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El consumidor entre dos fuegos

Jorge  Zavaleta Alegre.- La protecci贸n de los derechos de los consumidores constituye un principio rector de la pol铆tica social y econ贸mica del Estado peruano, seg煤n el modelo de econom铆a social de mercado, inscrito  en la  Constituci贸n  de los a帽os 90.




Este enunciado, vigente  desde  1992 en que se cre贸  el  Indecopi - Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protecci贸n de la Propiedad Intelectual, tiene como funciones la promoci贸n del mercado y la protecci贸n de los derechos de los consumidores. Pero este mercado no puede  desarrollarse a plenitud  porque   al  frente existen instituciones tan  antiguas  que arrastran a煤n dificultades muy  serias.

Indecopi, sino tiene la colaboraci贸n de la banca y su entidad  supervisora, no puede gozar a煤n de la fortaleza para  administrar  una sociedad  cada  vez m谩s informal,  con una aluvional migraci贸n  del interior del pa铆s a las  ciudades, creciente contrabando de mercanc铆as, en especial, por sus fronteras del sur,  narcotr谩fico que asigna al pa铆s  el primer lugar como productor de droga  en la  Regi贸n…

Vivimos  en una econom铆a informal, con desempleo explosivo y un  Estado que  en 2018  tiene a cinco   expresidentes de la  Rep煤blica con  severas  acusaciones   en el manejo irregular de los recursos  de un Estado, conducta que se extiende a  los alcaldes  y  gobernadores  de los m谩s  alejados municipios y  regiones. Los penales tienen que ser ampliados para los nuevos reos,  si la  Justicia mejora.

El  Per煤  de  hoy  muestra un aparato  judicial  que clama a gritos  reformas profundas.  Con un Congreso  que arrastra a representantes de conductas  cuestionadas que complotan contra  la Presidencia de la  Rep煤blica y  que ampar谩ndose en la ley plantea un refer茅ndum  para cambiar  la  Constituci贸n Nacional, y salvar a la democracia representativa del  caos  y de eventuales  golpes  de Estado.

Para  el Indecopi  resulta muy dif铆cil operar, fundamentalmente, entre  dos frentes  muy poderosos:  una banca privada  y una superintendencia que arrastra vicios  severos contra directorios que  han sido  cuestionados p煤blicamente. A煤n  quedan rezagos,   hojas cr铆ticas,  de un superintendente  que pasaba seis meses  en el  Africa ofreciendo  servicios de asesor铆a a gobiernos, los cuales, sin duda, tienen mejor  asesoramiento de Europa y los principios 茅ticos de la Uni贸n. Este  estilo de vida de aquel superintendente  que ya hab铆a  asumido desde Cofide, un banco de segundo piso  del  Estado,  no aport贸 nada en   impulsar la micro y peque帽a empresa.

Otro tema  central  es el  necesario cambio del rol  de la banca  comercial con el   dinero del narcotr谩fico y el mal uso del erario nacional. La banca, sobre todo la banca telef贸nica, parece invadida por la informalidad irresponsable, porque tarda o no  resuelve  con la urgencia que plantea la realidad  frente a delitos como la clonaci贸n o ataques  virales, en una  era que  la electr贸nica  exige conocimiento, m铆stica  y eficiencia  de su personal.

No  son pocas las voces que se帽alan infiltraci贸n de servidores que no operan la respectiva  alarma  a quienes sufren  la violaci贸n de las tarjetas de cr茅dito. La  Banca NA  comienza a juzgar la ineficiencia en el uso de representaciones  de tarjetas  de cr茅dito  de alcance internacional.

Hay  bancos que se  promueven como leg铆timos representantes  del  Per煤  y no  tienen el personal  suficientemente capacitado, ni  identificado  con los clientes.  No debemos olvidar que, en la actualidad, hay m谩s de 2 millones 800 mil peruanos residiendo en el extranjero, muchos de ellos en pa铆ses sudamericanos, sin perjudicar el empleo en ninguno de los destinos.

Despu茅s de Estados Unidos, el pa铆s extranjero con mayor cantidad de peruanos es Argentina y Chile. No  es justo que una persona que  tiene un problema con la  banca  nacional  tenga que  retornar a Lima con el  consiguiente da帽o a su  econom铆a,  su  salud  y consecuencias mil para ser atendido despu茅s de varios meses.

C贸mo  hacer realidad una pol铆tica del Estado en materia de protecci贸n del consumidor respecto a productos que ofrece la  banca, por  ejemplo, con sus 谩reas m贸viles o  telef贸nicas. Persiste un centralismo.

Las oficinas  de Indecopi  ubicadas en provincias con m谩s  de  cien mil   habitantes carecen de servicios  al  consumidor  en operaciones  financieras, con servicios id贸neos, con  derechos y mecanismos efectivos para su protecci贸n.  Las oficinas regionales, en plena era  digital, derivan los expedientes  en correo tradicional, con agentes externos.

Es esencial un alcance nacional  e internacional.  Es indispensable  su fortalecimiento institucional con respecto  al  sistema de producci贸n  nacional. En este sentido, la Direcci贸n de la Autoridad Nacional de Protecci贸n del Consumidor del INDECOPI requiere  una relaci贸n eficiente con los organismos reguladores de servicios p煤blicos (como el OSIPTEL, OSINERGMIN, SUNASS y OSITRAN), la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, las entidades sectoriales, como agencia transversal en materia de protecci贸n del consumidor.

Es  verdad que la econom铆a peruana ha crecido en los 煤ltimos a帽os, los mercados tambi茅n se han desarrollado y la naturaleza de las transacciones se ha vuelto m谩s complejas.

Sea bienvenida la capacitaci贸n  a los  sectores informales,  a la peque帽a empresa  que  realice  Indecopi en las  regiones como Arequipa,  Trujillo, Iquitos… Inclusive es necesario dar pasos  adelante en cuanto el C贸digo de Protecci贸n y Defensa del Consumidor  del 2010, en  el cual se da un punto de inflexi贸n en la pol铆tica de protecci贸n,  seg煤n indican  documentos  reflexivos  del Indecopi.

La sociedad exige optimizar las actuaciones de la administraci贸n del Estado para garantizar el cumplimiento de las normas de protecci贸n y defensa del consumidor en todo el pa铆s.

Una encuesta respecto   a la participaci贸n de los diversos agentes al llamado de la Autoridad Nacional de Protecci贸n del Consumidor arroja lo siguiente: De manera referencial, solo el 24.4% del total de entidades emitieron respuesta respecto de las acciones en materia de protecci贸n del consumidor, con una tasa de respuesta del 36% para el caso de los Gobiernos Regionales y de solo el 20.9% y 18.3% en el caso de los Gobiernos Locales y las Asociaciones de Consumidores.

Indecopi, es una entidad  necesaria  en la vida  del pa铆s, pero  no puede seguir  afrontando una  conducta  err谩tica  y soberbia de los  bancos comerciales y de una Superintendencia de Banca, Seguros  y AFP, que se vale, por ejemplo  de Infocor, un medio  de intimidaci贸n, p谩nico y sobre todo con sus informes publicados  con dos a tres meses  de retraso…

Deberle a un banco o hallarse en mora es lo peor que le puede pasar a un ser humano. A los bancos les gusta prestarles dinero s贸lo a las personas que no lo necesitan.  La frase “Robar un banco es un delito, pero es m谩s delito crearlo” se la atribuyen a Bertolt Brecht. Tal vez fue el dramaturgo y poeta alem谩n quien resumi贸 en esta sentencia toda la tragedia que en asuntos financieros sufren millones de personas.

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