Santiago Brunetto/El Furg贸n – Junio dej贸 el aniversario de Sgt. Pepper’s. Con bombos y trompetas (como su tapa) los cincuenta a帽os se celebraron entre lanzamientos de ediciones especiales, remasterizaciones de remasterizaciones, remix que son iguales y crudos de grabaciones que poco dicen. El marketing se comi贸 a la efem茅ride como Sgt. Pepper’s, en general, se come a Revolver.
Agosto es justamente el mes aniversario de este 煤ltimo. A los cinco d铆as del octavo mes de 1966 sal铆a a la venta en Gran Breta帽a, y ahora ya tenemos cincuenta y un a帽os de esa fecha. Tampoco el a帽o anterior hubo gran parafernalia en torno a su cincuenta aniversario, y es que Revolver ha sido siempre la sombra de la tanqueta Sgt. Pepper’s. As铆 lo ha sido publicitariamente, en las ventas y en los rankings.
Pero m谩s que su sombra, Revolver es el maestro superado por el alumno, alumno que no podr铆a ser sin su maestro. Uno no puede entender la majestuosidad de Sgt. Pepper’s sin entender primero el quiebre producido por Revolver. No es simplemente el disco donde los Beatles dejan sus rocanroles inocentes y marketineros (lo que ya empezaban a hacer lentamente desde Help) para ahondar en la complejidad musical. En todo caso, eso es lo que ya sabemos, lo que se suele resaltar. Pero lo que no se suele pensar, generalmente, es el porqu茅 de este rotundo cambio, m谩s all谩 de lo musical.
Exactamente un a帽o antes de Revolver (s铆, porque hac铆an tres discos en un a帽o: Rubber Soul en el medio) sal铆a a la venta Help. All铆 Lennon compuso su “you’ve got to hide your love away”, efectando dos movimientos, uno determinado por el otro. La letra de esta canci贸n, lo supimos m谩s adelante, est谩 inspirada en Brian Epstein, el primer quinto Beatle, homosexual reprimido por obligaci贸n en una 茅poca donde era delito serlo en Gran Breta帽a. Est谩 claro que el primer movimiento es el de realizar su primera poes铆a enteramente dedicada a una problem谩tica social, pero esto mismo implica algo mucho mayor: Lennon es el primer Beatle en rebelarse contra la propia fama, ese camino que, al asumirlo los cuatro, terminar谩 con la cancelaci贸n de las presentaciones en vivo y la reclusi贸n en el estudio de grabaci贸n.
Para Lennon, la fama se transform贸 r谩pidamente en censura: desde la obligaci贸n del roncanrol rosa que vende, hasta la de esconder a Cynthia y su matrimonio para que las fans siguieran enamoradas. Su vuelta contra la censura se da en dos planos: su letra lo hace contra la censura social (en la forma de la homosexualidad) y su m煤sica contra la censura compositiva. La m煤sica de “you’ve got to hide…” bien podr铆a estar incluida, por ejemplo, en el White Album, acompa帽ar a su “Cry baby cry” o a su “Sexie sadie”. Es la m煤sica del Lennon con guitarra ac煤stica en mano, recluido en su mayor interioridad, 煤nico lugar desde donde supo, y sabr谩 despu茅s, sacar su expresi贸n rebelde y pol铆tica. Ese sonido, claro, nada tiene que ver con los sonidos anteriores y es, sin duda, la primera muestra del quiebre que despu茅s se profundizar谩 expandi茅ndose a toda la banda.
