Cajas rotas, tuber铆as usadas, cubos de pl谩stico agujereados se acumulan en el taller lisboeta del artista Bordalo II, que escarba entre sus monta帽as de basura para crear esculturas de animales sorprendentes y advertir de los peligros de la poluci贸n.

AFP.- En Lisboa, en un bajorrelieve de 4 metros de altura, un mapache formado a partir de neum谩ticos, parachoques y componentes electr贸nicos atrae la mirada de los peatones frente al Centro Cultural de Bel茅m, en el barrio tur铆stico del mismo nombre.
Bordalo II decora las paredes de la capital portuguesa y de otras ciudades del mundo con zorros, b煤hos, monos o camaleones monumentales, heter贸clitos y variopintos.
"Los animales son los personajes con los que el p煤blico se identifica m谩s f谩cilmente cuando quiero mostrar los estragos de nuestra sociedad en la naturaleza", dice Bordalo, que firma sus obras como Bordalo II en homenaje a su abuelo, el pintor Artur Real Bordalo, fallecido el a帽o pasado a los 91 a帽os.

"En mi trabajo, utilizo los materiales que destruyen" a los animales, cuenta a la AFP este artista militante de 31 a帽os mientras engancha, perforadora en mano, el 煤ltimo pedazo de pl谩stico amarillo, extra铆do de la tapa de un cubo de basura, para representar la pata de un roedor.
Con un su茅ter de capucha gris y un pantal贸n de ch谩ndal que deja entrever los tatuajes de sus pantorrillas, el joven hombre, de cabello y barba oscuras, presenta un aspecto desenfadado en medio de este batiburrillo de objetos recuperados de los desguaces y las chatarrer铆as de la capital.
- De Lisboa a Las Vegas -
Cuando no est谩 de viaje lejos de Portugal, es en este peque帽o taller, en la planta baja de un edificio situado en un barrio popular del norte de Lisboa, donde el artista pasa sus jornadas de trabajo mientras la m煤sica electr贸nica suena de fondo.
"Tengo una agenda bastante llena para los pr贸ximos a帽os", afirma el artista, sonriendo. "El problema ser谩 encontrar tiempo".
El lisboeta iba encaminado hacia un itinerario m谩s cl谩sico. Dio sus primeros pasos en el taller de su abuelo, un pintor conocido por sus acuarelas de paisajes de la capital, antes de empezar sus estudios en la facultad de Bellas Artes y de acabar aparc谩ndolo todo para dedicarse a su pasi贸n: el grafiti y el arte urbano.

"Un d铆a, me puse a reunir objetos que iba recogiendo para crear un soporte sobre el cual podr铆a pintar", recuerda. "Y me di cuenta de que pod铆a utilizar esos objetos para crear algo est茅ticamente interesante, d谩ndole sentido".
"Mis producciones dependen mucho del lugar del mundo en que me encuentre", se帽ala el artista, cuyas obras han llegado a las calles de Par铆s, Las Vegas o Bak煤, en Azerbaiy谩n.
- Paredes grises sin "nada que contar" -
El mensaje que quiere propagar es siempre el mismo: "antes que nada, debemos interesarnos por el estado del mundo y por la naturaleza". El arte en el espacio p煤blico es un medio privilegiado para hacer llegar ese mensaje, seg煤n 茅l, pues "tiene el poder de marcar el esp铆ritu de la gente".
El artista ha ido ganando notoriedad y la prestigiosa fundaci贸n Gulbenkian, uno de los museos m谩s ricos de Europa, decidi贸 exponer una de sus obras en sus jardines de Lisboa hasta finales de mayo.

La estatua, que representa a una madre y a su osezno, "llama la atenci贸n sobre el da帽o ecol贸gico que le dejaremos a las generaciones futuras", se帽ala Ines Rapazote, portavoz de la fundaci贸n.
Como 茅l, otros artistas portugueses como Vhils, Pantonio o Gon莽alo Mar se han adue帽ado de las calles de la ciudad gracias a una pol铆tica municipal favorable a la emergencia del "street art".
"Lisboa es una de las primeras capitales mundiales en haber creado un marco legal que permite a los artistas urbanos pintar en las paredes", recuerda Pedro Farinha, de la agencia Estrela d'Alva Tours, especializada desde 2014 en la organizaci贸n de visitas guiadas por Lisboa para descubrir su arte urbano.
"Creo que Lisboa ha entendido que el arte urbano era algo positivo para la ciudad", dice, satisfecho, Bordalo II. "¡Las paredes grises no tienen nada que contar!".