Uno de los problemas más graves en los cementerios de Colombia es la gestión de los cuerpos no identificados debido a la falta de espacios adecuados y de capacitación. Así fue cómo el CICR cambió la cara al cementerio de Quibdó (Chocó), donde antiguamente debían realizar las necropsias en el suelo.
Aún fallecidos, todos tenemos derecho a un trato digno.