OPINI脫N de Ram贸n Cotarelo/ Palinuro.- Realmente entiendo a esas gentes conservadoras y hasta reaccionarias para quienes lo del franquismo es como una necrofilia de la izquierda de la que esta debiera liberarse por su equilibrio mental. Es verdad. Aqu铆 hay Franco y franquismo hasta en la sopa y, sin embargo, sostienen estos ejemplares patricios, Franco lleva m谩s de 40 a帽os muerto y no pinta nada. As铆 est谩 Com铆n, de ERC, con ese aspecto de revolucionario en invierno, llamando "franquistas" a los gobernantes. Ya vuelven las vetustas izquierdas por donde sol铆an. Los pardos prados del Ed茅n.

¿Seguro? M铆rese con atenci贸n la noticia. En esta se da noblemente cuenta de que Toni Com铆n no se considera destituido porque a 茅l, dice, no lo destituye el fascismo sino la voluntad soberana del pueblo. Obs茅rvese ahora el pie de la foto. En 茅l se dice que "El exconsellerde salud, Antoni Com铆n...". Es decir, lo da por destituido, diga 茅l lo que diga. Desde un punto de vista material y de aplicaci贸n de la fuerza, sin duda, as铆 es. Pero eso es, precisamente, el franquismo, porque desde un punto de vista 茅tico y pol铆tico el conseller no est谩 destituido; 茅l no lo admite y alguien m谩s, por ejemplo, Palinuro, tampoco. Por entender que esa destituci贸n es ilegal, no ajustada a derecho. Por eso, en estos pagos, Com铆n es conseller, igual que Puigdemont presidente y Junqueras vicepresidente. Un signo indubitable del franquismo: tener presos pol铆ticos y negarlo. En tiempos de Franco, tampoco se admit铆a que existieran estos presos y se les llamaba "sociales", lo cual introduc铆a fabulosas confusiones en un r茅gimen que encarcelaba a los homosexuales dentro de esa r煤brica y aplicaba la legislaci贸n de peligrosidad social vulgarmente conocida como "ley de vagos y maleantes" y todav铆a m谩s vulgarmente, ya en argot carcelario, "la gandula". Y de los exiliados pol铆ticos no se hablaba, salvo para probar que estaban al servicio de alguna forma de la "Antiespa帽a", as铆 como Puigdemont es, como todo el mundo sabe, el agente ruso Cipollino.
Pero si alguien quiere alguna prueba m谩s fehaciente de la omnipresencia del franquismo y de los franquistas, ah铆 est谩 Cristina Cifuentes que se queda la 煤ltima de Filipinas en la negativa de investigar nada del pasado criminal de la dictadura. C贸mo ser谩 el asunto de horrible que hasta C's se ha abstenido y ha dejado a la presidenta el amargo c谩liz de defender que no se investiguen los cr铆menes del franquismo, no porque, siendo tantos, quiz谩 no haya tiempo en esta era geol贸gica sino por alguna otra alambicada raz贸n que ni ella entiende, algo que murmura sobre una "ley de punto final" a la que parece oponerse. Puro franquismo. Daba igual lo que dijeran los gobernantes y eso cuando se dignaban decir algo. Declaraban lo primero que les ven铆a a la cabeza porque sab铆an que nadie les pedir铆a cuentas de sus palabras. Como Rajoy que, a este respecto, es un franquista de manual.
¿Seguro? M铆rese con atenci贸n la noticia. En esta se da noblemente cuenta de que Toni Com铆n no se considera destituido porque a 茅l, dice, no lo destituye el fascismo sino la voluntad soberana del pueblo. Obs茅rvese ahora el pie de la foto. En 茅l se dice que "El exconsellerde salud, Antoni Com铆n...". Es decir, lo da por destituido, diga 茅l lo que diga. Desde un punto de vista material y de aplicaci贸n de la fuerza, sin duda, as铆 es. Pero eso es, precisamente, el franquismo, porque desde un punto de vista 茅tico y pol铆tico el conseller no est谩 destituido; 茅l no lo admite y alguien m谩s, por ejemplo, Palinuro, tampoco. Por entender que esa destituci贸n es ilegal, no ajustada a derecho. Por eso, en estos pagos, Com铆n es conseller, igual que Puigdemont presidente y Junqueras vicepresidente. Un signo indubitable del franquismo: tener presos pol铆ticos y negarlo. En tiempos de Franco, tampoco se admit铆a que existieran estos presos y se les llamaba "sociales", lo cual introduc铆a fabulosas confusiones en un r茅gimen que encarcelaba a los homosexuales dentro de esa r煤brica y aplicaba la legislaci贸n de peligrosidad social vulgarmente conocida como "ley de vagos y maleantes" y todav铆a m谩s vulgarmente, ya en argot carcelario, "la gandula". Y de los exiliados pol铆ticos no se hablaba, salvo para probar que estaban al servicio de alguna forma de la "Antiespa帽a", as铆 como Puigdemont es, como todo el mundo sabe, el agente ruso Cipollino.
Pero si alguien quiere alguna prueba m谩s fehaciente de la omnipresencia del franquismo y de los franquistas, ah铆 est谩 Cristina Cifuentes que se queda la 煤ltima de Filipinas en la negativa de investigar nada del pasado criminal de la dictadura. C贸mo ser谩 el asunto de horrible que hasta C's se ha abstenido y ha dejado a la presidenta el amargo c谩liz de defender que no se investiguen los cr铆menes del franquismo, no porque, siendo tantos, quiz谩 no haya tiempo en esta era geol贸gica sino por alguna otra alambicada raz贸n que ni ella entiende, algo que murmura sobre una "ley de punto final" a la que parece oponerse. Puro franquismo. Daba igual lo que dijeran los gobernantes y eso cuando se dignaban decir algo. Declaraban lo primero que les ven铆a a la cabeza porque sab铆an que nadie les pedir铆a cuentas de sus palabras. Como Rajoy que, a este respecto, es un franquista de manual.