Volvamos a Revolver, pero no sin antes resumir lo anterior: no es que Lennon efectu贸 un cambio en su conciencia al abrir su percepci贸n a la sociedad y, por separado, efectu贸 otro cambio en lo musical; lo cierto es que las dos cosas son parte de lo mismo. Uno de los principales aportes que el fil贸sofo Theodor Adorno, de la Escuela de Frankfurt, realiz贸 a la teor铆a est茅tica, fue el de comenzar a pensar al propio material art铆stico, es decir, el material con el que el artista hace arte, sea pintura, lienzo, sonidos, fotogramas, c谩maras, etc., en su car谩cter determinado hist贸ricamente. As铆, Adorno va un paso m谩s all谩 de lo que hasta principios del XX profesaba la teor铆a marxista del arte; ella se hab铆a quedado, en su pecado humanista, s贸lo en la determinaci贸n hist贸rica del artista. Era tan s贸lo 茅l quien estaba alienado y no pod铆a m谩s que, en su arte, reproducir las condiciones de existencia utilizando materiales concebidos como neutrales, manejables, pasivos, manipulables. Con la incorporaci贸n de su teor铆a del material art铆stico, Adorno subvierte completamente la funci贸n del artista, quien ya no ser谩 un manipulador de materia (para bien o para mal), sino que deber谩 relacionarse con la determinaci贸n hist贸rica de esa materia, transform谩ndose en algo m谩s parecido a un mediador. Claro, Adorno no cre铆a en el arte como forma de pol铆tica revolucionaria (digamos que un poco de raz贸n ten铆a, todav铆a no se ha visto ning煤n arte que haga la revoluci贸n social). Cre铆a m谩s bien en el arte como forma de conocimiento: lo que puede hacer el artista, como mucho, es tomar la materia como le es dada y relacionarse con ella para forzarla hasta donde pueda para conocer y hacer conocer lo que en ella se esconde (en 煤ltima instancia, las relaciones de producci贸n, claro). Para 茅l, la tarea revolucionaria era de pol铆ticos revolucionarios y el arte s贸lo pod铆a ser revolucionario al esquivar o destruir los entramados ideol贸gicos que velan a la realidad material, mostr谩ndola lo m谩s sincera posible.
Adorno estaba fascinado por la m煤sica atonal de Schoenberg (lo cual era mucho, porque Adorno nunca estaba fascinado por nada). Este 煤ltimo, desde luego, no era revolucionario ni mucho menos; mejor dicho, no era revolucionario pol铆ticamente, lo cual no implicaba para Adorno que no lo fuera art铆sticamente. Lo que lo admiraba de la atonalidad era su capacidad de transmitir el sonido social, esa mezcla extra帽a de la Europa de principios del XX: la renovaci贸n de la gran urbe, la explosiva masividad obrera y su choque con la burgues铆a urbana, la industrializaci贸n fordista y la agudizaci贸n de la explotaci贸n, los transportes, la horrible previsi贸n de los incipientes fascismos y la horrible previsi贸n del desv铆o stalinista, justo en Viena, Schoenberg, en el medio de Oriente y Occidente. Todo esto llev贸 a Adorno a defender la autonom铆a del arte c贸mo el 煤nico modo de construir arte revolucionario (en sus t茅rminos). Para 茅l, la condici贸n de posibilidad de la revoluci贸n musical schoenberiana era el total aislamiento social del compositor, su ausencia de conciencia e intenci贸n pol铆tica lo hab铆an llevado a ser el 煤nico m煤sico en poder contactarse directamente con el material art铆stico disponible en las condiciones hist贸ricas dadas, aisl谩ndose as铆 tambi茅n de la alienaci贸n y las operaciones ideol贸gicas dominantes de lo que la m煤sica “deb铆a ser”, y construyendo el sonido m谩s fiel a la cotidianidad hist贸rica.
M谩s all谩 de la discusi贸n acerca de la autonom铆a art铆stica que Adorno tendr谩 con su propio amigo Walter Benjamin, y el tercero en discordia Bertolt Brecht (quien adem谩s calific贸 a la m煤sica de Schoenberg c贸mo un relinche de caballos que conduc铆a al anarquismo), lo importante de su teor铆a est茅tica se encuentra en descubrir la determinaci贸n hist贸rica de la materia art铆stica, lo que es clave para entender el car谩cter revolucionario de algunos artistas hist贸ricos aun sin intenci贸n pol铆tica revolucionaria alguna, desde Schoenberg hasta Borges, por ejemplo, y ¿por qu茅 no? hasta los Beatles.
