OPINI脫N de Emilio Mar铆n, Argentina.- Al final le fallaron las fuerzas, la confianza en s铆 misma y en la carrera p煤blica que hizo 30 a帽os. En su descargo hay que decir que la campa帽a del macrismo, la justicia corporativa y Clar铆n fue impiadosa. Un d铆a de luto para la justicia.
Desde que Mauricio Macri era candidato presidencial, en 2015, hay registros de sus declaraciones reclamando la cabeza de Alejandra Gils Carb贸. La consideraba una jefa de fiscales indigna de ocupar el cargo, por ser kirchnerista -que no lo era, pero como si eso fuera una m谩cula- y ser parte del esquema de corrupci贸n que habr铆an caracterizado la quinta esencia del gobierno de N茅stor y Cristina Kirchner.
M谩s all谩 de las mentiras, hay que admitir que el futuro presidente ten铆a claro el objetivo de desembarazarse de la Procuradora apenas pusiera el pie en la Casa Rosada. De movida ya estaba disparando con munici贸n gruesa contra la Procuraci贸n General. Y hacia ese blanco apunt贸, con similares descalificaciones, su ministro de Justicia, Germ谩n Garavano.
Entre ambos reclamaron ese alejamiento, sin reparar en los m茅todos. Por ejemplo, cuando vieron que la mujer juntaba energ铆as y se dispon铆a a seguir en el cargo, pasaron a evaluar la opci贸n de removerla por decreto. Habr谩n pensado, ¡que le hace una mancha m谩s al tigre!, teniendo en cuenta la gran cantidad de decretos del PEN violentando cuestiones constitucionales, como cuando quisieron que Horacio Rosatti y Carlos Rosencrantz asumieran en la Corte Suprema mediante decreto de necesidad y urgencia.
Estaban desesperados por echar a la procuradora. Lo draconiano del decreto hab铆a sido pensado porque admit铆an la imposibilidad de reunir los dos tercios de los legisladores para sustanciarle el juicio pol铆tico por mal desempe帽o, requisito similar al necesario para remover a un miembro de la Corte Suprema, seg煤n ley del Ministerio P煤blico Fiscal.
Hubo algunos remilgos para apelar al decreto, brutalmente ilegal aunque no desde帽ada por el diputado macrista Pablo Tonelli, titular de la Comisi贸n de Asuntos Constitucionales de Diputados. Otros energ煤menos, pero no tanto en esta materia, como Elisa Carri贸, desalentaron ese papel贸n, diciendo que los requisitos del juicio pol铆tico deb铆an respetarse, “a煤n para una delincuente como Gils Carb贸”, blasfem贸.
Cortarle la cabeza
Ayer comenzaba la reuni贸n convocada por Mauricio Macri en el CCK supuestamente para dar el puntapi茅 inicial a un “di谩logo” con sectores diversos. En esta columna se adelant贸 opini贸n en que no habr铆a mayores concesiones a los invitados sino m谩s bien el reclamo de apoyo a un curso de ajuste dictado por el gobierno en lo fundamental, aprovechando el buen momento pol铆tico que goza tras la victoria del domingo 22 de octubre.
El sentido de las “reformas”, a las que no hab铆a que tener miedo, dir铆a Macri cuando convoc贸 a dicho evento, en la conferencia de la ma帽ana posterior a su victoria, s铆 mete miedo a quienes no piensan ni comparten la direcci贸n del ajuste neoliberal, sazonado con represi贸n a la protesta social, alt铆simo endeudamiento y negocios familiares y sectoriales donde siempre primero est谩 la familia Macri.
La prueba de que el PRO-Cambiemos iba al CCK con el cuchillo afilado del ajuste entre los dientes fue que el d铆a antes hubo declaraciones de Garavano sobre los cambios ambicionados en el 谩mbito judicial. El tema excluyente era la remoci贸n de la procuradora: “el juicio pol铆tico es un mecanismo desequilibrado porque le da demasiada preponderancia al Congreso”.
