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¿Por qué el poder no quiere que se “aleccione” en derechos humanos a niños, niñas y adolescentes?




María Torrellas, Resumen Latinoamericano.- Desde hace más de un mes en que la Gendarmería desapareció a Santiago Maldonado en Chubut, la gran mayoría de los y las docentes tomaron la resolución de trasmitir a sus alumnos y alumnas la grave situación que se vivía en el país con una nueva desaparición forzada.

Desde el sindicato SUTEBA se propusieron acciones concretas para plasmar en las aulas en cada escuela.

Actividades en las aulas y clases abiertas con la comunidad educativa: propuestas en cuadernillos específicos para Nivel Inicial, Primario y Secundario. Exposición de la imagen de Santiago en todas las aulas y en la puerta de cada Escuela. Debate en alusión al Día del Detenido Desaparecido. Banderas a media asta, un minuto de aplausos e inclusión de su nombre en todas las listas de asistencia. Radios abiertas, siluetazos, expresiones artísticas y exposición de los trabajos de las Escuelas en cada plaza de la provincia de Buenos Aires.

Estas acciones se han venido implementando con muchas críticas de parte de ciertas autoridades tanto de escuelas como del ministerio. Voces desde el poder se quejaban de que no se podía aleccionar en la escuela o hablar de política.

La gran parte de cargos en los poderes estatales, mediáticos, judiciales, etc. tienen miedo de una infancia consciente, que sepa lo que está pasando en materia de derechos humanos. Ya se tiene la tradición de hablar de la dictadura del 76, el 24 de marzo, que incluso es fiesta de recordatorio nacional. Pero en esta ocasión la sacrosanta familia en nombre de sus voceros los padres han llegado a censurar a sus hijos e hijas para que no conozcan la verdad.

Gracias a estas maestras y maestros, madres y padres, profesores y profesoras nuestra infancia y adolescencia ha participado masivamente en la última manifestación por la aparición con vida de Santiago. Las calles son nuestro grito, nuestra exigencia de justicia y es fundamental que la infancia y juventud esté presente masivamente.

Testimonio de Mariela Flores, profesora en Trelew:

Escenas en el aula a un mes de la desaparición de Santiago:

-Chicos, vengo a proponer una jornada de reflexión sobre los derechos humanos, a un mes de la desaparición de Santiago Maldonado.

-¿Profe, puedo retirarme? No quiero hablar, ni presenciar el tratamiento de este tema.

-Sí, claro que podés.

-Gracias.

-Chicos, pensemos en la empatía, en tratar de ponernos en el lugar de los familiares…

-No puedo Profe…

-¿Por qué?

-No puedo porque es inimaginable, no puedo porque no podría ni tendría que pasar nunca.

Valeria Pesce, es maestra de primer grado este es su testimonio:

Sentada en el aula con mis alumnos y mis alumnas de primer grado, sentados en el piso alrededor mío, a punto de empezar a leer juntos un texto, una nena señala mi prendedor que pregunta, una vez más, desde hace más de un mes…¿Dónde está Santiago? , ¡Uy, seño el chico de la tele…!

Sí, los pibes y las pibas no son ajenos a su realidad. Quizás su pensamiento fantástico haga que se den explicaciones diferentes a las de los adultos, pero las tienen. Para todo. Para entender, como lo escucho todos los días, sobre todo este año, que los padres y madres ya no pueden pagar pasajes para viajar a la escuela porque los dos sostenes de hogar están sin trabajo, no pueden comprar regalos del día del niño, no pueden participar de actuaciones en actos escolares porque no hay plata para disfraces tampoco, porque el almuerzo y/o la cena son té o mate cocido y tienen que aguantar hasta el horario de la escuela para poder tomar la merienda o comer la bianda. Porque cada vez más la escuela pública, es la escuela de los trabajadores y las trabajadoras de la economía popular, los expulsados de un sistema de injusticia.

-Claro, hermosa, le digo- , es Santiago Maldonado… y les explico, les cuento los hechos. Porque mi silencio sería cómplice de sus secuestradores, porque mi silencio sería cómplice de una política gubernamental de escarmiento, de criminalización de la protesta.

Pero además el diseño curricular de primaria, de primer ciclo, de CABA dice “Brindar oportunidades para que los alumnos y las alumnas analicen y reflexionen acerca de los mensajes provenientes de los medios de comunicación”…”ofrecer experiencias concretas de participación ligadas a problemáticas del entorno social y natural, promoviendo la reflexión sobre el impacto de las acciones humanas.”

Los niños y las niñas son sujetos de derecho, entre otros muchos, el derecho a recibir explicaciones, del por qué de todo. Porque como maestra mi función social es brindarle las herramientas a mis alumn@s para que ell@s reflexionen y saquen sus conclusiones.

Desde hace más de diez años en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, analizamos desde el nivel inicial el “Proceso de Reorganización Nacional”, la última dictadura cívico militar eclesial, la falta de libertad, la falta de tolerancia a las diferencias, la falta de explicaciones para algunas prohibiciones y es maravilloso escuchar sus reflexiones, sus análisis.

Como maestra, tengo la obligación de brindar las herramientas para la reflexión porque así lo exige y me avala el Diseño Curricular, antes citado.

En lo personal, además, porque como dice Paulo Freire sobre la función de un maestro o una maestra “Su tarea exige un compromiso y una actitud en contra de las injusticias sociales. Luchar contra el mundo que los más capaces organizan a su conveniencia y donde los menos capaces apenas sobreviven”.

FOTOS: NAGORE AZNÁREZ


































































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