Antes de un quiebre en el sonido con Revolver, hay un quiebre en la sociedad que conlleva un quiebre en el sonido de la sociedad. Ya sabemos lo que es la d茅cada de 1960: segunda ola feminista, hipismo, budismo, p铆ldora anticonceptiva y revoluci贸n sexual, guerra de Vietnam, Revoluci贸n Cubana y asesinato de Guevara, Mayo Franc茅s, explosi贸n de los “post” (modernismo, estructuralismo, marxismo, etc.), incursiones directas de CIA en Latinoam茅rica, y dem谩s etc茅teras. Los Beatles suelen estar ubicados en esta lista de cosas sociales que pasaron (que casi siempre se presentan ahist贸ricamente), pero es preferible pensar, siguiendo a Adorno, a los Beatles separados, a los Beatles perceptivos e interpretativos de las cosas sociales que pasaron. En otras palabras, haciendo lo que el Schoenberg de Adorno.
La experiencia social de 1960 es la de la apertura a una multiplicidad de respuestas pol铆ticas a la decadencia de la bipolaridad estatal del mundo; la llegada a un supuesto abismo de la historia en el medio del r茅gimen de las barbaries capitalistas y stalinistas despertando una cantidad innumerable de contestas m谩s o menos serias, m谩s o menos plausibles, m谩s o menos pol铆ticas para evitar la cornisa. “Tomorrow never knows” es la experiencia social de la 茅poca. El “ma帽ana nunca se sabe” con el que Lennon (¿qui茅n si no?) cierra el disco, resumi茅ndolo, es el sonido de la caminata de la historia hacia el abismo, la certeza de la ignorancia en el futuro y, a la vez, una respuesta: la psicod茅lica. El tormentoso ruido de guitarras en distintos planos y a la inversa, el sitar y la tanpura de Harrison, y la voz de Lennon replicada ante su capricho de querer sonar como “cien monjes tibetanos” a trav茅s de la cabina Leslie, no son s贸lo el delirio de cuatro tipos explotados de LSD, sino que es, m谩s bien, el registro de una experiencia de 茅poca (de la que el LSD era un elemento contestatario m谩s). La respuesta pol铆tica-psicod茅lica de los Beatles a la incertidumbre del ma帽ana se muestra, claro, poco revolucionaria: “Apaga tus ojos, rel谩jate y d茅jate llevar… abandona todo pensamiento, entr茅gate al vac铆o”. Pero, como hemos visto con Adorno, el car谩cter revolucionario del arte no se halla en su intenci贸n sino en el modo en que puede percibir y expresar a su 茅poca. Revolver es la primera expresi贸n sonora de la d茅cada de 1960: la muerte en el horizonte, al fin y al cabo un revolver es un revolver (y a帽os despu茅s la felicidad ser谩 un arma humeante), y, en simult谩neo, el constante renacimiento en m煤ltiples formas.
Sgt. Pepper’s luego vendr谩 a perfeccionar el registro de 茅poca, pero ya no tendr谩 la espontaneidad de Revolver, que fue esa real experimentaci贸n. Efectivamente, en Revolver est谩 el riesgo de abandonar todo lo anterior, de fracasar, de abolir la beatleman铆a. En Revolver est谩 la esencia del artista, obligado por el material a ir a un lugar nuevo aunque eso signifique la perdida de todo. Los Beatles se enfrentan al mismo abismo al que se enfrenta la historia y lo desaf铆an.
Con Sgt. Pepper’s, Revolver ya fue un 茅xito de ventas. Ese “Whitin you, whitout you” que parece la continuaci贸n de “Tomorrow never knows” ya est谩 liviano, asentado sobre base firme; ya no es la tormenta, ya no hay abismo ni riesgos. Los Beatles pueden ahora desarrollar sus experimentos sin miedo a perderlo todo y esa combinaci贸n es la condici贸n de posibilidad del disco que, para muchos, ser谩 el mejor de la historia del rock. Debajo de 茅l, como su derrotado pero tambi茅n como su base, estar谩 siempre Revolver.
