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Biólogos resuelven por qué los gorriones no crecen de tamaño

Biólogos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología han descubierto un mecanismo evolutivo que explica la razón por la que existen tantos animales que, como los colibríes y los gorriones, conservan su pequeño tamaño en el tiempo. Los resultados de la investigación confirman una vez más la teoría evolutiva y han sido publicados en Evolution.





"Somos los primeros que han intentado llevar a cabo una cría selectiva de aves en libertad. Resulta que cada tipo de ave tiene su tamaño ideal; un tamaño que le ayuda a sobrevivir al invierno y a no sucumbir al calor del verano", explica Henrik Jensen, uno de los autores del estudio y miembro de la universidad.

Jensen y su equipo controlaron y dirigieron la evolución de tres poblaciones de gorriones de las islas noruegas de Vega, Leka y Hestmon para entender por qué estos pájaros —y otras aves diminutas— conservan su tamaño incluso ahora, cuando su supervivencia está más que asegurada y no existen amenazas serias que pongan en peligro a su especie.
Fueron estas las islas escogidas porque, tal y como explican los investigadores, están prácticamente aisladas entre sí y los gorriones migran entre ellas muy raramente, lo que permite unos resultados claros. En cada una de ellas, los biólogos intentaron condicionar la evolución de estas aves de la manera que les interesaba, cambiando las condiciones de su entorno. Tal y como explican en su estudio, "en Vega nos propusimos como objetivo reducir el tamaño de los gorriones y, en Leka, obligar a que aumentase".

Los biólogos de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología comenzaron a obtener resultados al cabo de tres años, cuando empezaron a observar que el tamaño de los especímenes que estaban siendo estudiados comenzaba a aumentar o a disminuir dependiendo de las condiciones que los investigadores habían provocado en su hábitat de manera artificial. Una vez más, la teoría de la evolución de Darwin, según la cual los seres vivos se adaptan a su entorno, quedaba confirmada.
Una vez estos gorriones de mayor tamaño fueron devueltos a su hábitat natural, tuvieron que pasar seis años para que sus dimensiones volviesen a ser las de partida.

Según el equipo responsable de la investigación, las pruebas son suficientes para confirmar que existe un tamaño ideal para cada tipo de animal; un tamaño que responde a las necesidades del animal en el hábitat en el que vive.

Así, para los gorriones grandes será más fácil sobrevivir al invierno, pero por contrapartida más difícil sobrevivir al ataque de los depredadores en verano. Los pequeños serán más propensos a morir de frío o por falta de alimento en otoño y en los meses invernales.

Sputnik




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