“...all铆 ya empezaron los golpes y las amenazas… y en comisar铆a tambi茅n, m谩s de lo mismo. Sobre todo Billy el Ni帽o, que este era un s谩dico y adem谩s disfrutaba much铆simo pegando.”
El 8 de octubre de 1974, Felisa estaba en su casa cuando Juan Antonio Gonz谩lez Pacheco, alias Billy el Ni帽o, y cuatro inspectores de la Brigada Pol铆tico Social tumbaron la puerta. Ten铆a 26 a帽os y formaba parte de la Liga Comunista Revolucionaria. Buscaban detener a la direcci贸n del comit茅 local.
Durante su detenci贸n, los polic铆as le dieron una paliza y la insultaron para que “cantara”.
Desde entonces, Felisa lucha para que se sepa la verdad y se haga justicia. Su caso forma parte de la querella argentina.
En 2013, la juez argentina Mar铆a Servini dict贸 una orden de extradici贸n para interrogar a Billy el Ni帽o por su posible relaci贸n con las torturas a Felisa. Pero el gobierno espa帽ol est谩 bloqueando la investigaci贸n.
El caso de Felisa no es 煤nico. Muchas personas fueron detenidas injustamente y torturadas durante el franquismo por su forma de pensar. Durante d铆as, no volvieron a casa. Lo 煤nico que piden es justicia
El 8 de octubre de 1974, Felisa estaba en su casa cuando Juan Antonio Gonz谩lez Pacheco, alias Billy el Ni帽o, y cuatro inspectores de la Brigada Pol铆tico Social tumbaron la puerta. Ten铆a 26 a帽os y formaba parte de la Liga Comunista Revolucionaria. Buscaban detener a la direcci贸n del comit茅 local.
Durante su detenci贸n, los polic铆as le dieron una paliza y la insultaron para que “cantara”.
Desde entonces, Felisa lucha para que se sepa la verdad y se haga justicia. Su caso forma parte de la querella argentina.
En 2013, la juez argentina Mar铆a Servini dict贸 una orden de extradici贸n para interrogar a Billy el Ni帽o por su posible relaci贸n con las torturas a Felisa. Pero el gobierno espa帽ol est谩 bloqueando la investigaci贸n.
El caso de Felisa no es 煤nico. Muchas personas fueron detenidas injustamente y torturadas durante el franquismo por su forma de pensar. Durante d铆as, no volvieron a casa. Lo 煤nico que piden es justicia