Un documental muestra la naturaleza como cultura de paz
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Foto: Lucho Iglesias. colaboradores de la finca Ca帽a Dulce, rodeados por frutas de su cosecha |
El director del documental ‘Cambio Permanente’, “www.cambiopermante.org”, Lucho Iglesias, se encuentra junto a su compa帽era Matricia Lana al frente de la finca Ca帽a Dulce, situada en la poblaci贸n malague帽a de Co铆n desde donde imparten clases junto con otros cuatro compa帽eros de viaje con los que conviven en este vergel para dar a conocer los valores de una agricultura que, insisten, es m谩s que biol贸gica.
Porque la permacultura se diferencia de la agroecolog铆a en muchos aspectos, ya que a帽aden a su proyecto no solo el autoabastecimiento de una agricultura sana y ecol贸gica sino adem谩s incorporan los materiales que la naturaleza ofrece para subsistir.
Recolecci贸n de moras en la finca Ca帽a Dulce. Foto: Lucho Iglesias
La permacultura es una ciencia que comenz贸 a desarrollarse hace alrededor de cuatro d茅cadas en Australia y desde all铆 se expandi贸 al norte de Europa y m谩s tarde a Estados Unidos. Fue a Inglaterra donde Lucho se dirigi贸 para estudiar esta nueva forma de tratar la agricultura y aprender de este movimiento por el que consigui贸 el t铆tulo de diplomado internacional de dise帽o de permacultura por la Academia Brit谩nica de Permacultura.
Elegir entre un modo u otro de vida
En este documental ‘Cambio Permanente’, Lucho, as铆 como personajes colaboradores con este movimiento como son el doctor higienista Karmelo Bizcarra o la ex presidenta de Greenpeace, Sonia Rubio y otros representantes de la organizaci贸n, explican la labor de permacultura en Co铆n y los proyectos para concienciar a la sociedad de que existen otras opciones para “poder elegir entre un modo u otro de vida”.
Para Lucho Iglesias, en el trabajo de la permacultura, en principio, “es necesario realizar un buen dise帽o hidrol贸gico a la hora de capturar el agua para cosechar, redistribuirla, con el objetivo que no se den los grav铆simos problemas que hay como son las escorrent铆as, la erosi贸n o los campos yermos en la agricultura, etc. Tenemos que ser capaces de cosechar el agua para redistribuirla de manera justa”.
La finca de Ca帽a Dulce estaba abandonada desde hac铆a trece a帽os hasta que llegaron Lucho y Matricia, en el a帽o 1999. “Desde entonces hemos creado y seguimos manteniendo un sistema agro-forestal de alta bio-diversificaci贸n, con m谩s de cuatrocientas variedades y subvariedades de plantas, enredaderas, arbustos, 谩rboles frutales y otros”.
De esta forma “potenciamos las biodiversidad con m煤ltiples estrategias, cosechamos agua, tierra, cerramos ciclos, captamos nitr贸geno, fijamos carbono, neutralizamos poluci贸n, etc”.
Uno de los principales objetivos es el dise帽o de un ‘bosque comestible’, como denominan a su trabajo, que significa extraer el m谩ximo rendimiento con el m铆nimo mantenimiento, utilizando los recursos biol贸gicos de manera inteligente.
Colaboradores de permacultura trabajando en la finca Ca帽a Dulce. Foto: Lucho Iglesias
Los bosques comestibles permiten el aprovechamiento multidimensional del espacio, trabajando en diferentes alturas (multi-estratificaci贸n) desde el nivel subterr谩neo, herb谩ceo, trepadoras, arbustos, epifitas y 谩rboles de diferentes tama帽os, produciendo gran cantidad de alimentos para personas y animales.
Cosecha de albaricoques ecol贸gicos. Foto: Lucho Iglesias.
Tambi茅n se obtienen otros muchos productos y servicios: materiales de construcci贸n, le帽a, resina y derivados, papel, carb贸n vegetal, productos de las colmenas, hongos comestibles, caza, pesca, captaci贸n y retenci贸n de agua (son los mayores embalses), creaci贸n de suelo, eco-turismo, retenci贸n de avenidas fluviales, aire puro, estabilizaci贸n de pendientes, etc.
Ese es el sentido de la permacultura que se extiende tambi茅n ya por otras zonas de Espa帽a, “concienciar a la gente de la necesidad, ya no solo de que sean productores de sus propios alimentos sino de que se den cuenta de d贸nde proceden los alimentos que se consumen en general”.
“El concepto de cultura de paz como una forma de entender el trabajo de la tierra para nosotros es esencial y uno de los campos donde podemos actuar directamente porque lo que comemos desgraciadamente no lo cultiva mucha gente, pero si consumimos debemos saber de d贸nde proceden nuestros productos y apoyar para que las personas que lo hacen no envenenen la tierra, los acu铆feros, que no erosionen ni estropeen el patrimonio de la Tierra”.
Estas son, seg煤n Lucho, algunas de las bases para que se produzca el cambio a un modelo agroecol贸gico “que sea justo y que genere productos que no degraden la naturaleza sino que lleguen al consumidor procur谩ndoles salud, por ah铆 empieza una cultura de paz para una sociedad que hay que pacificar con sus semejantes y con la propia naturaleza”.
Mercado ecol贸gico en un pueblo de Andaluc铆a, con productos de la finca de Ca帽a Dulce. Foto: Lucho Iglesias.
“La mayor parte de la gente desconoce las consecuencias sociales y medioambientales nefastas de los sistemas que manejan los agricultores, cada vez m谩s dependientes de maquinaria o de qu铆micos. Hemos pasado de ser un pa铆s agr铆cola y ganadero a que sea una minor铆a la que alimente a demasiada gente, convirtiendo estos sectores en verdaderas industrias”, subray贸 Lucho.
El sue帽o social de la permacultura
“La permacultura sue帽a con que las personas cada vez sean m谩s productoras de alimentos, productoras de suelo, productoras de clima y de atm贸sfera sana. Son soluciones muy peque帽as, muy modestas, pero muy importantes”.
En la pel铆cula anterior, “Utop铆a”, del a帽o 2008, “grabamos la existencia de un huerto urbano en Barcelona y aquello parec铆a entonces una extravagancia, pero es incre铆ble c贸mo han aumentado los huertos urbanos en casi diez a帽os. Este contacto con la naturaleza, con las estaciones del a帽o, nos proporciona una salud que es m谩s importante que la que el propio alimento f铆sico nos puede ofrecer”.
“Si todos consumimos hay que saber apoyar un sistema agroecol贸gico digno que no destruya el suelo, un modelo que no degrade la naturaleza sino todo lo contrario y que llene al consumidor de salud. Esa es la cultura de paz con la gente que lo sustenta”, concluy贸 Lucho Iglesias. Efeverde