OPINI脫N de Ilka Oliva Corado.- Para 1958, fue descubierta casi por casualidad y en su propio h谩bitat, la cronista y poeta de la favela, Carolina Maria de Jesus; quien se encarg贸 de retratar en su diario su d铆a a d铆a: la vida en las favelas de Brasil. Una realidad cruda, de miseria, de abuso, de exclusi贸n y; una realidad, tambi茅n, de sue帽os, de lealtad y de amor puro. Muy poco conocida en Latinoam茅rica, Carolina Maria de Jesus plasm贸 en sus letras la esencia de los arrabales brasile帽os, mismos que en ferviente amor han salido a las calles a defender a un obrero que los dignific贸 y les devolvi贸 la voz y el poder de los sue帽os: Lula.
Para entender el coraz贸n del arrabal hay que vivir sus carencias, sus llantos, sus frustraciones y sus ilusiones. Lula viene de ah铆, del olvido, de la explotaci贸n, de la caricia de las manos ajadas que cuentan historias de poes铆as que se escriben en el viento, del lugar donde nacen las quimeras m谩s sublimes que se han gestado en Am茅rica Latina.
El amor del pueblo brasile帽o hacia Lula no es de hoy, ese amor tiene la ra铆z de los 谩rboles que embellecen la Amazon铆a, la frescura del r铆o Paran谩 y la inocencia de las cr铆as de pies descalzos que juegan f煤tbol en los potreros. La vid de las mujeres que construyen y transforman el Brasil que enorgullece la herencia afro descendiente latinoamericana.
Esa realidad de los arrabales que supo retratar a la perfecci贸n Maria de Jesus, cambi贸 cuando Lula y Dilma fueron presidentes, la favela se convirti贸 en el seno de una lucha de clases, en el basti贸n de una revoluci贸n cultural que le sigue apostando a la transformaci贸n de Brasil, la favela entonces pas贸 a ser protagonista de su propia metamorfosis y es imparable, la primavera en Brasil es impostergable, nada ni nadie podr谩 detenerla: los campos florecer谩n como las flores de las diez con el roc铆o de la alborada, aunque en las calles lluevan metrallas.
Las monta帽as verde botella har谩n eco de los riachuelos de aguas serpentinas que buscan encontrarse con el mar despierto, con el oc茅ano fecundo, para regresar al litoral por donde caminan miles de Lulas, que bajan por las calles de las favelas para hacer de Brasil la primavera de una Latinoam茅rica que busca su propio albedr铆o.
A Lula se le encuentra en los brazos tostados de los que cortan ca帽a de sol a sol, en el lomo partido de los que cargan bultos en los mercados, en las manos rajadas de los alba帽iles, en la palabra de los jornaleros. En las manos creadoras de los artistas callejeros.
A Lula se le encuentra en el dulce de los mangos tropicales, en la sombra de las palmeras y en el agua de los cocos, en los caminos enlodados de los campos abiertos, en la cima de los cerros, en el filo del machete del campesino, en la bruma de las tardes de domingo. En el canto de las aves, en la c谩scara del encino, en las manitas de las ni帽as que aprenden a escribir. A Lula se le encuentra en cada letra de la poes铆a de Carolina Maria de Jesus. En las gargantas f茅rtiles de la juventud que sale a las calles a gritar desde la boca del volc谩n, anunciando enardecida, la llegada de la primavera.
A Lula se le encuentra en las venas de los parias, venas que hacen de Latinoam茅rica un inmenso r铆o amaz贸nico que nutre a pueblos enteros, pueblos que vienen caminando, descalzos, bailando con batucadas, en busca de la reverdeciente primavera que los espera con la belleza de las flores en bot贸n.
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com
Ilka Oliva Corado. @Ilkaolivacorado
8 de abril de 2018, Estados Unidos.
Para entender el coraz贸n del arrabal hay que vivir sus carencias, sus llantos, sus frustraciones y sus ilusiones. Lula viene de ah铆, del olvido, de la explotaci贸n, de la caricia de las manos ajadas que cuentan historias de poes铆as que se escriben en el viento, del lugar donde nacen las quimeras m谩s sublimes que se han gestado en Am茅rica Latina.
El amor del pueblo brasile帽o hacia Lula no es de hoy, ese amor tiene la ra铆z de los 谩rboles que embellecen la Amazon铆a, la frescura del r铆o Paran谩 y la inocencia de las cr铆as de pies descalzos que juegan f煤tbol en los potreros. La vid de las mujeres que construyen y transforman el Brasil que enorgullece la herencia afro descendiente latinoamericana.
Esa realidad de los arrabales que supo retratar a la perfecci贸n Maria de Jesus, cambi贸 cuando Lula y Dilma fueron presidentes, la favela se convirti贸 en el seno de una lucha de clases, en el basti贸n de una revoluci贸n cultural que le sigue apostando a la transformaci贸n de Brasil, la favela entonces pas贸 a ser protagonista de su propia metamorfosis y es imparable, la primavera en Brasil es impostergable, nada ni nadie podr谩 detenerla: los campos florecer谩n como las flores de las diez con el roc铆o de la alborada, aunque en las calles lluevan metrallas.
Las monta帽as verde botella har谩n eco de los riachuelos de aguas serpentinas que buscan encontrarse con el mar despierto, con el oc茅ano fecundo, para regresar al litoral por donde caminan miles de Lulas, que bajan por las calles de las favelas para hacer de Brasil la primavera de una Latinoam茅rica que busca su propio albedr铆o.
A Lula se le encuentra en los brazos tostados de los que cortan ca帽a de sol a sol, en el lomo partido de los que cargan bultos en los mercados, en las manos rajadas de los alba帽iles, en la palabra de los jornaleros. En las manos creadoras de los artistas callejeros.
A Lula se le encuentra en el dulce de los mangos tropicales, en la sombra de las palmeras y en el agua de los cocos, en los caminos enlodados de los campos abiertos, en la cima de los cerros, en el filo del machete del campesino, en la bruma de las tardes de domingo. En el canto de las aves, en la c谩scara del encino, en las manitas de las ni帽as que aprenden a escribir. A Lula se le encuentra en cada letra de la poes铆a de Carolina Maria de Jesus. En las gargantas f茅rtiles de la juventud que sale a las calles a gritar desde la boca del volc谩n, anunciando enardecida, la llegada de la primavera.
A Lula se le encuentra en las venas de los parias, venas que hacen de Latinoam茅rica un inmenso r铆o amaz贸nico que nutre a pueblos enteros, pueblos que vienen caminando, descalzos, bailando con batucadas, en busca de la reverdeciente primavera que los espera con la belleza de las flores en bot贸n.
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com
Ilka Oliva Corado. @Ilkaolivacorado
8 de abril de 2018, Estados Unidos.