Agosto es justamente el mes aniversario de este 煤ltimo. A los cinco d铆as del octavo mes de 1966 sal铆a a la venta en Gran Breta帽a, y ahora ya tenemos cincuenta y un a帽os de esa fecha. Tampoco el a帽o anterior hubo gran parafernalia en torno a su cincuenta aniversario, y es que Revolver ha sido siempre la sombra de la tanqueta Sgt. Pepper’s. As铆 lo ha sido publicitariamente, en las ventas y en los rankings.
Pero m谩s que su sombra, Revolver es el maestro superado por el alumno, alumno que no podr铆a ser sin su maestro. Uno no puede entender la majestuosidad de Sgt. Pepper’s sin entender primero el quiebre producido por Revolver. No es simplemente el disco donde los Beatles dejan sus rocanroles inocentes y marketineros (lo que ya empezaban a hacer lentamente desde Help) para ahondar en la complejidad musical. En todo caso, eso es lo que ya sabemos, lo que se suele resaltar. Pero lo que no se suele pensar, generalmente, es el porqu茅 de este rotundo cambio, m谩s all谩 de lo musical.
Exactamente un a帽o antes de Revolver (s铆, porque hac铆an tres discos en un a帽o: Rubber Soul en el medio) sal铆a a la venta Help. All铆 Lennon compuso su “you’ve got to hide your love away”, efectando dos movimientos, uno determinado por el otro. La letra de esta canci贸n, lo supimos m谩s adelante, est谩 inspirada en Brian Epstein, el primer quinto Beatle, homosexual reprimido por obligaci贸n en una 茅poca donde era delito serlo en Gran Breta帽a. Est谩 claro que el primer movimiento es el de realizar su primera poes铆a enteramente dedicada a una problem谩tica social, pero esto mismo implica algo mucho mayor: Lennon es el primer Beatle en rebelarse contra la propia fama, ese camino que, al asumirlo los cuatro, terminar谩 con la cancelaci贸n de las presentaciones en vivo y la reclusi贸n en el estudio de grabaci贸n.
Para Lennon, la fama se transform贸 r谩pidamente en censura: desde la obligaci贸n del roncanrol rosa que vende, hasta la de esconder a Cynthia y su matrimonio para que las fans siguieran enamoradas. Su vuelta contra la censura se da en dos planos: su letra lo hace contra la censura social (en la forma de la homosexualidad) y su m煤sica contra la censura compositiva. La m煤sica de “you’ve got to hide…” bien podr铆a estar incluida, por ejemplo, en el White Album, acompa帽ar a su “Cry baby cry” o a su “Sexie sadie”. Es la m煤sica del Lennon con guitarra ac煤stica en mano, recluido en su mayor interioridad, 煤nico lugar desde donde supo, y sabr谩 despu茅s, sacar su expresi贸n rebelde y pol铆tica. Ese sonido, claro, nada tiene que ver con los sonidos anteriores y es, sin duda, la primera muestra del quiebre que despu茅s se profundizar谩 expandi茅ndose a toda la banda.
