OPINI脫N de B谩rbara Ester.- El mi茅rcoles 24 de enero el expresidente brasile帽o, Luiz In谩cio Lula da Silva, fue condenado en segunda instancia a doce a帽os de prisi贸n por corrupci贸n y lavado de dinero en el marco de la operaci贸n “Lava Jato”, ampliando la pena del fallo por el que fue condenado en julio del a帽o pasado (nueve a帽os y medio de c谩rcel). Por unanimidad, los tres magistrados del Tribunal Regional Federal N潞 4 (TRF4) de Porto Alegre, emitieron -como era previsto- que el expresidente es culpable de corrupci贸n pasiva y blanqueamiento.
El principal m贸vil por el que fue condenado Lula fue recibir un departamento en el balneario paulista de Guaruj谩 de parte de la constructora OAS, a cambio de la concesi贸n de contratos en la petrolera Petrobras. No hay pruebas de que Lula haya sido nunca el propietario del apartamento, ni siquiera de que tuviera las llaves del mismo o que pasara all铆 una noche, pero la Justicia asume que la constructora OAS se lo prometi贸 como soborno. Ante esta escandalosa situaci贸n, los abogados defensores de Lula denunciaron las irregularidades del proceso en el Comit茅 de Derechos Humanos de la ONU. La decisi贸n al respecto se prev茅 ser谩 emitida para marzo de 2018.
Mientras tanto, en un contexto de incertidumbre, se reaviva la crisis pol铆tica inaugurada en 2016 con la destituci贸n de Dilma Rousseff, como lo demuestran las grandes manifestaciones tanto a favor como en contra. En cuanto a los posibles escenarios futuros, las instancias de apelaci贸n ante el controversial fallo son las siguientes:
I
Lula dispone a煤n de recursos para evitar la c谩rcel y dar comienzo a la campa帽a presidencial de cara a octubre, en las que se presenta como favorito en los sondeos. Frente a la condena del tribunal de apelaci贸n la defensa dispone de 48 horas para solicitar precisiones o aclarar dudas (recurso de declaraci贸n). Sin embargo, la sentencia no puede revertirse. Si bien no hay plazo establecido para concluir este tipo de proceso, habitualmente se tramita con celeridad.
II
En segundo lugar puede hacerlo ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ), lo que constituye el paso previo al Supremo Tribunal Federal. La defensa dispone de quince d铆as para presentar un recurso especial en el que solicite discutir el m茅rito de la acci贸n o su nulidad. No puede discutir hechos nuevamente.
III
En 煤ltima instancia, puede apelar ante el Supremo Tribunal Federal (STF) donde la defensa goza de quince d铆as para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso con un recurso extraordinario. En caso de que la Corte Suprema acepte el pedido de nulidad, esto conllevar铆a a efectuar un nuevo juicio de primera instancia. No hay plazo establecido para la decisi贸n en torno a estos recursos pero de cualquier modo se trata de una sentencia definitiva.
En caso de resultar encarcelado, Lula estar谩 facultado para solicitar un habeas corpus ante el STJ y recurrir ante el Supremo Tribunal Federal STF. Dentro del marco jur铆dico brasile帽o, la ley de “Ficha Limpia” inhabilita electoralmente a Lula por presentar una condena en segunda instancia. Sin embargo, podr铆a iniciar la campa帽a gracias a una medida cautelar del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El plazo para la inscripci贸n de las candidaturas va del 20 de julio al 15 de agosto. En caso de que la candidatura sea impugnada, el Partido de los Trabajadores (PT) puede reemplazar a Lula hasta el 17 de septiembre, veinte d铆as antes de la primera vuelta del 7 de octubre. Si Lula contin煤a en la contienda y es electo presidente, su toma del cargo depender谩 de la evoluci贸n judicial del caso y de los recursos legales que sostengan su candidatura.
A煤n en el caso de salir victorioso en las elecciones de octubre, Lula deber铆a recibir el benepl谩cito de la Justicia Electoral a mediados de diciembre para asumir el cargo. No obstante, su elecci贸n podr铆a ser objetada, debiendo dejar el Gobierno a cargo de su eventual vicepresidente. Ahora bien, en caso que su victoria no fuera derogada, el proceso podr铆a congelarse hasta concluir su gesti贸n, dado que constitucionalmente en Brasil un presidente no puede responder por cr铆menes cometidos previamente al ejercicio de sus funciones.
Las trabas del Poder Judicial y el protagonismo del juez de primera instancia, Sergio Moro, apuntan a una maniobra de la Justicia para truncar la candidatura del dirigente con mayor intenci贸n de voto. El concepto de Lawfare da cuenta de la intencionalidad pol铆tica de la causa, ya que esta vulnera varios de los principios del debido proceso: no se respeta el derecho del acusado a la defensa amplia e irrestricta, se hace uso de pruebas il铆citas, hay un bombardeo medi谩tico para mancillar la imagen del acusado y las pruebas en su contra no son concluyentes. Aunque el panorama todav铆a es incierto, lo que s铆 es cierto es que el camino de Lula a la Presidencia es cada vez m谩s laber铆ntico.
