Jorge Zavaleta Alegre.- El amor es sabiduría, es un valor que conquista la felicidad, pero cuando se deteriora produce hecatombes imprevisbles.
Esta primera afirmación nos recuerda Jorge Laredo Villachica, maestro en educación, jurista, profesor de la centenaria Universidad Nacional de Trujillo-Perú y de la Universidad Privada Antenor Orrego, con sus tratados de Filosofía y Psicología .
El Centro Psicopedágico de La Libertad, que publica este libro sobre Filosofía: Problemas Filosóficos, permite alcanzar una orientación racional, interpretar la realidad, tratar de renovarla y, por lo tanto “de renovarnos”.
Esta entrega se deriva, necesariamente, de la correlación establecida entre estudiantes que en su paso por las aulas emplearon el presente y aquellos que utilizaron fuentes diversas, ampulosas, complicadas, retóricas, sin criterios pedagógicos ni didácticos necesarios.
Conversamos con JLV y comenta que la Filosofía es un término de procedencia Helénica y significa Amor (Philia) a la filosofía. El filósofo es el amante de la Filosofía.
Esta reflexión necesaria, indispensable, en estos tiempos agudos en que el amor, la filosofía, no encuentra respuestas o palabras para analizar el caos, el desamor , recobra actualidad con múltiples estudios, análisis y preocupaciones.
JLV, con su estilo sencillo, claro es atractivo para todas las edades: Nos lleva "al conocimiento vulgar, científico, filosófico del amor al conocimiento, metodología, tratar de renovarla y, por lo tanto. Renovarnos".
Para cumplir este propósito con el lector, nos traslada a la Epistemologia, que estudia la investigación científica y su producto el conocmiento científico. Con esta arma nos podemos acercar más seguros a indagar y elaborar políticas culturales, servir de modelo para la Ontología, la Etica. Conocer el desarrollo de la humanidad, para no ir contra ella.
En la Edad Media, San Agustín decía: “Yo sé que es el tiempo, mientras nadie me lo pregunta, pero en cuanto alguien me lo pregunta, ya no sé lo que es”.
En esta Edad Contemporánea, dice Jorge Laredo Villachica: "Para medir el tiempo ya no miramos los astros, sino a los átomos. Cuando los átomos del isótopo 133 del elemento Cesio pasan de su nivel de anergía más bajo al inmediamente superior, absorben un fotón de una determinada frecuencia, y cuando vuelven a caer al nivel anterior, emiten un fotón de la misma frecuencia, que implica una mínima fracción de tiempo, lo que nos une con mayor exactitud en la medición del mismo".
Si la ciencia permite el progreso de los pueblos, la tecnificación de la producción, la racionalización del trabajo y una mejor satisfacción del trabajo, que mejor recordar al filósofo francés Edgar Morín y sus siete reflexiones sobre la Etica.
El comentario, con la suma de pensamientos de Habermas, Peter Senge y Paulo Freire, identifica las convergencias del paradigma de la complejidad con la escuela crítica sobre la racionalidad y la acción comunicativa, con la pedagogía constructivista o de la liberación.
Morín esntregó este documento de 7 puntos solicitado por la UNESCO para la educación del futuro:
Enfrentar las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. Alimentar los principios de un conocimiento pertinente. Enseñar la condición humana. Enseñar la identidad terrenal. Enfrentar las incertidumbres. Enseñar la comprensión. Cultivar la ética del género humano.
Morán y Jorge Laredo comparten, con clara profundidad, la preocupación de entender los secretos rincones del ser humano y construyen así una serie de redes o bucles para representar el mapa de la compleja condición humana.
Esta primera afirmación nos recuerda Jorge Laredo Villachica, maestro en educación, jurista, profesor de la centenaria Universidad Nacional de Trujillo-Perú y de la Universidad Privada Antenor Orrego, con sus tratados de Filosofía y Psicología .
El Centro Psicopedágico de La Libertad, que publica este libro sobre Filosofía: Problemas Filosóficos, permite alcanzar una orientación racional, interpretar la realidad, tratar de renovarla y, por lo tanto “de renovarnos”.
Esta entrega se deriva, necesariamente, de la correlación establecida entre estudiantes que en su paso por las aulas emplearon el presente y aquellos que utilizaron fuentes diversas, ampulosas, complicadas, retóricas, sin criterios pedagógicos ni didácticos necesarios.

Esta reflexión necesaria, indispensable, en estos tiempos agudos en que el amor, la filosofía, no encuentra respuestas o palabras para analizar el caos, el desamor , recobra actualidad con múltiples estudios, análisis y preocupaciones.
JLV, con su estilo sencillo, claro es atractivo para todas las edades: Nos lleva "al conocimiento vulgar, científico, filosófico del amor al conocimiento, metodología, tratar de renovarla y, por lo tanto. Renovarnos".
Para cumplir este propósito con el lector, nos traslada a la Epistemologia, que estudia la investigación científica y su producto el conocmiento científico. Con esta arma nos podemos acercar más seguros a indagar y elaborar políticas culturales, servir de modelo para la Ontología, la Etica. Conocer el desarrollo de la humanidad, para no ir contra ella.
En la Edad Media, San Agustín decía: “Yo sé que es el tiempo, mientras nadie me lo pregunta, pero en cuanto alguien me lo pregunta, ya no sé lo que es”.
En esta Edad Contemporánea, dice Jorge Laredo Villachica: "Para medir el tiempo ya no miramos los astros, sino a los átomos. Cuando los átomos del isótopo 133 del elemento Cesio pasan de su nivel de anergía más bajo al inmediamente superior, absorben un fotón de una determinada frecuencia, y cuando vuelven a caer al nivel anterior, emiten un fotón de la misma frecuencia, que implica una mínima fracción de tiempo, lo que nos une con mayor exactitud en la medición del mismo".
Si la ciencia permite el progreso de los pueblos, la tecnificación de la producción, la racionalización del trabajo y una mejor satisfacción del trabajo, que mejor recordar al filósofo francés Edgar Morín y sus siete reflexiones sobre la Etica.
El comentario, con la suma de pensamientos de Habermas, Peter Senge y Paulo Freire, identifica las convergencias del paradigma de la complejidad con la escuela crítica sobre la racionalidad y la acción comunicativa, con la pedagogía constructivista o de la liberación.
Morín esntregó este documento de 7 puntos solicitado por la UNESCO para la educación del futuro:
Enfrentar las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. Alimentar los principios de un conocimiento pertinente. Enseñar la condición humana. Enseñar la identidad terrenal. Enfrentar las incertidumbres. Enseñar la comprensión. Cultivar la ética del género humano.
Morán y Jorge Laredo comparten, con clara profundidad, la preocupación de entender los secretos rincones del ser humano y construyen así una serie de redes o bucles para representar el mapa de la compleja condición humana.