El ministro estaba apoy谩ndose en el fallo del juez en lo contencioso administrativo Pablo Cayssials que, en l铆nea con el Colegio de Abogados patrocinado por la derecha y la Sociedad Rural, declaraba inconstitucional el art铆culo de la ley sobre c贸mo se debe proceder al juicio pol铆tico de la Procuradora con dos tercios de los legisladores presentes.
A煤n con los aires de muchos globos inflados por el domingo 22, era improbable que pudieran reunir esa cifra. Destituir a Gils Carb贸 no hubiera sido tan f谩cil como le result贸 al oficialismo desaforar al desprestigiado por los medios Julio de Vido.
De all铆 que en la previa a la cita con gobernadores, empresarios, sindicalistas, cortesanos, etc, Justicia insist铆a en el apartamiento de la funcionaria y la amenazaba con cortarle la cabeza de un tajo, sin juicio pol铆tico.
Paso atr谩s
Debe haber sido por eso que la afectada decidi贸 a media ma帽ana de ayer dar a conocer su renuncia enviada al presidente, para ser efectiva a partir del 31 de diciembre. La dimitente hace una reivindicaci贸n de su obra en la dependencia desde agosto de 2012 a la fecha. El cronista coincide en que fue muy positiva su labor de apoyo a los fiscales que impulsaban causas variadas, aunque se puede poner el acento en lo logrado en los juicios contra los genocidas y causas de violaciones a los derechos humanos.
Ese rescate del trabajo realizado es un mensaje de Gils Carb贸 al resto de los fiscales y a la ciudadan铆a, a sabiendas que Macri tiene de ella el peor de los conceptos.
En otro tramo de la carta ella suena muy idealista o ingenua, porque le dice al mandatario que tiene “la esperanza de que esta decisi贸n disuada reformas que, am茅n del debilitamiento se帽alado, rompan el equilibrio que debe regir el sistema de administraci贸n de justicia”.
Puede ser al rev茅s de lo que anhela Gils Carb贸. Su renuncia le abri贸 al macrismo la posibilidad de no tener que pagar el costo pol铆tico de ir al Congreso con una iniciativa que reformara la ley. Puede hacerlo o no, pero ya tiene asegurado el premio mayor: la procuradora no estar谩 para cuestionarlo. Puede dejar pasar un tiempo y aprobar esa reforma cuando est茅 en el puesto un hombre o mujer macrista, en tal caso dir谩 que el cambio no era contra Gils Carb贸 sino a favor de la democracia. El cinismo no tiene l铆mites.
El alejamiento de la jefa de los fiscales es un dato pol铆tico que agravar谩 el realineamiento y subordinaci贸n de buena parte del Poder Judicial en torno a las necesidades pol铆ticas y judiciales del gobierno de los CEOs. Y deja debilitados a los fiscales que -debajo de Gils Carb贸- estaban haciendo un buen trabajo. Ahora son m谩s vulnerables para que se aparten de causas o bien sean raleados a funciones menores, cuando no forzados a la renuncia, al margen de algunos casos de arrepentidos que pueda haber all铆, de esos que pasan a fallar como m谩quinas a favor del oficialismo, con la furia de los conversos. Ya ocurri贸 con empresarios K, diputados K, senadores K, sindicalistas K, periodistas K, ¿por qu茅 no pensar que puede haber tambi茅n algunos fiscales que se hacen panqueques?
Muy buena funcionaria
Para la tribuna o la gilada, como usted prefiera, el macrismo dir谩 que a Gils Carb贸 la corrieron por kirchnerista, aunque no lo era o que, a lo sumo, ten铆a afinidad con algunos valores democr谩ticos de esa corriente pol铆tica, pero sin ser del palo y menos una “org谩nica”.
La otra causa con la que centraron las campa帽as de desprestigio fueron la supuestas coimas que se habr铆an pagado en la compra de un edificio en la calle Per贸n al 600 donde tiene sus oficinas la Procuraci贸n.