Volvamos a Revolver, pero no sin antes resumir lo anterior: no es que Lennon efectu贸 un cambio en su conciencia al abrir su percepci贸n a la sociedad y, por separado, efectu贸 otro cambio en lo musical; lo cierto es que las dos cosas son parte de lo mismo. Uno de los principales aportes que el fil贸sofo Theodor Adorno, de la Escuela de Frankfurt, realiz贸 a la teor铆a est茅tica, fue el de comenzar a pensar al propio material art铆stico, es decir, el material con el que el artista hace arte, sea pintura, lienzo, sonidos, fotogramas, c谩maras, etc., en su car谩cter determinado hist贸ricamente. As铆, Adorno va un paso m谩s all谩 de lo que hasta principios del XX profesaba la teor铆a marxista del arte; ella se hab铆a quedado, en su pecado humanista, s贸lo en la determinaci贸n hist贸rica del artista. Era tan s贸lo 茅l quien estaba alienado y no pod铆a m谩s que, en su arte, reproducir las condiciones de existencia utilizando materiales concebidos como neutrales, manejables, pasivos, manipulables. Con la incorporaci贸n de su teor铆a del material art铆stico, Adorno subvierte completamente la funci贸n del artista, quien ya no ser谩 un manipulador de materia (para bien o para mal), sino que deber谩 relacionarse con la determinaci贸n hist贸rica de esa materia, transform谩ndose en algo m谩s parecido a un mediador. Claro, Adorno no cre铆a en el arte como forma de pol铆tica revolucionaria (digamos que un poco de raz贸n ten铆a, todav铆a no se ha visto ning煤n arte que haga la revoluci贸n social). Cre铆a m谩s bien en el arte como forma de conocimiento: lo que puede hacer el artista, como mucho, es tomar la materia como le es dada y relacionarse con ella para forzarla hasta donde pueda para conocer y hacer conocer lo que en ella se esconde (en 煤ltima instancia, las relaciones de producci贸n, claro). Para 茅l, la tarea revolucionaria era de pol铆ticos revolucionarios y el arte s贸lo pod铆a ser revolucionario al esquivar o destruir los entramados ideol贸gicos que velan a la realidad material, mostr谩ndola lo m谩s sincera posible.
Adorno estaba fascinado por la m煤sica atonal de Schoenberg (lo cual era mucho, porque Adorno nunca estaba fascinado por nada). Este 煤ltimo, desde luego, no era revolucionario ni mucho menos; mejor dicho, no era revolucionario pol铆ticamente, lo cual no implicaba para Adorno que no lo fuera art铆sticamente. Lo que lo admiraba de la atonalidad era su capacidad de transmitir el sonido social, esa mezcla extra帽a de la Europa de principios del XX: la renovaci贸n de la gran urbe, la explosiva masividad obrera y su choque con la burgues铆a urbana, la industrializaci贸n fordista y la agudizaci贸n de la explotaci贸n, los transportes, la horrible previsi贸n de los incipientes fascismos y la horrible previsi贸n del desv铆o stalinista, justo en Viena, Schoenberg, en el medio de Oriente y Occidente. Todo esto llev贸 a Adorno a defender la autonom铆a del arte c贸mo el 煤nico modo de construir arte revolucionario (en sus t茅rminos). Para 茅l, la condici贸n de posibilidad de la revoluci贸n musical schoenberiana era el total aislamiento social del compositor, su ausencia de conciencia e intenci贸n pol铆tica lo hab铆an llevado a ser el 煤nico m煤sico en poder contactarse directamente con el material art铆stico disponible en las condiciones hist贸ricas dadas, aisl谩ndose as铆 tambi茅n de la alienaci贸n y las operaciones ideol贸gicas dominantes de lo que la m煤sica “deb铆a ser”, y construyendo el sonido m谩s fiel a la cotidianidad hist贸rica.
M谩s all谩 de la discusi贸n acerca de la autonom铆a art铆stica que Adorno tendr谩 con su propio amigo Walter Benjamin, y el tercero en discordia Bertolt Brecht (quien adem谩s calific贸 a la m煤sica de Schoenberg c贸mo un relinche de caballos que conduc铆a al anarquismo), lo importante de su teor铆a est茅tica se encuentra en descubrir la determinaci贸n hist贸rica de la materia art铆stica, lo que es clave para entender el car谩cter revolucionario de algunos artistas hist贸ricos aun sin intenci贸n pol铆tica revolucionaria alguna, desde Schoenberg hasta Borges, por ejemplo, y ¿por qu茅 no? hasta los Beatles.
