantasma al principio todos lo alababan, muchos partidos pol铆ticos dieron su respaldo para ser nombrado en tan alto cargo, ahora, que la justicia de Estados Unidos lo incrimin贸, resulta que nadie lo conoce, nadie lo respald贸. Cuando el barco se hunde, las ratas huyen despavoridas!

El otro, el se帽or Villegas, fue capturado por supuestos nexos con el aparato criminal de la famosa Oficina de Envigado. Desde su alto cargo estrella de Medell铆n y ficha de mucha confianza del alcalde, favorec铆a negocios familiares con la criminalidad para que los dejara exentos de sus chantajes econ贸micos. Incluso los resultados presentados en materia de Seguridad eran los llamados falsos positivos que ten铆an por objeto aliviar las presiones en materia de Justicia. Su modus operandi: acordaba con los criminales a qu茅 pe贸n maloso entregar y as铆 saciar las demandas gubernamentales y ciudadanas. Se buscaba un chivo expiatorio y as铆 se capitalizaba a favor. Entonces el alcalde medi谩tico sal铆a en todos los medios y redes sociales a cantar la enga帽osa victoria, as铆 alimenta su popularidad, as铆 aplica la estrategia de gobernar con el tan s贸lo marketing pol铆tico necesario para su vigencia en el mundo del poder. Es la magia de los medios masivos de comunicaci贸n que tienen para anestesiar a las gentes y apaciguar su esp铆ritu cr铆tico, y hacer parecer que todo est谩 normal, que todo est谩 bajo control.

Una pregunta retumba en las cabezas ¿por qu茅 surge lo peor, lo m谩s horrible de la condici贸n humana? ¿Faltan o escasean los valores 茅ticos o religiosos? A decir verdad, los hay de sobra, proliferan desde que existe la humanidad. En cada sociedad, en cada cultura abundan las tablas de principios y valores bien intencionados que llaman a no hacer da帽o, hacer el bien a los dem谩s, amar a los otros como a nosotros mismos. Existen unas condiciones especiales de la humanidad, del homo sapiens, del homo erectus: el hombre es social, el homo socius; el hombre produce, el homo economicus, homo habilis; el hombre se agrupa y toma decisiones, el Estado Naci贸n, el homo politics. Y es en este 煤ltimo, en el el hombre que produce, en el econ贸mico y en el hombre pol铆tico en el que se halla un problema: ¿Qu茅 hacer con el excedente, con lo acumulado? Antes los almacenamientos de comida eran reserva para los tiempos inclementes, despu茅s la mayor producci贸n, la gran acumulaci贸n fue y es el gran problema para los Estados Naci贸n. ¿Qu茅 hacer con tanta riqueza? Y la soluci贸n no fue precisamente la del campesino pobre de la f谩bula. Un par茅ntesis. Al campesino laborioso, alegre, feliz, al que no le faltaba ma帽ana que no silbare y cantare en coro con los ruise帽ores de su tejado. Al verlo su vecino hacendoso y adinerado, se cuestiona porqu茅 ese pobre hombre era tan feliz y 茅l no pese a su riqueza. Entonces decide preguntar al campesino el porqu茅 de su felicidad diaria. Arar el campo, querer la tierra y sus animales, dar gracias a sus dioses, responde el campesino. Entonces aquel en un acto de generosidad decide regalarle a aquel una suma de dinero equivalente a los a帽os restantes que le quedan de vida. De ah铆 en adelante el campesino no vuelve a cantar, no duerme bien, la tranquilidad se le ha ido. Su raz贸n: el estar pendiente d铆a y noche de cuidar la fortuna de los ladrones. Ante la calamidad de que tal fortuna le haya raptado la paz, decide devolverla a su due帽o.

El problema es la acumulaci贸n no resuelta en los Estados Naci贸n. S贸lo han encontrado dos soluciones no tan buenas, una apropiarse de la riqueza pero mantener un equilibrio que favorece al conjunto de la producci贸n, es el cuidado de la gallina de los huevos de oro como lo hacen en muchos pa铆ses europeos con una clase adinerada que ha tomado consciencia de la solidaridad, de pagar impuestos... El otro es quien decide embolsillarse toda la riqueza, el enfermo ego铆sta, es el que mata la gallina. Es lo que hacen las naciones con una dirigencia muy corrupta, inescrupulosa. Pensar en el hombre es decir acumulaci贸n que bien puede disponerse para el bienestar general o para el particular, decidir una sociedad sostenible o empujarla al vac铆o.

No est谩 por dem谩s los valores humanos sugeridos, y recordar con Canguilhen que toda norma l贸gica invertida quiz谩 produce una norma est茅tica, y una norma 茅tica invertida da quiz谩 una l贸gica pol铆tica. Las normas sociales se diferencian de las biol贸gicas o de las leyes de la vida porque no controlan sus efectos. Pues es asunto de distribuci贸n de lo acumulado para la satisfacci贸n de las necesidades que le asisten a todo viviente, que de no hacerse se cae en desespero, se le priva de una cierta paz. Recordemos tambi茅n que “lo normal es al mismo tiempo la extension y la exhibicion de la norma. Requiere pues, fuera de s铆, junto a s铆 y contra s铆 todo aquello que todavia se le escapa. Una norma extrae su sentido, su funci贸n y su valor del hecho de la existencia fuera de aquello que no responde a la exigencia que ella atiende.” Lo normal y patol贸gico., p 185.

A todas estas no es que la sociedad est茅 en crisis o que falten normas 茅ticas o morales, existen por miles desde el comienzo de la humanidad. El tema no es el obedece pero no se cumple, ni tampoco hecha la ley hecha la trampa, en t茅rminos estrictos no son ni morales ni 茅ticos, no es de la enamorada y precipitada muerte . El tema est谩 en la parte maldita se帽alado por Georges Bataille: la acumulaci贸n no ha sido resuelta por los Estados Naci贸n, esa es la crisis, esa es la parte maldita.





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