El fiscal Eduardo Taiano, funcional al macrismo, pidi贸 su indagatoria en plena campa帽a electoral, y el juez Juli谩n Ercolini le tom贸 declaraci贸n el 31 de agosto. La procuradora dio sus muy buenas razones: se compr贸 un edificio luego de considerar varias ofertas, el precio fue m谩s bajo de lo presupuestado y ella obviamente no se enter贸 que la empresa vendedora hab铆a contratado a una inmobiliaria para la operaci贸n. Y que esta 煤ltima firma hab铆a pagado una comisi贸n de 3 millones de pesos a Juan Carlos Thill, medio hermano de un subdirector de la procuraci贸n, Guillermo Bellingi, al que la funcionaria lo sancion贸 no bien se enter贸 de que su medio hermano hab铆a tenido parte en el negocio.
Ese proceso sigue su curso y Gils Carb贸 tiene muchas chances de salir absuelta. Macri no puede cuestionarle nada, si 茅l mismo asumi贸 como presidente en diciembre de 2015 estando procesado por espionaje ilegal en un fallo doblemente ratificado por el juez y la c谩mara. Al presidente ella pod铆a retrucarle: “se asusta el muerto del ahorcado”.
Este cronista la 煤nica critica que puede hacerle es que en el tramo final de su carrera como procuradora, y apremiada por los aprietes del poder, ella compar贸 a Nicol谩s Maduro con Macri y a s铆 misma con Luisa Ortega, la fiscal venezolana que traicion贸 al chavismo y se refugi贸 en Colombia.
De lujo
Fuera de eso, AGC fue procuradora de lujo y tambi茅n como fiscal en la previa a llegar al cargo, porque en varios casos fall贸 contra el monopolio, incluso en contra de los acuerdos pol铆ticos que hab铆an sellado con Clar铆n el presidente Kirchner y su secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Por caso, en la fusi贸n de Cablevisi贸n y Multicanal, que ella objet贸 en 2006, y en la escandalosa privatizaci贸n del astillero Tandanor. En 2011 fall贸 a favor del representante del Estado en asamblea empresaria de Siderar-Rocca, as铆 como contra Papel Prensa, donde valid贸 que siguiera la intervenci贸n del Estado, de all铆 el odio de Clar铆n y La Naci贸n. Estos fallos suyos contra los monopolios hicieron que Macri la pusiera en su lista de 562 personas para mandar a la Luna.
Su renuncia del lunes fue un duro golpe a la justicia, que se queda sin una de sus mejores defensoras. No es su culpa. Macri y Clar铆n lo hicieron.
Desde que Mauricio Macri era candidato presidencial, en 2015, hay registros de sus declaraciones reclamando la cabeza de Alejandra Gils Carb贸. La consideraba una jefa de fiscales indigna de ocupar el cargo, por ser kirchnerista -que no lo era, pero como si eso fuera una m谩cula- y ser parte del esquema de corrupci贸n que habr铆an caracterizado la quinta esencia del gobierno de N茅stor y Cristina Kirchner.
M谩s all谩 de las mentiras, hay que admitir que el futuro presidente ten铆a claro el objetivo de desembarazarse de la Procuradora apenas pusiera el pie en la Casa Rosada. De movida ya estaba disparando con munici贸n gruesa contra la Procuraci贸n General. Y hacia ese blanco apunt贸, con similares descalificaciones, su ministro de Justicia, Germ谩n Garavano.
Entre ambos reclamaron ese alejamiento, sin reparar en los m茅todos. Por ejemplo, cuando vieron que la mujer juntaba energ铆as y se dispon铆a a seguir en el cargo, pasaron a evaluar la opci贸n de removerla por decreto. Habr谩n pensado, ¡que le hace una mancha m谩s al tigre!, teniendo en cuenta la gran cantidad de decretos del PEN violentando cuestiones constitucionales, como cuando quisieron que Horacio Rosatti y Carlos Rosencrantz asumieran en la Corte Suprema mediante decreto de necesidad y urgencia.
Estaban desesperados por echar a la procuradora. Lo draconiano del decreto hab铆a sido pensado porque admit铆an la imposibilidad de reunir los dos tercios de los legisladores para sustanciarle el juicio pol铆tico por mal desempe帽o, requisito similar al necesario para remover a un miembro de la Corte Suprema, seg煤n ley del Ministerio P煤blico Fiscal.
