Salamanca, (EFE).- Representantes de hasta seis archivos históricos y científicos españoles, entre ellos el de la Catedral de Santiago, la Biblioteca Nacional y la Universidad de Salamanca, han recibido hoy el reconocimiento de la UNESCO con el diploma que los acredita como "Memoria del Mundo" por los documentos que atesoran.
Los Archivos de la Corona de Aragón y Simancas, el Instituto Ramón y Cajal del CSIC y los propietarios de los archivos de los discípulos del Nobel aragonés completan la nómina de entidades que han sido ensalzadas hoy por el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, en un acto desarrollado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca para conmemorar el Octavo Centenario de la institución académicas más antigua de España.
"Son la memoria colectiva y documentada de los pueblos", ha subrayado el representante del Estado, convencido de que estos archivos representan un ejemplo del cambio de dinámica que propició la UNESCO para tratar de cuidar un patrimonio que es "especialmente frágil y en constante riesgo de desaparición", en referencia a los documentos en papel.
Los desastres naturales, las malas prácticas de almacenamiento o el comercio ilícito son algunas de las amenazas que pesan históricamente sobre estos bienes patrimoniales, cuya conservación pretende promover la UNESCO desde que en 1992 impulsó el programa "Memoria del Mundo", con el que auspicia la buena labor desarrollada por los mejores archivos y bibliotecas.
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Biblioteca Nacional de España |
Los Archivos de la Corona de Aragón y Simancas, el Instituto Ramón y Cajal del CSIC y los propietarios de los archivos de los discípulos del Nobel aragonés completan la nómina de entidades que han sido ensalzadas hoy por el director general de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, Luis Lafuente, en un acto desarrollado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca para conmemorar el Octavo Centenario de la institución académicas más antigua de España.
"Son la memoria colectiva y documentada de los pueblos", ha subrayado el representante del Estado, convencido de que estos archivos representan un ejemplo del cambio de dinámica que propició la UNESCO para tratar de cuidar un patrimonio que es "especialmente frágil y en constante riesgo de desaparición", en referencia a los documentos en papel.
Los desastres naturales, las malas prácticas de almacenamiento o el comercio ilícito son algunas de las amenazas que pesan históricamente sobre estos bienes patrimoniales, cuya conservación pretende promover la UNESCO desde que en 1992 impulsó el programa "Memoria del Mundo", con el que auspicia la buena labor desarrollada por los mejores archivos y bibliotecas.