B谩rbara Ester
@barbaraestereo
Investigadora de CELAG
El principal m贸vil por el que fue condenado Lula fue recibir un departamento en el balneario paulista de Guaruj谩 de parte de la constructora OAS, a cambio de la concesi贸n de contratos en la petrolera Petrobras. No hay pruebas de que Lula haya sido nunca el propietario del apartamento, ni siquiera de que tuviera las llaves del mismo o que pasara all铆 una noche, pero la Justicia asume que la constructora OAS se lo prometi贸 como soborno. Ante esta escandalosa situaci贸n, los abogados defensores de Lula denunciaron las irregularidades del proceso en el Comit茅 de Derechos Humanos de la ONU. La decisi贸n al respecto se prev茅 ser谩 emitida para marzo de 2018.
Mientras tanto, en un contexto de incertidumbre, se reaviva la crisis pol铆tica inaugurada en 2016 con la destituci贸n de Dilma Rousseff, como lo demuestran las grandes manifestaciones tanto a favor como en contra. En cuanto a los posibles escenarios futuros, las instancias de apelaci贸n ante el controversial fallo son las siguientes:
I
Lula dispone a煤n de recursos para evitar la c谩rcel y dar comienzo a la campa帽a presidencial de cara a octubre, en las que se presenta como favorito en los sondeos. Frente a la condena del tribunal de apelaci贸n la defensa dispone de 48 horas para solicitar precisiones o aclarar dudas (recurso de declaraci贸n). Sin embargo, la sentencia no puede revertirse. Si bien no hay plazo establecido para concluir este tipo de proceso, habitualmente se tramita con celeridad.
II
En segundo lugar puede hacerlo ante el Supremo Tribunal de Justicia (STJ), lo que constituye el paso previo al Supremo Tribunal Federal. La defensa dispone de quince d铆as para presentar un recurso especial en el que solicite discutir el m茅rito de la acci贸n o su nulidad. No puede discutir hechos nuevamente.
III
En 煤ltima instancia, puede apelar ante el Supremo Tribunal Federal (STF) donde la defensa goza de quince d铆as para cuestionar la condena o pedir la nulidad del proceso con un recurso extraordinario. En caso de que la Corte Suprema acepte el pedido de nulidad, esto conllevar铆a a efectuar un nuevo juicio de primera instancia. No hay plazo establecido para la decisi贸n en torno a estos recursos pero de cualquier modo se trata de una sentencia definitiva.
En caso de resultar encarcelado, Lula estar谩 facultado para solicitar un habeas corpus ante el STJ y recurrir ante el Supremo Tribunal Federal STF. Dentro del marco jur铆dico brasile帽o, la ley de “Ficha Limpia” inhabilita electoralmente a Lula por presentar una condena en segunda instancia. Sin embargo, podr铆a iniciar la campa帽a gracias a una medida cautelar del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El plazo para la inscripci贸n de las candidaturas va del 20 de julio al 15 de agosto. En caso de que la candidatura sea impugnada, el Partido de los Trabajadores (PT) puede reemplazar a Lula hasta el 17 de septiembre, veinte d铆as antes de la primera vuelta del 7 de octubre. Si Lula contin煤a en la contienda y es electo presidente, su toma del cargo depender谩 de la evoluci贸n judicial del caso y de los recursos legales que sostengan su candidatura.
A煤n en el caso de salir victorioso en las elecciones de octubre, Lula deber铆a recibir el benepl谩cito de la Justicia Electoral a mediados de diciembre para asumir el cargo. No obstante, su elecci贸n podr铆a ser objetada, debiendo dejar el Gobierno a cargo de su eventual vicepresidente. Ahora bien, en caso que su victoria no fuera derogada, el proceso podr铆a congelarse hasta concluir su gesti贸n, dado que constitucionalmente en Brasil un presidente no puede responder por cr铆menes cometidos previamente al ejercicio de sus funciones.
Las trabas del Poder Judicial y el protagonismo del juez de primera instancia, Sergio Moro, apuntan a una maniobra de la Justicia para truncar la candidatura del dirigente con mayor intenci贸n de voto. El concepto de Lawfare da cuenta de la intencionalidad pol铆tica de la causa, ya que esta vulnera varios de los principios del debido proceso: no se respeta el derecho del acusado a la defensa amplia e irrestricta, se hace uso de pruebas il铆citas, hay un bombardeo medi谩tico para mancillar la imagen del acusado y las pruebas en su contra no son concluyentes. Aunque el panorama todav铆a es incierto, lo que s铆 es cierto es que el camino de Lula a la Presidencia es cada vez m谩s laber铆ntico.
B谩rbara Ester
@barbaraestereo
Investigadora de CELAG