Hubo algunos remilgos para apelar al decreto, brutalmente ilegal aunque no desde帽ada por el diputado macrista Pablo Tonelli, titular de la Comisi贸n de Asuntos Constitucionales de Diputados. Otros energ煤menos, pero no tanto en esta materia, como Elisa Carri贸, desalentaron ese papel贸n, diciendo que los requisitos del juicio pol铆tico deb铆an respetarse, “a煤n para una delincuente como Gils Carb贸”, blasfem贸.
Cortarle la cabeza
Ayer comenzaba la reuni贸n convocada por Mauricio Macri en el CCK supuestamente para dar el puntapi茅 inicial a un “di谩logo” con sectores diversos. En esta columna se adelant贸 opini贸n en que no habr铆a mayores concesiones a los invitados sino m谩s bien el reclamo de apoyo a un curso de ajuste dictado por el gobierno en lo fundamental, aprovechando el buen momento pol铆tico que goza tras la victoria del domingo 22 de octubre.
El sentido de las “reformas”, a las que no hab铆a que tener miedo, dir铆a Macri cuando convoc贸 a dicho evento, en la conferencia de la ma帽ana posterior a su victoria, s铆 mete miedo a quienes no piensan ni comparten la direcci贸n del ajuste neoliberal, sazonado con represi贸n a la protesta social, alt铆simo endeudamiento y negocios familiares y sectoriales donde siempre primero est谩 la familia Macri.
La prueba de que el PRO-Cambiemos iba al CCK con el cuchillo afilado del ajuste entre los dientes fue que el d铆a antes hubo declaraciones de Garavano sobre los cambios ambicionados en el 谩mbito judicial. El tema excluyente era la remoci贸n de la procuradora: “el juicio pol铆tico es un mecanismo desequilibrado porque le da demasiada preponderancia al Congreso”.
El ministro estaba apoy谩ndose en el fallo del juez en lo contencioso administrativo Pablo Cayssials que, en l铆nea con el Colegio de Abogados patrocinado por la derecha y la Sociedad Rural, declaraba inconstitucional el art铆culo de la ley sobre c贸mo se debe proceder al juicio pol铆tico de la Procuradora con dos tercios de los legisladores presentes.
A煤n con los aires de muchos globos inflados por el domingo 22, era improbable que pudieran reunir esa cifra. Destituir a Gils Carb贸 no hubiera sido tan f谩cil como le result贸 al oficialismo desaforar al desprestigiado por los medios Julio de Vido.
De all铆 que en la previa a la cita con gobernadores, empresarios, sindicalistas, cortesanos, etc, Justicia insist铆a en el apartamiento de la funcionaria y la amenazaba con cortarle la cabeza de un tajo, sin juicio pol铆tico.
Paso atr谩s
Debe haber sido por eso que la afectada decidi贸 a media ma帽ana de ayer dar a conocer su renuncia enviada al presidente, para ser efectiva a partir del 31 de diciembre. La dimitente hace una reivindicaci贸n de su obra en la dependencia desde agosto de 2012 a la fecha. El cronista coincide en que fue muy positiva su labor de apoyo a los fiscales que impulsaban causas variadas, aunque se puede poner el acento en lo logrado en los juicios contra los genocidas y causas de violaciones a los derechos humanos.
Ese rescate del trabajo realizado es un mensaje de Gils Carb贸 al resto de los fiscales y a la ciudadan铆a, a sabiendas que Macri tiene de ella el peor de los conceptos.
En otro tramo de la carta ella suena muy idealista o ingenua, porque le dice al mandatario que tiene “la esperanza de que esta decisi贸n disuada reformas que, am茅n del debilitamiento se帽alado, rompan el equilibrio que debe regir el sistema de administraci贸n de justicia”.
Puede ser al rev茅s de lo que anhela Gils Carb贸. Su renuncia le abri贸 al macrismo la posibilidad de no tener que pagar el costo pol铆tico de ir al Congreso con una iniciativa que reformara la ley. Puede hacerlo o no, pero ya tiene asegurado el premio mayor: la procuradora no estar谩 para cuestionarlo. Puede dejar pasar un tiempo y aprobar esa reforma cuando est茅 en el puesto un hombre o mujer macrista, en tal caso dir谩 que el cambio no era contra Gils Carb贸 sino a favor de la democracia. El cinismo no tiene l铆mites.
