OPINI脫N de Lovisa Prage.- Durante el a帽o 2016 fueron asesinados 200 activistas medioambientales. Los pueblos originarios han sido los principales afectados por su incesante lucha contra la explotaci贸n ambiental y por el cumplimiento de sus derechos territoriales. Suecia debe tomar m谩s responsabilidad en cuanto a la represi贸n que sufren los pueblos originarios, tanto en lo que ata帽e al cumplimiento de los derechos del pueblo sami como al accionar global de las corporaciones suecas.
Un informe publicado por la organizaci贸n Global Witness en julio del 2017 muestra que las personas que se oponen a las grandes empresas corren peligro de muerte. Durante el a帽o 2016 fueron asesinados no menos de 200 activistas medioambientales. Las industrias m谩s peligrosas para estos activistas son la minera, la petrolera, la maderera y la agroindustrial. La caza furtiva y la construcci贸n de represas son tambi茅n sectores de alto riesgo para las personas que se oponen a estas actividades. El informe muestra claramente que el grupo m谩s expuesto es el de los pueblos originarios y la regi贸n m谩s expuesta por un alto margen es Am茅rica Latina, donde se registran m谩s del 60% de los casos de asesinato a nivel mundial.
En marzo del 2016 fue asesinada la lideresa ind铆gena Berta C谩ceres en Honduras despu茅s de una protesta contra la construcci贸n de una represa hidroel茅ctrica. Unas semanas despu茅s hombres armados atacaron a su hija Bertha Zu帽iga junto a otra cantidad de activistas. El a帽o pasado se firm贸 en Colombia un acuerdo de paz que tuvo gran repercusi贸n internacional. En Europa este hecho fue celebrado con el premio nobel de paz otorgado al presidente Juan Manuel Santos, sin embargo el camino hacia la paz es a煤n muy largo y tortuoso para la sociedad civil colombiana. El hecho es que en Colombia las amenazas y violencia hacia los defensores de derechos humanos y l铆deres sociales ha ido en aumento. Desde enero del 2016 se han registrado m谩s de 150 l铆deres sociales asesinados. La organizaci贸n social Solidaria Suecia – Am茅rica Latina que durante casi 50 a帽os ha estado presente en la regi贸n cooperando con movimientos sociales ve con gran preocupaci贸n esta situaci贸n.
Suecia tiene una larga tradici贸n como referente de la solidaridad internacional. Al mismo tiempo el estado sueco ha optado por no compensar los hist贸ricos abusos cometidos contra su propia poblaci贸n ind铆gena. Tanto a nivel local como en el exterior el estado sueco y las empresas suecas tienen una participaci贸n m谩s activa de lo que aparenta en la represi贸n a los pueblos originarios. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha criticado a Suecia por violar los derechos del pueblo sami al otorgar permisos de prospecci贸n a industrias mineras en su territorio ancestral y sin su consentimiento. La multinacional sueca Lundin Gold le ha pagado al gobierno ecuatoriano 225 millones de coronas suecas para establecer lo que ser谩 la mina de oro m谩s grande de Am茅rica Latina en plena selva amaz贸nica, un caso relativamente desconocido en el caos medi谩tico sueco, pero que traer谩 consecuencias catastr贸ficas para los habitantes de la zona.
Si Suecia quiere ser tomado en serio como un pa铆s defensor de los derechos humanos tiene que hacerle caso a las cr铆ticas por el maltrato al pueblo sami y exigir a actores privados como Lundin Gold que rindan cuentas por las violaciones cometidas a la poblaci贸n local.
*Lovisa Prage, grupo tem谩tico sobre Buen Vivir y derechos de la naturaleza
Un informe publicado por la organizaci贸n Global Witness en julio del 2017 muestra que las personas que se oponen a las grandes empresas corren peligro de muerte. Durante el a帽o 2016 fueron asesinados no menos de 200 activistas medioambientales. Las industrias m谩s peligrosas para estos activistas son la minera, la petrolera, la maderera y la agroindustrial. La caza furtiva y la construcci贸n de represas son tambi茅n sectores de alto riesgo para las personas que se oponen a estas actividades. El informe muestra claramente que el grupo m谩s expuesto es el de los pueblos originarios y la regi贸n m谩s expuesta por un alto margen es Am茅rica Latina, donde se registran m谩s del 60% de los casos de asesinato a nivel mundial.
En marzo del 2016 fue asesinada la lideresa ind铆gena Berta C谩ceres en Honduras despu茅s de una protesta contra la construcci贸n de una represa hidroel茅ctrica. Unas semanas despu茅s hombres armados atacaron a su hija Bertha Zu帽iga junto a otra cantidad de activistas. El a帽o pasado se firm贸 en Colombia un acuerdo de paz que tuvo gran repercusi贸n internacional. En Europa este hecho fue celebrado con el premio nobel de paz otorgado al presidente Juan Manuel Santos, sin embargo el camino hacia la paz es a煤n muy largo y tortuoso para la sociedad civil colombiana. El hecho es que en Colombia las amenazas y violencia hacia los defensores de derechos humanos y l铆deres sociales ha ido en aumento. Desde enero del 2016 se han registrado m谩s de 150 l铆deres sociales asesinados. La organizaci贸n social Solidaria Suecia – Am茅rica Latina que durante casi 50 a帽os ha estado presente en la regi贸n cooperando con movimientos sociales ve con gran preocupaci贸n esta situaci贸n.
Suecia tiene una larga tradici贸n como referente de la solidaridad internacional. Al mismo tiempo el estado sueco ha optado por no compensar los hist贸ricos abusos cometidos contra su propia poblaci贸n ind铆gena. Tanto a nivel local como en el exterior el estado sueco y las empresas suecas tienen una participaci贸n m谩s activa de lo que aparenta en la represi贸n a los pueblos originarios. El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha criticado a Suecia por violar los derechos del pueblo sami al otorgar permisos de prospecci贸n a industrias mineras en su territorio ancestral y sin su consentimiento. La multinacional sueca Lundin Gold le ha pagado al gobierno ecuatoriano 225 millones de coronas suecas para establecer lo que ser谩 la mina de oro m谩s grande de Am茅rica Latina en plena selva amaz贸nica, un caso relativamente desconocido en el caos medi谩tico sueco, pero que traer谩 consecuencias catastr贸ficas para los habitantes de la zona.
Si Suecia quiere ser tomado en serio como un pa铆s defensor de los derechos humanos tiene que hacerle caso a las cr铆ticas por el maltrato al pueblo sami y exigir a actores privados como Lundin Gold que rindan cuentas por las violaciones cometidas a la poblaci贸n local.
*Lovisa Prage, grupo tem谩tico sobre Buen Vivir y derechos de la naturaleza
Traducci贸n: Silvia Ana Gonz谩lez, grupo tem谩tico sobre Buen Vivir y derechos de la naturaleza