Antes de un quiebre en el sonido con Revolver, hay un quiebre en la sociedad que conlleva un quiebre en el sonido de la sociedad. Ya sabemos lo que es la d茅cada de 1960: segunda ola feminista, hipismo, budismo, p铆ldora anticonceptiva y revoluci贸n sexual, guerra de Vietnam, Revoluci贸n Cubana y asesinato de Guevara, Mayo Franc茅s, explosi贸n de los “post” (modernismo, estructuralismo, marxismo, etc.), incursiones directas de CIA en Latinoam茅rica, y dem谩s etc茅teras. Los Beatles suelen estar ubicados en esta lista de cosas sociales que pasaron (que casi siempre se presentan ahist贸ricamente), pero es preferible pensar, siguiendo a Adorno, a los Beatles separados, a los Beatles perceptivos e interpretativos de las cosas sociales que pasaron. En otras palabras, haciendo lo que el Schoenberg de Adorno.
La experiencia social de 1960 es la de la apertura a una multiplicidad de respuestas pol铆ticas a la decadencia de la bipolaridad estatal del mundo; la llegada a un supuesto abismo de la historia en el medio del r茅gimen de las barbaries capitalistas y stalinistas despertando una cantidad innumerable de contestas m谩s o menos serias, m谩s o menos plausibles, m谩s o menos pol铆ticas para evitar la cornisa. “Tomorrow never knows” es la experiencia social de la 茅poca. El “ma帽ana nunca se sabe” con el que Lennon (¿qui茅n si no?) cierra el disco, resumi茅ndolo, es el sonido de la caminata de la historia hacia el abismo, la certeza de la ignorancia en el futuro y, a la vez, una respuesta: la psicod茅lica. El tormentoso ruido de guitarras en distintos planos y a la inversa, el sitar y la tanpura de Harrison, y la voz de Lennon replicada ante su capricho de querer sonar como “cien monjes tibetanos” a trav茅s de la cabina Leslie, no son s贸lo el delirio de cuatro tipos explotados de LSD, sino que es, m谩s bien, el registro de una experiencia de 茅poca (de la que el LSD era un elemento contestatario m谩s). La respuesta pol铆tica-psicod茅lica de los Beatles a la incertidumbre del ma帽ana se muestra, claro, poco revolucionaria: “Apaga tus ojos, rel谩jate y d茅jate llevar… abandona todo pensamiento, entr茅gate al vac铆o”. Pero, como hemos visto con Adorno, el car谩cter revolucionario del arte no se halla en su intenci贸n sino en el modo en que puede percibir y expresar a su 茅poca. Revolver es la primera expresi贸n sonora de la d茅cada de 1960: la muerte en el horizonte, al fin y al cabo un revolver es un revolver (y a帽os despu茅s la felicidad ser谩 un arma humeante), y, en simult谩neo, el constante renacimiento en m煤ltiples formas.
Sgt. Pepper’s luego vendr谩 a perfeccionar el registro de 茅poca, pero ya no tendr谩 la espontaneidad de Revolver, que fue esa real experimentaci贸n. Efectivamente, en Revolver est谩 el riesgo de abandonar todo lo anterior, de fracasar, de abolir la beatleman铆a. En Revolver est谩 la esencia del artista, obligado por el material a ir a un lugar nuevo aunque eso signifique la perdida de todo. Los Beatles se enfrentan al mismo abismo al que se enfrenta la historia y lo desaf铆an.
Con Sgt. Pepper’s, Revolver ya fue un 茅xito de ventas. Ese “Whitin you, whitout you” que parece la continuaci贸n de “Tomorrow never knows” ya est谩 liviano, asentado sobre base firme; ya no es la tormenta, ya no hay abismo ni riesgos. Los Beatles pueden ahora desarrollar sus experimentos sin miedo a perderlo todo y esa combinaci贸n es la condici贸n de posibilidad del disco que, para muchos, ser谩 el mejor de la historia del rock. Debajo de 茅l, como su derrotado pero tambi茅n como su base, estar谩 siempre Revolver.