El alejamiento de la jefa de los fiscales es un dato pol铆tico que agravar谩 el realineamiento y subordinaci贸n de buena parte del Poder Judicial en torno a las necesidades pol铆ticas y judiciales del gobierno de los CEOs. Y deja debilitados a los fiscales que -debajo de Gils Carb贸- estaban haciendo un buen trabajo. Ahora son m谩s vulnerables para que se aparten de causas o bien sean raleados a funciones menores, cuando no forzados a la renuncia, al margen de algunos casos de arrepentidos que pueda haber all铆, de esos que pasan a fallar como m谩quinas a favor del oficialismo, con la furia de los conversos. Ya ocurri贸 con empresarios K, diputados K, senadores K, sindicalistas K, periodistas K, ¿por qu茅 no pensar que puede haber tambi茅n algunos fiscales que se hacen panqueques?
Muy buena funcionaria
Para la tribuna o la gilada, como usted prefiera, el macrismo dir谩 que a Gils Carb贸 la corrieron por kirchnerista, aunque no lo era o que, a lo sumo, ten铆a afinidad con algunos valores democr谩ticos de esa corriente pol铆tica, pero sin ser del palo y menos una “org谩nica”.
La otra causa con la que centraron las campa帽as de desprestigio fueron la supuestas coimas que se habr铆an pagado en la compra de un edificio en la calle Per贸n al 600 donde tiene sus oficinas la Procuraci贸n.
El fiscal Eduardo Taiano, funcional al macrismo, pidi贸 su indagatoria en plena campa帽a electoral, y el juez Juli谩n Ercolini le tom贸 declaraci贸n el 31 de agosto. La procuradora dio sus muy buenas razones: se compr贸 un edificio luego de considerar varias ofertas, el precio fue m谩s bajo de lo presupuestado y ella obviamente no se enter贸 que la empresa vendedora hab铆a contratado a una inmobiliaria para la operaci贸n. Y que esta 煤ltima firma hab铆a pagado una comisi贸n de 3 millones de pesos a Juan Carlos Thill, medio hermano de un subdirector de la procuraci贸n, Guillermo Bellingi, al que la funcionaria lo sancion贸 no bien se enter贸 de que su medio hermano hab铆a tenido parte en el negocio.
Ese proceso sigue su curso y Gils Carb贸 tiene muchas chances de salir absuelta. Macri no puede cuestionarle nada, si 茅l mismo asumi贸 como presidente en diciembre de 2015 estando procesado por espionaje ilegal en un fallo doblemente ratificado por el juez y la c谩mara. Al presidente ella pod铆a retrucarle: “se asusta el muerto del ahorcado”.
Este cronista la 煤nica critica que puede hacerle es que en el tramo final de su carrera como procuradora, y apremiada por los aprietes del poder, ella compar贸 a Nicol谩s Maduro con Macri y a s铆 misma con Luisa Ortega, la fiscal venezolana que traicion贸 al chavismo y se refugi贸 en Colombia.
De lujo
Fuera de eso, AGC fue procuradora de lujo y tambi茅n como fiscal en la previa a llegar al cargo, porque en varios casos fall贸 contra el monopolio, incluso en contra de los acuerdos pol铆ticos que hab铆an sellado con Clar铆n el presidente Kirchner y su secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Por caso, en la fusi贸n de Cablevisi贸n y Multicanal, que ella objet贸 en 2006, y en la escandalosa privatizaci贸n del astillero Tandanor. En 2011 fall贸 a favor del representante del Estado en asamblea empresaria de Siderar-Rocca, as铆 como contra Papel Prensa, donde valid贸 que siguiera la intervenci贸n del Estado, de all铆 el odio de Clar铆n y La Naci贸n. Estos fallos suyos contra los monopolios hicieron que Macri la pusiera en su lista de 562 personas para mandar a la Luna.
Su renuncia del lunes fue un duro golpe a la justicia, que se queda sin una de sus mejores defensoras. No es su culpa. Macri y Clar铆n lo hicieron.